Todo el equipo de Karasuno rodeó al pelineranja al ver como Oikawa se estaba acercando a él, no dejarían que lo dañaran más.

—Yo...- —fue interrumpido por Daichi.

—Oikawa-san, con todo el respeto que aún me queda, le pido que se vaya y deje a Hinata en paz. —su tono de voz era severo y en sus ojos se podía reflejar que estaba hablando en serio.

—Yo solo quería disculparme con él, por favor déjame pasar.

—Oh ¿entonces tienes corazón ahora?, que gran sorpresa. —dijo con sarcasmo Tanaka.

—En serio quiero disculparme ¡¿si?! Sé que fui un idiota... —miró hacía Shoyo quien solo veía la escena—. Por favor chibi-chan...escúchame.

El susodicho se sorprendió por el apodo, debía admitir que le causó un poco de risa. A paso lento se acercó hacía Tooru, todos estaban atentos a la situación por si algo como lo de antes sucedía.
Cuando Shoyo estaba frente a Oikawa, este se arrodilló con su cabeza pegada al suelo.

—Lo siento mucho, no supe medir mis palabras y te lastimé. Si no puedes perdonarme lo entiendo pero...en serio lo siento. —su voz flaqueo a último momento, la escena de Shoyo destrozado seguía muy presente en su cabeza.

Hinata tocó su hombro, el castaño subió la mira encontrándose con una cálida sonrisa.

—No te preocupes, estoy bien.

—Perdón pero ¿qué ha dicho? —estaba confundido, no sabía si estaba insultandolo o perdonandolo.

—Dijo que no te preocupes, que está bien. —tradujo Ennoshita.

—¿En serio piensas perdonar tan fácil a este idiota?. —Iwaizumi entró en escena con una expresión sorprendida, no podía creer que lo perdonara así de fácil.

—Si, como alguien me dijo, no será el primer idiota que encuentre en mi vida. —su mirada se dirigió hacía Kageyama que le dedicó una pequeña sonrisa.

Iwaizumi con la mirada le pidió a Ennoshita que le diga lo que el menor había dicho.

—Dijo que Oikawa es solo un idiota más que se cruzara en su vida básicamente.

La estrella del Aoba Josai solo atinó a carcajear mientras que la persona insultada solo refunfuñaba en murmullos mientras se sonrojaba de la vergüenza.

—Tienes razón Hinata, eres bueno en el vóley así que cierrales la boca a todos con ello. —Iwa-chan le guiño un ojos mientras le acariciaba la cabeza en modo de apoyo.

—Bien, es mejor que volvamos, dejaremos el partido para otra ocasión. —Ukai llamó a todos sus alumnos para que recogieran sus cosas y así volver a la preparatoria Karasuno.

—Siento mucho todo lo que pasó, este chico puede ser muy idiota a veces. —golpeó con su codo las costillas de su alumno.

—No sé preocupe ya todo esta arreglado. —ambos entrenadores estrecharon sus manos en forma de despedida.

Todo el equipo Karasuno se despidió del Aoba Josai, aún con un aura algo amenazante dirigida a una persona en específico que solo desviaba la mirada un tanto incómodo.
Ya en el autobús todo fue silencio, el único que dormía era Shoyo debido al cansancio emocional que acababa de pasar.

—Ya todos puedes ir a sus casas, este día fue muy agotador para todos. Nos vemos el lunes a la misma hora que siempre.

Todos se retiraron a sus respectivos hogares, los cuatro jóvenes de primero tenían planeado irse juntos pero el padre de Hinata apareció en su auto dispuesto a llevárselo.

—Sho entra al auto. —su tono era algo duro.

—¿Qué sucede papá? —Hinata no entendía la actitud del mayor.

—Tu profesor me informó lo que pasó, vámonos a casa. Ahora.

—Papá estoy bien, no fue nad-

—Nos vamos Shoyo.

—Lo siento chicos, nos vemos luego. —con un rostro apenado se despidió de los tres con un abrazo, el de Kageyama más apretado que los otros.

El ambiente en ese auto era tenso, se podía notar el rostro molesto del mayor. Al estar esperando en un semáforo Shoyo se dispuso a preguntarle a Hajime qué era lo que sucedía.

—Papá ¿qué pasa?, ¿por qué estás tan molesto?

—¿No pensabas decirmelo verdad? Tu profesor me dijo todo lo que pudo ver pero yo sé que hay algo más.

—No hay nada más, solo me molesto un poco, nada grave... —prefería no decir todo lo que habló con Ennoshita y Tobio.

—Estas mintiendo lo sé, cuando lleguemos a casa me dirás TODO. —y así se encaminaron a su hogar.

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—Bien, aquí estamos. —estaban en la sala, ambos con un café en sus manos.

Soltó un suspiro pesado.

—Luego de todo lo que Oikawa-san me dijo salí corriendo de ahí, no recuerdo exactamente donde estaba solo quería alejarme. Sin embargo Ennoshita-senpai y Kageyama me persiguieron, hablamos un poco y...

—¿Qué cosas hablaron exactamente?

—Papá no es necesario que sep-

—Shoyo dime. —lo miró fijo.

—Solo le dije todo lo que sentía, que solo deseaba desaparecer...no haber nacido. —los ojos del mayor se abrieron de sobremanera. Su hijo nunca le había confesado eso.

—Shoyo ¿desde cuándo tienes esos pensamientos?

—Desde...siempre tal vez, al menos desde que tengo memoria. No me mal entiendas papá, las sesiones funcionan y estoy mucho mejor pero...esa voz en mi cabeza todavía aparece en mis momentos más vulnerables.

—¿Por qué nunca me lo dijiste?, podríamos haber encontrado otra solución, ir a más psicólogos o un-

—¿Psiquiatra?, ¿para qué? no quiero tomar pastillas papá. Tengo suficiente con las visitas al psicólogo tres veces a la semana.
¿Sabes algo?, desde que entré a Karasuno no he tenido que ir, mis amigos son como un calmante para mi. Papá estoy bien, gracias a ellos lo estoy, y gracias a ti. —una sonrisa se formó en sus labios.

—Está bien...pero si ocurre algo así otra vez debes decirme ¿está claro?

—Claro papá. —el mayor se levantó de su asiento para abrazar a su hijo.

—Vamos a preparar la cena. —padre e hijo pasaron un fin de semana tranquilo y repleto de amor familiar.

El día lunes llegó, el entrenamiento matutino iba perfectamente bien, en ese momento un sentimiento de déjá vu invadió a todos.

—Nekomata-san ha aceptado tener un partido contra nosotros, al parecer tiene curiosidad por el nieto de su mayor rival. —dirigió su mirada a Ukai.

—¿Por qué presiento que esto será un dolor de cabeza? —soltó un suspiro.
Todos rieron ante el comentario.

—¿Jugaremos contra el Nekoma? —los rostros de los de tercero y segundo mostraban emoción.

—¿Son tan importantes? —preguntó Shoyo a Ennoshita.

—¡Claro que sí!, son nuestros mayores rivales, nuestros partidos son llamados "batalla en el basurero". Sin embargo hace años no nos enfrentamos en el torneo Nacional.

—¡Entonces debemos hacerlo esta vez, todos a entrenar! —ordenó el capitán.

Todos volvieron a sus ejercicios mientras que el entrenador y profesor hablaban sobre el próximo encuentro.

—¿Qué día será? —preguntó Ukai.

—El miércoles por la tarde, ya todo esta listo.

—Es poco tiempo pero estaremos bien, solo espero que no se repita lo de la última vez. —ambos adultos dirigieron su mirada hacía un pelinaranjo.

Ese día terminó con más ánimos de lo normal, estaban más que emocionados por enfrentarse a otro equipo tan fuerte como lo era el Nekoma.

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Otro capítulo! No quería que Oikawa sea idiota por tanto tiempo, tiene un poco de sentido de delicadeza jajajajaja.
Igualmente van a aparecer más idiotas no se preocupen.

Espero lo hayan disfrutado mucho!! Nos leemos pronto, bye bye~