O7O ▬ revenge


🧬 RIDE OR DIE !
seventy; venganza

Corrí hacia Daryl aferrándome a él, el arquero me abrazó con fuerza dando pequeñas caricias en mi espalda, ambos nos separamos y supe que algo andaba mal al ver la expresión de su rostro y a Ezekiel lleno de polvo detrás de él.

—¿Qué ocurre? —pregunté con preocupación, tomando sus manos con fuerza esperando la peor de las respuestas.

Daryl relamió sus labios, mirando rápidamente a Carl para volver su vista hacia mí, él frunció un poco el ceño al ver la herida de mi cuello pero no tocó el tema al ver que no era el momento.

Sentí mi respiración entre cortarse cuando él no decía nada, sus ojos llenos de pánico decían todo. Negué entre lágrimas, sintiendo mis piernas flaquear. Mi esposo me abrazó por detrás antes de que perdiera mi propio equilibrio y terminara en el suelo. —¿Mis niños? ¿Dónde están? Dime que están bien, por favor, dime que están vivos.

El arquero titubeó sin saber que decir. Mi vista empañada por las lágrimas se dirigió a mi esposo que negaba con su labio tembloroso al borde del llanto. Para un padre, lo peor que puede pasar es no saber si tus hijos están a salvo.

—Los niños no estaban en el punto de reunión y Ezekiel no está con ellos.

—¿Dónde están? —preguntó mi esposo con desesperación.

—Earl los tiene. Hay que buscarlos —la voz de Ezekiel no ayudó para nada en el estado en el que mi esposo y yo nos encontrábamos, y no éramos los únicos así, Jerry que también estaba allí se encontraba de igual manera alterado.

Nadie dijo nada, solo comenzamos a caminar en busca de Earl. Daryl tenía su mirada dirigida hacia el suelo para posiblemente rastrear algunas huellas. Yo no ponía atención a lo que realmente pasaba a mi alrededor, y si no fuera por Carl estaba segura de que ya estaría en el piso llorando desamparada por nuestros hijos. La desesperación me inundaba, la horrible sensación de no saber si mis hijos están vivos o muertos. No quería imaginar la probabilidad de que mis niños esten muertos.

Jerry se detuvo para mirarme con lástima, fruncí el ceño confundida ante su pésame pero al ver lo que tenía entre sus manos me hizo correr hacia él. Jerry me entregó la cobijita que Glenn siempre usaba llena de sangre, caí de rodillas al suelo llorando en los brazos de mi esposo. Aferré la cobijita en mis manos y la acerqué a mi pecho imaginando que él estaba ahí. Me negaba a creer que mi bebé estaba muerto.

—Amor, amor —alcé mi vista para encontrarme la mirada cristalina de mi esposo —. No hay más rastro de sangre. Cariño, puede que los niños esten a salvo.

—¿Y si no lo están? —pregunté en un susurro con la voz entre cortada, temiendo lo peor.

—Lo estarán... Iré con ellos a buscarlos, quédate aquí —musitó, tomando mis mejillas con sus manos para depositar un suave beso en mi frente.

—Me quedaré con ella. Ustedes busquen a los niños —dijo Ezekiel, agachándose a mi altura comenzando a dejar leves palmaditas en mi espalda en forma de consuelo.

Me puse de pie al instante en el que escuché la voz de los niños. Entre cerré mis ojos para agudizar mi vista y de inmediato corrí al distinguir a mi esposo con R.J agarrando su mano y Glenn entre sus brazos.

Max corrió hacia mí, aferrándose a mi torso, la cargué haciendo que ella apoyara su cabeza en mi hombro. Con mi brazo libre abracé a mi esposo, al separarme besé la frente de R.J y acaricié la mejilla de mi Glenny dejando varios besitos por toda su carita regordeta con una sonrisa en mi rostro.

—¿Y Judith? —pregunté al no ver a mi pequeña entre los niños.

No fue necesario que me contestaran pues pude divisar a Daryl caminando a lado de la pequeña Grimes. Judy al verme vino corriendo hacia mí, bajé a Maxi para poder abrazarla mejor. Ella escondió su rostro en mi pecho mientras acariciaba su cabello levemente, al separarnos me preocupé al ver su mirada pérdida.

—¿Estás bien, cielo? —tomé sus mejillas con delicadeza y alcé su rostro para que me mirara.

Sus ojitos se humedecieron a la vez que bajaba la mirada. —Earl... Tuve que matarlo.

Mi semblante de preocupación se suavizó y jalé a mi pequeña para envolverla en mis brazos dándole a entender que estaré ahí con ella.

—La cabaña está a unos diez minutos —dije con mi mirada fija en Alpha —. Ella está ahí.

Ella me miró con seriedad, sin ninguna expresión en su rostro, Alpha solo alzó su cabeza asintiendo levemente y dándome un empujón en la espalda indicando que comenzara a caminar. Negan mantenía sus ojos puestos en mí y en todo movimiento que hacía, él parecía más nervioso que Carl y yo, y eso comenzaba a preocuparme, ¿y si Lydia no está en aquella cabaña que él nos dijo? Alpha y Negan venían a un par de metros detrás, ambos hablaban entre susurros por lo que no podía decifrar lo que ambos decían.

Mordía mis labios con nerviosismo, mi ojiazul notó esto y entrelazó nuestras manos dejando caricias sobre el dorso de esta, mi vista se enfocó en él y en la cálida sonrisa que me regalaba.

Sentí esa sensación de ansiedad cuando la cabaña ya se encontraba a unos cuantos metros de nosotros. —Vas a matarla, ¿cierto? —pregunté en un susurro, acercándome más a ella.

—Tengo que hacerlo porque la amo. Siempre será mi bebé —susurró cerca de mi rostro con la mirada pérdida en aquella cabaña. Aunque Alpha no lo admitiera sabía que le dolía, su rostro reflejaba más que sus palabras.

Alpha se acercó a Negan para besarlo, Carl y yo nos dimos la vuelta para no ver la incómoda escena que ambos tenían.

Soltamos nuestras manos al ya estar frente a la cabaña, fue cuestión de segundos para que ambos se acercaran a nosotros. En el aire se podía sentir la tensión que había entre Alpha y yo cuando ambas nos miramos fijamente, matándonos con la mirada.

Apreté el mango del cuchillo cuando Alpha agarró la manija de la cabaña y le dio la vuelta abriendo la puerta, ella visualizó el pequeño lugar buscando rastros de Lydia y al no verla ahí supo que habíamos mentido. Alpha se dio la vuelta enfadada y en el momento que se acercó a mí con un par de pasos con la intención de matarme desfundé el cuchillo pásandolo con rapidez sobre su garganta.

Al verla caer de rodillas ante mí, un alivio me inundó, fue como si hubiesen quitado un peso sobre mis hombros, al verla muriendo lo único que pude pensar fue en venganza por mi hijo, por mi familia.

Alpha se ahogaba con su propia sangre y fue cuestión de segundos para que ella cayera muerta frente a mí. En ese momento sentí paz al ver a la causante de la muerte de mis padres, de la muerte de mi hijo, de la muerte y la angustia de mi familia.

Giré sobre mis talones acercándome a Carl y sin mirarlo tomé el hacha que traía entre sus manos para nuevamente acercarme hacia el cuerpo inerte de Alpha. Una bocanada de aire fue suficiente para tomar impulso e incrustar aquella hacha en su cuello salpicando su sangre en todo mi rostro. La cabeza de Alpha se desprendió de su cuerpo.

Alcé mi vista al sentir la pesada mirada de Negan sobre de mí, su sonrisa resplandía en su rostro. 

—No eres tan diferente de mí cómo creías.

—No... Tú y yo no somos iguales. Tú siempre serás el hombre que mató a mi padre. Maté a Alpha porque era lo que tenía que hacer, lo que ella merecía. Yo asesino a las personas que lo merecen, tú asesinas a gente inocente... No soy un ángel, Negan, tú eres el diablo.

Incrusté la cabeza convertida de Alpha en la pica de la frontera, la imagen de la cabeza de Henry no salía de mi mente y cuando la veía a ella podía ver a mi hijo. Podía imaginar la sangre salpicar mientras cortaban su cabeza y eso lentamente me estaba matando.

La mano de mi esposo se posó sobre mi hombro dando un leve apretón, mi mirada y la de él conectaron y no pude evitar aferrarme a su cuerpo, Carl me abrazaba con suavidad apoyando su mentón sobre mi cabeza dejando castos besos.

Los ojos de Negan estaban fijos en mí con su típica sonrisa burlona, sabía lo que él estaba pensando.

No somos tan diferentes como creía.

































────── (🪐) AUTOR'S NOTE

+80 votos, +60 comentarios para actualización 💗


diivolved ♡

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top