Valorar | Future Donnie
⭐ Future Donnie x Fem TN
⭐ Donnie edad: 37 años
⭐ NSFW | Lemon
⭐ Nota: Ambientado en la línea temporal apocalíptica.
⚠️ Advertencia: diferencia de tamaño, sexo oral, lenguaje vulgar.
Conoces a Donatello desde que son adolescentes y desde entonces son pareja.
En un inicio se encargó de demostrarte sus múltiples habilidades y su mente brillante –lo cual te atrajo más a él–. Como todos, también tenía sus inseguridades, pero intentaba no mostrarse vulnerable ante los demás, característica que se mantuvo hasta su adultez.
Sin embargo, contigo sentía la seguridad de mostrar su lado más sensible y abrirse en cuanto a sus sentimientos. Gracias a esto entendiste lo importante que era para él que reconocieran sus logros y le hicieran saber que era querido y valorado.
♡
Hace algunas horas que anocheció, como terminaste todas tus tareas, decidiste entrar a la cama "temprano". Donatello se encontraba en una reunión con los jefes encargados de las distintas áreas que existían dentro de la Resistencia, así que notaste por esperarlo para dormir juntos.
Tomaste un libro cualquiera y comenzaste a leer para hacer tiempo, no era muy interesante pero cumplía su propósito: despejar tu mente del caos que existía en el exterior.
Pasaste solo algunas hojas cuando se deslizó la puerta de tu habitación, dejando entrar a Donatello.
—Creí que...
Guardaste silencio al percatarte del estado anímico de tu pareja.
—Que se jodan —resopló lanzando sus gafas y su tarjeta de acceso al cajón de la cómoda.
Continuó maldiciendo entre dientes mientras se despojaba de sus prendas superiores y su equipamiento. Por un momento su enfado le impidió notar tu presencia.
—¿Quiénes? —preguntaste sacándolo de su burbuja.
—Ah... —suspiró—. Hola amor —subió a la cama y gateó hacia a ti para besar tu mejilla.
—¿Pasó algo?
—Esos imbéciles —apoyó su cabeza en la pared y se cruzó de brazos— se quejaron de la comida.
—¿La comida? ¿Qué dijeron? —te acomodaste sobre tus rodillas quedando frente a él.
—Que sabe sintética —rodó los ojos.
Naturalmente, los recursos comenzaron a escasear y la poca comida enlatada que rescataron se estaba terminando. Cazar no era una opción. Donatello se encargó de construir un vivero y modificar los genes de los vegetales y frutas para hacerlos madurar en menor tiempo.
—¿Sabes lo complicado que es reconstruir la estructura molecular de un tomate para hacerlo crecer en medio del apocalipsis? Es sencillo para mí... —dijo orgulloso— PERO SERÍA IMPOSIBLE PARA ELLOS SI NO ME TUVIERAN.
Donatello se encontraba alterado, quería continuar maldiciendo pero se detuvo al verte con una expresión tranquila que reflejaba compresión.
—Lo siento, linda —pasó su mano por su cuello—. Pero son unos...
—¿Malagradecidos? —terminaste de completar y Donatello asintió.
—Después se quejaron de las reservas de agua y del sistema de electricidad —suspiró—. Ah, lo olvidaba, también criticaron mi actitud.
—Pero si eres encantador —soltaste una risilla.
—A ver, no me importa agradarles, ni lo más mínimo —pausó— pero nadie parece valorar lo que hago.
Desvió la mirada y comenzó a rascar ansioso su brazo. Recordaste las múltiples heridas que se había provocado en el pasado con ese mismo ademán.
—Donnie...
—Lo estoy haciendo de nuevo, ¿cierto?
Te acercaste y con cuidado te sentaste sobre él de forma dulce, tenerte cerca lo calmaba. Tomaste su rostro haciendo que fijara su mirada en ti y le dedicaste una sonrisa tierna.
—Leo valora lo que haces, Rapha valora lo que haces, Mikey valora lo que haces —enlistaste uno a uno— yo valoro lo que haces.
Tomó tu mano y besó el dorso de esta.
—Gracias...
—Aunque me encargaré de que te agradezcan —amenazaste.
—Uy, quiero ver eso.
Reíste por su comentario. Tomó tu mentón y presionó sus labios contra los tuyos con suavidad. Donatello no era bueno expresando su agradecimiento con palabras, pero sí con actos. En el pasado se veía reacio ante el contacto físico, pero contigo pudo explorar distintas sensaciones que terminaron por gustarle.
Pasó sus manos por tu cintura, atrayendo tu cuerpo y profundizando su beso, volviéndolo intenso de forma paulatina.
Rompiste el ritmo del beso al sentir sus manos dando un pequeño apretón en tu trasero.
—¿Y eso? —arqueaste la ceja.
—Solo aprovecho que estás aquí sentada —respondió sugerente.
♡
Se giró posicionándose sobre ti, sonreíste divertida ante la actitud juguetona de Donatello.
Acarició el borde de tu cintura por debajo de la holgada camiseta que utilizabas como pijama. Corrió esta hacia arriba dejando al descubierto tu torso y así depositar pequeños besos húmedos que llegaban hasta el inicio de tus shorts.
—Permiso —bajó tu prenda junto con tu ropa interior hasta quitarlo por completo.
—¡Amor! —dijiste a modo de regaño.
Ignorándote, se colocó entre tus muslos y los besó con delicadeza. Levantó tus piernas colocándolas sobre sus hombros. Se acercó a tu intimidad y no lo pensó dos veces para apoderarse de él con su hambrienta boca.
—Mmph~
Tensaste tus piernas alrededor de su cuello al primer contacto de su lengua contra tu vulva. Diste un vistazo hacia abajo logrando apreciar la dedicación que ponía en los movimientos de su labios.
Su lengua acariciaba de arriba a abajo tu sensible botón, generando un cosquilleo que viajaba desde tu entrepierna hasta tu vientre.
Donatello sujetaba firme tus caderas, sus grandes manos jalaban tu cuerpo hacia él para obtener un mejor alcance para su lengua que penetraba tu coño.
—Sigue así amor —jadeaste aprobando los movimientos que hacía con su boca.
Gemiste agudo cuando Donatello comenzó a succionar tu clítoris, por reflejo empujaste su cabeza pero este tomó tu muñeca apartando tu mano. Con lo que hacía era suficiente para llevarte al orgasmo, sin embargo, Donatello siempre se esforzaba en sus orales.
Al movimiento de su lengua se unió uno de sus dedos, poco a poco lo introdujo, acarició tus humedas paredes y comenzó a simular pequeñas embestidas.
—No me quiero correr aún —advertiste entre suspiros.
Donatello añadió un segundo dedo y prosiguió masturbándote. Tus piernas daban pequeños saltitos como consecuencia de los espasmos que ocasionaba.
Estabas a punto de correrte pero Donatello se detuvo, dejándote en el límite.
—Amor... —renegaste.
Donatello se separó un momento de tu cuerpo para despojarse de su pantalón, dejándote ver su gran miembro ya duro y con preseminal goteando de la punta. Retomó su posición sobre ti, separó delicadamente tus piernas y encaminó su polla hacia tu entrada. Con cuidado empujó dentro provocándote un gemido.
Con un ritmo constante empezó a bombear, acariciando y tocando cada centímetro de tu interior. Sujetó tus piernas y las pegó a tu cuerpo, haciéndolo llegar más profundo. La sensación de tenerlo completamente dentro de ti te hizo arquear la espalda, dejándote llevar por el cúmulo de excitación que provocaba el roce de su glande en tu cérvix.
Al poco tiempo su polla estaba más que empapada por tus fluidos, haciéndolo suspirar por la calidez de los mismos. Cada embestida estaba sincronizada con los tenues gemidos seductores de Donatello, los cuales se veían un poco opacados por el volumen de los dulces sonidos que salían de tu boca.
Te encontrabas sumamente sensible por el oral que recibiste con anterioridad, no querías correrte pero Donatello había hecho un gran trabajo atendiendo tu intimidad con su lengua, sumado al poco rato cogiéndote, no lograste contener más a tu cuerpo y delataste tu orgasmo en un chillido.
—¿Tan pronto? —preguntó en un ligero tono de burla.
Sin darte un respiro, continuó penetrando tu húmedo coño. Los pequeños espasmos del orgasmo se mezclaron con el golpeteo placentero, haciéndote contraer tus paredes alrededor de su circunferencia, proporcionándole un extra de placer.
—Donnie~ —tus gemidos le hacían saber que iba por buen camino.
Se agachó sobre ti, acercándose para lamer la perilla de tu oreja. Escuchar su respiración y sus gruñidos te erizaba la piel y –por supuesto– te mojaba aún más.
Llevaste tus manos hacia su rostro, atrayéndolo hacia ti para unirse en un beso. Soltó el agarre de tus piernas permitiéndote rodear sus caderas, acercando su pelvis a la tuya.
Poco a poco, Donatello aumentó la velocidad y la intensidad con la que te penetraba. Encontraba fascinante y sensual el sonido de tus gemidos vibrando contra sus labios, por lo que buscó rozar repetidas veces aquellas zonas sensibles para hacerte balbucear.
Cerraste los ojos dejando resbalar algunas lágrimas de placer acumuladas en tus ojos causadas por el vaivén de sus caderas. Tu pareja al percatarse de esto, depositó unos cuantos besos en tu rostro, como si quisiera compensar la fuerza con la que te follaba con gestos de cariño.
Donatello tenía una gran resistencia durante el sexo y podía tardar un rato en llegar al orgasmo, aunque en esta ocasión, se sentía cansado por las demandas del día. Sin embargo, tenía una pequeña regla no escrita: hacerte terminar primero. Y no se daría el lujo de correrse hasta regalarte tu segundo orgasmo.
Disminuyó la velocidad con la que chocaba en tu interior, mas no el vigor que aplicaba en cada estocada. Abrazaste su cuello buscando seguridad ante lo indefenso que se sentía tu cuerpo por la aproximación del clímax, tus piernas se tensaron liberando una carga de placer traducida en gemidos.
—Estoy apunto... —susurró en tu oído.
Su polla palpitaba y sentías que se ensanchaba en tu interior, unas cuantas estocadas más fueron suficientes para que Donatello se corriera. Estaban agitados, pero no era impedimento para volverse a fundir en un cálido beso.
Se recostó por unos minutos sobre ti, estabalizando su respiración. Deslizaste la mano por su suave caparazón y lo acariciaste con gentileza.
—Donnie... —murmuraste regresándolo a la realidad.
—¿Ujum?
—Gracias por esforzarte tanto.
Levantó el rostro y respondió con un beso en tu mejilla, un gesto que para ti era más que suficiente. Aunque Donatello no lo expresara con palabras, sabías que apreciaba profundamente esas muestras de cariño después de las intensas sesiones que acostumbraban tener. Aquella timidez era otra de las cosas que amabas de tu pareja y por lo cual no te limitabas al expresar tu cariño.
ʕ´•ᴥ•'ʔ Hola, soy la escritora, Mafer. Hoy no hay comentarios JAJAJA NO SÉ QUÉ DECIR, CÓMO ESTÁN? QUÉ TAL?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top