💥XXXI💥


-Yachi-chan no creo que esto sea buena idea...- una chica rubia y tierna se encontraba dando los últimos retoques a la vestimenta de su reciente amigo pelinaranja. Hitoka hacía a penas unos días se había incorporado como mánager del equipo, junto a otra chica de tercer año de nombre Kiyoko Shimizu.

-Tranqilo Ennoshita-senpai, estoy segura que esto animará a todo el equipo!- dijo entusiasmada la chica de primer año- y otros más...- terminó murmurando lo último.

-Hitoka-san, Suga-san te está buscan...do...- Kageyama había aparecido en el lugar y gran sorpresa se llevó al ver a su amor platónico vestido de esa manera. ¿Acaso había muerto y ahora se encontraba en el cielo?, porque era la única explicación que le venía a la mente.

-Claro, ya vamos.- respondió feliz.

-Ennoshita-senpai esto es mala idea...- Shoyo se encontraba más que avergonzado, parecía casi rogarle al mayor que lo ayudara a zafarse de su loca amiga.

-Lo sé Hinata pero Yachi-chan da miedo cuando se enoja...solo serán unos minutos no te preocupes.- ambos siguieron a la rubia a donde el gimnasio principal. Por ordenes del entrenador Shoyo ese día no jugaría por lo que a la chica no se le ocurrió mejor opción que vestir a su ya proclamado mejor amigo de animadora para así animar a todo el equipo.

Todos los equipos se encontraban allí, calentando, jugando o cumpliendo con su respectivo castigo, sin embargo al escuchar la puerta principal ser abierta todos se voltearon en esa dirección llevándose una gran impresión.
A penas era el quinto día del campamento, todos tenían curiosidad por conocer a Shoyo pero no de esa manera...no la mayoría al menos. En cambio, seis personas allí presentes sólo agradecían al de arriba por enviar a Yachi y regalarles aquella imagen majestuosa.

-Hi-Hinata ¿qué es eso?- Suga no sabía que decir, su pequeño polluelo ahora estaba siento devorado con la mirada por seis adolescentes hormonales. Juraba que en cualquier momento su lado maternal saldría a la luz y mataría a cualquiera que osara acercarse a Shoyo.

-Fue mi idea Suga-senpai ¿no se ve lindo?- sonrió feliz la rubia.

-S-Si...muy lindo Hitoka-chan...-

-Tsukki...Tsukki sostenme creo que me voy a desmayar...- Yamaguchi estaba a punto del colapso por ver al pelinaranja tan jodidamnete lindo y al mismo tiempo sexy. Era una combinación asesina.

-Ya controlarte Yamaguchi...¿a quién engaño?, estoy muriendome carajo...- el joven de lentes se cubrió la nariz debido al sangrado nasal que en esos momentos estaba sufriendo.

-Samu ¿estás viendo lo mismo que yo?- habló embobado Atsumu.

-Claro, ¿tu ves igual que yo Tsumu?-

-Por supuesto que sí hermanito, ¿nos acercamos?-

-No debes preguntarlo dos veces.- decididos los gemelos caminaron a paso firme hacía donde se encontraba el pequeño cuervo, sin embargo un joven con cabello de pudín se les adelantó y esté logró captar toda la atención de Hinata.

-Shoyo te ves muy bien.- sonrió el setter de Nekoma.

-Gracias Kenma...aunque me siento algo raro con esto puesto.- admitió el pelinaranja con un notable sonrojo que solo lo hacía ver más lindo.

-Tonterías, te queda genial. ¿Vas a animarme también?- pidió con un puchero.

-Por supuesto.- le sonrió feliz.

-Sho-chan!!- el pecoso había empujado a Kenma del camino, haciendo que esté se enoje y lo vea de forma asesina, sin embargo poca atención le dirigió ya que solo estaba concentrado en admirar la belleza de Hinata.- te ves muy hermoso!!-

-Te lo agradezco Tadashi...-

-Supongo hoy no jugarás.- Kei había aparecido junto a Tobio, ambos con la misma intención se robar la atención de Shoyo.

-No, el entrenador me dijo que descansara por hoy. He estado entrenando sin descanso y es malo para mi salud...o eso fue lo que dijo Uka-san.-

-¿Y estas vestido así por qué...?- preguntó curioso el setter.

-Yachi-san me obligó a usarlo...da miedo cuando le dices que no.- a los cuatro chicos les recorrió un escalofrío por la espalda ya que conocían en primera persona lo aterradora que podía llegar a ser la rubia cuando algo se le negaba.

-Te queda bien...- admitió Tsukishima algo avergonzado.

-Gracias!- sonrió.

Los entrenamientos siguieron, para lamento de los zorros no tuvieron la oportunidad de hablar con Hinata, sin embargo en el almuerzo tenían planeado pasar un poco de tiempo con él. Como Yachi lo había dicho el pelinaranja se encontraba animando a sus compañeros junto a ésta y Kiyoko, a pesar de que al comienzo había sentido incomodidad se la estaba pasando genial con las chicas y le divertía todos los altos y las cortas rutinas de baile que le obligaban a hacer. Y claro que los demás disfrutaban ver la sonrisa tan radiante que Shoyo les dirigía.

Todo el equipo Karasuno se encontraba almorzando amenamente, entre risas, conversaciones y bromas, Shoyo a pedido o mejor dicho amenazas de su mejor amiga aún estaba con el uniforme de animadora puesta, sin embargo ya se había acostumbrado a este por lo que no se le hacía mucho problema. Mientras Hinata estaba teniendo una divertida pelea con Kageyama el par de gemelos se había acercado a la mesa con la simple intención se llevarse al pelinaranja de allí y pasar tiempo juntos, aún cuando sabían que no sería tan fácil.

-Shoyo~ ¿cómo estás?- el primero en hablar claro que fue el rubio, siempre con su sonrisa de pura  confianza.

-¿Qué tal Miya-san, se le ofrece algo?- Suga sabía a que venían y no permitiría que su pequeño se vaya con aquel par y menos vistiendo así sin supervisión.

-Venimos por Hinata-kun, espero no sea una molestia.- a pesar de sus ansias por estar con el pelinaranja, Osamu era respetuoso y más aún con ese equipo que al parecer sobreprotegian al bloqueador central.

-En realidad si es una molestia, pueden irse por donde vinieron.- Tanaka con su típica mirada de delincuente los observó de forma amenazante.

-Tanaka-senpai si quiero ir con ellos.- en el poco tiempo que llevaba conociendo a ese par les había tomado cierto cariño, además de divertirse con sus tontas peleas.

-Pero- el chico de cabeza rapada no pudo seguir objetado ya que su capitán lo tomó del hombro, dándole una mirada de que dejara en paz a Hinata.

-Esta bien pero cuando el almuerzo acabe deben volver.- Daichi le dio su permiso y con ello Shoyo se fue feliz con el par de gemelos.

Los tres estaban caminando, conociéndose mejor a cada día y hablando de vóley, cada uno planteando su sueño a futuro. Para sorpresa de Hinata, Osamu no quería dedicarse al vóley profesionalmente sino que le interesaba el mundo gastronómico y su grande sueño era tener su propio restaurante. Por otro lado Atsumu si tenía planeado ser un jugador profesional y había dejado más que claro que algún día levantaría para el menor.

-"Los vi jugar, son geniales."- sonrió más que feliz y emocionado Hinata.

-Tu también lo eres, no todos son tan ágiles y rápidos como tú. Estoy seguro que serás un gran jugador.- admitió Osamu.

-Shoyo-chan te gustaría salir conmigo al acabar el campamento. Ya sabes...una cita.- el rubio no pensaba perder más tiempo, si había tantas personas interesadas en el pelinaranja entonces el debía ponerse en la delantera.

-Oye!!! yo iba a pedirle una cita.- el peligris empujo un poco a su hermano y así comenzaron a discutir nuevamente. Shoyo sintiéndose algo incómodo dio unos pasos atrás pero se tropezó con una persona, avergonzado hizo una reverencia sin siquiera saber quien era aquel chico.

-Oh eres el pequeño de Karasuno! ¿acaso este par te está molestando?- un chico alto y de cabello particular de color negro y gris se plantó frente a él. Ahora que lo recordaba ese era el joven enérgico del equipo Fukurodani.

-"¿Eres Bokuto-san verdad?"- escribió en su libreta.

-Así que me conoces.- sonrió de oreja a oreja.

-"Claro que si!!, tus remates son geniales y me pareces un gran capitán!"-

-Hyahahahahaha ¿verdad que si?- infló su pecho con orgullo- ¿cómo te llamas?-

-"Hinata Shoyo"-

-Bien Hinata-chan ¿qué te parece entrenar luego de los partidos?, así podre enseñarte algunos trucos.- le sonrío.

-"Claro!!, me encantaría!"-

-Nos vemos luego entonces!- Bokuto se fue de allí ya que Akaashi estaba esperándolo.

Estaba emocionado, este campamento le había dado la oportunidad de conocer personas geniales y aprender mucho más de lo que alguna vez hubiera imaginado. Además de ganar nuevas amistades.
Al cabo de unos minutos los hermanos acabaron con su pequeña pelea y prestaron toda su atención en el menor, en esos pocos minutos se la habían pasado de maravilla y aún quedaban muchos días para experimentar esa sensación.

🏐🏐🏐🏐🏐🏐🏐🏐🏐🏐🏐🏐

Espero hayan disfrutado de este capítulo (⊃。•́‿•̀。)⊃ nos leemos luego, bye bye~

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top