A veces la vida no es justa, el dolor de la palabrería ácida suele abrumar hasta el más fino de los sentidos; la frustración es un parásito insaciable y te puede hacer dudar de tus propias acciones aunque seas la víctima en el último acto. Sentir algo parece ser un simple desencadenante a una reacción incómoda de la gente que te rodea; es más fácil señalar con el dedo del medio todo pensamiento diferente que corrompa la delgada línea entre la confrontación al maltrato. Y se tiene que entender que no todos están dispuestos a soltar las soluciones más simples aunque eso de resultados vacíos.

Cada día puede hacer agobiante una misma rutina que lentamente se vuelva una daga envenenada que cuelga sobre la espalda, el constante bombardeo de eventos desafortunados te encadena a un ciclo vicioso digno de un conspiranoico que arde al observar solo una pequeña cara de su pequeño mundo; en algún momento la rabia habrá sobrepasado tus límites y será expulsada de adentro como un mar de lava hirviendo que afectará incluso al inocente.

Pero.

Eso no te hace menos humano, valioso, importante y sobre todo; no inválida el sentirte así.

En la actualidad por ser hijo, padre, hermano, abuelo, primo o amigo (incluso un desconocido) existe ese tipo de cascarón vacío que pretende tener el derecho de estirar tu paciencia cuál chicle rancio; puede que lo hayas dejado pasar más de un vez para mantener esa pequeña, pero, valiosa tranquilidad mental o física que requieres para seguir en sincronía con tu roll. No necesitas hacer eso, no debes quedarte callado y mucho menos sentirte como él víctimario en una historia mal contada.

Jamás pongas tu salud emocional y mental a la disposición de cualquiera con tal de ser su alivió colérico; tu vales más que eso. No importa quien sea, como sea o el porqué de las cosas; si sabes que hay cierto apice de razón en tus reacciones no le des el gozo de verte fallar hacia tus propios ideales.

Aprende a amarte mil veces primero para que mañana lo que te falté no te quiebre de forma permanente; el amor es la primera semilla para formar valores.

Habla, se educado y no te rebajes al nivel de nadie; no le des chances, el bruto siempre sera un mongolo ignorante. Hasta podrías estar lideando con un severo narcisista.

Se tu mismo, sin miedo; aunque no naciste por elección tienes la voluntad de vivir como desees y moldear tu propio mundo de forma positiva.

Jamás pienses que tus sentimientos son inválidos; nadie tiene derecho a intentar manejar tus emociones.

No te rindas y cuídate el doble cada día; habla contigo, reflexiona y pregúntate siempre si hay algo que puedas mejorar por ti primero y luego por los demás.

No esperes que la gente cambie a tu alrededor; Hazlo tu. El que se va a enfermar por la negatividad de las cosas al final siempre va a ser el que canalice su atención.

Búscate a alguien que te aporte, no que te quite; y no te sientas mal si por tu partida se pintan en ambientes miserables. El parásito, aunque con nueva cara, nunca cambia.

Y sobre todas las cosas; No dejes nunca, pero, ¡nunca!, que alguien se de el lujo de pretender que te conoce. Suelen jalar de ese falso argumento para manipular la situación a su antojo; nunca vas a terminar de conocerte a ti mismo, por ello, no les des el gusto de tenerte colgando en la lengua como si tú y tú vida fueran algún tipo de novela. Lo que tú eres y lo que tú hagas es únicamente tu problema; nadie, ni tu propia madre tiene el derecho de hablar de ti de forma despectiva. Nunca pienses lo contrario.

Tu eres inteligente a tu manera, talentoso/sa a tu manera, único/ca a tu manera, valioso/sa a tu manera; y aunque no lo creas. Serás amado, querido y requerido para alguien más allá afuera (a no ser que ya así sea ❤️); solo, jamás te rindas y sigue adelante.

Dónde la humedad de la tormenta queda, la nueva vida nace en los primeros rayos de sol.

///: Esto no va dirigido a nadie en específico en esta app; simplemente estoy revuelta (no ha sido mi mejor domingo) y necesito soltar en algún lado. Que pasen buen día, tarde o noche.