-Ennoshita-senpai, Bokuto-san me invitó a practicar con él esta noche ¿sí puedo ir?- el pelinaranja tenía en claro que estaba bajo el cuidado de su equipo por lo que todo lo que hacía debía ser informado a ellos.

-Claro que sí, solo cuídate y no te olvides tu pastilla.- con todo dicho los chicos siguieron con su castigo ya que habían perdido contra el Nekoma, a pesar de las tantas derrotas que llevaban el Karasuno no dejaba de entrenar e idear nuevas estrategias.

El resto de la tarde siguió con tranquilidad, más enfrentamientos y castigos al igual que una amena cena. Todos los equipos podían notar que el pelinaranja era el rayo de sol que iluminaba a los cuervos y no era para menos ya que esa gran energía se las transmitía a todos allí. Su sonrisa era simplemente contagiosa y no había forma alguna de odiarlo.
Shoyo estaba a punto de dirigirse a uno de los gimnasios secundarios para encontrarse con el capitán del Fukurodani hasta que Tsukishima lo detuvo.

-¿A dónde vas enano?, la cena ya acabó y es hora de irnos a bañar.-

-Iré a entrenar.- respondió apresuradamente, otra vez estaba a punto de irse hasta que de nueva cuenta lo detuvieron.

-¿Con quién entrenaras Sho-chan?- preguntó amablemente el pecoso.

-Bokuto-san.- deletreó Hinata, justamente en ese momento el susodicho se acercó al menor para así ya poder irse.

-Hey! Hinata vámonos ya, hay mucho por entrenar!!- el peligris lo tomó por los hombros y comenzó a empujarlo en dirección al gimnasio, ninguno tuvo la oportunidad de detenerlos ya que se habían ido muy rápido.

-Será mejor estar atentos, por precaución.- sugirió el rubio.

-Dejen a Hinata, el pidió permiso y se lo concedimos. Hay que dejarle espacio para que respire un poco.- Ennoshita había escuchado toda la conversación y tenía una leve sospecha de lo que sus kohai pensaban hacer.

-Pero senpai...- insistió Tadashi.

-Pero nada Yamaguchi, ya vayan a bañarse y luego a dormir.-

Ambos chicos de primero a regañadientes se dirigieron a tomar un baño, aún así tenían pensado vigilar al pelinaranja, solo por si a caso. Todavía no tenían la confianza suficiente para dejarlo solo y menos con Oikawa rondando por ahí, para sus suerte en esos días no se había acercado a Hinata pero nadie podría garantizar que no lo haría.

-Eres bueno Hinata!!!- felicitó enérgicamente Bokuto, el menor solo agradecía con un movimiento de cabeza y una gran sonrisa.

-Bokuto-san ya es hora de irnos, los baños cerrarán muy pronto.- Akaashi estaba cansado, desde hacía dos horas y media que ninguno de los tres paraba de entrenar y sus movimientos ya eran lentos debido a la fatiga.

-Akaashi~ solo unos minutos más...- suplicó como niño pequeño Bokuto.

-"Akaashi-san puede irse si gusta, me encargaré de todo por aquí y enviaré a Bokuto-san a bañarse en un rato"- sonrió amablemente Shoyo.

-Esta bien...- soltó un suspiro- solo unos minutos ¿oyeron?- ambos asintieron efusivamente y con ello el azabache se fue de allí dejando a solas a senpai y kohai.

-Ahora que lo noto...¿por qué escribes en esa libreta Hinata?- al pelinaranja le bajó una gota por la sien, él creía que su superior ya tenía una idea del por qué no hablaba pero al parecer era muy distraído.

-"Soy mudo Bokuto-san, por esa razón escribo en una libreta ya que no todos saben lenguaje de señas"-

-Oh...entiendo, ¿cómo te ha ido con eso?- Hinata ladeó su cabeza en señal de no entender la pregunta.
-Quiero decir, supongo no ha sido fácil el ser mudo, ¿tus compañeros te tratan bien?-

-"Si! ellos son muy amables conmigo y me protegen demasiado, no he tenido problemas con casi nadie..."- en esos momentos recordó el pleito con Oikawa, ahora que pensaba en él parecía que quisiera acercarsele pero en el último momento se arrepentía. Tal vez luego hablaría con él.

-¿Casi?- dijo alzando una ceja.

-"Oikawa-san fue algo grosero conmigo hace un tiempo..."-

-¿El capitán del Aoba Johsai?-

-"Si...pero ya todo esta bien!, él se disculpó y desde ese momento ya no me habla."-

-Bien...ya no debes preocuparte, desde este momento serás mi hijo adoptivo!- dijo felizmente y con una gran sonrisa.

-¿Hijo...?- pensó el pelinaranja, debía admitir que Bokuto era una persona muy particular pero aún así podía ver que sus intenciones era puras y amables.

-Será mejor irnos ya, Akaashi da miedo cuando se enoja.- al peliplata le recorrió un escalofrío por la espalda al recordar la única vez que vio a su novio enfadado, ese día fue muy malo para él.

Ambos ordenaron el gimnasio y con ello se dirigieron a las duchas, Bokuto como buen padre acompañó a Hinata hasta su dormitorio y luego se despidieron. Habían acordado almorzar juntos para así conocerse mejor y darle la noticia a Akaashi que ahora era padre también.

-Hinata~! vamos a almorzar!- Bokuto como había prometido fue a buscar a su kohai para así ir a almorzar, sin embargo esa tarea no seria tan fácil debido a un grupo de cuervos y unos pretendientes muy molestos.

-Lo siento pero Shoyo almorzará con nosotros.- Atsumu estaba a punto de tomar la mano del pelinaranjo hasta que otra lo sostuvo del brazo.

-Claro que no, Shoyo estará conmigo ¿no es así?- esta vez era Kenma quien insistía.

-Ni uno ni el otro, él estará con nosotros.- Kageyama atrajo a Hinata hacía él.

-Es mi hijo y almorzará conmigo!- el peliplata sostuvo el antebrazo de Shoyo y lo soltó del abrazo de Tobio.

-¿Tu hijo?, acabas de conocerlo a penas ayer.- a Daichi le había molestado ese comentario, él era el padre del menor.

-Lo adopté así que es mi hijo y de Akaashi.- sacó su lengua en forma de burla.

-¿Eh?- el azabache no tenía idea de lo que estaban hablando.

-Dejen a nuestro hermanito en paz!!- Noya y Tanaka dejaron a Shoyo detrás de ellos en forma de protección.

-Ennoshita-senpai ayuda...- suplicó Shoyo.

-Oigan están llamando mucho la atención...- intervino el castaño.

-Entonces que Hinata decida con quien pasar el almuerzo.- sugirió Yachi.

-Me parece bien.- dijo Bokuto, los demás asintieron en acuerdo.

-Shoyo~ ¿con quién quieres almorzar?- Atsumu se había acercado a Tanaka y Noya pero al ver detrás de ellos Hinata no estaba.

-¿Y Hinata-kun?- pregunto Osamu.

-Estaba aquí hace unos segundos...- murmuró confundido el líbero.

Nadie había notado como el Gran Rey rescató al pobre chico de esa tonta discusión, para sus suerte nadie los notó por lo que de forma rápido se dirigieron a fuera donde la paz podría durar al menos unos minutos.
Shoyo se inclinó un poco en forma de agradecimiento y estaba a punto de irse pero el castaño lo sostuvo del hombro para que se detuviese.

-Quería hablar contigo...¿tienes unos minutos?- Hinata asintió y con ello se fueron a sentar a un banco que estaba allí cerca.

-"¿Qué quieres decirme?"-

-Siento mucho lo que ocurrió la primera vez que nos vimos, sé que ahora piensas que soy una horrible persona pero créeme que no es así. No me pareces mal chico, todo lo contrario, eres muy amable com todos a pesar de no conocerlos. Lo que quiero decir es...en verdad lo lamento.-

-"Oikawa-san te he perdonado hace mucho, no debes preocuparte por ello. Sé muy bien que no eres mala persona."- Shoyo le sonrió de manera tierna haciendo que el castaño se sonrojara un poco.

-Bien...- carraspeó- entonces ¿amigos?- le extendió su mano, felizmente el pelinaranja la tomó y le dio otra de sus sonrisas asesinas.

-"Tengo la seña perfecta para ti"- rió un poco.

-¿Seña?-

-"Cada persona tiene una seña en específico para identificarse, así no debemos deletrear su nombre todo el tiempo"- explicó.

-¿Y la mía cuál sería...?- preguntó curioso. En ese momento Shoyo hizo una seña de "corona" y "grande" como ese tonto apodo que le había puesto a penas conocerlo.

-"Gran Rey"- dijo divertido.

-Oye!!!- se quejó- ¿cómo le dices a Tobio...?-

-"Rey"- está vez solo hizo la seña de la "corona". El castaño de cierta forma se sentía mejor ya que su apodo superaba al de su tonto kohai.

-Hinata/Shoyo!!!- unos gritos espantaron a ambos chicos haciendo que saltarán un poco en sus lugares, al dirigir la mirada hacía donde había provenido los gritos se dieron cuenta que su escape ya había sido descubierto.

-Nos asustaste cuando desapareciste así sin más!- le regañó Suga.

-Tu aléjate de él!- Bokuto alejo al pequeño cuervo de Oikawa.- No dejaré que dañes a mi hijo otra vez.-

-¿Hijo...?- el castaño no entendía nada de lo que estaba pasando.
-No le hice nada tonto búho, solo lo ayudé a escapar de ustedes.-

-¿Escapar...?- dijo enojado Kenma.

-Quiero estar con el Gran Rey.- los únicos en entender las señas fueron Ennoshita y Oikawa, solo que uno estaba confundido y el otro con un leve sonrojo.

-Pero Hinata- Suga estaba por refutar pero Daichi lo detuvo.

-Si el quiere estar con Oikawa-san está bien, es su decisión.-

-¿Quieres estar conmigo...?- Shoyo le lanzó un mirada en señal de si podía hacerlo y este resignado aceptó.

El pelinaranja se acercó al mayor y juntos se fueron hacía el comedor, tal parece que ahora era niñera y aunque no lo iba a admitir no era tan malo.
Por otro lado los demás estaban algo enojados, Bokuto era el único deprimido ya que había perdido la oportunidad de comer con Shoyo.
Sin nada más que hacer todos se fueron a su respectivo equipo para así poder almorzar.

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Espero hayan disfrutado mucho de este capítulo, nos leemos pronto bye bye~

PD: un dato curioso ah, las personas sordas, mudas, sordomudas o hipoacuticas tienen señas entre ellos para identificarse. Generalmente es una característica física o algo parecido.