✈︎🄱🄴🄶🄾🄽🄸🄰☁︎
Era la mañana siguiente, el trío de amigos se encontraba desayunando junto a al matrimonio ya que era sábado y ninguno tenía trabajo.
—¿Descansaron bien chicos? —preguntó Toru.
—Si, gracias por su hospitalidad. —agradeció Azami.
—No hay nada que agradecer, pueden volver cuando quieran. —dijo Tobio amable.
—Son bienvenidos siempre. —habló está vez Toshio, dirigiendo su mirada al menor de los Hinata.
Este desvió la vista avergonzado y siguió con su desayuno, fueron tan solo pocos minutos después estando a punto de terminar que el timbre de la casa resonó por las paredes.
—Debe ser Shoyo vaya por sus cosas chicos.
—Claro.
Tobio fue hacía la puerta, definitivamente aprovecharía el momento para interrogar a su amigo, verificó por la mirilla que fuera él llevándose una sorpresa al ver a aquel alto rubio acompañando al pelinaranja.
—¡Buenos días Tobio! —saludó animado el más bajo.
—Buenos días Shoyo. —sonrió suavemente, después de tantos años él seguía siendo uno de los pocos que le sacaba sonrisas y risas.
—Hola Rey. —dijo con una sonrisa burlesca.
—Hola Tontoshima. —le devolvió con el mismo gesto.
—¡Papá! —los gemelos se acercaron a él con alegría y rapidez.
—Hola~ ¿Se comportaron verdad? —preguntó mientras besaba la mejilla de cada uno.
—Obviamente papá ¿y tú? Te ves feliz. —sonrió Víctor.
Las mejillas de Shoyo tomaron un tenue color carmesí, esa fue señal suficiente para sus hijos entendiendo que todo había salido bien. Dirigieron sus miradas a Kei y este les sonrió agradecido ya que gracias a ellos el plan funcionó.
—¡Zami, Víctor vengan un segundo! —Toshio llamó a sus amigos y estos fueron hacía él dejando a sus padres a solas y en la situación perfecta para un interrogatorio.
—Ven conmigo.
—¿E-Eh? —el pelinaranja fue arrastrado a la cocina por su amigo mientras Oikawa y Tsukishima se quedaban en un silencio algo incómodo.
Estando ya en la cocina Tobio comenzó a verlo de arriba a abajo esperando a que el más bajo entendiera con esa acción que debía hablar pero lo único que consiguió fue un gesto de confusión.
—¿Es verdad que tu y Tontoshima están saliendo? —dijo directo.
—¡A-Ah si! —un sonrojo crecía en su rostro y los nervios le impedían hablar con claridad—. Ayer...me lo pidió. —sonrió embobado.
—¿Lo amas verdad? —preguntó más tranquilo.
—Si...lo amo como nunca creí volver a amar. —sus palabras eran tan sinceras que alegraron al azabache.
—Me alegra mucho que seas feliz Shoyo, tu más que nadie lo merece.
—Gracias Tobio. —sonrió.
—Y veo que los chicos se lo tomaron muy bien.
—Eso me tranquiliza mucho, no sé que haría si ellos no estuvieran de acuerdo.
—No debes pensarlo porque no es así, disfruta lo que te está pasando y deja de pensar tonterías. —Tobio golpeó suavemente la frente de Hinata sonriendo.
—Tienes razón...no puedo creer que dije eso. —carcajeo ante el gesto molesto de su amigo.
—Idiota.
En la sala Toru y Kei seguían en aquel silencio hasta que el castaño carraspeo decidido a romper esa extraña atmósfera.
—Así que...¿Chibi-chan y tú están juntos? —sinceramente era su único tema de conversación.
—Si, desde anoche. —contestó con simpleza.
—Ya veo... —otra vez ese silencio.
Para suerte de ambos sus respectivas parejas volvieron de su charla, al igual que los menores, estando todos juntos a punto de despedirse.
—Nos vemos el lunes chicos. —saludó Toshio con una sonrisa.
—Si, adiós. —dijo primero Víctor.
—Adiós... —medio sonrió nervioso Azami—. Gracias por todo Oikawa-san y Tobio-san. —hizo una reverencia educada siguiendo su paso el gemelo mayor.
—No fue nada, nos vemos en otro momento.
—Pueden ir al auto si quieren —dijo su papá y ambos salieron de la casa—. También les agradezco por haberlos cuidado Tobio y Oikawa-san.
—La próxima intenta avisarnos por favor. —regaño el azabache dirigiendo su mirada más a Tsukishima.
—Claro Rey no te preocupes.
Shoyo y Toru soltaron un suspiro, esos dos a pesar de los años nunca cambiarían.
—Nos vemos. —saludó el pelinaranja siendo el primero en salir.
—Oye —Kei se volteó antes de seguir a su novio—, más te vale cuidarlo o me encargaré que la pases mal. —amenazó Tobio sorprendido tanto a su marido como a su hijo.
—Por supuesto. —el rubio bien sabía que aquella amenaza no eran simples palabras.
Y así la nueva pareja junto a los adolescentes se dirigieron al hogar de Hinata para continuar la tarde todos juntos.
—Antes de que se vayan a su cuarto a encerrarse —comenzó a hablar Shoyo—, quiero...quisiéramos hablar con ustedes. —el rubio sintió su cuerpo tensarse, no estaba listo para eso.
—Deben estar cansados deja que se vayan a su habitación. —habló Tsukishima.
Azami y Víctor se vieron por un segundo para luego soltar una carcajada, no solo por la extraña situación sino por los visibles nervios de Kei.
—Están saliendo, estamos felices por ti papá no hay nada que debas explicarnos. —dijo el gemelo mayor.
—Tsukishima-san dijo todo lo que debíamos saber y queríamos escuchar así que tranquilo. —le siguió está vez su hijo menor.
Shoyo no tuvo más nada que decir, la declaración de Azami lo había dejado con una gran duda la cual sus hijos aprovecharon para escabullirse a su cuarto. Lentamente se giró a su ahora pareja esperando una explicación.
—Es posible que haya sido sentimental por primera vez en mí vida con tus hijos, diciéndoles que los protegería a los tres y que ellos también serían mí vida ahora. —admitió en un tono bajo por la vergüenza.
—Eres increíble. —el pelinaranja sonrió más que feliz para luego abrazar al rubio con fuerza acabando ese lindo gesto con un pequeño beso a sus labios.
Todo estaba bien ahora, por fin se estaba permitiendo amar y sentirse amado como hacía tantos años no experimentaba. Tsukishima era la última persona que hubiera pensado tendría su corazón ahora pero no podría estar más feliz porque sus ojos reflejaban sus sinceros sentimientos tanto a su persona como el cariño que tenía por sus hijos.
Mientras tanto en el cuarto de los gemelos estos se encontraban ordenando este ya que era un completo desastre, el silencio reinaba en el lugar hasta que el tono de llamada de uno de ellos lo hizo detenerse con su tarea.
—Aquí Azami.
—Hola Zami...
—Kenta-san... —el ojichocolate había dejado de hacer todo, entrando en un pequeño estado de pánico.
—Yo... quería saber cómo estabas, ya sabes...fuiste a casa de Toshio-kun.
Víctor le indicó a su hermano que pusiera la llamada en altavoz y este, debido a lo distraído que estaba, acató sus órdenes sin pensarlo un segundo.
—Si estoy bien...¿por qué no lo estaría?
—¡Por nada! solo fue curiosidad.
Hubo un pequeño silencio incómodo donde ninguno de los dos sabía exactamente como seguir con la conversación y Víctor no hacía más que golpear su frente una y otra vez. Esos dos no podían ser tan lentos.
—Oye capitán.
—Victor no- —el menor intentó arrebatarle su teléfono pero este lo sostenía con su mano para mantenerlo alejado.
—Mañana en el parque frente la estación, mí hermanito te estará esperando allí. A las cuatro no llegues tarde. —y así cortó la llamada.
—¡¿Qué hiciste idiota?!
—Un favor, en lugar de preguntarte si lo que sientes es correcto o correspondido solo avanza. Si no tropiezas no aprendes.
—No entiendo que quieres decir. —hizo un puchero sentándose de golpe en el suelo.
—Estoy diciendo que para saber que sientes por Toshi-kun o el capitán debes salir con ellos en una cita, si lo único que haces es huir sufrirás de por vida.
—No sería de por vida... —murmuró—. Tal vez unos meses.
—¿Y que tal ni un día? Vamos Zami deja de temerle al amor, sufrir es parte de la vida te guste o no y el amor no es la excepción la diferencia es que tienes al mejor hermano mayor de todos que te ayudará.
—No voy a agradecerte por esto, se te subiría más el ego a la cabeza de lo que ya está.
—Ya lo harás hermano...ya lo harás. —sonrió orgulloso de si mismo.
Esto estaba siendo un desastre, la conversación con Tobio había ayudado, solo un poco pero lo había hecho, pero ahora Víctor le organizaba una cita con el capitán del equipo. ¿Y si todo salía horriblemente mal? lo tendría que ver todos los días, peor aún era ese sentimiento de emoción que comenzaba a crecer en su pecho. Su hermano la pagaría muy caro si las cosas salían mal.
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Nuestro pequeño Azami tendrá una cita!! Debo decir que están muy empatados los #teams pero ya tengo decidida la pareja así que solo esperenlo ^^
Gracias por leer el capítulo, nos leemos pronto bye~
-Begonia: timidez, lealtad en el amor.
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