Un niño de cabello blanco corría sin rumbo por la ciudad desesperadamente, solo queria desaparecer en ese momento. Este llegó a un callejón, se escondió entre medio de dos contenedores de basura, se sento apoyando su espalda contra la pared en posición fetal, lloraba y a la vez reia.

En la entrada del callejón apareció la menor de los Ryuguji, esta entró al callejón para cortar camino, ya que volvía de la farmacia, su hermano había tenido una pelea y aunque el gano, quedo bastante herido, asi que fue a comprar un botiquín de primeros auxilios. En eso la pequeña entró al callejón y escucho la risa de una persona acompañada de unos sollozos.

- ¿Hay alguien aquí? - preguntó Reiyan acercandose al sonido, encontrándose con el niño, este tenia 1 año mayor que ella - ¿Te encuentras bien? ¿Porque lloras? - Reiyan se agacho a su altura dejando su mochila a un lado.

El niño misterioso le mostro su rostro, tenía dos grandes heridas en su rostro, estas aún sangraban y manchaba mas su rostro.

- ¡Dios mio! Estás herido - Reiyan sin perder más tiempo agarro su mochila para sacar el botiquín que acaba de comprar - A ver... creo que... esto es asi - Agarro una de las gasas esteriles colocando agua oxigenada - Esto puede doler ¿okey? - Reiyan acercó su mano con la gasa húmeda para curar y limpiar.

Pero el niño antes de que Reiyan pudiera tocar su rostro, la agarro de la mano fuertemente empujándola, provocando que cayera de espaldas contra el piso. Este se posiciono arriba de la fémina y con ambas manos comenzó a horcarla para matarla, estaba tan asustado que no sabía lo que hacía, además de que continuaba riendo y llorando sin parar. El agarre que ejercía era muy fuerte, pero temblaba a la vez.

– S-se que d-debes... estar a-asustado... - Reiyan hablaba apenas por el agarre – p-pero no te hare d-daño... s-solo d-dejame a-a-ayudarte – Esas palabras hicieron despertar al chico de su trance, soltandola inmediatamente. Reiyan comenzó a toser para recuperar el aire perdido.

– L-lo s-siento... no... e-era mi intención... - El niño se sento frente a Reiyan temblando aun

– No te preocupes – Dijo Reiyan mientras sonreía – ahora déjame limpiarte ¿okey? – El chico asintió sin mirarla a la cara, estaba apenado por su forma de actuar.

Reiyan comenzó a curar las heridas del niño con mucho cuidado para que este no le doliera.

– Eres un chico muy fuerte ¿lo sabías? – El niño miró confundido a la fémina – Lo digo porque, aunque estes en ese estado, casi me matas con tus propias manos, tienes bastante fuerza. Yo lo mas probable ya estuviera en un hospital por el desangrado – Rio levemente - ¿Cuál es tu nombre?

– Dime... Haru...

– Okey – le mostro una sonrisa – a mi puedes decirme Rei, mucho gusto Haru

Ambos se dieron la mano, el pequeño Haruchiyo Akashi había hecho una verdadera amiga. Este sin perder más tiempo la abrazo con todas sus fuerzas, queria sentir el calor de una persona sincera, sin que lo regañara por lo que hacía. Reiyan respondió el abrazo, sabía que el chico había sufrido bastante.

- Haru, lo siento, pero debo irme – Reiyan se separó del abrazo – Mihermano espera por mi en casa

- ¿Tienes un hermano? - Haru pregunto curioso, aunque un poco molesto, no le agradaba su hermano mayor y más ahora por lo que ocurrió minutos atrás.

- Bueno, no es mi hermano de sangre, pero lo quiero como uno - Reiyan le sonrió - El me rescato de la calle cuando era una bebe

- ¿Los hermanos hacen eso? - Sanzu estaba confundido, él tenía a su hermano mayor, que solo lo regañaba por todo lo que hacía su hermana menor

- Por supuesto, un hermano debe ayudar al otro - Reiyan le sonrió - Ahora el se encuentra herido por una pelea, por eso vine a la farmacia para comprar este botiquín

- ¿El te golpea? - Pregunto Sanzu muy por lo bajo

- No, claro que no, en realidad golpea a los chicos que me molestan en la escuela o a los mayores para robarles su dinero - Reiyan río

- Debe ser un hermano fantastico

- Si - Sonrió Reiyan - ¿y tu tienes hermanos?

Haruchiyo la quedó mirando un momento, pensó su respuesta

- No... soy hijo unico - Respondió mirando al piso

- Que lastima... bueno, yo creo que tambien tuve que ser hija unica - Reiyan sonrió - Al fin y al cabo mi hermano dice que mi padre me abandono asi que creo que no querían hijos - Reiyan miro al piso

- ¿Te arrepientes de haber nacido?

- A veces si, pero despues veo a mi hermano y a las personas que cuidaron de mí y siempre termino agradeciendo haberlos conocido - Reiyan se levantó del piso - Bueno Haru, fue un gusto conocerte, pero debo irme, debo ir a curar las heridas de mi hermano – Se inclinó levementepara despedirse – Espero volver a verte algún día – Sonrio – ¡Adios! – Esta se fue, dejando solo a Haruchiyo en el callejón

– A-adiós... - Este agito levemente su mano.

Haru bajo la mirada ya que había quedado solo nuevamente, pero se dio cuenta que en su mano contraria había algo, era un broche para el cabello. Era de color negro y le pertenecía a Reiyan.

– Y yo que esto pelon ahora... Lo usare cuando me cresca el pelo y te lo devolveré – Haruchiyo sonrió guardándolo en su bolsillo del pantalón.

Quien iba a pensar que ambos chicos no se volverían a encontrar otra vez.

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Pido perdón si el capitulo quedo cortito 🛐

Próximo capítulo: Dragones gemelos