Natasha despertó de su sueño, claro, si es que a eso se le llamaba sueño.

—Otro maldito día sin dormir — Murmuró con una mezcla de enojo y desesperación.
Habían pasado al rededor de 2 semanas desde que esas pesadillas comenzaron. No quería ser más cruel de lo normal, pero de cierta manera culpaba a Wanda, desde que le mostró su pasado las pesadillas aparecieron, cada una peor que la otra.

—No se por que aún no me pegó un tiro y acabó con todo esto — Murmuró la pelirroja, pero tras decir aquello no pudo evitar pensar en sus compañeros de equipo y en cuanto los extrañaría, un rubio se hizo espacio entre sus pensamientos y eso fue lo que necesitó para sonreír.
La rusa salió de su cama para después salir de su habitación, se encaminó hasta la del líder del equipo, sin pensarlo mucho entró y se encontró a Steve cubierto solo por una manta de la cintura para abajo, dejándole una vista a Romanoff de su abdomen.

—Steve, despierta — Dijo Natasha para después comenzar a moverlo de manera algo brusca, logrando su cometido de despertar a Steve Rogers.

—¿Natasha? ¿Sucede algo? — Preguntó Rogers aún sin despertar del todo.

—¿Què clase de juego estamos jugando Steve? — Preguntó seriamente la mujer— Nunca imagine que llegaríamos a ser más que amigos, yo pensé que Bruce era mi alma gemela y llegas tú a cambiar todo. Aunque, dímelo algo Steve, ¿enserio me consideras más que tu amiga?

—Sí— Dijo Steve con una ligera sonrisa — No puedo creer que me preguntes eso Nath, siempre andamos por ahí juntos, ¿acaso ya se te olvidan las constantes burlas por parte de Sam?.

—Steve, soy sincera contigo, yo nunca quise que esto se completará, y no puedo creer que el sentimiento cambiará.

—Yo tampoco lo esperaba, pero estoy feliz de que eso pasará — Explicó el rubio, para después recostar a Romanoff sobre su pecho.

—Nunca nadie me había querido como tú, dime que me quieres Steve, o me volveré completamente loca — Murmuró Natasha con unas cuantas lágrimas que comenzaban a salir, fue cuando Steve comprendió que una vez más los terrores nocturnos se presentaron en ella.

—Te quiero demasiado, Natasha... Diablos, yo te amo de verdad — Susurro el rubio para después abrazar a la Romanoff. —Aunque creo que tú siempre finges que no tienes sentimientos, por eso es difícil que te lleguen a conocer.

—No puedes culparme, tú supiste llegar a mi con las palabras correctas, por eso se que eres el indicado. Porque si me amas así, si me tocas así...

—¿Así cómo? — Preguntó interesado el rubio.

—Como si fuera una muñeca y no me quisieras lastimar, ahora no me interrumpas, intento ser romántica.
Gracias a todo eso, haces que mis sentimientos por ti se muevan, es por eso que en serio te amo, joder... Te amo incluso más que a mi propia vida — Natasha no pudo seguir hablando porque Steve la abrazo con mucha más fuerza, aunque sin llegar a herirla, logrando que así su cabeza terminara en el cuello de Rogers.

—Yo te amo aún más, mi mujer ruda— Steve soltó una ligera risa ante lo que había dicho.

—No me culpes Rogers, con tu forma de ser haces que una chica buena se convierta en una mala. Aunque en mi caso sea al revés — Murmuró la pelirroja sin despegar su cabeza del cuello de su amado.

—Estoy feliz de que así sea, Natasha — Finalizó el rubio antes de volver a dormir. Romanoff decidió seguir su ejemplo, y aún sobre él cerro sus ojos y se dispuso a dormir, y esta vez estaba segura de que no habría pesadillas, no mientras Steve Rogers estuviera con ella.

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ImNataliaAlianovna Al final cambie un poco tu idea, espero que te gustará y si quieres algún otro shot, no dudes en pedirlo.
De nuevo, enserio espero y te guste.