♡︎XLIV♡︎


Shoyo despertó gracias a la luz que se filtraba por su ventana, sientiendo primeramente un peso en sus caderas haciendo que volteara y se encontrara con la tranquila respiración y apacible rostro del rubio para luego recordar lo que había ocurrido la noche anterior y sonrojarse hasta las orejas.
Con cuidado quitó el brazo de Kenma para así levantarse e ir al baño para tomar una ducha de agua fría y despejar un poco su mente. Al cabo de unos 15 minutos salió en ropa interior cubierto por una bata, en silencio comenzó a buscar su uniforme pero unos brazos al rededor de su espalda baja lo espantaron por un segundo.

-Buenos días...- murmuró algo adormilado el cabeza de pudín, Hinata solo atinó a asentir devolviendo el saludo.
-¿Sucede algo?- preguntó preocupado mientras giraba al pelinaranja para verlo frente a frente.

-N-No...es solo que estoy algo avergonzado...- admitió apenado.

-No deberías Shoyo, lo que ocurrió anoche es una demostración de nuestros sentimientos. De lo mucho que te amo.- admitió con una sonrisa que fue contagiada poco a poco por el menor.

-Tienes razón...-

-Me iré a bañar y bajaré para el desayuno, adelantate.- y besó su mejilla para salir en dirección al baño dejando a un sonrojado Shoyo por el repentino beso.

Luego de unos minutos un rubio con el cabello aún un poco mojado bajó, sentándose con el trío de Hinatas y Hiroko que aún estaba allí. Comenzaron su desayuno tranquilo y en paz hasta que el Hinata mayor habló.

-¿Y qué tal la noche?- preguntó, claramente con doble sentido, algo que los menores habían entendido por esa razón su reacción. Ambos atragantandose con el café.

-Bi-Bien papá, dormimos bien ¿verdad Kenma?-

-Si...Si!, muy bien.- dijo algo nervioso.

-Hmm~ que bueno, me alegra que hayan descansado tan~ bien.- la mujer allí precente tenía ganas de golpear su frente debido a los evidentes celos paternales de su pareja por el pelinaranja.

-Cariño deja que los muchachos terminen su desayuno, Shoyo-kun debe ir a la escuela.- dijo la fémina con una sonrisa que demostraba más amenaza que dulzura.

-Solo quería saber cómo la había pasado nuestro invitado mi amor, ya sabes...después de todo en un tiempo se llevara a mi pequeño niño.- dijo con cierto tono de reproche, se podía notar un leve puchero en su rostro.

-Papá!!!- le dijo avergonzado el pelinaranja por sus palabras.

-Solo digo la verdad...¿no es así Kenma-kun?- lo observó con aquellos ojos que también había visto en Shoyo, esos que solo mostraba en un partido.

-Así es señor Hinata.- admitió el rubio, haciendo que Shoyo lo observara sorprendido.- Aún así vendremos de visita para que no se sienta solo.- le sonrió, un aura comenzaba a emanar de ambos hombres y tanto Hinata como Hiroko lo notaron parando la situación.

-Ya debemos llevar a Natsu cariño, ven vamos.- empujó la mujer al mayor, mientras que Shoyo tomaba la mano de Kenma para salir camino a la preparatoria Karasuno.

-¿Qué fue todo eso Hajime?- preguntó seria la fémina.

-Nada...- respondió haciéndose el desentendido.

-Deja a Kenma-kun en paz, es más que obvio que sus intenciones con nuestro son de lo más nobles.- al decir "nuestro" algo cálido se intalo en el pecho de Hajime, nunca había sentido algo así y le encantaba.

-Lo sé pero...-

-Pero...- le siguió elevando una ceja en espera de la oración faltante.

-No puedo evitar pensar que Shoyo ya no es aquel pequeño bebé tan frágil que parecía poder romperse con el más mínimo toque...que acudía a mi ante el más minúsculo problema.-

-Debes dejarlo ir, ya tiene edad suficiente para volar sin su padre, ahora tiene a alguien más quien lo acompañe en ello.- le dijo sonriendo de manera tranquila, a pesar de no tener hijos propios comenzaba a sentir ese instinto maternal hacía los hermanos Hinata por lo que podía entender aún más el sentimiento del hombre ya que era su padre, el que siempre estuvo con ellos.

-Tu no debes crecer jamás Natsu!, no dejes a este viejo solo.- el pelinaranjo alzó a su pequeña mientras le repartía muchos besos.

-Papá!!, quiero crecer para ser como mi Nii-chan!!!!- gritó emocionada la niña haciendo reír a los adultos.

Definitivamente su pequeño Shoyo ya no era un pequeño, debía dejarlo ir y estaba seguro que no había mejor persona en este mundo que no fuera Kenma, el chico había estado junto a su hijo en lo buenos y malos momentos y él lo vio en primera persona. Su Sho estaba en buenas manos.

-Quiero hablar con los demás.- soltó de la nada el pelinaranja mientras caminaban camino a la escuela del menor.

-¿De qué?- preguntó algo serio pero también asustado.

-De mi decisión.-

-¿Y esa sería...?-

-Quiero que todos estén presentes por lo que te quedaras con la duda.- dijo divertido y con una sonrisa juguetona en su rostro.

-Shoyo!- le reprochó, Hinata soltó una carcajada silenciosa para así seguir su camino.

Mentiría si dijeron que no tenía miedo, miedo a perder a Shoyo, miedo al pensar que todo lo que había ocurrido entre ellos fue un error para el pelinaranja y se fuera a los brazos de otra persona. Sabía que estaba siendo egoísta, se odiaba por ello, pero una parte de él creía que aquel chico ya le pertenecía. Que era suyo, que nadie podría quitárselo. Aún así se hizo a la idea que la felicidad de Hinata estaba bien y era lo más importante, tal vez dolería mucho en un comienzo pero si el ojichocolate estaba bien así entonces él no era nadie para impedírselo.

Con aquellos pensamientos llegaron a la entrada de la preparatoria, despidiéndose con un abrazo y un pequeño beso en la mejilla por parte de ambos.

Ya en su salón se dirigió directamente a aquel trío de amigos, dos de ellos tensandose un poco al verlo, decidido tomó su libreta y escribió simples palabras.

-"Este sábado en el parque, necesito hablar con ustedes"-

-Claro.- respondió Kei, sabiendo ya lo que vendría.

-Bien...- le siguió Yamaguchi no muy convencido.

-Ok.- dijo Kageyama serio.

Shoyo se alejó con una sonrisa, esperaba todo saliera bien el sábado ya que no tenía intenciones de lastimar a nadie, solo sería honesto con sus sentimientos. ¿No estaba mal pensar solo una vez en él verdad?, pensar en su felicidad y no en la de otros. Si, estaba bien, estaba más que bien.
Hinata sacó su teléfono para mandarle un mensaje a un par de gemelos, también necesitaba verlos.

-Shoyo: Atsumu espero te encuentres bien, quería pedirte si nos podíamos ver este sábado en el parque que se encuentra cerca de mi casa, necesito hablar contigo.

-Atsumu: Claro Shoyo, nos vemos allí ;).

Hinata sonrió al ver la respuesta en aprobación, siendo así que mensajeo al otro hermano.

-Shoyo: Buenos días Osamu, espero estés muy bien ^^ quería saber si podríamos vernos este sábado en el parque que se encuentra cerca de mi casa, necesitamos hablar de algo.

-Osamu: Buenos días Hinata-kun, me encuentro bien gracias por preguntar, respecto a tu pedido si puedo. Nos vemos allí.

La diferencia de respuestas le hizo reír, hasta en sus mensajes se podían notar lo diferente de sus personalidades.
Ya tranquilo porque todos habían aceptado a su invitación, se sintió más tranquilo ya que por fin podría estar con la persona correcta, aún así su miedo por la reacción de todos estaba presente.

El día había llegado, se sentía tan nervioso que estaba seguro moriría, eran las 15hs y su reunión con aquellos chicos era a las 15:30hs por lo que se apuró en estar listo, algo simple ya que esperaba no tardar tanto.
Kenma se acercó a él, dándole apoyo de que todo estaría bien, soltando un gran suspiro ambos salieron de la casa camino al parque. El camino le pareció más corto de lo normal, parecía que el destino estaba empeñado en hacerlo llegar a esos jóvenes, aún nervioso y con sus manos temblando se acercó al punto de encuentro siendo seguido por el rubio muy de cerca, algo que agradecía profundamente.

-Veo que no fui el único en ser invitado.- soltó algo incómodo Atsumu, Hinata soltando un pequeño suspiro sacó su libreta para comenzar a escribir.

-"Lamento que todo fue tan rápido y sin detalles es solo que me urgía hablar con todos ustedes".-

-¿Eso sería de...?- preguntó Yamaguchi.

-"De sus sentimientos por mi, ya he tomado una decisión respecto a eso".-

-Bien, estamos listos.- dijo Tobio, algo nervioso.

-"Primero que nada les agradezco a todos por sentir algo tan lindo por mi, nunca creí que personas tan maravillosas se fijarían en alguien tan roto como yo...en verdad gracias".- escribió mientras sonreía y pequeñas lágrimas caían por sus ojos.
-"Espero no perder su amistad con mi decisión ya que eso me dolería mucho, tampoco les pido que me traten de igual manera ya que sería algo egoísta de mi parte. Solo dejen que sea su amigo por favor, no me gustaría perderlos".-

-A pesar de lo que decidas seguiré siendo tu amigo, eres la persona más maravillosa que conocí y no quiero perderte tampoco.- habló primero Yamaguchi, sabiendo bien que él no sería el elegido.

-Eres un dolor de cabeza enano pero...no hay mejor persona que tu en este mundo, además...alguien tiene que ayudarte con inglés ¿verdad?- le sonrió, sonrisa que fue devuelta con mucha alegría por el pelinaranja.

-Hinata boke, aún si no estás conmigo sigues siendo mi rematador, debemos ganarle a este tonto par.- dijo señalando a los gemelos.- Y ese también.- esta vez mirando a Kenma que solo le devolvió la mirada de mala gana mientras que los Miya gritaban un "oye" en reproche.

-"Bien...gracias a todos por sus sentimientos pero...alguien ganó mi corazón, estuvo conmigo en mis buenos y malos momentos, me acompañó todo el tiempo y..."- antes de seguir volteó a Kenma, viéndolo con ojos brillosos y un sonrojo adorable.- Aprendió lenguaje de señas solo para entenderme...- eso lo dijo sin su libreta, algo que solo entendió el rubio y que lo hizo abrir sus ojos de par en par.

-Así que el gato ganó...- murmuró Atsumu, claro que se sentía mal pero él no era nadie para reprocharle al pelianrnaja, si ese setter del Nekoma le hacía bien entonces estaba feliz por Hinata.

-Kenma has estado conmigo todo este tiempo, a pesar del pasado que aún no conoces y mis problemas internos...no te importo y aún así me amas, no hay nadie mejor que tu. Quiero estar contigo Kenma, te amo más que a nadie en este mundo.- le sonrió de oreja a oreja para luego sentir como unos brazos lo envolvía con fuerza.

-Gracias por elegirme Shoyo...gracias por amarme.- su voz se notaba algo quebrada, algo que enterneció al pelianrnaja por lo que hundió su rostro en el cuello de este.

-Más te vale que lo cuides o iré por ti hasta el fin del mundo.- le amenazó Tadashi.

-Te aplastaré y no será solo en el vóley si llegas a hacer lloras a Hinata.- dijo esta vez Kageyama con su aura siniestra.

-Solo diré que si Hinata sufre te las verás con todo nuestro equipo.- finalizó Tsukishima.

-Se ve que serán felices, cuídalo mucho.- dijo Osamu, sabía que esto le afectaría más a su hermano que a él.

-Espero seas muy feliz Shoyo y que sigamos siendo buenos amigos. Tu cuídalo bien o no dudaré un solo segundo en quitártelo.- le advirtió provocando que por alguna razón el rubio abrazara protectoramente a Shoyo.

-Gracias chicos...-

Luego de aquello todos se fueron a sus respectivos hogares menos un par que se encontraban sentados observando como la brisa soplaba las hojas, había un ambiente tan tranquilo que los alegraba.

-Oye Shoyo.- llamó el cabeza de pudin la atención del pequeño, este solo volteo a verlo para que continuara.
-Quiero hacer esto correctamente.- Hinata sin entender ladeo la cabeza para luego ver como Kenma se levantó tomando sus manos para que imitara su acción.
-Desde que te conocí no he parado de pensar en ti, en tu hermosa sonrisa, en tus brillantes ojos, en tu belleza tanto por dentro como por fuera. A lo que voy es...Hinata Shoyo ¿te gustaría ser mi novio?, prometo protegerte y estar contigo en las buenas y en las malas, amarte y respetarte.- sonrió coqueto.

-Parece una propuesta de matrimonio más que una de noviazgo.- contestó divertido y avergonzado a la vez.

-Tal vez más adelante quién sabe.- rió.

-Acepto, acepto ser tu novio Kouzume Kenma y amarte tanto como lo hago el resto de mis días.- le sonrió para luego besarlo, un beso lento y pausado pero que demostraba todos sus sentimientos.

No sabía si aquella promesa se haría realidad, en el fondo esperaba que si, quería amar a Kenma por el resto de su vida ya que no había mejor chico para él. Nadie era como su Kenma, nadie lo amaba tanto como él lo hacía y nadie amaba tanto al rubio como él lo amaba. Iban a ser felices, estaba seguro de eso.

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SOLO FALTAN DOS CAPÍTULOS Y ESTO ACABA.
En verdad no puedo creer que esto esté terminando, aún así todavía no me pondré sentimental, eso quedará para el último capítulo.

Sin más espero hayan disfrutado de este capítulo, nos leemos pronto bye ♡

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