✈︎🄶🄴🅁🄰🄽🄸🄾 🅁🄾🄹🄾☁︎
—¡Que tengan buen día!
—Igualmente papá. —respondió con su habitual seriedad Azami.
—¡Bye~ pai! —le siguió más enérgico Victor.
Los gemelos ingresaron a la preparatoria como era costumbre, esa mañana el entrenamiento estaba suspendido ya que debía arreglar el gimnasio. Como era habitual llamaban la atención de todos en los pasillos, no era común ver gemelos y mucho menos a unos tan atractivos como los harán los Hinata.
El mayor era mucho más presumido, le encantaba llamar la atención de todos a su alrededor, en cambio el Hinata menor deseaba no ser visto por nadie. Le era incómodo las miradas en su persona pero era difícil ser ignorado con un gemelo tan ruidoso a tu lado.
—Azami~ —llamó alguien a la lejanía.
—Allí esta tu pretendientes n°1. —rió Victor.
—Ya cállate idiota.
El ojichocolate ignoró a su hermano y siguió su camino hacía aquella persona que lo llamaba.
—Hola Azami. —sonrió el castaño.
—Buenos días Toshio. —saludó formalmente.
—Buenos días Toshi-kun~
—Ahg aléjate. —dijo con asco.
—Oye soy igual a Zami tenemos la misma cara, no puedo darte asco. —se quejó.
—Pues lo tengo. —el alto chico rodeo al pelinaranja menor por los hombros, siguiendo así su camino hacía el salón de clases que les correspondía a los gemelos.
Era obvio que llamaban la atención, era extraño ver al tan sociable Toshio Oikawa ser cercano a uno de los Hinata, más aún a Azami que tenía la fama de ser un chico demasiado reservado.
Cuando llegaron a su destino el gemelo menor se alejó deseando por fin entrar a sus clases pero su acompañante lo detuvo de repente.
—Vendré por ti en el almuerzo. —avisó.
—Lo sé, me lo dices cada día.
—Eres despistado, debo serciorarme de que no roben mi tiempo contigo. —sonrió.
—Nos vemos. —saludó con simpleza.
—Adiós~ —rió divertido ante su actitud.
Todo aquello fue visto por una persona en especial, quien con su rostro de asco también ingresó al salón, viendo de manera extraña a los gemelos para luego ir a su asiento.
—¿Le hicimos algo? —cuestionó Victor.
—No que yo recuerde.
—Hmm~ bien. —no se lo pensó mucho más y siguió en sus asuntos.
Mientras el gemelo mayor platicaba con Tanaka, Azami veía sus apuntes para las clases de ese día, sersiorando que todo estuviera en orden.
El profesor llegó y sus horas de aprendizaje comenzaron, sintiendo una penetrante mirada en su nuca que lo incomodaba por momentos pero al ver de quien se trataba nadie parecía estar mirándolo.
Tal vez se estaba volviendo un poco paranoico.
El resto de las horas se concentró sólo en las explicaciones del profesor, intentando no pensar en esa situación extraña.
Cuando la clase acabó estaba listo para salir en espera de Toshio pero la presencia de cierto rubio lo sorprendió.
—¡Zami!
—Hola capitán. —se sintió algo nervioso ante su presencia y no entendía porque.
—Ya deja de decirme capitán, mi nombre está bien. —le sonrió el rubio.
—¡Suzuki-senpai! ¿qué lo trae por aquí?
—Vengo por Zami.
—Que coincidencia, yo igual. —sonrió falsamente.
—Si que coincidencia. —le devolvió el gesto el mayor.
—Disculpen...
—¿Si? —dijeron a la vez asustando un poco al pelinaranja.
—Quiero almorzar así que...¿podrían quitarse del medio? también están molestando a los demás.
—Ah si, pasa. —dijo el capitán.
—¡Vamos a la cafetería Azami. —abrazó el castaño.
—Lo siento pero necesito hablar algo con Zami. —habló esta vez Kenta tirando del brazo del menor para abrazarlo él.
—Siempre almorzamos juntos capitán.
—Tal vez sea hora de que su rutina cambie.
Un aura extraña y algo asfixiante emanaba de aquellos dos, las personas a su alrededor los evitaba por temor a salir perjudicados. Azami procesaba el hecho de que estuviera en los brazos de su capitán, escuchando su corazón, estando demasiado cerca. Se separó de golpe sintiendo sus mejillas arder levemente, intentando ignorar el latido fuere de su propio corazón.
—¿Azami?
—¿Estás bien?
—I-Iré con mi hermano, hasta luego. —y salió corriendo.
—Genial lo asustaste. —reprochó Toshio.
—Eres tú el molesto que no lo deja en paz.
—¡Tú tampoco lo haces!
—¿Pueden dejar de pelear en el pasillo? se ve vergonzoso. —los detuvo Kenshin.
—Tch. —ambos chasquearon la lengua, tomando caminos diferentes.
—Pobre de Azami-kun. —suspiró Tanaka.
En otra parte, el Hinata menor se encontraba buscando a su hermano con desesperación, maldecía al idiota por ser tan sociable y desaparecer en sólo un segundo. Luego de buscarlo por 10 minutos por fin lo encontró siendo rodeado por un grupo de chicas, soltó un bufido fastidiado y fue hacía él.
—¿Zami?
—Ven conmigo. —lo tomó de la muñeca y lo alejó de la multitud, poco le importó las quejas de las féminas.
—¿Sucede algo? creí que estarías con Toshi-kun. —cuestionó confundido, estando ya a solas alejados de todos.
—¿Estoy enfermo Victor?
—¿Eh?
—Mi corazón no para de latir como loco y creo que tengo fiebre...
—Oh... —por fin entendió y soltó una carcajada.
—¿De qué te ríes idiota?
—Estás enamorado mi querido hermano.
—¡¿Qué?!
—¿Quién es él afortunado? —preguntó curioso.
—¡Na-Nadie! Yo no estoy enamora eso es una tontería.
—El amor no es tonto, no es lo mío, pero seguro a ti te viene bien.
—¿A qué te refieres con eso?
—Eres demasiado serio, deberías divertirte un poco y estoy seguro que el amor te ayudará.
—He dicho que no estoy...enamorado.
—¿Y por qué lo dices tan inseguro?
—N-No puedo estarlo Victor...yo no quiero-
—No te compares con papá Azami. —ya no había diversión en su voz, estaba hablando en serio.
Victor se acomodó en su asiento, mirando fijamente a su hermano menor, tal vez era una persona muy bromista y que pocas cosas tomaba en serio pero veía que Azami se sentía muy inseguro y era hora de ser un buen hermano mayor.
—Pero yo no entiendo estas cosas...
—Nadie es experto en el amor, es válido equivocarse, pero no tengas miedo a sentirlo Azami.
—Tengo miedo...¿y si no soy suficiente?
—¡Cállate tonto! —le abrazó con fuerza sorprendiendo al menor, pocas veces tenían esas acciones de afecto—. Eres el mejor chico que conozco, y no lo digo por ser tu fabuloso hermano mayor, lo digo porque no soy el único que lo cree.
—Gracias Victor... —susurró acurrucandose más en su hermano que era por pocos centímetros más alto.
Tuvieron ese momento el resto del almuerzo, compartiendo su unión tan profunda como hermanos. Victor se mantuvo cerca de Azami, tratando de distraerlo del tema que ahora perturbaba al menor, pero también haciéndole saber que tenía todo su apoyo.
Se encontraba en hora de estudio libre, el menor de los gemelos no se había vuelto a cruzarse con aquellas dos personas que en ese momento lo confundían tanto. En ese momento sólo quería concentrar en estudiar y no pensar en nada ni nadie más.
—Oye Azami-kun ¿podrías prestarme un lápiz? —le preguntó un chico.
—Claro. —respondió buscando entre sus cosas.
No notó cuando su compañero sonrió de manera maliciosa, pero Victor si lo hizo ya que había volteado por causalidad. No hizo nada, esperaría por si algo ocurría.
—Gracias —sonrió pero cuando Azami estaba por darle el lápiz este lo dejó caer a propósito—. Oh lo siento, soy algo torpe.
—No pasa nada... —dijo extrañado pero se agachó para tomar el objeto.
—¿No es extraño? —habló lo suficientemente alto para que todos escucharan, llamando la atención de los demás jóvenes—. Eres demasiado cercano al capitán del equipo de vóley, debe ser bueno ya que tienes tu puesto asegurado —rió—, oh y también está Oikawa-kun, como eres su amigo seguro te deja su puesto como setter titular.
—¿Qué dices...?
—Que me das asco —dijo al fin—. No sé cómo serán las cosas en tu país pero aquí no quiero ver como coqueteas con hombres.
—¡¿Qué dijiste idiota?! —gritó Victor levantándose de su asiento.
—Seguro con unas palabras ya los tienes en la palma de tu mano, eres una put-
Un golpe fue dirigido al rostro de aquel chico, el Hinata mayor lo tenía en el suelo mientras golpeaba repetidas veces su rostro. Azami estuvo por unos segundos en shock, repasando en su mente las palabras de aquel tipo, y viendo como su hermano le daba una paliza.
—¡Victor basta! —la voz de Tanaka fue la que lo sacó de su transe.
—Vi-Victor —intentó llamar a su hermano—. Oye ya déjalo.
No parecía estar escuchando, el chico que era golpeado logró sacárselo de encima por unos segundos, segundos que aprovecho para defenderse pero en lugar de dirigir su golpe al gemelo mayor fue hacía Azami. Sintió su ojo adolorido de un segundo para otro.
El silencio reinó por un momento, todos procesaban la situación hasta que Victor volvió a reaccionar de mala manera.
—¡Maldito desgraciado, voy a matarte!
De nueva cuenta volvieron los golpes pero a los pocos minutos llegó un profesor junto a dos alumnos. No entendía en que momento todo se salió de control.
En otro lugar, Shoyo salía de la florería camino a su hogar para preparar la cena, el día por suerte había sido tranquilo. Subió a su auto listo para partir hasta que su teléfono sonó.
—¿Hola? —cuestionó.
—Hinata-san buenas tardes, espero no estar interrumpiendo algo importante.
—Para nada ¿sucedió algo?
—Necesitamos su presencia en la escuela, sus hijos están en problemas.
Shoyo soltó un suspiro.
—Claro, ya voy para allá.
Tal vez su día no iba a terminar tan tranquilo como esperaba.
Cuando llegó el ambiente en la oficina del director era tenso, vio a sus hijos de un lado y a otro chico junto a sus padres del otro.
—Gracias por venir lo antes posible Hinata-san.
—No hay problema pero...¿qué sucedió? —preguntó preocupado al ver el estado de sus gemelos.
—Sus hijos y el joven Iguro se involucraron en una pelea.
—¡¿Pelea?!
—Tal parece que Iguro-kun insultó a Azami-kun y Victor-kun lo defendió. Entiendo que lo haya hecho pero no está permitido en está institución el uso de la violencia.
—Debería educar mejor a sus hijos. —habló el padre del chico.
—¿Disculpe?
—Cariño no seas grosero. —dijo la mujer tímidamente.
Shoyo intentó no insultar al hombre, debía dar el ejemplo a sus hijos, pero ganas no le faltaban.
—Nuestro hijo comparte salón con un...marica, deberían expulsarlo.
—¿Acaba de decirle a mi hijo "marica"?
—Si.
—Espera...yo te conozco —sonrió—. Claro eres el senpai que encontraron besándose con un kohai...un hombre.
—¿De qué habla papá?
—N-No sé que es lo que dice, está loco. —dijo nervioso.
—No espera, no lo estabas besando, estabas abusando de él —habló serio—. No aceptaste que te haya rechazado así que lo forzaste y luego te expulsaron.
—¿Querido?
—¡Vamonos de aquí, todos están enfermos! —gritó histérico.
La familia se fue entre gritos y discusiones, Shoyo suspiró cansado.
—Al auto, ahora —ordenó a sus hijos—. Siento las molestias director.
—No-No hay problema...sólo que no se vuelvan a repetir. —prefirió no decir más, el pelinaraja daba miedo.
La familia llegó a su hogar en un total silencio, el Hinata mayor parecía molesto. Victor había guardado silencio para no molestar a su papá, Azami simplemente no tenía intenciones de hablar.
—Victor entiendo que hayas defendido a tu hermano pero esa no era la forma. —habló ya en su hogar.
—¡El idiota lo merecía! Le dijo cosas horribles a Zami.
—Eres un buen hermano pero la violencia no es la respuesta a todo. Por esa razón debo caatigarlos.
—¿Cómo lo hacía nuestro padre? —habló por fin el menor.
—¿A qué te refieres? —cuestionó.
—Zami no-
—Nuestro padre nunca nos castigaba, aparentaba hacerlo para que no lo molestaras. A ese nivel le importabamos.
—!Azami!
—¡A su cuarto, ya! —gritó
El Hinata menor fue el primero en irse, su hermano lo siguió segundos después sabiendo que no podría hablar en ese momento con su papá.
Cuando llegó a la habitación vio a su hermano sacar libros para estudiar, con el ceño fruncido y evidentemente molesto.
—¿Qué fue todo eso?
—Nada.
—No debías decirle eso, ahora odiara peor a nuestro padre.
—¡Pues debe hacerlo! —gritó al fin.
—¿Por qué estás tan molesto?
—¡Porque estoy harto de fingir que todo está bien, estoy cansado de aparentar que nada pasa entre nuestros padres!
—No entiendo...
—¡Ya abre los ojos! Nuestro padre es un maldito idiota al que no le importamos. ¿Hace cuánto no nos llama? ya no somos nada para él, ¡sólo el pasado de una falsa familia feliz!
—Azami cálmate.
—Mientras más rápido entiendan tú y papá que ese hombre ya no existe en nuestra vidas será más fácil.
—No creí que odiaras tanto a nuestro padre.
—Lo aborrezco pero intenté ser paciente por papá.
—Sé que se equivocó horriblemente, no puedo perdonarle que haya dañado tanto a papá, pero sigue siendo nuestro padre Azami...
—No para mi.
—¡¿Por qué?!
—¡Porque fui yo el que lo descubrió primero! ¡Yo vi como el desgraciado besaba a esa secretaria!
—¿Qué...?
—Iba a visitarlo a su trabajo porque había tenido una buena nota en un examen, por una vez en mi maldita vida deseaba que mi padre me felicitara por mi esfuerzo, pero lo único que encontré fue como besaba a esa mujer.
—Pero...
—¡Fui yo el que dejo pistas para que papá lo supiera! No dejaría que ese desgraciado siguiera jugando con papá, con la persona que lo esperaba en casa con la cena hecha y una linda sonrisa...él no se merecía eso. —sollozó.
—¡¿Por qué no me lo dijiste?!
—¡Porque a pesar de lo frío que fuera con nosotros tú lo admirabas! No quería arruinar su imagen ante ti.
—¡¿Y pasar por todo eso solo?! ¡Debiste confiar en mí!
—¡Ya no importa!...ya no me importa, sólo quiero que todo esto termine Victor —lloró más fuerte, sintiendo como su hermano mayor lo abrazaba con fuerza—. El amor es un asco.
—No lo es.
—Si lo-
—No —dijo serio—. No debes privarte del amor por un idiota como Iguro o como nuestro padre.
—No quiero que me rompan el corazón Victor...
—Si lo hacen yo mismo le romperé la cabeza —Azami rió ante el comentario—. Vas a estar bien lo prometo.
El resto del día la pasaron el su cuarto, Victor fue el único en salir para buscar algo se comida y en ningún momento se encontró con su papá. Esperaba que Azami y él arreglaran las cosas el día siguiente.
✩ ༄ ✩ ༄ ✩ ༄ ✩ ༄ ✩ ༄ ✩
Estaba esperando hacer este capítulo, haré más así para que conozcan un poco de los gemelos.
Espero lo hayan disfrutado, nos leemos pronto bye~
-Geranio rojo: consuelo.
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