Cocina | Domestic Donnie

⭐ Donnie x Fem T/N
⭐ Donnie edad: 32 años
⭐ NSFW | Smut
Nota: Lograste quedar embarazada ya que Donatello encontró la forma de modificar su ADN y hacerlo compatible con el tuyo.
Nota 2: Domestic/Family AU.

⚠️ Advertencia: masturbación, lenguaje vulgar.

Cariño, Donato se quedó dormido —avisaste alto desde la cocina.

Cuidabas a tu pequeño de cuatro años desde la cocina mientras lavabas los platos. Tu hijo te pidió ver la televisión, pero al poco rato se quedó dormido.

Unos minutos después Donatello salió de su laboratorio.

No lo culpo, esa caricatura es muy aburrida —se acercó para apagar la televisión.

¿Puedes llevarlo a su cama? Ya casi termino.

Donatello tomó con delicadeza a su hijo en brazos y lo llevó a su habitación. Ya traía su pijama puesta así que solo le quitó sus zapatitos.

Con cuidado de no despertarlo, lo arropó y se quedó unos minutos observándolo con ternura. Su pequeño compartía tu color de cabello y tus ojos, y a pesar de ser humano, conservaba algunas características de tu pareja, como sus marcas moradas y rasgos de su personalidad.

Cerró la puerta y regresó contigo, estabas por acabar de limpiar la encimera.

Abrazó tu cintura y descansó su barbilla sobre tu cabeza.

Hoy no me visitaste al laboratorio —murmuró sin romper el silencio que había en la casa.

Estuve toda la tarde ayudando a tu hijo a hacer la tarea —continuaste deslizando el trapo en movimientos circulares—. Sigo sin entender por qué les dejan tantas actividades a niños de preescolar.

¿No puedes pegar macarrones en una hoja? —preguntó en un ligero tono de burla.

No se supone que deba hacerlo yo —suspiraste— pero Donato se rehusa a tocar el pegamento.

Al igual que su padre, Donato era sensorialmente susceptible, lo que dificultaba tu trabajo como mamá.

Hablaré con él.

¿Hablar significa que experimentarás con esas técnicas psicológicas?

Jamás experimenté con Donato... experimentaría —corrigió.

Te limitaste a negar con la cabeza, en el fondo confiabas que Donatello haría lo mejor para su hijo.

Listo —sonreíste al dejar reluciente la barra.

Quisiste girar pero sus brazos no te lo permitían.

¿Donnie?

Hay que aprovechar que está dormido —susurró juguetón.

Hace más de una semana que no intimaban a causa de su pequeño. Donato tuvo su primera pesadilla y se negaba a dormir solo por miedo a tener el mismo sueño.

Te veías tentada a la propuesta de tu pareja, parecía que al fin tu niño había olvidado la idea de dormir junto a ustedes.

Más te vale no hacer ruido —amenazó travieso.

⁠♡

Donatello te arrinconó contra el borde de la encimera, besaba tus hombros mientras ejercía presión con su bulto en tu trasero. Mientras se frotaba sentías cómo se endurecía su polla por debajo del pantalón.

Sus manos subieron por debajo de tu suéter hasta tus pechos, corrió tu sostén hacia arriba y comenzó a masajear tus pezones con las yemas de sus dedos. Era una de tus zonas sensibles así que no tardaron en erectarse.

Mm~

A diferencia de sus otras sesiones de sexo, esta iniciaba un poco apresurada y un tanto desesperada, pero tampoco iban a desaprovechar este pequeño tiempo que su hijo les había regalado. A pesar de esto, Donatello quería asegurarse de lubricarte para no hacerte daño.

Desabrochó tu pantalón y lo bajó junto a tus bragas hasta las rodillas. Recostó tu torso sobre la encimera dejándole ver tu intimidad. Inició con caricias en tu vulva, sus dedos se deslizaron de arriba a abajo entre tus pliegues. Se detuvo al topar con tu clítoris, con lentitud masajeó y ejerció presión sobre este, provocándote pequeños sobresaltos placenteros.

Escuchaste su cremallera bajar y aunque no podías verlo, sabías que Donatello se tocaba a la par que atendía tu coño. La imagen de él masturbándose te calentaba y mucho; también te hacía mojar el hecho que fueras tú quien lo pusiera así de duro.

Ensalivó uno de sus dedos y lo introdujo profundo en ti, haciéndote suspirar bajo. Comenzó a moverlo como si te explorara, soltaste un pequeño gemido al sentirlo rozar tu punto G. Con detenimiento, frotó esta zona generando una contracción en tu entrepierna que lo motivó a seguir acariciando. A los pocos minutos, sintió como su dedo se humedecía en tu interior, señal que estabas casi lista.

No quería quedarse con las ganas de penetrarte con su dedo así que empezó a sacarlo y meterlo rápidamente.

Te enloquecía la manera en la que te tocaba y solo querías dejarte llevar, pero debías esforzarte por mantener los suspiros y quejidos dentro de tu boca.

Sacó su dedo parando en seco la estimulación en tu punto sensible. Acarició por última vez su verga antes de acercarla a ti. De forma traviera frotó la punta contra tu trasero, mojándolo de su delicioso preseminal. Movía su miembro de arriba a abajo acariciando tu entrada, jugando con tu ilusión de ser follada

Donnie por favor... —suplicaste en un susurro.

Donatello dejó de torturarte –y torturarse– y entró de una estocada, lubricando toda su longitud haciéndolo suspirar por la calidez de tus fluidos.

Se inclinó sobre tu delicado y pequeño cuerpo y comenzó a moverse dentro de tu coño. Al inicio se limitó a introducir la mitad de su verga, a los pocos minutos empujó con fuerza chocando con tu pared vaginal. Soltaste un chillido y de inmediato Donatello cubrió tu boca con su mano, no quería perder la oportunidad de cogerte, aunque eso significara reprimir tus dulces gemidos.

Movía sus caderas chocando su pelvis contra tu culo, cuidaba de no ser tan ruidoso, pero era inevitable que sus pieles resonaran por toda la cocina.

Tu pantalón aún en las rodillas te obligaba a tener las piernas cerradas, causando que tus paredes se estrecharan apretando su polla. Disfrutaban de esa posición, pero podía ser mejor. Sin perder el tiempo, liberó una de tus piernas y apoyaste tu rodilla sobre el filo de la encimera.

Volvió a estrellarse de nuevo contra tu culo y sonrío satisfecho con el alcance que le permitía esta posición. Donatello salía y entraba con facilidad chocando en tu interior y rozando tu punto sensible mientras ahogabas gemidos en su mano. Con la misma, te atrajo hacia él para que escucharas sus jadeos. Si bien no tenía problema alguno con reservarse sus gemidos, hace tiempo le hiciste saber lo caliente que te ponía escucharlo gemir y ahora lo usaba a su favor.

Me encanta lo mojada que te pones —dijo a tu oído.

Lágrimas comenzaban a acumularse en la esquina de tus ojos por cada embestida que recibías, te frustraba tanto no poder hacer ruido alguno. Sujetó tu cintura con ambas manos y aumentó la velocidad con la que movía sus caderas.

A-así Donnie~ —jadeaste con voz baja.

Tus peticiones le hacían saber que estaba dando en el punto. Tus manos se aferraban a la superficie lisa y tu cuerpo se movía sincronizado con sus fuertes embestidas.

Tus piernas comenzaron a temblar, tanto por la posición en la que te encontrabas como por la carga de placer acumulada en tu vientre.

Espera un poco, cariño —te ordenó.

Te conocías y sabías que no tardarías en correrte. Donatello inclinó su cuerpo hacia adelante, apoyando sus manos junto a las tuyas y hundiendo su rostro en tu cabello.

Una cadena de espasmos se apoderó de tu cuerpo, haciéndote temblar debajo del robusto cuerpo de tu pareja. Nada más que tu respiración acelerada y las contracciones en tu interior evidenciaron tu dulce orgasmo. Donatello continuaba moviéndose en vaivén, provocando que tus fluidos resbalaran por tus muslos.

Dió unas últimas embestidas lentas, abrazó tu espalda y se detuvo presionando tu punto más profundo, liberando su cálido esperma.

Descansó su cuerpo sobre el tuyo, giraste tu rostro permitiendo que mimara tu mejilla con un tierno beso. Poco a poco salió de tu interior, dejando escurrir su esencia por tus piernas.

Deja te ayudo a limpiarte.

Qué caballero —dijiste divertida.

Al subir a su habitación, se encontraron con su pequeño profundamente dormido en su cama. No sabían en qué momento había despertado ni cómo había salido de su cuarto. Ambos estaban agotados así que se dieron una ducha rápida y simplemente se recostaron a su lado, dándole el gusto de dormir una vez más con ustedes.

ʕ⁠´⁠•⁠ᴥ⁠•⁠'⁠ʔ Hola, soy la escritora, Mafer. No sé si me divierto más escribiendo o haciendo los memes para el final del cap


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top