✈︎🄲🄻🄰🅅🄴🄻🄻🄸🄽🄰 🅁🄾🅂🄰☁︎
Otro día de entrenamiento había acabado, los chicos se encontraba muy agotados y lo único que deseaban era llegar a casa y descansar como si no hubiera un mañana.
Habían pasado algunos días desde que Azami ignoraba a Toshio y Kenta pasando así más tiempo con sus amigos pero aquel par estaba decidido a pedir disculpas y debía ser hoy o nunca.
-¿Es posible que duelan las pestañas? -preguntó Kaori.
-¿Es posible que duela existir? -corrigió la pregunta Victor.
-Ukai-san nos hizo polvo hoy. -lloriqueo Aki.
-¡Vamos chicos ánimo! -dijo Masaki-. En una semana será el primer partido para las eliminatorias de las Nacionales, debemos entrenar mucho más.
-Ennoshita-senpai tenga compasión de los débiles. -habló Azami quien intentaba aparentar sentirse bien pero estaba igual de cansado que su hermano.
-Nada que un buen descanso no repare, ánimo que el Karasuno debe ir por su décimo título. -sonrió Kenta.
Como era costumbre el equipo se detuvo en la tienda que aún pertenecía a la familia de su entrenador, compraron algunos bollos de carne y hablaron algunos minutos. El menor de los Hinata de encontraba en una charla con sus amigos hasta que dos manos se posaron en sus hombros llamando su atención.
-Zami...
-¿Podemos hablar un momento? -pidió Oikawa.
-Yo...
Keishin y Victor asintieron con su cabeza para darle confianza, debía dejar de evitarlos y enfrentar tanto sus sentimientos como el de ellos.
-Será solo unos minutos. -dijo Kenta.
-Está bien, vamos.
El trío comenzó a caminar no sin antes despedirse del resto, el equipo había notado la extraña atmósfera entre ellos por lo que esperaban arreglaran cualquier problema y volvieran a la normalidad.
Los minutos en silencio fueron extremadamente incómodos para los tres pero necesitaban buscar un lugar tranquilo en el cual conversar y aquel parque poco transitado fue perfecto.
-¿Qué quieren hablar? -comenzó cuestionando el pelinaranja.
-Quiero...queremos pedirte disculpas, por todo lo que hicimos. -dijo el capitán.
-Pensamos solo en nosotros y nunca notamos la presión que poníamos sobre ti, en verdad lo sentimos. -hicieron una pronunciada reverencia.
-Yo también quiero disculparme...
-¿Qué?
-Mi confusión por mis sentimientos hizo las cosas más difíciles -se acercó un poco más poniendo nervioso al duo-. Tengo sentimientos que no entiendo por ustedes...pero aún no sé si es amor o no.
-Azami... -intentó hablar Toshio.
-Quiero descubrirlo y así nadie más sufriría pero para eso necesito mi espacio y mi tiempo, puedo decirles que los quiero a ambos pero aún no sé cómo... -contestó sonrojado.
-Es-Está bien, ¡tomate todo el tiempo que necesites! -dijo el rubio extremadamente nervioso por la declaración.
-S-Si nosotros podemos esperar todo el tiempo del mundo.
-Bien...gracias -les sonrió-. Debo irme o papá se molestará, los veo mañana.
-¡Adiós! -dijeron a la vez sacándole una risa al pelinaranja.
Tal vez la situación había sido mejor de lo esperado, era claro que Azami aún no sabía lo que sentía pero lo importante era que al menos un sentimiento más allá de la amistad estaba presente por ellos. No sabían quién ganaría el corazón del Hinata pero con su simple amistad estaban más que felices y agradecidos.
-¿Kei?
-¿Shoyo qué sucede?
-Necesito un grandísimo favor ¿estás libre hoy por la tarde?
-Si...¿pasó algo?
-¿Podrías ir por Zami y Victor? hoy en la mañana no se sentían muy bien y me preocupa que vuelvan por su cuenta. Tengo demasiado trabajo aquí en la florería y no creo llegar por ellos.
-Claro que si no te preocupes, de paso podemos cenar todos juntos con Hiro también.
-Me encanta la idea, nos vemos por la noche cariño. -dijo con felicidad.
-Nos...vemos. -aquel apodo lo había sorprendido.
Shoyo cortó la llamada y Tsukishima comenzó a apurar su trabajo pendiente para ir a tiempo por su sobrino y los gemelos.
Mientras tanto el equipo Karasuno se encontraba entrenando, ajustando los últimos detalles, hasta que de pronto el profesor entró con apuro y una gran sonrisa en su rostro.
-¡Tengo un partido de práctica antes de las Nacionales!
-¡¿En serio?! -dijeron todos dejando todo de lado para prestar atención.
-El Nekoma aceptó un encuentro.
-¿Viajaremos a Tokyo? -preguntó Aki.
-No, ellos vendrán aquí, mañana.
-¡¿Mañana?! -exclamó Tanaka.
-Ya hemos jugado contra ellos tranquilos. -dijo Kenta con calma.
-Nosotros no. -contestó el gemelo mayor.
-Siempre hay una primer vez. -sonrió algo torcido el capitán.
-Bien, bien presten atención -llamó Ukai-. Este partido les dejara ver lo que nos espera en las Nacionales y si llegamos al nivel de Nekoma "la batalla del basurero" será realidad otra vez
-¿"Batalla del basurero"? -preguntó Azami.
-Es un encuentro clásico entre nosotros y los gatos. -respondió Nishinoya.
-Den tres vueltas y vámonos a casa. -anunció el entrenador y todos acataron la orden.
Victor y Azami sentía emoción en esos momentos, el Nekoma parecía ser un equipo muy fuerte y estaban ansiosos por verlos ellos mismos. No solo eso, la simple idea de que irían a las Nacionales, aquel escenario que su papá tanto les había hablado, era como compartir algo más con el mayor.
Ya habiendo cumplido la tarea todos salieron entre charlas y risas camino a sus hogares. En la entrada dos personas esperaban al parecer con poca paciencia ya que su postura tensa y ceño fruncido los delataban, ignorando a aquel par siguieron de largo pero manos en los hombros de los gemelos llamaron su atención.
-¿Ustedes son los hermanos Hinata? -preguntó uno de ellos.
-Si...¿quién eres tú? -cuestionó esta vez Victor.
-¿Nunca aprendieron en su país que robar las novias de otros no está bien?
-¿Disculpa? -dijo Azami confundido.
-No se hagan los idiotas, desde que llegaron todo ha sido un desastre.
-Oye si sus novias se dieron cuenta de lo imbéciles que son no es nuestra culpa. -habló enfadado el mayor.
-¡¿Qué dijiste?!
-Que se larguen.
-Victor...
-No voy a dejar que nos insulten Zami, ¡¿quieren pelear eh?!
-Chicos basta. -intentó decir Ennoshita.
-Deberían solo volver a su país. -escupió uno de ellos.
-Voy a matarlo-
-¿En serio estás insultando a un país?, ¿qué tienes 10 años? -habló alguien detrás.
-¿Tío?
-Si sus novias los ignoran es porque son patéticos, no culpen a los demás por sus desastres amorosos.
-Nosotros-
-¿Quieren seguir discutiendo...en serio? -afiló su mirada.
-Y-Ya nos vamos. -aquel par huyó despavorido del alto rubio y su mirada imponente.
-Tarados. -bufó Victor.
-¿Por qué viniste tío?
-Shoyo me pidió que viniera por ustedes porque...oh... -se detuvo un momento al ver las sonrisas de los gemelos-. Ese enano se volvió más listo con sus mentiras al parecer.
-Si...no nos sentimos mal si eso fue lo que papá te dijo. -habló Victor conteniendo la risa.
-Bien no importa, el taxi nos espera cenaremos todos juntos. Tú también Hiro no te salvas. -dijo tomando a su sobrino por el cuello de su playera.
Todos subieron al taxi no sin antes despedirse de su equipo. En el trayecto los únicos que mantenían una conversación eran los gemelos con el rubio menor, Kei se limitaba a observar el camino pensando en porque su novio le había mentido.
Al llegar Shoyo no se encontraba, al parecer eso de que tenía mucho trabajo si era cierto, por lo que Tsukishima fue a la cocina en espera del pelinaranja mientras lo menores se entretenian en el jardín con un balón de vóley.
El reloj marco las 19 p.m. y el sonido de la puerta se escuchó.
-¡Estoy en casa! -anunció.
-Bienvenido.
-Hola Kei. -le sonrió al mayor para luego depositar un beso en su mejilla.
-No creas que con eso te salvas.
-¡Ups! -rió nervioso-. Me descubriste...
-¿Por qué la mentira?
-Es que...la otra vez te vi tan nervioso que creí que si no inventaba una excusa para que vayas por ellos te negarias...
-No es que esté nervioso solo es...no quiero que se sientan presionados por mi presencia.
-Créeme que están cómodos contigo. -le sonrió de manera dulce.
-Bien pero no más mentiras.
-¡No más!
-¡Hola papá!
-¡Hola niños!
-Buenas noches Shoyo-san. -hizo una reverencia Hiro.
-¡Hola a ti también Hiro-chan!
-¿Qué tal si te ayudo con la comida?
-Me parece muy bien, vamos. -ambos adultos se dirigieron a preparar la cena mientras aquel trío de chicos los observaban a la lejanía.
Su química era muy buena, no había más que amor cuando cruzaban miradas, y ellos lo sabían bien porque Azami y Victor veían verdaderamente feliz a su papá mientras que Hitoshi nunca había visto a su tío actuar de aquella manera. Estaban felices por ellos.
La mesa estuvo servida y todos comenzaron a comer.
-Primo Victor ¿puedes pasarme la ensalada?
-¡¿Q-Qué?! -articuló estupefacto el gemelo mayor.
-Ah y primo Azami ¿me darías la salsa?
Este no hizo más que atragantarse con su bebida mientras que el rubio menor soltaba carcajadas descontroladas.
-¡Hiro! -dijo avergonzado su tío.
-¿Qué? a partir de ahora tendremos estas reuniones familiares ¿no es así tío Shoyo?
Hinata quedó algunos segundos en shock para luego sonreír como solo él sabía hacerlo.
-¡Si! Es verdad Hiro-chan.
-Shoyo...
-Tranquilo...
-Tarde o temprano deberás decirle a la abuela y papá.
-Ni se te ocurra abrir la boca, sabes lo loca que se pondría esa mujer.
-¿Acaso crees que no le agradaré? -preguntó asustado Shoyo.
-¡No es eso! Es solo que...hace mucho tiempo desea que este con alguien y se pondrá muy insistente si sabe de ti.
-La abuela y tía Natsu también deben saberlo.
-Todo a su tiempo. -contestó rápidamente el pelinaranja mayor.
-Suerte Tsukishima-san. -habló Azami.
-Kei está bien y ¿por qué la suerte?
-Tia Natsu cuida mucho a papá, deberás pasar su interrogatorio. -aclaró Victor.
-No es para tanto. -intentó tranquilizar Shoyo.
La cena pasó con tranquilidad y era hora de irse, Shoyo se encontraba lavando los últimos platos mientras que los gemelos, Hiro y Kei estaban en la sala, los dos últimos esperando el taxi que los llevaría a casa.
-Kei-san.
-¿Si?
-Gracias.
-¿Por qué?
-Por defendernos esta tarde. -dijo el gemelo menor.
-No fue nada, esos idiotas los conozco bien.
-Es la primera vez que alguien además de papá hace algo así por nosotros -habló Victor-. Es por eso que gracias...creo que con esto entendemos aún más que es el indicado para cuidar a papá.
-Además de nosotros claro. -rió suavemente Azami.
-Gracias a ustedes por aceptar que los cuide...a todos.
Todos se despidieron y aquel largo día acabó, comenzaban a entenderse, a formar lazos y con el tiempo sabían que tal vez podrían ser una familia. Algo extraña pero una familia a fin de cuentas.
❤︎ ❣︎ ❤︎ ❣︎ ❤︎ ❣︎ ❤︎ ❣︎ ❤︎ ❣︎ ❤︎ ❣︎ ❤︎ ❣︎ ❤︎ ❣︎
¿Les está gustando como poco a poco ya son una familia? Porque a mí sí!
Espero hayan disfrutado del capítulo, el siguiente será wow no solo por el partido sino por algo más (~ ̄³ ̄)~
Sin más me despido, hasta pronto bye bye~
-Clavellina rosa: lazos de afecto.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top