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El dichoso día había llegado, la añorada cita que Victor había programado de repente para su hermano Azami estaba a tan solo 2 horas de comenzar. Exactamente en ese momento el menor de los Hinata se encontraba en un dilema ya que no tenía idea de que ropa usar.

—¡Victor voy a matarte! —gritó frustrado a su hermano el cual se encontraba entretenido con un videojuego— ¡Al menos ten la decencia de ayudarme!

—¡Está bien, está bien ya no grites! —de mala gana el ojiazul se levantó de su lugar y comenzó a buscarle un conjunto a su hermano, el cual estuvo listo en menos de 5 minutos.

Una playera blanca lisa junto a unos jeans azul claro algo más grandes que Azami, acompañado de una camisa amarillo pastel con el detalle de un girasol bordado un una esquina. Su cabello fue levemente ordenado y sus orejas eran adornadas de unos pequeños pendientes de sol y luna.

—No tienes un gusto del asco al menos. admitió el menor.

—Si, de nada Zami, ya puedes irte.

—¡¿Ya?!

—¿Acaso quieres llegar tarde?

—N-No estoy listo Victor...¿y si algo sale mal? sabes que soy muy malo hablando con las personas...

Victor suspiró, el Hinata menor había comenzado a divagar como siempre hacía cuando estaba muy nervioso. Lo tomó de sus hombros haciendo que su atención se enfocará en su persona.

—El capitán ya gusta de ti, solo debes ser lindo y todo estará bien, ahora deja de ser inseguro ¡y-ve-a-tu-cita-ya!

—Bi-Bien... —respiró—.Ya me voy. —tomó una pequeña mochila y salió del cuarto sin notar como su hermano lo seguía.

—Oh Zami ¿vas a salir? —claro que su papá estaría era domingo.

Lentamente se giró ¿debía decir la verdad? Era su papá así que podía confiar totalmente en él pero también tenía mucha vergüenza, aún así decidió ser sincero.

—Voy...a salir...con...alguien... —murmuró lo último pero fue lo suficientemente alto para que Shoyo lo oyera.

—¿Kenta-kun o Toshio-kun? —preguntó con una sonrisa.

—¿Por qué debería ser uno de ellos?

—Vamos hijo, son los únicos que te sacan suspiros. —rió enternecido por el sonrojo del menor.

—Con Kenta-san... —admitió penoso.

—Suerte entonces Zami, que la pases bien en tu cita.

—¡No es una cita! —gritó sonrojado.

—¡Si lo es! —respondieron tanto Victor como Shoyo.

—¡Los odio! —y cerró la puerta.

Papá e hijo rieron divertidos, definitivamente Victor tenía la personalidad de Shoyo en toda la extensión de la palabra.

Estaba muy nervioso ¿era normal estar tan nervioso? claro que sí! Incluso creía que sobrepasaba esa línea. Había llegado temprano, veía ansioso en todas direcciones, sus manos sudaban y no podía quedarse quieto, lo único que quería era salir corriendo pero luego se sentiría mal por dejar a Kenta plantado.
Estuvo en ese estado los siguientes 10 minutos hasta que un pequeño infarto llegó a su cuerpo cuando alguien tocó su hombro.

—¿Estás esperando hace mucho? —preguntó el rubio.

—A-Ah si...¡digo no! Acabo de llegar. —intentó sonreír.

—Bien, vamos entonces. —habló amablemente.

—¿D-Dónde? —se atrevió a preguntar.

—Hay una cafetería aquí cerca, sus pasteles de zanahoria son muy ricos.

Azami sintió su corazón latir con mayor fuerza, ¿cómo sabía que el pastel de zanahoria era su favorito? le recordaba mucho a Brasil y aquellas tardes de invierno en las que la pasaba con su papá y hermano olvidando por un momento sus problemas.
Por otro lado Kenta sonrió satisfecho al ver la reacción del más bajo, aquel favor a Víctor valdría la pena.

Al llegar pocas personas se encontraban dentro del establecimiento, su ambientación era muy tranquila y cálida, el aroma a café y pasteles abría el apetito al instante. Fueron recibidos por una amable señora que los guío a una mesa que se encontraba junto a la ventana dejándolos ver el hermoso parque que había allí.

—Entonces ¿qué pedirán chicos?

—Un café americano con pastel de chocolate amargo por favor. —pidió el rubio.

—Un mocca con pastel de zanahoria por favor... —pidió el Hinata más tímido.

—¡Genial! En un momento vuelvo.

—Te gusta lo amargo al parecer. —comentó Azami luego de varios segundos en silencio.

—Si, lo dulce no es lo mío —rió suavemente—. No todo al menos.

El pelinaranja se sonrojó fuertemente, era lo bastante inteligente para saber que era una clara insinuación.

—Lamento que esto sea tan repentino, el idiota de Victor tomó mi teléfono e hizo eso sin mi permiso.

—Tranquilo, pensaba invitarte de igual manera.

—¿E-En serio...?

—Si, muy en serio —le sonrió—. Claro que fue una sorpresa para mí pero me la estoy pasando bien...¿acaso tú no?

—¡No! Es decir...también me la estoy pasando bien.

—Me alegro entonces.

Otros minutos más pasaron y por fin su pedido había llegado, comenzaron a conversar sobre el equipo y el pronto torneo Nacional que los tenía tanto nerviosos como emocionados. Era en ese momento que Azami comprendía porque el mayor era el capitán, su preocupación por todos y su determinación era algo que admiraba enormemente, su personalidad dentro de la cancha era totalmente diferente a cuando era su día a día. Debía admitir que era una de las pocas personas que le causaba intimidación a la hora de jugar.

—Oye hace mucho no te oigo hablar en portugués, ¿acaso ya te acostumbraste al japonés? —preguntó curioso el mayor.

—Oh eso... —rió nervioso—. Con papá siempre hablábamos japonés, era a mi padre que no le gustaba eso... así que estar aquí es como liberarme de esa obligación.

—Ya veo...lo siento si te hice sentir incómodo.

—¡No! Está todo bien. —sonrió tranquilo.

Kenta al ver esa sonrisa podía verificar una y otra vez que efectivamente Azami le gustaba, era su opuesto totalmente, pero después de todo dicen que los opuestos de atraen. O al menos así sería si alguien más no estuviera en medio, no odiaba a Toshio pero le estaba complicando su tarea de conquistar al gemelo.

El resto de la tarde se la pasaron paseando por el parque, comiendo más dulces, y disfrutando la mutua compañía. Aún si debía perder el orgullo tendría que agradecerle a Víctor por ser tan impulsivo ya que sin él nunca se habría atrevido a tener una cita con el capitán del equipo.

—Fue muy divertido hoy, gracias por todo. —habló el pelinaranja con un pequeño sonrojo.

—Gracias a ti por aceptar venir.

—No fue una mala decisión. —rió ante la expresión ofendida del mayor.

—Entonces debe repetirse.

—Tal vez...

—¿Seguro no quieres que te acompañe a casa?

—Puedo cuidarme solo. —sonrió divertido.

—No lo dudo. —contestó alzando sus manos a manera de rendición.

—Nos vemos mañana supongo...

—Si, hasta mañana.

Azami estaba dispuesto a irse pero, en un acto de valentía que ni siquiera él supo de dónde fue, volvió dónde Kenta y besó su mejilla con rapidez.

—Mal posso esperar para o próximo encontro. —habló con suavidad y su rostro acalorado y salió corrienfo hacía la estación.

El rubio no tuvo tiempo a reaccionar sino hasta que el menor ya estaba lejos, sus mejillas y orejas se tornaron de un carmesí intenso.

—Lindo... —murmuró feliz—. Espera ¿qué significa lo que dijo? —se preguntó confundido.

Había sido la mejor cita de su vida.

—Hola Kei. —saludó feliz.

Hola Shoyo. —saludó con tranquilidad y una pequeña sonrisa.

—¿Sabes que nos vimos ayer no? —rió tierno.

¿Acaso no puedo llamar a mi novio?

—Puedes hacerlo las veces que quieras.

¿Cómo fue tu día hoy?

—Tranquilo, Victor se la pasó en su habitación y Azami salió.

¿Salió sin Victor? eso es raro.

—Más raro sería llevar a tu hermano a una cita. —se carcajeó.

¿Cita dijiste? —preguntó con cierto tono extraño el rubio.

—Si...una cita.

¿Con quién?

—Kenta-kun.

¿Solos?, ¿los dos solos?

—¿No dije que era una cita?, ¿por qué tantas preguntas?

Por nada, solo tenía curiosidad. —intentó disimular.

—¿Tan rápido vas a desempeñar tu rol de padre sobreprotector? —rió.

Yo... —Shoyo no podía verlo pero estaba seguro que un sonrojo estaba por toda la cara del rubio. 

—Él está bien y además Kenta-kun es un buen chico.

No creo que nadie sea bueno para Zami.

—Bien, bien padre intenso mantén la calma en cuanto llegué te avisaré.

Gracias...

—Debo preparar la cena, te veo mañana.

Está bien, te amo.

—...También te amo. —sonrió feliz ante aquellas palabras y colgó.

La familia Hinata no estaba lista para lo que venía, Tsukishima podía ser muy sobreprotector con las personas que quería y si debía mantener lejos a esos dos mocosos que iban tras Azami lo haría sin pensarlo dos veces.

𑁍 ᪥ 𑁍 ᪥ 𑁍 ᪥ 𑁍 ᪥ 𑁍 ᪥ 𑁍 ᪥ 𑁍 ᪥

Hace unas semanas que no subo capitulo perdón jeje. Enero fue un mes complicado pero bueno intentaré subir más seguido antes de hundirme en la universidad (╥﹏╥)

Espero hayan disfrutado del capítulo, Tsukishima padre sobreprotector me encataaaaaa, nos leemos pronto bye~

-Jazmin Amarillo: modestia, timidez.

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