✈︎🄱🅄🄶🄰🄽🅅🄸🄻🄻🄰🅂☁︎
—Creo que ya es tarde, deberíamos irnos a casa. —habló Shimizu.
—Pienso igual, iré por Aki. —Yachi se levantó de su asiento y fue al jardín donde todos los muchachos estaban.
—Oh~ pueden quedarse un rato más, no nos molesta. —dijo Koushi.
—Lo lamento Koushi-san pero mañana debo despertar temprano para abrir la florería. —se disculpó el pelinaranja.
—Hinata ¿podrías llevarnos? —preguntó Kei.
—Por supuesto. —le sonrió.
—¡Hiro ya vámonos! —gritó.
—¡No grites ya voy! —en verdad tenía su misma personalidad.
—Oh tu debes ser Hiroshi-kun, es un gusto poder conocerte. —aquella brillante sonrisa deslumbró al rubio menor por un instante.
—A-Ah el gusto es mío señor Hinata... —el tartamudeo no sólo lo sorprendió a él mismo sino que a Kei igual.
—¿Papá ya nos vamos? —preguntó Víctor.
—Si pero primero dejaremos a Hiroshi-kun y Tsukishima en su casa.
—Está bien.
Todos se despidieron, prometiendo verse en otra ocasión, se sorprendieron al ver como llovía a cántaros, que bueno que la mayoría tenía un auto. La familia Hinata y Tsukishima emprendieron su viaje hacia el departamento del rubio mayor, al parecer su sobrino se quedaría allí todo el fin de semana ya que sus padres estaban ocupados con el trabajo.
—Lindo auto, no entiendo como lo tienes si trabajas con flores. —comentó Kei sacandole una risa al pelinaraja.
—Gracias...en Brasil tenía un buen puesto de trabajo pero tener una florería era mi sueño desde hace algunos años. —sonrió.
—Ya veo...
—¿Qué escuchas Hiro-chan? —preguntó curioso Víctor.
—No pongas el "chan" en mi nombre suena asqueroso. —dijo con desagrado.
—Creí que aquí en Japón respetaban a sus mayores. —comentó Azami.
—Tch. —refunfuñó el menor—. Tenga senpai. —recalcó lo último, entregándole los audífonos al mayor de los gemelos.
—¡Wow es genial!
—Dejame oír.
—¡No Zami, Hiro-chan me los dio a mi!
—¡No seas egoísta!
—¡Victor, Azami dejen de discutir! —les regañó Shoyo.
—Desculpa pai.
—Já lhes disse muitas vezes que não gosto quando discutem.
Kei y Hiroshi se miraron mutuamente por el espejo retrovisor, exactamente con la misma expresión de no entender absolutamente nada de lo que estaban hablando.
—Los tienes bien amaestrados por lo que veo. —rió sarcástico el cuatro ojos.
—Cuando tienes a gemelos revoltosos aprendes buenas maniobras de castigo. —rió igualmente divertido.
—¿Hinata Shoyo se volvió una Reina malvada? —preguntó irónico.
—Hmm~ tal vez. —sonrió.
Azami y Víctor apreciaban como su papá sonreía con ese hombre, había algo de ese tipo rubio que no les gustaba pero tal vez eran celos de su parte. Después de todo, a su parecer, nadie era digno de su perfecto papá.
Luego de 40 minutos llegaron al edificio donde Kei vivía, el tiempo estaba verdaderamente feo y llovía a mares.
—Gracias por traernos.
—No hay problema, nos vemos otro día Tsukishima. —se despidió con una sonrisa el Hinata mayor.
—¡Adiós Hiro-chan! —saludó Víctor.
—Adiós senpais.
Ambos rubios corrieron a la entrada, Shoyo emprendió su camino a la casa junto a sus hijos. Había sido un grandioso día, estar otra vez con sus amigos era reconfortante para su corazón y más en esta situación tan difícil para él. Volver a Japón había sido buena decisión.
Era lunes por la tarde, sus gemelos no habían tenido entrenamiento por lo que ahora se encontraban ayudando a Shoyo en la florería. Era impresionante la belleza delicada del lugar, además del buen servicio que proporcionaba el mayor con sus sonrisas cálida y voz relajante.
Dos personas particulares ingresaron al lugar, en esos momentos el Hinata mayor se encontraba en el almacén ordenando algunas cosas, mientras que sus hijos estaban en la parte del frente por si algún cliente venía.
—Samu estas son bonitas ¿verdad?
—Tsumu tu gusto por flores es horrendo.
—¡Tú eres el horrendo!
—Disculpen...¿les puedo ayudar en algo? —preguntó Víctor.
—Oye Samu ¿no te recuerda a alguien...? —dijo pensativo aquel rubio.
—¡No seas maleducado idiota! lo siento estoy buscando flores para una inauguración. —dijo esta vez el peligris.
—¿Azami tienes idea de que flores son esas? —preguntó a su hermano que se encontraba de espaldas ordenando algunas cosas, al voltear los cuatro se llevaron una gran sorpresa.
—¡También son gemelos! —exclamó el blando.
—Así es... —habló algo incómodo el menor de los Hinata.
—Los estás incomodando tonto.
—¿Chicos está todo bien? estoy escuchando mucho escándalo.
—¡¿Shoyo/Hinata-kun?!
—Atsumu-san...Osamu-san que sorpresa verlos.
—Pero...¿cuándo volviste? —exclamó Atsumu.
—Hace una semana. —sonrió.
—¿Pai, quem são eles? —preguntó Víctor.
—São velhos amigos, jogaram numa equipa muito forte.
—¿Hinata-kun ellos son...? —cuestionó Osamu.
—Azami y Víctor, son mis hijos. —sonrió dulcemente—. Chicos ellos son Atsumu y Osamu Miya.
—Wow... —fue lo único que logró formular el rubio.
—¿Qué hacen por aquí? —preguntó Shoyo mientras arreglaba algunas macetas con flores.
—He abierto un nuevo restaurante por esta zona, estaba buscando flores para la inauguración. —explicó el peligris.
—Tengo las flores perfectas. —el Hinata mayor se fue por unos minutos a la parte trasera, dejando a los gemelos solos.
—Y...¿Shoyo está casado? —preguntó Atsumu.
—¿Le interesa? —cuestionó el menor alzando una ceja.
—Simple curiosidad. —sonrió de lado.
—Pues quédese con la curiosidad. —le sonrió esta vez Víctor.
Una extraña atmósfera se formó entre el par de gemelos y el Miya rubio, Osamu sólo podía pensar en lo idiota que se veía su hermano discutiendo con unos chicos de preparatoria. Gracias al cielo Shoyo volvió con unas hermosas flores de tres tonos diferentes.
—Estas son flores Buganvillas, significan bienvenida. —explicó con suavidad y una pequeña sonrisa, demostrando lo mucho que amaba su trabajo—. Existen estas tres tonalidades, elige la que más te guste Osamu-san.
—Las naranjas son bonitas ¿verdad Tsumu? —dijo inconscientemente ganándose una mirada feroz por parte de los hermanos Hinata.
—Si son muy bonitas. —le siguió su hermano.
—Me llevaré un ramo grande de estas Hinata-kun.
—Ya mismo las preparo.
—Papá estoy cansado~ ¿puedo descansar unos minutos? —pidió como niño pequeño Víctor, abrazando a su papá por los hombros.
—Por supuesto. —dijo amorosamente acariciando el cabello de su hijo mayor—. Tú también puedes descansar Azami.
—Gracias papá. —le sonrió suavemente.
Los gemelos se fueron no sin antes ver por última vez a aquellos cliente de manera amenazante, los Miya se preguntaban de quien habrían sacado ese carácter.
_¿Estás ocupado luego del trabajo Shoyo? —interrogó el rubio interesado.
—Si ¿por qué? —preguntó acabado los detalles finales de gran ramo de flores.
—¿Qué tal si dejas a tus hijos con tu esposo y vamos a tomar algo? para ponernos al día.
—Lo siento pero...mi ex esposo no puede cuidar de los chicos y debo preparar la cena, pero me gustaría salir a tomar algún día. —dijo acabando su tarea.
—Oh así que eres divorciado. —sonrió.
—¡Ya cállate idiota! —murmuró Osamu golpeando al rubio en sus costillas—. Muchas gracias Hinata-kun, quédate con el cambio por el escándalo que mi TONTO hermano a hecho.
—Gracias...
—Fue un gusto verte, ya nos vamos.
—¡Gracias por venir! —saludó alegre.
—O-Oye yo aún no me quiero ir~ —logró escuchar por parte de Atsumu sacandole una pequeña risa.
—Papá dijiste que los conocías de la preparatoria, ¿los emfrentaste?
—En las Nacionales, un torneo de vóley muy importante. —explicó.
—El rubio parecía muy interesado en ti. —dijo con un puchero Víctor.
—Que cosas dices hijo. —rió el mayor.
Shoyo salió de la tienda para regar algunas flores, mientras tanto el par de hermanos se quedó allí pensado por unos minutos. La conexión de gemelos era algo extraordinario y terrorífico a la vez que pocos lograban comprender.
—Zami.
—Victor.
—Debemos cuidar a papá de los buitres.
—Estoy de acuerdo.
En un pacto silencioso, los hermanos acordaron cuidar a su preciado papá de cualquier idiota que tratara de dañarlo como lo hizo su padre. Nadie era confiable, no sin antes pasar por su interrogatorio.
♡︎ ☀︎︎ ♡︎ ☀︎︎ ♡︎ ☀︎︎ ♡︎ ☀︎︎ ♡︎ ☀︎︎ ♡︎
Soy fan de lo sobreprotectores que pueden ser los gemelos con Shoyo jajajajaja
Espero hayan disfrutado el capítulo, nos leemos pronto bye~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top