- 7 -

Ya era de mañana, el primero en despertar fue el de 50 estrellas pero solo estaba sentado en la cama pensando en que buscar una solución, también estuvo reflexionando en que estaba abusando de cierta forma de su pareja, el que hacia mas por la relación siempre era el mexicano, este nunca le exigía algo, no le pedía un atractivo envidiable, no le señalaba los kilos demás que había ganado desde los años 2000, lo único que pedía era su amor incondicional.

El mexicano empezó a moverse en señal de que iba despertando, cuando abrió sus ojos al ver su pareja ya despierta, no supo que decirle, se sentía incomodo por lo que paso el día anterior sin contar ahora que tenia que explicarle los rasguños en sus brazos. Solo se limitó a sentarse en silencio, ¿acaso se acabo?.

— Te puedo abrazar? — hablo el de franjas —.

— ¿Qué? — miro extrañado —.

— Te puedo abrazar?, well, te quieres acostar encima de mi pecho, como solías hacer...

El mexicano sin decir más aceptó, se acomodo encima del pecho de este, abrazándolo, estaban los dos en silencio, esta vez en romper el hielo seria Estados Unidos.

— Te prometo que voy a cambiar, que voy a poner más de mi parte... — hablo en un tono tranquilo —.

— USA — el tono era algo nervioso — ¿En serio me amas? o solo estas acostumbrado a mi compañía

— Te amo... — no lo pensó dos veces — Te amo mas de lo que puedas imaginar, Mex si no te amara ¿crees que tomaría la decisión de cambiar?, i know, lo tengo que hacer más por mi but en esta relación el que ha hecho más eres you...

El mexicano estaba callado incluso dejaba salir unas cuantas lagrimas, era estúpido a cada rato estar llorando como Magdalena, pero que puedes hacer cuando todo ese dolor que llevas años cargando puede salir, siempre dolerá mas aquellas lágrimas que no salen y estar en silencio. Sin embargo a pesar de esas lágrimas acompañadas de ciertos sentimientos, sentía esperanza en que todo por fin iba mejorar, que todo ahora si sería bueno, su amor de los dos era bastante grande.

— Te amo gordis, te amo mucho, siempre fuiste eso hermoso en el infierno que viví — querrá decir "vivo" —.

—Taquito, yo te amo demasiado, para hacer cualquier cosa, incluso si tengo que alejarme por tu bien, lo haría — sus palabras mas adelante no sería en vano —.

Paso el rato, el de 50 estrellas hizo el desayuno, ambos tuvieron un agradable momento, comiendo y platicando de cosas, sentirse tan tranquilos, no llevaban prisa por ir algún lado, una vez que terminaron el tricolor levantó los platos hoy le tocaba  lavarlos pero el más alto se quedo con el para seguir platicando, hablar sus planes para estos días.

[ . . . ]

El mexicano salía de ducharse, cuando estaba sacando la ropa que se pondría el estadounidense lo detuvo, el mas bajo miro extrañado por tal acción, si era la ropa que usaba últimamente, ¿Por qué de un momento a otro se la quito?.

— Usa tu ropa de antes, ya no quiero que sigas haciendo algo que desde un principio no querías, esta bien? — le regalaba una sonrisa —.

El mas alto sintió como su pareja lo abrazaba con fuerza y escucho un "Gracias gordis", la sonrisa del mexicano empezaba aparecer después de tanto tiempo, emocionado busco entre su ropa una sudadera de color gris que le gustaba, unos pantalones de mezclilla color azul marino y unos converse negros, mientras tanto el angloparlante se ponía una camiseta y unos pantalones de mezclilla negro, converse rojos y su chaqueta con estampado militar.

Una vez que terminaron de arreglarse, salieron de la casa, no importaba el lugar a donde llegaran, solo el tiempo para estar juntos, el de gafas oscuras tomo de la mano de su pareja, trataría de ya no pensar el que dirán, las criticas, tenia que hacerlo por su pareja, el tricolor solo sonrió mas y en sus ojos había cierto brillo, estuvieron caminando por aquella ciudad hasta llegar un pequeño parque, no había tanta gente quien sabe del porque. Eventualmente empezó anochecer, estaban sentado en una banca abrazados, pero el mexicano no pudo evitar notar cierta mirada de USA ya que este se había quitado las gafas oscuras...

— ¿Qué sucede?...

— Sabes que odio, que tuvimos que tener eso de los humanos — tenia una mirada como de enojo y seria —.

— ¿Qué cosa?...

—Lo complicado, lo complicado de amar, lo complicado de las emociones, lo complicado de nuestras actitudes y el porque, ¿pero que podemos hacer?, es algo parte de nosotros y el mismo nombre esta ahí "CountryHumans"...

El mexicano puso su mano en la frente de este preocupado, el de 50 estrellas no entendía lo que hacia...

— What are you doing?

— Viendo que no tengas temperatura...

— Mex!

— 'Ta bueno no, es solo que te pusiste raro, hablar de esas cosas, como si estuviéramos en alguna clase de filosofía...

El angloparlante solo suspiro, aveces pensar demasiado le hacia mal, era como pensar en todo y nada, el como son vistos como una curiosidad, aunque no podían casarse, quería hacerlo con el mexicano, tal vez le prepararía algo en un futuro. Aquella ciudad vacía, era de noche, lo único que iluminaba eran las luces de la ciudad, caminando hasta toparse con un lugar que parecía ser un tipo de almacén por parte del estadounidense, detuvo el paso, recordando cosas del pasado, las veces que solían hacer cosas algo arriesgadas, sentir la adrenalina juntos.

— Taquito, do you want to do something like the old days? — dijo con una sonrisa —.

— ¿Cual de todo?... — miro curioso —.

Tomo a su pareja, al tener llaves del lugar no fue problema, una vez adentro el mexicano entendió a cual de todo, recordó la época de los 70 cuando los dos se escapaban y hacían una que otra locura juntos.

— Gordis, ¿crees que se buena idea hacerlo?... — miraba lo que era un auto deportivo —.

— Yes... —dijo con una sonrisa — Es perfecto, solo quitamos el capote y nos vamos por la ciudad...

El mexicano seguía sin estar convencido del todo pero que mas da, después de todo su mundo no era tan lógico, para empezar son países humanizados, así que acepto, una vez afuera de aquel almacén, ya iba empezar para lo que ellos es diversión.

El angloparlante aceleraba el mexicano se sostenía divertido, sintiendo la adrenalina, un poco de la brisa fría, si en algo era bueno el de 50 estrellas era conduciendo a gran velocidad y de manera perfecta, solo viendo las luces fugaces de la ciudad, se sentían tan vivos en ese momento, olvidando todo lo malo por un momento y recordando bellas épocas para ellos, esas veces que se escapaban, recuerdos fugaces de cuando eran colonias y bailaban juntos, se dieron su primer beso, otro después de la guerra y volverse a reencontrar se abrazaron como nunca antes,  una cita que se vio interrumpida por la lluvia pero no les importo y empezaron a jugar debajo de esta, que en algunas juntas de la ONU ambos se escapaban para ir a otra sala y darse cariñitos.

— Do you want me to go a little faster? — se le podía escuchar feliz —.

— ¡Ahuevo que si! — grito emocionado —.

Y empezó acelerar un poco mas  todavía, las curvas que daban, al punto de que hacían fuerza para no irse completamente de un lado de su asiento y así estuvieron hasta llegar un lugar apartado de la ciudad y empezar a bajar de poco a poco la velocidad hasta quedar completamente quietos, tenían un poco acelerada su respiración pero con una sonrisa en los labios.

— Fue genial jajaja — se escuchaba bastante contento el latino —.

— Yes... hahahahahahahahaha — recargo su cabeza en el volante —yes it's been so long since we felt so alive ... — se escuchaba feliz también —.

— Entonces... ¿todo va empezar a mejorar?... — veía con cierto brillo en los ojos —.

El estadounidense amaba ver ese brillo en los ojos de su pareja, haría cualquier cosa por ver esos hermoso ojos brillando y una sonrisa en sus labios.

— Claro Mexie... 

— Orale, un nuevo apodo jajaja, mi cielo — le sonreía coqueto —.

— obvious — regresaba aquella sonrisa coqueta con una mirada así — Well... let's go home — otra vez encendió el coche, esta vez irían despacio —.

[ . . . ]

Meses mas tarde

Su relación estaba mejorando, otra vez dejaron a todos boquiabiertos cuando después de aquella noche, en el trabajo entraron juntos, agarrados de la mano, el mexicano volvía ser como era antes, el de gafas oscuras daba mimos a su amado enfrente de todos, ya no iba a ocultarlo mas, si costo trabajo empezar a enfrentarse a las criticas pero mientras se tuvieran al otro, no importaba. Inglaterra daba malas miradas con esperanzas de que este se alejara de Mexico, pero fueron ignoradas, eso hizo enfurecer mas al británico, ahora ambos en todo momento se encontraban juntos, por otro lado el canadiense sentía un poco de tristeza, la persona que le gustaba se le iba, era un poco retorcido lo que sentía pero siempre quiso estar a lado del mexicano.

Regresando a la actualidad, se encontraban en uno de esos autobuses de excursión, se había organizado un día de campo, como es de esperarse los dos norteamericanos iba juntos, el tricolor iba descansando en el hombro de su pareja y el mas alto se encontraba bastante dormido, ya que tuvieron que madrugar, la escena era tierna como estos dos estaban juntos. Pasaron unas cuantas horas cuando por fin llegaron al destino deseado, el sentir como frenaba el autobús causo que estos dos se despertaran, se estiraron un poco para despertar por completo, estaban emocionados por el día.

Los demás estaban haciendo actividades, sentados platicando o haciendo otra cosa, el mexicano tomo la mano de su gringo y empezaron a correr por el campo, se alejarían un poco para tener un momento mas intimo y especial, el mexicano recordaba un lugar por ahí y esperaba que todavía estuviera ahí, asimismo después de un rato llegaron, era un pequeño río escondido entre los arboles y colinas.

Era simplemente hermoso, tan transparente el agua, se podía ver unas cuantas piedras bonitas y el clima era perfecto para meterse

— ¿Si trajiste tu muda de ropa chikibaby? — pregunto emocionado —.

— of course my love — dijo en un tono feliz —.

Se quitaron los zapatos y calcetas, USA dejo sus gafas oscuras a un lado, Mexico se quitaba el paliacate que solía usar para esconder sus cicatrices del cuello, dejando todo cerca, se metieron aquel río pequeño, el agua estaba tibia, empezaron a jugar con el agua como lo hacia de pequeños, las risas invadía el pequeño lugar, en determinado momento el de emblema de águila estaba ganando en terminar de mojar a su pareja pero el de 50 estrellas no lo permitiría, tomándolo con delicadeza y sentándose, llevandose a este y ambos quedaran completamente empapados, solo hubo mas risas...

— Baboso jajajajajajaja — se quitaba el exceso de agua del rostro —.

— Yeah, but i'm you Baboso hahahaha — se le podía ver una sonrisa radiante —.

Quedaron en esa posición un rato, querían que ese momento durara mas, ahora estaban sentados en la orilla con sus pies en aquel río, hablando de lo que sea, riéndose de cosas que pasaron en las juntas, hablando de ir a viajar algún lado nuevo, era simplemente hermoso el como su relación estaba mejorando, hasta después de un rato decidieron regresar con los demás, tomaron sus cosas y fueron a donde estaba el autobús, el que subió por las mochilas deportivas donde estaba su ropa seca fue el de 50 estrellas, una vez con estas fueron a los baños que había cerca de ahí, sacaron unas toallas para terminar de secarse y después su ropa seca, una vez listos regresaron con lo demás, ya empezarían almorzar, estaban sentados por grupitos menos la pareja, estaban aparte, disfrutando de la comida, en ocasiones el mexicano le daba de comer a su gordis, le gustaba prepararle cosas ricas y darle de comer, al angloparlante le encantaba la comida que preparaba México, era realmente deliciosa.

Llego la hora de irse, todos subían a los autobuses, la pareja otra vez se sentaron juntos, para ellos fue un excelente día, todo se volvía de color rosa pastel o eso creían.

Continuara.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top

Tags: #usamex