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1 mes después
Ya era el día del evento importante, estaba la pareja de norteamericanos desayunando, cuando alguien toco a la puerta, que raro no esperaban visitas, el que fue abrir fue el estadounidense, el mexicano terminaría su desayuno, una vez que abrió la puerta estaba realmente sorprendido, era ONU, FBI acompañado de OMS se veían bastantes serios.
— What's going on?... — se podía escuchar cierta preocupación en su tono de voz —.
— Can we come in? — hablo ONU tratando de disimular su tono de preocupación, el como se lo tomaría sobre lo de su padre —.
El de 50 estrellas dejo pasar a los tres, el mexicano había escuchado, trataba de pensar que a lo mejor tiene que ver con el evento de mas tarde o algo mas, siguió desayunando con un poco de calma, una vez que estos tres pasaron, estaban en la sala de estar, el angloparlante solo esperaba con un poco de miedo lo que dirían.
— Esto que te voy a preguntar es delicado... — siguió hablando la organización — Alguna vez, una ocasión ya se de cuando eras una colonia o ya grande, ¿Inglaterra abuso sexualmente de ti o tus hermano? o ¿llegaste a ver algunos comportamientos que no eran los apropiados con alguien?...
El mexicano que estaba escuchando todo desde la cocina, empezó a sentir como su corazón empezaba a latir un poco mas rápido, sentía frío en sus manos y pies de repente, como si se le estuviera bajando la presión como el dice, siguió tratando de comer tranquilamente pero sus nervios se hacían presente pensó que no volvería a recordar eso, que eso quedaría en lo mas profundo de su subconsciente pero ahora los recuerdos de cada violación, cada golpe, todo lo asqueroso que le hacia, salían a relucir, en cambio Estados Unidos estaba en shock, ¿por que le preguntaba eso?, a el nunca le hizo algo mas aparte de algún golpe o insulto, se sentó en el sofá todavía asimilando lo que acababa de preguntar.
— suspiro — ¿Sabes algo de tu hermano? Canada, esta desaparecido...
— W-What? — ahora si estaba completamente asustado —.
— Francia fue la primera en confesar que abusaban de el cuando eran colonias, lo hacían las veces que tu no estabas cerca, ella abusaba de el y luego Inglaterra hacia lo mismo, ahora estamos investigando todo esto por que Argentina lo esta acusando de una violación...
Se escuchaba como algo se rompía en la cocina, los presentes solo miraban extrañados, el que fue a ver que pasaba era el de 50 estrellas, camino deprisa hasta la cocina, no entendía nada de lo que pasaba, vio el mexicano en un estado que ya no le solía pasar, estaba recogiendo los fragmentos de la taza pero se le podía ver realmente nervioso y llorando mucho, incluso estaba sudando frío, se acerco rápido a este...
— Honey, honey, it's okey — le quitaba los fragmentos de la taza que tenia el mexicano en sus manos — Deja esto, te puedes cortar...
La mirada del mexicano estaba baja, las lagrimas no se detenían, eran unas lineas algo finas, como si fueran unas pequeñas cascadas, se acerco a este para abrazarlo y tratar de tranquilizarlo. Mas tarde hablaría con el, lo llevo a la habitación a que descansara un poco y bajo nuevamente con los tres. Estos estaban bastantes serio y preocupados por la situación.
— Van a meter a la cárcel a Inglaterra? — hablo en un tono algo quebradizo —.
— No sabemos, — esta vez en hablar fue FBI — nunca antes se había hecho algo como esto pero necesitamos mas pruebas para hacerlo algo al respecto, ¿sabes si Mexico tiene algún tipo de información?...
— No, i don't know...
— Suspiro — Si sabes algo nos llamas.
Seguido de eso caminaron a la entrada y proceder a irse, el angloparlante todavía estaba atónito con todo esto, lo de su hermano, el comportamiento de su pareja, por un momento se sentó en el sofá otra vez, necesitaba ponerse bien, estar bien ya que mañana le daría el anillo de compromiso a Mexico, respiro hondo y lo dejo salir, nuevamente se levanto, subiendo por aquellas escaleras para llegar a la habitación, vio su pareja acostada, se sentó a lado de este, el tricolor se levanto y se sentó encima de este para que lo abrazara, el de ojos complemente negros entendió y lo abrazo con delicadeza.
— No se que te haya pasado o a que le temes, pero ten por seguro que aquí estaré, pase lo que pase — hablo en un tono dulce —.
— Solo... quiero que olvides lo que paso, perdón...
— Mexie... — trago nervioso — Sabes algo de esto?...
El tricolor al escuchar esa pregunta sintió como todo su cuerpo se tenso, trataba de controlarse.
— No, lo siento...
— Esta bien Honey, te creo.
[ . . . ]
El canadiense estaba ansioso de que por fin era el evento, le daría una sorpresa al mexicano, tendría bastante cuidado de que nadie lo viera, se estaba arreglando de forma poco llamativa, mientras tanto la pareja protagonista de esta historia iban llegando al salón de fiestas donde seria el evento, era bastante grande algo que los ponía un poco nerviosos era que estaba apartado de la ciudad, estaban en medio de un bosque, tratando de pensar de nada saldría mal.
Salieron del coche, empezaron a caminar a la entrada al salón pero el angloparlante fue quien detuvo el paso, tomando de la mano de su pareja, México solo miraba, que pasaría esta vez, ¿acaso su gordis se sentía nervioso?, ¿le iba preguntar por algo de la mañana?.
— Mexie... You are my love... — dijo con una sonrisa —.
— Ay gordis jejeje, también eres mi amor — se le podía ver un sonrojo —.
— Pasamos agarrados de las manos honey?...
— Por supuesto mi cielo...
Entraron con la cabeza en alto, esta noche la pasarían bien sin importar lo que pasara, estuvieron platicando con varios, comiendo bocadillos hasta que llego la hora de la cena, la pareja fue a la mesa que les asignaron junto a otros, se decían bromas entre ellos hasta que terminaron de comer, ya solo estaban charlando cuando empezaron a poner música para la pista, eran luces claras de azul y morado, el mexicano miraba atentamente como algunos bailaban con sus parejas, el estadounidense iba llegando con unas copas ya que había ido al pequeño bar que había pero al ver la mirada de su pareja viendo como bailaban los demás, estaba pensando en bailar con el.
— Aquí tienes Honey — le daba aquella copa —.
— Oh, gracias mi amor — tomaba la copa —.
Solo estaban en silencio mirando a los demás, cuando se terminaron aquella copa el de 50 estrellas se levanto, el tricolor volteo a ver, ¿acaso iría por mas?, pero no fue así, el angloparlante estaba extendiendo su mano.
— Vamos a bailar... — tenia una sonrisa en su rostro —.
— ¿Estas seguro?, quiero decir, esta aquellos que no te agradan y no quisiera que te estuvieran chingando con esto...
— fuck off... — dijo entre risas — solo ignoremos la existencia de todos, solo quiero imaginar que estamos solo you and me...
El mexicano sonrió y se levanto de su silla, ambos bailando tan juntos en la pista, de un lado a otro, riendo, los demás solo miraban, uno que otro criticaba pero no importaba, solo estaban en su momento, ignorando lo demás, era como si estuvieran en una burbuja, el de emblema de águila pensaba que si un día se casaban, así quería bailar con su amado, tomados de la manos y tomando la cintura del otro, mirándose a los ojos, se imaginaba incluso los trajes que usuarian, quería que pronto llegara ese momento, estaba seguro de que seria el mas feliz de todo su vida. Por otra parte el angloparlante al estar viendo el rostro de su amado no podía esperar a proponerle matrimonio, quería vivir mas momentos así con el lo que quedara de su existencia.
[ . . . ]
El mexicano estaba caminando por unos pasillos buscando unos baños, quería solo refrescarse un poco, la noche estaba siendo simplemente genial, estaba un poco apartado de los demás los cuales algunos ya estaban dormidos con unas copas encima otros seguían bailando, muchos se estaban divirtiendo, mientras caminaba escucho como alguien le hablaba. Detuvo el paso y miro lo que parecía ser un salón aparte, había bastantes cosas, botellas de las que habían enseñado antes en la mesa, eran costosas, habían sillas, mesas, manteles, se adentro un poco para tratar de saber quien fue, no habían dicho su nombre tal cual, sin embargo cuando quiso seguir con su camino, sintió como era derribado y sentía un peso encima alguien lo estaba sometiendo, quería zafarse de aquel agarre.
— Bonjour le Mexique — se podía escucha contento —.
— ¡SUELTAME! ¡BASTARDO SUELTAME! — se le podía escuchar la rabia y desesperación en la voz—.
— Oh mexique, solo vengo a darte una despedida, espero que esta vez seas obediente... — hablo en un tono dulce —.
Empezó a bajarle el pantalón de vestir al mexicano, este pudo darse un poco la vuelta y darle un puñetazo, ni el sabia como logro moverse un poco estando en esa posición, dejo un poco aturdido al de hoja de Maple pero reacciono rápido y tomo nuevamente al mexicano tomándolo del cuello y aventándolo cerca de una mesas, este otra vez sentía dolor por la caída pero vio el como unas botellas había caído, ahora otra vez el canadiense estaba encima de el, besándole el cuello.
El mexicano alcanzo una botella bastante pesada, no entendía como estaba sacando fuerzas para levantarla y sin dudarlo golpeo la cabeza del canadiense, esta solo apenas se agrieto pero el canadiense cayo al suelo, su gorro de cola de mapache empezaba teñirse de color rojo, un charco de sangre empezó a formarse, el de emblema de águila al ver lo que había hecho llevo sus manos a la boca, tratando de contener un posible grito, sus lagrimas seguían cayendo y sus pupilas eran pequeñas en señal del miedo que sentía, había asesinado a Canadá. Trato de pensar en algo pero la presión no lo permitía, solo arrastro el cuerpo sin vida a un tipo closet que había en el lugar, procurando no dejar sus huellas y no salpicarse de sangre, una vez el cuerpo ahí cerro la puerta y salió rápido de aquel salón apartado, sus colores eran opacos por lo mismo de la situación, caminando a paso deprisa por los pasillos para salir a tomar aire, estaba afuera y empezó a gritar en forma de dolor, que había hecho, ahora que iba hacer, sentía peso en su consciencia.
— Mexie... — era Estados Unidos preocupado —What's up?...
El mexicano no volteaba a darle la cara, solo trataba de controlar sus nervios y pensar en alguna explicación de porque grito, el de 50 estrellas se acercaba a este y lo abrazo por la espalda, quería saber exactamente lo que sentía el mexicano para tener una idea de como ayudarlo, el ambiente de cierta forma era pesado y tranquilo, algo raro.
— Honey... — se estaba dando valor para darle el anillo, seria bueno en este momento para romper el ambiente de silencio y algo tenso — Hay algo que quiero preguntarte...
— ¿Si?... — volteo un poco la mirada —.
El de ojos completamente oscuros se arrodillaba enfrente de su pareja sacando algo de su saco, el mexicano ya se había dado una idea de lo que iba suceder, el momento que estaba esperando, el momento que pensó que iba a brincar de felicidad, solo sentía como su corazón se partía cada vez mas y unas ganas de llorar inmensas.
— ¿Pasarías el resto de tus días conmigo? — abría esa pequeña cajita —.
—...
— Mex? — se estaba poniendo nervioso —.
— USA... yo... yo... — ya no soportaba mas y dejo salir las lagrimas — Claro que acepto pasar el resto de mis días contigo... — tenia una sonrisa en su rostro —.
El angloparlante en sus ojos unas pequeñas lagrimas de felicidad salieron, tomo con delicadeza la mano de su prometido para poner aquel anillo y se puso de pie, se estaban abrazando fuertemente, mientras el de 50 estrellas tenia una expresión de felicidad el tricolor se le podía ver una mueca de dolor. Después de un rato de estar abrazados, el tricolor pidió ya irse a la casa, el angloparlante fue adentro a despedirse y decirle a ONU que ya se retiraban, una vez en el coche el mexicano se quitaba el saco el cual tenia un poco de sangre y se había descosido un poco del hombro pero lo bueno es que nadie se había dado cuenta, solo doblo el saco y cerro sus ojos mientras su pareja conduciría.
[ . . . ]
Continuara.
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