𝘊𝘢𝘱𝘪́𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘶𝘯𝘰
Donghyuck se encontraba sentado en la mesa de la cafetería junto a sus amigos.
—Entonces eso paso, solo porque le dije que su clase era aburrida me enviaron con el director y tengo que limpiar los baños por toda una semana. —bufo Jaemin.
—Tú también que eres bien idiota y le dices eso al maestro más jodido de esta universidad. —suspiro Mark cansado por la estupidez de su amigo.
Haechan solo se río, sus amigos siempre hacían tonterías en la universidad —sobre todo Jaemin— quienes se comportaban como niños pequeños.
—¡Hola Hyuckie! —se escucho una voz chillona.
Todos se quedaron el silencio al escuchar aquella voz.
Lee giro sus ojos fastidiados, otra vez venía a molestar y era nada más y nada menos que Heo Jiwon, una admiradora de Haechan desde el primer semestre. No importaba cuántas veces Haechan la rechazara ella seguía detrás suyo.
Donghyuck solo la miro inexpresivo mientras que ella rodeaba la mesa para llegar a su lado.
—Te traje esto, fue un dulce que aprendí a hacer este fin de semana. —sonrió de oreja a oreja con la esperanza de que Haechan lo recibiera.
—Gracias, pero no me gusta el dulce, así que no puedo aceptartelo. —dijo como si nada.
—Pero este no tiene mucha azúcar, tiene poca. Aceptala, por favor. —hizo un pequeño puchero.
—Me pregunto, ¿Tu por qué sigues detrás de Haechan? —preguntó Mark confundido.
—¿Eso que tiene de malo? —Jiwon frunció su ceño.
—Primero, el rumor de que tiene tremenda anaconda entre sus pantalones y la segunda, que tiene novio, eso es caer muy bajo, ¿Sabias eso?
Jiwon no alcanzo a hablar, pues alguien los había interrumpido, saltando a los brazos de Haechan.
—Hablando del rey de roma. —comento Jaemin.
—¡Hae te estaba buscando! —Huang hizo un puchero.
—Perdón bebé, pero Mark y Jaemin no me dejaron esperarte, estaban ansiosos por tragar como los cerdos que son. —Lee se encogió de hombros mientras le sonreía a su novio.
—Desgraciado, aparte de que te apoyamos en tus locuras mira como nos tratas. —se quejó el otro Lee.
—Las cosas como son. —río Haechan.
—Oye disculpa, pero yo estaba hablando con Haechan antes. —Jiwon tocó el hombro de Renjun para llamar su atención.
—Pues...
Antes de que Renjun pudiera terminar su oración Donghyuck se levanto rápidamente y lo tomó de la muñeca.
—Me acordé que tengo algo que hacer y de lo cual Renjun quedó en ayudarme. —y con aquellas palabras la pareja salió de la cafetería.
—Hyuck... —llamó Huang—. ¿Qué tenemos que hacer?.
—No te hagas, perfectamente sabes que le ibas a decir hasta de que se iba a morir a Jiwon, quería evitar que mi novio fuera expulsado de la universidad, ¿esta eso mal? —Lee lo miro con seriedad.
—¡Si esta mal! ¡Yo quería decirle su poco de cosas a esa perra arrastrada! —bufo Renjun.
—Bebé, muy bien sabes que no me gusta que uses ese tipo de vocabulario y que por ello mereces un castigo.
Y ahí fue cuando Huang Renjun sintió el verdadero terror.
Renjun se encontraba contra la puerta de aquel cubículo, pues Lee los había metido al baño de la universidad y en este momento se encontraba mordiendo su labio para no soltar algún sonido indebido y que alguna persona curiosa que pasara por ahí los escuchara.
—Cuentalos, y si te equivocas comienzas desde cero. —demandó Donghyuck.
Renjun solo asintió y espero a que la primera nalgada tocara su piel sensible.
—Uno...D-dos...c-cinco, ah~ —soltó un gemido a lo último.
—Haz silencio —dió otro golpe un poco más duro.
Aquel golpe ocasionó que los ojos de Renjun se cristalizaran mientras volvía sus manos un puño.
—Nunca dije que dejaras de contar. —volvió a demandar Haechan para luego proseguir con sus golpes en el trasero de su novio.
—D-diez, quince...n-no pue..—no alcanzó a terminar su frase cuando Haechan volvió a darle una gran nalgada—, dieciocho, veinte...
—Listo —Donghyuck acarició el trasero de su novio para tratar de bajar el ardor de estos y seguidamente bajar hasta quedar a la altura de estos y darle un pequeño beso a ambos—. Es hora de ir a clases, ya sonó la campana.
—P-pero...¿N-no me vas a follar? —Renjun se giro rápidamente para encarar a su novio con un puchero.
—Mereces ser follado en algo mejor que un asqueroso baño donde han pasado muchas personas —Haechan asintió—. Además de que si te follo aquí no podrás caminar y todos van a saber el porqué y no quiero que sepan que te folle en esta asquerosidad —y con aquellas palabras subió el bóxer junto al pantalón de Renjun—. Luego de la universidad si puedo hacerlo y además también de que podré escuchar su bella voz suplicando por más. —y con aquellas palabras Donghyuck abrió el cubículo y salió del baño como si nada hubiera pasado allí.
—¡Lee Donghyuck no puedes dejarme así! —exclamó Renjun frustrado.
Renjun iba para su salón de clases con los ojos rojos y el labio hinchado.
—Definitivamente no debo hacer enojar a Haechanie. —susurró para sí mismo.
—Mira, ahí va el novio de Donghyuck.
—¿Es el que ha aguantado los 27 centímetros del pene de Haechan? —pregunto una voz curiosa.
—Si, es él. De seguro todavía esta con Haechan porque no han follado, deja que lo hagan y ya no seguirán juntos. —se escuchó una pequeña risa.
Renjun estuvo apunto de voltearse y encarar a aquellas personas que solo les gusta joderle las pelotas.
—¡Huang Renjun! ¡Te estuve buscando por todas partes! —habló un Chenle indignado.
—Perdona Lele, se me fue el tiempo. —Huang lo miró con un puchero para que lo perdonara por haberlo dejado solo.
—¿Estabas con Haechan? —Renjun asintió —. Con razón, tienes ojos rojos y el labio hinchado, no me imagino lo que debieron de hacer. —suspiro.
—¡No es lo que crees! —hablo rápidamente.
—A mi no me engañas, sé que eres un pequeño masoquista y que tu lema es "entre más grande mejor el placer". —asintió Chenle.
Renjun se sonrojo y siguió su camino, ignorando de esa forma las palabras de su mejor amigo.
—Renren, quien te viera tan inocente pero en realidad eres tan pervertido. —continuó burlándose Zhong.
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