9-Flores
Si te acercas así sabes lo que siento
Nunca diré que sí en el primer intento.
Natasha soltó un suspiro al ver aquel obsequió sobre su cama. Ella no era tonta, llevaba recibiendo el mismo regalo durante dos semanas y ya sabía la persona que se lo regalaba, Steve Rogers sin duda era insistente y de eso no había duda. La rusa suponía que Stark era el que le aconsejaba el no rendirse y no sabía si agradecerle o golpearlo.
Voy a quedarme callada, voy a bajarte la mirada
Nunca está bien empezar la historia al final del cuento.
Sin duda aquellas dos semanas habían resultado demasiado incómodas debido a que no sabía como reaccionar ante Steve. Este siempre buscaba mirarla a sus ojos ella se concentraba en otro punto como el suelo o la pared. Ella no era idiota y sabia que eso hacia sentir mal a Rogers pero simplemente no podía mirarlo fijamente.
No voy a darte un beso que te ilusione
Aunque sinceramente tengo razones (oh).
Natasha tomo aquel obsequio y lo colocó en su escritorio -cortesía de Stark-.
La hermosa mujer no podía evitar darle vuelta a esas dos semanas y es que simplemente era complicado. El tercer día en que los obsequios habían comenzado a llegar Steve Rogers se acercó demasiado a ella y estaba segura de que lo hacía con intensiones de besarla, aunque ella se separó de él de manera rápida y ese contacto jamás se dio para desgracia del capitán América.
Voy a quedarme callada, voy a bajarte la mirada
Aunque yo sé que de nuestros ojos salen canciones.
Romanoff sabía que debía aclarar aquello pero lo cierto es que no sabía como. El día anterior intento acercarse a Steve para que pudiesen hablar mientras este entrenaba, aunque no salió como esperaba y por primera vez en mucho tiempo... Se puso nerviosa. Así que se dio la media vuelta y se retiró del lugar sin ver la mueca que se hacía en el rostro del ex soldado.
Ya no me mandes más flores
Sin importar los colores.
Si tú me sigues hablando
Vas a hacer que me enamore.
Natasha miro aquel ramo que ahora estaba sobre su escritorio, estaba segura de que sus ojos brillaban pero no podía evitarlo.
Nadie se había tomado aquella molestia de hacerle un regalo y de repente llegaba Rogers a cambiar aquello.
Natasha se recostó sobre su cama y tomo la almohada más cercana que tenía y se cubrió la cara con ella.
—Maldito seas, Rogers — Murmuró ella contra su almohada con pesar. Ella se había propuesto no volver a sentir nada por nadie y Steve parecía no comprender aquello.
Ya no me mandes más flores
Que no te he pedido nada
Yo no te estaba buscando
Y hoy me pierdo en tu mirada.
Sin poder contenerse grito aprovechando que su almohada acallaba ese sonido.
Maldecía a Rogers y sus hermosos ojos por hacerla sentirse confundida, también maldecía que fuese tan detallista e insistente aunque de cierta madera algo dentro de ella también se sentía agradecida con aquello.
Y aunque yo esté enamorada
Sin importar los colores
Ya no me mandes más flores
Ya no me mandes más flores.
Por primera vez dejo el razonamiento de lado y escuchó a su frío corazón. Aunque al comprender por fin sus sentimientos su almohada salio volando por alguna parte de su habitación.
Por fin podía ver con claridad el hecho de que se había enamorado de Steve Rogers.
—Malditas flores — Dijo ella mientras miraba con cierto coraje aquel regalo desde su posición aunque casi al instante se arrepintió de haber mandado aquella mirada al hermoso obsequio.
Sé que es mentir decirte que no me gustas
Si quieres la verdad, el amor me asusta, ah
Y aunque me quede callada, y aunque te baje la mirada
Sé que por dentro soy tan feliz cuando tú me buscas.
En esos momentos la rusa ya no sabía que hacer. Una parte de ella quería ir corriendo a la habitación de Rogers para besarlo y confesar sus emociones aunque su parte cobarde se negaba a hacer aquello, porque lo cierto es que el amor le asustaba... O mejor dicho, le aterraba.
Ya había abierto su corazón en ocasiones y en todas le habían fallado, no sabía si podría soportar otra decepción más.
—Aunque Steve no es así — Murmuró para si misma. La mujer sonrió al recordar las miradas que le dirigía el rubio cargada se sentimientos. En esos momentos sentía envidia del valor que tenía Rogers al hacer aquello sin importarle si ella lo rechazaba.
Tomó aire y cerro sus ojos mientras comenzaba a pensar en lo que le diría Steve.
—Al carajo todo — Dichas esas palabras la espía se puso de pie y camino hacia la puerta, era hora de sacar todo el valor dentro de ella.
Yo tengo miles de emociones, sin explicaciones
Desde que a mi lado estás
Tú tienes miles de razones, para hacer canciones
Yo sé para dónde vas
(Yo sé que me pasa, me pasa contigo).
El camino hacía la habitación de Steve parecía demasiado largo en aquellos momentos... O probablemente era el hecho de que ella caminase demasiado lento a propósito, si tal vez era aquello.
Aunque aquellos segundos sirvieron para que su mente fuera asimilando todo lo que el blondo le hacía sentir.
Era cierto que siempre fueron un gran equipo y que le resultaba algo tierno el hecho de que aún no se adaptaba bien al tiempo en el que se encontraban, también sirvió para reconocer que amaba cuando él entendía una referencia y sus ojos brillaban.
Sin poder evitarlo, ante el último pensamiento soltó una risa, misma que borro en cuanto se encontró frente a la puerta que daba a la habitación de Rogers.
Se dio una bofetada mental para salir del pequeño transe que tenía y antes de que pudiese arrepentirse, golpeó la puerta de manera algo brusca.
—Idiota — Se regaño a si misma. Se puso rígida al escuchar como la puerta se abría y quiso correr, pero al ver el fuerte cuerpo de Steve frente a ella supo que era tarde.
Yo tengo miles de emociones, sin explicaciones
Desde que a mi lado estás (Sé que te trajo el destino)
Tú tienes miles de razones, para hacer canciones, no.
—Natasha — Ella se sintió intimidada por la mirada que él le dirigía pero afortunadamente para ella lo supo disimular — ¿Qué sucede?
—Vengó a decirte que ya no es necesario que me mandes más flores — El rostro de Steve se desfiguró al escuchar aquello y Natasha quiso reír.
—Entiendo — Rogers bajo su mirada apenado —Lamento si te molestaron. —Romanoff no soportó más aquello y haciendo uso de todo su valor se acercó rápidamente a él y lo beso.
Ya no me mandes más flores
Sin importar los colores
Si tú me sigues hablando
Vas a hacer que me enamore.
—Me refiero a que ya no es necesario porque ya tienes lo que querías — Dijo ella una vez que se separaron, la ojiverde pudo ver como los ojos de Steve brillaron y supo que el quería escuchar aquello de su propia boca. — Ya me enamoraste, Steve — Ahora fue el turno del blondo para abalanzarse a ella besándola, acción que ella respondió con felicidad.
Se habían acabado las flores para cortejarla, ahora Steve se encargaría de llevarla de flores y todo su cariño porque lo cierto era que no podía estar más feliz de que el consejo de Stark le ayudara para conquistar a la mujer de su vida. Sin duda Steve le daría las gracias después, pero por ahora se dedicaría a disfrutar de aquel beso.
Ya no me mandes más flores
Sin importar los colores
Si tú me sigues hablando
Vas a hacer que me enamore
Ya no me mandes más flores
Que no te he pedido nada
Yo no te estaba buscando
Y hoy me pierdo en tu mirada
Y aunque ya esté enamorada
Sin importar los colores
Ya no me mandes más flores
Ya no me mandes más flores
Ya no me mandes más flores
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Hice esto para que vean que no soy tan cruel y puedo hacer finales felices y sin tantas complicaciones.
(MelanyGonzalez323 te estoy diciendo esto a ti xd)
Bueno el shot va dedicado a la ya mencionada.
Si tienen algún pedido o sugerencia no duden en comentarla, aprovechen que solo pienso hacer como máximo 20 shot's para después terminar este libró.
Bueno eso es todo, las amo y gracias por leer.
P.D: Veo que ya notaron que hago muchas historias basadas en las canciones de Tini así que no se extrañen si la próxima parte es con otra de sus canciones.
~Lore~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top