🔆XXI🔆
Shoyo y su padre ya se encontraban en su hogar, el ambiente era melancólico pero con un toque de esperanza. Ambos sabían que ese sería el comienzo de un largo camino pero estaban listos porque estaban juntos.
—Sho ¿quieres algo de comer?
—No gracias papá, no tengo hambre. —dicho esto el pelinaranja se fue a su cuarto, tenía muchos cosas por pensar.
No sabía cómo sentirse, ¿aterrado, aliviado, enojado?, estaba tan confundido que no podía definir la causa de ese dolor punzante en su pecho. El jueves de esa semana debía visitar a la psiquiatra y definir si necesitaba las pastillas o no, él sabía la respuesta pero una pequeña esperanza era lo que lo mantenía cuerdo en ese momento.
Al cabo de unos 40 minutos tocaron su puerta, eran Izumi y Koji que al parecer ya habían vuelto de dejar a Natsu en su escuela.
—Ey Sho, ¿cómo te fue?. —Koji se sentó junto a Hinata y luego Izumi se les unió.
—Bien...creo, no lo sé la sesión fue muy...intensa. —suspiró.
—¿Sucedió algo malo? —Izumi ya comenzaba a preocuparse como toda madre por su hijo.
—Tal vez deba tomar pastillas antidepresivas para controlar mis ataques de pánico y la ansiedad.
—¿Qué...? pero nunca las necesitaste ¿por qué ahora es diferente?
—El Dr. me explicó que mis ataques son más fuertes que antes y teme que me lastime más de lo que ya lo he hecho...
—Estoy de acuerdo con él.
—¿Qué? pero Izumi nunca las necesitó, ¡nos tiene a nosotros con eso es suficiente! —Koji, al igual que Shoyo, estaba a la defensiva que su amigo dependiera de un fármaco para estar bien. Creía que con compañía y ayuda de sus seres queridos era más que suficiente.
—¡No es suficiente! ¿es qué no lo ves?, esta mal y con solo estar aquí no va a mejorar. Lo único que vamos a lograr es que, tal vez, lo olvide por un tiempo y este problema hay que arrancarlo de raíz.
—Koji-chan...tampoco quiero hacerlo pero entiendo que es necesario, quiero estar bien ¿sabes?, volver reír con ustedes y pasarla bien.
—Está bien...¿cuándo comienzas a tomarlas?
—En realidad no lo sé, el jueves debo ir al psiquiatra y ahí confirmare si son necesarias.
—Te acompañaremos. —dijeron ambos jóvenes.
—No es necesario chicos, mi papá irá conmigo...
—Queremos estar para ti en ese momento, podemos decirle a tu padre.
—Está bien, en un rato podemos hacerlo...¿quieren hacer algo? estoy aburrido. —Izumi y Koji sonrieron, al parecer ese rayito de sol que tenían de amigo no estaba completamente derrotado.
Los tres amigos pasaron la tarde con juegos, anécdotas y reviviendo momentos vergonzosos de su amistad. El tiempo voló para Shoyo por lo que en menos de lo que esperó el reloj ya marcaba las seis en punto.
—Oh lo olvidaba, Sho tus amigos dijeron que vendrían luego de sus prácticas. Supongo ya deben estar por llegar... —Izumi observó la hora.
—No me agrandan esos chicos...
Koji estaba celoso, la atención del pelinaranja siempre fue de él e Izumi y ahora un grupo de desconocidos ocupaba un lugar importante en la vida de Hinata.
—Ya deja los celos Koji. —Izumi golpeo la nuca de su amigo y Hinata rió un poco por la acción.
—Son buenos chicos Koji-chan, dales una oportunidad ¿si?. Por mi... —Shoyo hizo esa cara que ni siquiera Koji podía poner resistencia por lo que resignado aceptó la petición.
Justamente en ese momento el timbre sonó dando aviso a una visita, los tres jóvenes bajaron al primer piso y se encontraron con el señor Hajime recibiendo al equipo de vóley.
—Oh Sho, estaba a punto de llamarte porque tienes visitas.
—Hola Hinata. —el primero en acercarse fue Suga y le dio un abrazo a su kohai que fue correspondido con gusto.
—Hola Suga-senpai —todo el equipo sabía al menos el saludo del menor en señas, gracias a Ennoshita pudieron aprender lo básico.
—Sho-chan ¿cómo estás? —Yamaguchi intento abrazarlo pero Hinata se alejó y escondió detrás de Suga—. Lo siento...no quería asustarte.
—Yo lo siento Tadashi...solo dame tiempo por favor.
—Si van molestar a Sho váyanse. —Koji claro que estaba enojado con la situación.
—No seas grosero —dijo entre dientes Izumi y lo golpeó en las costillas—. Lo siento por este idiota, pasen por favor.
—Disculpen por la intromisión —dijeron todos al mismo tiempo, dejaron sus zapatos en la entrada y fueron camino a la sala.
—Shoyo ¿cómo haz estado? —Nishinoya estaba feliz de ver a su kohai favorito, le tenia mucho aprecio a Hinata y desde el día anterior no paraba de pensar en cómo se encontraba.
—"Estoy mejor Noya-senpai, gracias por preocuparte." —escribió en su libreta.
—Me alegra...¿cuándo volverás a la escuela? —se atrevió a preguntar el líbero.
—"No lo sé...tal vez la siguiente semana."
—Espero que así sea. —dijo Daichi, tal vez estas palabras dichas por el menor alentarían al equipo a seguir adelante y mejorar mucho más.
—Chicos ¿quieren quedarse a cenar? —el señor Hinata salió de la cocina con un delantal ya puesto para comenzar la cena.
—No queremos ser molestia señor Hinata. —contestó Suga.
—No es ninguna molestia, miestras más mejor ¿verdad Shoyo? —el pequeño sonrió en muestras de que estaba de acuerdo por lo que todos aceptaron la invitación.
—Hinata...¿podemos hablar contigo?, a solas. —Kageyama se había acercado a Shoyo y con él también estaban Tsukishima y Yamaguchi.
El pelinaranja lo meditó un momento pero al final decidió que era mejor dejar de huir y enfrentar su miedo.
—Está bien.
Los cuatro se dirigieron al jardín para tener más privacidad sin embargo todo el equipo, incluyendo a los mejores amigos de Hinata, se encontraban escuchando sin ser vistos.
—¿Qué ocurrió en el hospital?, ¿por qué reaccionaste así cuando te toqué? —Kei necesitaba explicaciones.
—"Lo siento Tsukki, en serio que si, pero prefiero estar alejado de ustedes por un tiempo..."
—¿Qué? pero ¿por qué...?. ¿Acaso hicimos algo que te molestó? —Yamaguchi no entendía la situación y eso lo desesperaba.
—"¡No!, claro que no, solo es que...necesito tiempo ¿si?"
—Bien...te esperaremos lo necesario, solo queremos que estés bien. —Kageyama revolvió sus cabellos en forma de cariño, eran tan suaves que le resultaba adictivo.
—Gracias por entender.
—No tienes nada que agradecer. —los tres alumnos del pelinaranja respondieron en lenguaje de señas, cosa que alegró de sobremanera.
—¡Respondieron en lenguaje de señas! —sonrió tan brillante como hace días no lo hacía.
—Claro, tenemos el mejor maestro. —devolvió la sonrisa Tadashi.
Hinata se sonrojo por el comentario y volvió a sonreír.
Mientras tanto dos chicos estaba sorprendidos por la reacción de Hinata.
—Hace mucho no sonríe así... —dijo Izumi.
—Pasó por algo muy traumático, es obvio que no lo haría. —comentó Tanaka.
—No lo entiendes, hace años no reacciona así. La única vez que vi esa sonrisa fue cuando nosotros comenzamos a hablar lenguaje de señas. —Koji estaba serio, no enojado, por fin había caído en cuenta de que ese equipo de vóley era muy importante para su amigo.
—Eso es bueno ¿verdad? —siguió Suga.
—Claro que sí —el señor Hajime los asustó por la repentina aparición—
La cena ya está lista, avisenle a esos cuatro.
—¡Shoyo!, la cena está lista. —Nishinoya gritó en dirección a sus kohais y estos se adentraron nuevamente a la vivienda.
La cena transcurrió más animada que la noche anterior, Hinata a pesar de no estar en su 100% se notaba más animado y eso alegraba a los presentes. Todo iría mejor, lo sabían.
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Buenas tardes!!! Espero se encuentren muy bien y hayan pasado una linda Navidad.
Aquí un nuevo capítulo, ojalá lo disfruten!
Nos leemos luego, bye bye~
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