Sin dudas, ayer fue la mejor noche que Marlene haya tenido en semanas. Tenía mucho que no sentía el sexo como algo más que solo placer. Adoró sentirse verdaderamente deseada y que la trataran con delicadeza y ternura. Pero lo mejor de esto? Es que logró reconciliarse con su chico. Eso era lo que más importaba.

Abrió sus ojos lentamente mirando las cortinas tapar la luz del día. Se gira para saludar a su amado -Li...- justo cuando se fija en las facciones del chico con el que compartió una fantástica noche, sus esperanzas se hacen trizas.

No era con Lisandro.

Fue con Jadon.

Acaso se sentía decepcionada? No. Más bien sentía que le había puesto el cuerno al argentino con el británico, a pesar de haber terminado un par de semanas atrás. Luego su mente la hizo recordar de todas las caricias, besos, abrazos y placeres que le hizo sentir Jadon, provocando cierta duda ante la posibilidad de sus sentimientos hacia el atleta.

A quién amaba? Amaba a Jadon? O amaba a Lisandro?

Se quedó pensando en esa misma pregunta observando la cara de Jadon aún dormido cuando su celular sonó. Esto puso a la morena nerviosa y ansiosa por contestar lo más rápido posible.

-Si, bueno?- responde sin fijarse quién llamaba.

-Mar! Dónde estás?- cuestiona su hermana del otro lado de la línea -no me ibas a ayudar con la mudanza.

-Mierda!- se queja -lo olvidé!

-Dónde estás?

Se inventa una excusa -me quedé con Esme, se nos pasó el tiempo- miente.

-Oh ya veo- Liz le creyó -bueno... ejem... creo que debes saber que Licha está aquí.

Lo que le faltaba a la inglesa! Que Lisandro Martínez estuviera buscando de ella -qué? Por qué?!

-Mar, ha venido a disculparse por su comportamiento. Es necesario que ambos arreglen sus problemas- insiste Lizzy.

Hace unos gestos de recién levantada -no sé cuánto tiempo me tome el llegar al departamento. Dile que no es necesario que me espere, yo luego le hablo o...

-Hermana, no creo que esto pueda esperar.

-Lizzy, me estas asustando.

Suelta un fuerte suspiro -sólo apresúrate, quieres?- y termina la llamada.

Deposita su celular de nuevo en la mesita de a lado mientras se cubre su cara con sus manos mostrando su estrés ante lo que estaba pasando. Jadon al sentir y escuchar movimiento, se despierta de su sueño -qué sucede, Mar?- pregunta aún soñoliento.

-Olvidé ayudar a Lizzy con su mudanza- dice Mar -tengo que ir a ayudarla- se levanta de la cama para vestirse.

Jadon bromea con ella -si mal no recuerdo, yo cancelé mis planes para estar contigo- dice recordando a Marcus y Scott.

Sin embargo, la morena no estaba para andar con juegos, y menos aún ante la posibilidad de que tenía que tomar una decisión que involucra su destino -discúlpame, Jadon, de verdad. Pero si mi hermana o alguien más se entera que estuve aquí...

Eso ya no le gustó a Jadon -alguien más? O sea Lisandro- aclara -yo pensé que ya no eran pareja.

-No lo somos- recalca Mar -pero quiere hablar conmigo...

El atacante carraspea sarcástico -ah! Entonces esperas a que se disculpe contigo y vuelvan a retomar su relación empalagosa y cliché?

-Qué te pasa?!

-A mi? Nada! Más bien tú!- define -te pregunté si seguías sintiendo algo por Lisandro, a lo que tú respondiste que me querías a mi- expresa -o nomas lo dijiste como excusa para acostarte conmigo?- pregunta dolido.

En qué se estaba convirtiendo Mar? Jadon tenía un punto. Qué le sucedía a la británica.

-Tienes razón- responde calmada mirando al piso -es obvio que sigo amando a Lisandro. Pero quieres saber algo más?- alza la vista -todos estos años que nos hemos conocido, esperaba con ansias que me pidieras ser tu novia. Jamás lo hiciste, en cambio, nos convertimos en amigos con beneficios como solución para ocultar lo que verdaderamente sentíamos por el otro. Caí en esa mentira hasta el punto donde concluí que tú jamás sentiste algo romántico por mi, sumando que lo que sentía por ti no iba más allá de atracción sexual.

-Cuando llegó Lisandro, ahí fue cuando sentí el verdadero amor. Puede que suene cursi, lo sé. Pero es la verdad, me había enamorado de alguien por primera vez. No obstante, llegaste tú a complicarme más mi situación cuando confesaste tus sentimientos por mi porque hiciste que abriera mis ojos ante la verdad, la cual era que muy dentro de mí, esperaba a que me dijeras que me amas como yo lo hago- relata -así que si, efectivamente, también te amo, Jadon.

Este nomás la miraba sin mostrar algún sentimiento en su rostro -no puedes enamorarte de dos personas al mismo tiempo.

-Pues lo estoy...

-No, Mar. Te equivocas - insiste -porque si de verdad estabas enamorada de la primera persona, nunca te hubieras enamorado de la segunda- aclara -y no quiero pensar en quién te enamoraste primero porque duele igualmente.

Mar se negaba a aceptar la verdad -no puedes hablar enserio...

-Está bien, no estoy enojado contigo- aclara Jadon -no debería estarlo. Yo se que esta situación ha sido bastante complicada para ti. Sólo te pido que tomes una decisión lo más pronto posible antes de que alguien más salga herido.

Su mente estaba hecha un desastre. No la dejaba pensar con claridad sobre a quién elegir.

-Te prometo que tomaré una decisión, Jadon. Por tu bien y por el de Lisandro- afirma Mar con un largo abrazo.