𝐿𝑙𝑒𝑔𝑜 𝑙𝑎 𝑛𝑎𝑣𝑖𝑑𝑎𝑑

Por la puerta de la delegación apareció Henry junto con su papá, quienes lo primero que hicieron fue buscar a los policías para de ese modo comenzar a recabar todas las “supuestas” pruebas las cuales delataban a Umi como culpable. Para la buena suerte de esté, Rudy es abogado y ese caso no llegaría mas lejos, él se encargaría de que así fuera. Tras varios días de investigación y práctica, finalmente había llegado el día del festival navideño.

Ese 24 de diciembre todos estaban ensayando las últimas  notas para esa noche, aunque claro también había que buscar que ropa utilizarían, debía ser acorde a la época. Aunque antes de pasar a esto, si alguien se pregunta ¿Qué pasó con las declaraciones con ambas parejas? Pues fue algo sencillo, en el caso de Henry este estaba tan ocupado que no iba a los ensayos cosa la cual en cierta parte calmaba a Sticky. Y con Victoria pues ella dijo sentirse confundida ya que todo el tiempo él había dicho que la consideraba como su hermana, pero dijo que lo mejor que podría hacer era darle tiempo para que las cosas se calmaran… en síntesis, no hubo un no por respuesta; y eso en parte hacia sentir bien a Roly porque su relación con Victoria no había cambiado.

Volviendo al tema de la ropa, y gracias a los consejos técnicos de Chantilly ésta eligió la siguiente: para Victoria seleccionó un vestido corto en cuadros rojo y negro, una blusa pegada de mangas largas negro, botas altas negras y su peluca de Lollipop.

—Se ve sensacional—exclamó Jam.
—Y no crean que me olvide de los demás—dijo la mujer abriendo un enorme perchero donde tenía ropa para toda clase de ocasión.
—Si, efectivamente son idénticos—susurró Sticky con una gota bajando por su sien.

Para Toffee Chantilly le colocó una camisa formal blanca, un suéter a rayas en colores azul, celeste, turquesa y blanco. Un pequeño moño celeste en el cuello, pantalón y zapatos negros junto con la peluca y lentes que siempre suele llevar.
En el caso de Mizu ella le colocó un enterizo rojo con un pronunciado escote corazón, zapatos bajos en color blanco, maquillaje verde con rojo sobre sus párpados, labios en tono rosa suave; su peluca verde y la diadema que siempre lleva ahora era sustituida por una blanca con un gran dulce sobre ella.
Para Momiji opto por una playera blanca con muchos brillos plateados. Tres bolas en fila de color negra en el medio, una bufanda roja, pantalón y zapatos negros, su peluca rubia aunque sus lentes ahora tenían reflejo rojo y sobre su cabeza utiliza un sombrero negro con una línea gris cubierta de brillos.

—¡Mami, mami! ¡Ahora sigo yo!—dijo Jam emocionado corriendo hasta el armario y buscar la ropa que su madre había seleccionado para él. Esta consistía en un top con brillantes, con cuello satinado y los hombros descubiertos. Una falda blanca a base de encaje con un short debajo de éste en color gris, mallas blancas, botas bajas en color gris, guantes blancos sin dedos con una cubierta de peluche blanco en las muñecas, un sombrero del mismo color y textura, su cabello fue planchado y recogido en una cola de caballo baja y en una de sus orejas lleva un arete en forma de copo de nieve.—¡¡Me veo fantástico!!.
—Sabía que te gustaría cariño, porque yo también tengo arreglado mi outfit para esta noche—indicó colocándose una versión femenina del clásico disfraz de santa—y no te preocupes por tu papá, él ya tiene el suyo listo para la presentación.
—Entiendo que estos atuendos son los indicados y todo eso pero, ¡¿Por qué tenemos que usarlos a las dos de la tarde?! ¡Si el concierto es a las siete!—exclamó Sticky más que enojado.
—Es para que no se pierdan las buenas costumbres—respondió Chantilly acomodando su gorro—y ahora iré a la tienda enseguida vuelvo.
—¿Va a salir vestida así?.
—Claro, como ya es costumbre en Navidad se tiene que vestirse bien desde temprano para con cualquier excusa salir a mostrar tu outfit—mencionó para salir de la casa.
—Muy bien, supongo que será mejor ponernos de acuerdo sobre cuál canción cantaremos—dijo Momiji quitándose la peluca.
—Debe ser algo divertido, ¡vamos hombre es Navidad! ¡Todo tiene que ser así!—comentó Jam ajustando sus guantes.
—Creo que tengo una idea, síganme—indicó Mizu dirigiéndose a la cocina.
—¡Oka-san! ¡No es momento de comer!—le regaño Momiji.
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Finalmente la hora del Festival navideño había llegado. Este se llevaría a cabo a las afueras del congreso Nacional, un enorme árbol de Navidad llamaba la atención gracias a sus luces y esferas luminosas, un enorme tobogán por donde las personas pueden bajar con ayuda de un salvavidas, y también una pista de hielo real donde podían pasar a darse unas vueltas o en el peor de los casos…romperse el hocico. Un gran escenario con luces y demás instrumentos aguardaban para que las bandas llegaran, en total se presentarían 10 y a nuestros protagonistas les tocó el número dos, cada artista tiene derecho a cantar solo una canción, ya que en sí el concierto tiene que durar dos horas. Luego se realizaría la cena navideña para así, recibir la media noche con un montón de juegos artificiales. El público más que ansioso ya querían que todo comenzara, pero antes de eso el presidente Barrie (disfrazado de reno) subió para decir unas palabras:

—¡Holis a todos! ¡Y sean bienvenidos al gran festival navideño!, como saben este año tenemos muchísimas actividades que podemos hacer con amigos o en familia. Y aquí no será la excepción, primero démosle la bienvenida al primer cantante de la noche, ¡Anderson Paper!—haciéndose a un lado dejó pasar al chico quien con su guitarra en mano saludó a la gente.
—Buena suerte chicos, recuerden solo suban allí y diviértanse—les dijo Fondant vestido como papa Noel.
—Si, aunque es una lástima que sus padres no celebren esto como nosotros—dijo Momiji refiriéndose a los mellizos. Y es que resulta de que por generaciones los Sponge no suele celebrar la Navidad, para ellos es como un día como cualquier otro, y por eso nuestros protagonistas estaban tan admirados por las cosas que los rodeaban.
—¡Muy bien ya fueron suficientes lastimas! ¡Ahora vamos a demostrar que podemos hacerlo!—exclamó Victoria alzando su puño.

Después de la presentación de Paper, había llegado el turno de nuestros protagonistas, aunque claro primero debían tener una entrada genial gracias a su fan número uno.

—¡Ahora con ustedes! ¡Una de las bandas con mejor música! ¡Un estilo único! ¡Y son los más cercanos a mi querido ahijado!, ¡¡Denles un aplauso a Vic…
—¡No!—grito Mizu sacando una sandalia celeste y arrojarla contra el peli rojo.
—¡Ah! ¡¿Y esa chancla?!.—se quejó tocando la zona afectada—perdón, quise decir, ¡Denle la bienvenida a dance dance lollipop!—dijo para hacerse a un lado y dejarle el escenario a los chicos.
—Eso estuvo cerca—susurró Momiji.
—Si, y por eso no siempre debemos decir las cosas a cualquiera—recalcó Sticky ingresando al escenario, siendo acompañado por los demás; una vez allí saludaron a sus fanáticos y luego se colocaron en posición mientras las luces navideñas deslumbran a sus espaldas.

Optaron por cantar “déjate llevar”, ya que su tono alegre y pegajoso era exactamente lo que se necesitaba para animar esa fiesta. En medio de la canción entre el público Mizu pudo darse cuenta de que apareció Umi, quien sonriendo extendió su mano para que los demás también pudieran verlo. Tras terminar su presentación los cinco bajaron del escenario para encontrarse con el peli negro que de inmediato fue abrazado por Mizu y Momiji.

—¡Umi-san! ¡Que gusto me da verte!.
—¡Otōsan! Nanto iu andodeshou!*—exclamó Momiji.
¡Papá! ¡Que Alivio!*.
—A mi también me da gusto verlos, pero debemos darle las gracias a Rudy por salvarme. Él logró identificar esas fotografías demostrando que eran falsas, entonces quedé libre y mi expediente no quedó manchado. Lo que significa que aún puedo continuar con mi cargo de subdirector—indicó el oji púrpura luego de que se separaran del abrazo.
—Vamos, no fue para tanto, simplemente quería que se hiciera justicia para alguien que es inocente y eso fue lo que papá hizo—comentó Henry apareciendo con un disfraz de cascanueces, e incluso se había pintado el rostro de la misma forma que esos muñecos de madera, claro que esto causó una gran impresión en Sticky quien como pudo ocultó su rostro para que los demás no vieran lo rojo que estaba.
—Lindo atuendo—dijo Jam.
—Gracias, yo mismo lo hice.
—Tienes un buen toque para eso, ¿lo sabías?—le preguntó Mizu.
—Jejeje claro que no, y ahora ¿Qué les parece una foto?, quiero recordar esta como la primera Navidad que pasamos todos juntos—indicó el peli verde sacando su cámara.

Sabiendo que lo que él decía era cierto, todos se colocaron en posición y la fotografía fue sacada. En cuanto el concierto terminó Barrie dijo que ya era la hora de comenzar con la cena, allí había toda clase de comida para la época Cordero o cochinillo asado. Uno de los platos estrella que se come en Nochebuena o Navidad es la pata del cordero o el cochinillo entero al horno.
Almejas.
Gamba Roja.
Sopa de Galets.
Canelones de Navidad.
Chocolate caliente, café y ponche de frutas.
Y claro que nunca puede faltar en una fiesta como esta… los clásicos tamales.

—¡Todo sabe delicioso!—dijo Mizu comiendo de los canelones.
—Un segundo, ¿Dónde está Jam?—preguntó Fondant.
—Se está ahogando con un pedazo de caña que le salió en el ponche—mencionó Sticky como si nada.

Después de la cena mientras llegaba la media noche, nuestros protagonistas decidieron ir a probar los juegos que el presidente había puesto. Primero probaron el tobogán, donde accidentalmente Victoria se resbaló llevándose en el camino a Naomi y Chantilly quienes se estaban poniendo en pie para bajar del juego. Luego fueron a probar la pista de hielo, aunque de todos solo Victoria era la única que no sabía patinar, entonces fue Jam al rescate para tomarla de las manos y comenzar a encaminarla.

—¡Tengo miedo! ¡Me voy a caer!.—gritó alarmada con su cara azul del miedo
—No digas eso, vamos solo has lo mismo que yo y ya veras que no pasa nada—le alentó Jam sonriendo como siempre lo hace.
—Ok, ya es momento de que revivan las viejas costumbres—dijo Barrie moviendo una rama de árbol de donde cuelga un muérdago. Esté quedo debajo de Umi y Mizu, quienes no sintieron mayor pena y cumplieron con la tradición.—¡Esto de la Navidad es genial!—sin querer le dio un manotazo al muérdago el cual termino quedando encima de Victoria y Jam quienes aún luchaban por patinar. Toffee quien desde lo lejos observo esto, salió corriendo hacia donde estaban ellos para sacar a su hermana del medio.
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Por otro lado Carlos más que molesto recibía la llamada por parte de su cómplice, donde le mencionaba sobre la liberación de Umi. Su plan era sencillo y fácil de manipular, por eso no lograba entender ¿Cómo había fallado? .

—Pues eso es lo único que puedo decirte, tu plan maestro no era tan bueno que digamos—recalcó Vianner.
—¡Ya cállate!, no tengo tiempo para tus bromas absurdas. Quizás la primera parte no funcionó, pero recuerda que aún tenemos la segunda fase y esta vez, no pienso perder.
—¿Carlos? ¿De qué estas hablando?—preguntó Isabel apareciendo en la habitación de  ambos, y sin querer escuchó parte de su conversación.
—Mira sé que no debemos ocultarnos cosas, pero esto es para el bien de nosotros, de nuestros hijos y, para que las personas que más detesto reciban lo que se merecen.
—Entonces lo que estás tratando de decirme es que, ¿planeas quedarte con toda la fortuna de tu familia y planeas eliminar a los Shigen en el proceso?—soltó sin rodeos la mujer.
—¿Cómo supiste eso?.
—No tengo que poseer un IQ de 120 para saberlo, desde hace tiempo note las incomodidades que existen entre Umi y tú. Así que era más que obvio que buscarías venganza, te conozco bastante bien, a pesar de que no haya amor de por medio.
—No tenias porque recordármelo.
—Lo siento, pero bien sabes que no puedo callar lo que siento. Y si me casé contigo es por el dinero que me darías, no por amor y esas tonterías—dijo con frialdad.
—Ya pronto tendrás tu dinero, luego serás libre y podrás hacer lo que se te de la gana. Y no te preocupes por los niños, les diré que nos divorciamos y yo tomaré su cuidado—mencionó alejándose de ella para dirigirse a su guarda ropa.
—No imaginaba que les tomarías tanto afecto, pero ya que, si eso es lo que quieres hacer pues allá tú.

De regreso con nuestros protagonistas, luego de probar las demás atracciones, mientras aún no daba la media noche Mizu propuso la idea de quemar algunos juegos pirotécnicos pequeños para ganar tiempo, y claro que Barrie también apareció para decirles que a la media noche lanzaría bombas grandes para iluminar todo. Así que luego de varios intentos fallidos por quemar algunas cosas, finalmente faltaban sólo 10 minutos para darle la bienvenida a la navidad.

—Saben, en tan poco tiempo, hemos vivido tantas aventuras que me es imposible de asimilar de que logramos todo esto—dijo Momiji.
—Tal vez, pero ustedes mejor que nadie comprenden lo que es tener un sueño y querer cumplirlo sin importar nada más—recalcó Henry.
—Propongo algo, esta no será la primera ni la última Navidad que pasaremos juntos, después de todo somos un equipo y debemos permanecer unidos como la familia que somos. Ustedes me demostraron de que podía realizar mi sueño, ustedes fueron el motor para llegar hasta este lugar, y espero que esto que comenzamos no termine pronto—dijo Victoria.
—Caray, con esas palabras casi me haces llorar—respondió Jam con burla—pero tienes razón, yo también quiero que todos permanezcamos juntos como un equipo.
—Me gusta como suena—mencionó Momiji.
—Entonces es una promesa—dijo Mizu con una sonrisa—haremos esto todos los años, seremos una gran familia y nada podrá separarnos.
—Muy lindas palabras y todo pero faltan menos de cinco minutos para la media noche—aclaró Sticky.
—¡Muy bien! ¡Vamos a iluminar el cielo con muchas luces!—exclamó Barrie con un control en sus manos.
—¿Qué es eso?—dudó Henry quien estaba más cerca.
—En cuanto presione este botón saldrán disparados uno por uno los enormes juegos pirotécnicos que conseguí para la celebración. ¡Sera algo mágico!.
—Oh no, eso no es bueno—pensó el peli verde alejándose poco a poco del “hombre reno”.

Y en parte fue bueno lo que hizo, ya que mientras los demás hacían la cuenta regresiva accidentalmente Barrie se resbaló, haciendo que no presionara uno, sino todos los botones que tenía en ese control. Como si fuesen misiles todos salieron volando bajo, por lo que rápidamente Henry llegó con sus amigos y los empujó al suelo. Asustadas las demás personas salieron corriendo para evitar alguna posible quemadura… mientras que Barrie pues, recién se levantaba para acomodarse las ideas.
—Jejeje, feliz Navidad chicos—susurró Umi aún boca abajo en el suelo.

Continuará.

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