—¿Emocionado por tu primer día en la preparatoria? —pregunta el señor Hinata a su hijo de ya 15 años mientras arregla el uniforme de la pequeña Natsu.

—Claro que no papá, todo es nuevo. Otra vez, pero ya qué...ni siquiera tengo a mis amigos conmigo. —Hinata estaba preparando sus cosas para ya salir camino a clases, ya que está vez iba a en bicicleta, no quería ser una carga más para su padre.

—Vamos Sho no seas tan pesimista, a pesar de que Izu-chan y Koji-chan no estén contigo seguro harás amigos. Se amable y lo verás. —Hajime claro que estaba preocupado por su hijo, como este había dicho, todo era nuevo y tenía un miedo instalado en su pecho. Esperaba todo saliera bien.

La preparatoria Karasuno fue elegida por el mismísimo Shoyo, ya que su ídolo "El Pequeño Gigante" había asistido a esa escuela. Su más grande sueño era ser como él, a pesar de su estatura eso no impedía que sus remates sean temidos.
En los últimos años su reputación había bajado ya que no ganaban demasiados encuentros pero eso no quitaba la emoción recorrer todo su cuerpo por poder al fin tener un equipo de vóley.

Todo ya estaba listo por lo que salió de su hogar despidiéndose de su hermana y padre, hoy sería un día lleno de sorpresas. Estuvo pedaleando por lo menos una hora hasta llegar a la preparatoria, era buen ejercicio a su parecer.

«Bien, es la hora Shoyo, todo va a estar bien. Solo conocerás personas nuevas, nada malo...»

Decir que estaba nervioso y asustado era poco, los nervios no dejaban que se moviera con normalidad y a vista de los demás parecía un robot que necesitaba aceitarse.

La ceremonia había comenzado, el director dio unas breves palabras dando la bienvenida a los ingresados de primer año y recordándole a los de tercero que debían esforzarse al máximo. El alumno con mayor promedio igualmente dedico unas palabras y todo terminó.

Se encontraba en la entrada del gimnasio del club de vóley, estaba muy nervioso, ¿cómo reaccionarían todos?, ¿podría estar en el club?. Su mayor sueño era jugar en este equipo, todo su esfuerzo fue para este preciso momento. No pensaba recibir un no como respuesta.

«Que lindo lugar...se siente acogedor»

Pensó nuestro pequeño pelinaranjo, en sus días de secundaria no pudo pertenecer a un club ya que en su secundaria no había un equipo masculino, por lo que entrenaba con el equipo femenino o sus mejores amigos lo ayudaban.

—¡Oye tú! eres de primero ¿verdad? —un chico con cara de delincuente se acercaba a pasos agigantados hacía Hinata, le dio algo de miedo.

Shoyo solo asintió, prefería esperar a la presentación para explicar su condición física.
El chico era un poco más alto que Hinata, con la cabeza rapada y actitud segura. Atrás de él le seguían otros dos chicos, uno era alto y de cabello castaño al igual que sus ojos, mientras que el otro tenía el cabello gris claro y en su cara resaltaba un lunar a un lado de su ojo.

—¡No intimide al pobre chico Tanaka! —habló el joven peligris, su aura era refrescante de alguna manera.

—¡No lo estoy intimidando Suga-San!

—Vamos a esperar a que los demás lleguen y así poder empezar con las presentaciones. —habló el castaño.

Luego de esperar 15 minutos ya todos estaban presentes. Por lo que Hinata pudo percatarse eran solo 4 personas, incluyéndolo, que pertenecían a primer año.

—Buenos días a todos, mi nombre es Sawamura Daichi soy el capitán mi posición es opuesto y curso el tercer año. —el muchacho castaño que Shoyo había visto antes se presentó con voz firme pero amable.

—¡Hola! Soy Sugawara Koushi vice-capitan del equipo, juego en la posición de setter y al igual que Daichi curso el tercer año. —el chico de aura refrescante los saludo con una gran sonrisa.

—Soy Tanaka Ryūnosuke voy a segundo año y mi posición es punta receptor. —con una mirada aterradora se presentó el chico de cabello rapado, asustando un poco a Hinata y otro compañero de primer año que se encontraba ahí.

—¡Ey! Mi nombre es Nishinoya Yū pero para ustedes senpai, también voy a segundo año y mi posición es líbero. —un muchacho de casi la misma altura que Hinata se mostró muy orgulloso ante ellos.

—H-Hola soy Asahi Azumane soy de tercer año y mi posición también es punta receptor. —un chico muy alto pero sumamente tímido se mostró ante ellos, era una escena algo confusa y tierna en cierta forma.

—Ennoshita Chikara, segundo año y mi posición es punta receptor. —de actitud seria pero que generaba confianza, un chico muy tranquilo.

Ya todos los alumnos de segundo y tercer año se habían presentado, era el turno de los de primero. Shoyo empezaba a sudar por los nervios, ya tenía preparada su presentación pero la reacción de los demás aún era incierta, mala o buena debía seguir.

—Ahora presentence ustedes. —ordenó el capitán.

—Kageyama Tobio, mi posición es de setter. Mi secundaria era la Kitagawa Daiichi. —un chico alto se cabello azulado al igual que sus ojos, una mirada fría y estoica era portada en su rostro.

—¡Oh si! Te vimos en el torneo de secundaria, eres muy bueno pero no pienso perder contra ti. —Suga enfrentó a su kohai con suma confianza, mientras que en los labios de Kageyama se formaba una sonrisa aceptando el reto de su sempai.

—Siguiente.

—Ya-Yamaguchi Tadashi, mi posición es bloqueador central. —un chico de cabello castaño algo despeinado y pecas que adornaban sus mejillas, su voz era tímida y dulce. Tal vez podría entenderse con él.

—Tsukishima Kei, bloqueador central. —cabello rubio y ojos color ámbar, extremadamente alto y con actitud altanera.

Era su momento, era ahora o nunca. Antes de decir alguna palabra les indico con una mano que esperaran, todos se miraban confundidos, en eso Hinata iba hasta su mochila para buscar su cuaderno. Se plantó frente a todos una una mirada nerviosa, sus manos le temblaban demasiado.

—¡Hola! Mi nombre es Hinata Shoyo, utilizo este cuaderno para comunicarme ya que...soy mudo —un silencio sepulcral reino en el lugar. Nadie podía reaccionar ante tal noticia, Shoyo dio la vuelta a la página—. Puedo escuchar perfectamente, generalmente me comunico con lenguaje de señas pero puedo responderles mediante este cuaderno o con gestos sencillos de entender. ¡Espero nos podamos llevar bien! —con una tierna sonrisa Hinata cerró su cuaderno para por fin observar atentamente la reacción de los demás.

No sé esperaba lo que llegaría a continuación.

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¡Por fin todo se descubrió! Seguro ya muchos se dieron cuenta pero quería conservar un poco el suspenso.

Espero les haya gustado, nos leemos luego. Bye bye~