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—Ya está todo listo Shoyo-san, lo único que falta es que el abogado de su ex esposo le de los papeles para firmar.
—Gracias Thomas, no sé que haría sin ti.
—Es un placer ayudar a mi mayor cliente.
—Dime si ocurre algo.
—Claro, cuidese.
Shoyo saludó de igual manera a su abogado y cortó la llamada. Ya habían pasado dos semanas desde la visita inesperada de Paulo, por varios días el ambiente siguió demasiado tenso y el mayor de los Hinata no paraba de pensar que ese tipo podría venir y alejar a sus hijos de él.
—¿Todo bien? —preguntó el rubio mientras besaba el cuello de su pareja.
—Llamó mi abogado dijo que ya todo está listo.
—Bien una cosa menos para preocuparse.
—Hasta que ese papel no esté firmado no voy a dejar de preocuparme.
—Cariño tienes que dejar los nervios de lado, el bebé ha estado inquieto por eso. Hoy será la ecografía tómalo con calma.
—Es verdad... —suspiró—. Lo siento bebé. —acarició su barriga con amor.
—¡Vamos a salir!
—¿Dónde van? —cuestionó Kei.
—El equipo se va a reunir para salir al cine. —contestó Azami.
—Ya dejalos amor. —rió Shoyo.
—Vengan antes de la cena.
—¡Lo que digas!...papá Kei. —cerraron la puerta con rapidez pero ambos adultos lograron escuchar lo dicho por los gemelos.
—¿Oíste eso?
—Así que tu primer "papá" fue de unos chicos de 16 años y no un bebé. —sonrió el más bajo.
—Puedo acostumbrarme a esto.
No sería totalmente sincero pero aquella palabra se sentía muy bien, demasiado diría. Estos meses habían sigo una total montaña rusa, pasó de ser el tío soltero a de repente tener tres hijos. Una locura total. Pero no cambiaría absolutamente nada.
La pareja comenzó a alistarse ya que en una hora por fin conocerían el sexo del bebé, y aún mejor para Shoyo, tendría una ecografía en conjunto con su mejor amigo ya que su bebé no se había dejado ver hasta el momento. Quien sabe tal vez este mes sería su suerte.
—Tendríamos que pensar nombres ¿no crees?
—Qué tal si esperamos primero a saber si es niño o niña. —sugirió Kei mientras manejaba camino a la clínica.
—Claro pero eso pasara en un momento así que ya podríamos pensarlos. —el pelinaranja parecía ansioso por la actividad y el más alto siempre le cumplía los caprichos.
Por lo tanto y gracias a la idea del Hinata, el resto del camino estuvo repleto de ideas de nombres. No podía ponerse de acuerdo en ninguno. Más aún porque Shoyo deseaba un pequeña niña, mientras que Kei le daba igual ya que solo era feliz con tener un bebé sano.
—Bien sigamos con esto luego Sho, ya llegamos y Kageyama parece querer derretir el vidrio.
—¿No quieres bajar primero...? Quiero disfrutar a mi bebé un minuto más antes de morir en manos de Tobio.
—Es tu mejor amigo no el mío.
—Por lo viejos tiempos. —sonrió nervioso.
—Sho.
—¡Bien! Bien... —refunfuño.
Con temor a ser asesinado Shoyo bajó del auto en encuentro de la otra pareja la cual esperaba pacientemente. Bueno, Oikawa era el paciente, Tobio parecía estar a punto de estallar.
—Dijimos que nos veríamos aquí hace 10 minutos Shoyo.
—Había mucho tráfico...
—No me mientas.
—Estabamos discutiendo posibles nombres. —admitió inmediatamente.
—Eso se puede perdonar ¿verdad cariño? ¡claro que sí! No sé preocup-
—Que solo sea esta vez. —le interrumpió el ojiazul a su esposo.
Hinata contestó con un ademán de militar y así sin más vueltas ambas parejas y futuros padres ingresaron a la clínica. Se dirigieron a recepción y la secretaria los guió a sus respectivos cuartos.
—Suerte. —se saludaron con una sonrisa antes de cerrar la puerta.
—¿Cómo ha estado Shoyo-san?
—¿La verdad? con mucho estrés.
—Ya hablamos sobre el trabajo.
—No es eso...son problemas personales.
—Pues cualquier problema que tenga déjelo de lado, lo importante aquí es el bebé y su salud. Recuerde que es un embarazo riesgoso.
—Lo sabemos, estamos siendo lo más cuidadosos posibles.
—Lo entiendo, dejemos este asunto de lado por el momento y empecemos por lo que vinieron.
El doctor les sonrió para aligerar el ambiente, sabía que no tener presente estrés o ansiedad durando un embarazo era demasiado difícil pero las condiciones del pelinaranja no se lo permitía y debía ser cuidadoso con ello.
El gel frío fue puesto en la barriga de Hinata, luego aquel aparato comenzó a recorrerla, escucharon el latido tamborilero de sus bebé y automáticamente todo lo malo que habían estado arrastrando desde hace semanas se esfumó.
—Es un corazón muy fuerte, eso está perfecto.
Siguió su recorrido en buscando de lo que tanto esperaban los padres. Luego de varios minutos y prácticamente perder la esperanza de verlo en esta ocasión la bolita se movió dejando así verse.
Por otro lado el matrimonio Oikawa-Kageyama pasaban por lo mismo.
—Nos vemos el siguiente mes entonces, si algo sucede puede venir ya lo sabe.
—¡Muchas gracias doc, hasta el siguiente mes!
—Cuidese. —se despidió Kei.
En cuanto cerraron la puerta sus amigos parecían también haber terminado con su consulta. Tobio y Shoyo se vieron y se acercaron tomando sus manos.
—¿Sabes qué es? —preguntó el azabache.
—Si ¿y tú? —su amigo asintió.
—A las 3 lo decimos.
—Esto es ridículo. —bufó el rubio.
—Solo dejalos mira se ven muy felices de compartirlo. —rió Toru.
—1...
—2...
—¡3!
—¡Niño/Niña! —gritaron.
—¡Yo quería una niña tramposo! —lloriqueo el pelinaranja.
—¡Ja! Te gané.
—Shoyo/Tobio. —regañaron sus respectivas parejas.
—Más te vale tu hijo no se acerque a mi princesa. —advirtió Oikawa.
—¿Por qué crees que dejaría que mi hijo se acerque a tu mocosa?
—¡Retira lo dicho!
—Tu hazlo primero.
—Oigan. —ahora era su turno de regañarlos.
Eran padres felices, y seguramente sus amigos se volverían locos con la noticia, después de todo los bebés siempre era bien bienvenidos en el grupo de cuervos.
Ya que estaban compartiendo todo en este transcurso del embarazo, tanto Tobio como Shoyo creyeron que lo mejor sería darles la noticia en conjunto a sus hijos mayores por lo que esa misma noche harían una gran cena en casa del Hinata.
Es así como en medio de su paseos con el resto del equipo recibieron un mensaje de sus respectivos progenitores.
—Es extraño y muy lindo el que compartan todo ahora.
—Perdieron 15 años no los culpo. —dijo Toshio con una sonrisa.
—¿De qué hablan chicos? —el capitán habían llegado a la interesante conversación.
—Tendremos una cena ¿"familiar"? —habló Azami—. Es que hoy revelaban en sexo de los bebés.
—Oh~ ya veo, mañana me dices que es. —dijo hablándole al menor de los Hinata.
—Claro, te lo diremos. —Oikawa no perdió oportunidad para marcar territorio.
—¿Qué hacen ustedes ahí? ya vámonos.
—¡Si Ennoshita-san!
—Oye ¿hasta cuándo los tendrás a la expectativa? —le preguntó Victor a su hermano.
—En realidad...ya tengo una decisión.
—¡¿Y recién me lo dices?! ¡Soy tu hermano!
—Con todo lo de nuestro padre, y el bebé, no tuve tiempo de contarte.
—Luego hablaremos. —le advirtió.
—Bien, bien.
Le parecía que Victor estaba siendo solo un poco intenso pero por otro lado lo entendía, no solo lo ayudó en toda esta travesía de Kenta y Toshio, sino que siempre compartían todo incluso los problemas. Se ayudaban mutuamente siempre.
La cena fue un éxito, los menores estaban más que felices por sus futuros hermanitos, mientras que Oikawa y Tsukishima seguían con la misma discusión de hace horas atrás. En el caso de Kei era su primer hijo, en el caso de Tobio era su primera niña, ninguno daría su brazo a torcer sobre que nadie merecía a sus pequeños.
Las horas pasaron y la familia Oikawa-Kageyama se fueron a su respectivo hogar, momento perfecto para una charla de hermanos. Aprovechando que los mayores estaban en la cocina Victor se acercó a su hermano quien estaba cómodo en el sofá viendo televisión.
—Bien ya dime qué decidiste.
—Que poca paciencia tienes.
—Soy ancioso y curioso ¿qué esperabas?
El menor soltó un suspiro.
—Lo pensé demasiado creeme pero...nadie me hace sentir como lo hace Kenta-senpai... —sonrió tenuemente.
—¡Lo sabía! —gritó emocionado pero rápidamente se calmó al ver el semblante triste del contrario— ¿Qué pasa?
—¿Y si es demasiado tarde...? tal vez se cansó de esperarme y ya no quiere nada conmigo.
—Oye no seas pesimista, dudo mucho que el capitán haya dejado de sentir algo por ti.
—También tengo miedo de perder la amistad de Toshio-kun...
—Si en verdad te quiere va a saber respetar tu decisión.
—No creo ser suficiente para ninguno de los dos...no sé que fue lo que vieron en mi.
—Zami-
—¿Y esa cara mi vida?, ¿qué sucede? —Shoyo había llegado a tiempo.
—Nada papá. —rápidamente secó sus lágrimas.
—Nada se me escapa lo sabes, vamos habla conmigo. —le pidió acariciando su mejilla.
—Quiero mucho a alguien...pero no creo ser suficiente para él.
—¿Por qué no lo serías? —preguntó preocupado Kei.
—No soy como tú papá...yo no puedo-
—Alto ahí —lo detuvo ya que sabía a dónde iba la conversación—. Victor ve por un vaso de agua por favor.
—Si. —se fue lo más rápido posible.
—Es por Kenta-kun ¿no? —su hijo asintió— Lo suponía...
—Aquí está el agua bebe.
—Primero nunca digas que no eres suficiente, siempre habrá alguien que te quiera tal y como eres sin necesidad de esforzarte por impresionarla. Segundo, eres demasiado joven para pensar en formar una familia junto con Kenta-kun, y si él no te ama solo porque no puedes darle hijos entonces no es el indicado.
—Pero-
—Y tercero, si en verdad se aman entonces nada será impedimento para que estén juntos. Creeme que ese chico te quiere mucho hijo así que no debes temerle a nada.
—¿Lo crees así?
—Por supuesto que si. —le sonrió solo como él sabía hacerlo.
Azami fue donde los brazos de Shoyo quién lo recibió gustoso, Kei le acariciaba el cabello y Victor se unió al abrazo igualmente. Eran una bonita familia afrontando problemas cotidianos, después de todo ¿quién no tuvo su primero sufrimiento de amor? Lo bueno es que pudo afrontarlo acompañado y con las mejores personas que pudo pedir.
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Dos noticias se revelaron, la bendición es un niño y Azami eligió a Kenta (^∇^)ノ♪
Gracias por leer y espero lo hayan disfrutado, nos leemos pronto bye bye~
-Forsythia: anticipación.
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