xxv
ADVERTENCIA: CAPÍTULO LARGO
𝐄𝐩𝐢𝐥𝐨𝐠𝐮𝐞
"𝘓𝘶𝘻 𝘥𝘦𝘭 𝘥í𝘢"
ALYSSA
5 MESES DESPUÉS DE LA INFECCIÓN
— "Se les recuerda a todos los residentes que el toque de queda dura desde medianoche hasta las seis de la mañana"
Metí mis manos en los bolsillos de mi chamarra, apresurando mi paso, con cuidado de que nadie me viera escabullirme por detrás del edificio.
Había pasado casi dos meses desde que Esko había encontrado una salida hacia el exterior.
Eran dos meses desde que salíamos en búsqueda de Cheong-San y de Nam-Ra.
Cada par noches, mi hermano, On-Jo y yo escapábamos del campamento para ir a nuestro santuario, que más bien era un pequeño memorial para los caídos. Y también, pasábamos varias horas deambulando por la zona boscosa detrás de la escuela, en busca de alguna señal de vida.
Me negaba a darme por vencida, porque algo dentro de mí me decía que tanto ambos seguían con vida.
Y no me rendiría hasta que ellos estén con nosotros, otra vez.
— ¡Al fin! —Exclamó mi hermano levantándose de donde estaba sentado—. Ya pensaba que Emmett te había castigado otra vez.
— Antes dejo de ser swiftie que volver a obedecer un castigo de Emmett —Respondí sacando aquella cuerda amarilla—. ¿Estamos listos, chicos?
Ambos asintieron, y Esko me quito la cuerda de las manos para lanzarla del otro lado de la barda. — Busquemos al pollo y presidenta perdidos.
Esko fue el primero en tomar impulso para cruzar aquella barda, y cuando llego al suelo, jalo un poco aquella tela. Era nuestra señal.
On-Jo subió por la cuerda, mientras yo vigilaba que nadie nos viera o se acercara nosotros, cuando la castaña cruzo la barda, fue mi turno de cruzar. Al caer y tocar tierra, mi hermano tomó la linterna y la mano de su novia, para poder caminar hacia el pequeño sitio.
La caminata duró varios minutos, hasta que llegamos a aquel árbol lleno de dulces, recuerdos y listones con los nombres de los caídos.
Yoon I-Sak
Han Gyeong-Su
Lee Na-Yeon
Oh Joon-Yeong
Nam So-Ju.
Jang Woo-Jin
Y por último, estaba aquel listón que me rompía el corazón.
Lee Cheong-San
Esko se agachó dejando su mochila en el suelo, y tanto On-Jo como yo lo imitamos. Saque unos cuantos dulces que había robado de los almuerzos, y los coloqué debajo del árbol, junto a varias ofrendas que los tres habíamos traído.
Al terminar de acomodar todas las ofrendas, Esko se puso de pie al igual que On-Jo.
— Bien —Esko levanto su mochila— Esta es nuestra salida #10 y aún no hemos encontrado rastros del pollo a la parrilla y de la presidenta maravilla —Me miró por unos segundos—. Así que si me permiten opinar, creo que debemos poner manos a la obra.
— ¿Podrían empezar sin mí? —Lo interrumpí—, quiero estar aquí un rato más
Esko levanto su dedo, a punto de responder a mi pregunta, pero On-Jo tomó su mano, deteniéndolo.
— Está bien Lyss, nosotros estaremos por allá —Dijo la de cabello castaño—, vamos Esko.
Mi hermano iba a protestar, pero al notar la intensa mirada de su novia, se quedó callado.
— Diez minutos, sólo diez minutos, ¿de acuerdo? —Asentí y mi hermano tomo a su novia de la mano para caminar y alejarse del árbol.
Miré a mi hermano y cuñada irse, y soltando un pequeño suspiro, saque de mi mochila aquella hoja doblada mientras tomaba asiento frente al árbol, y una vez que la tuve entre mis manos, la abrí, para comenzar a leerla.
"Querido Cheong-San....
Han pasado casi 6 meses desde que te fuiste y desde que no estás aquí, todo ha sido un desastre para mí.
Todos me dicen que es hora de dejarte ir, de cerrar nuestra historia para siempre, pero simplemente no puedo hacerlo. Porque ellos no saben lo que es pensar en ese momento todo el tiempo. No saben lo que es cargar con la culpa de no haber salvado a tu otra mitad.
A veces puedo imaginar intervenir y evitar que tú fueras quien recibiera la mordida. A veces puedo imaginar que te salvo. Quizás si hubiera sido capaz de hacer eso o si hubiera sido lo suficientemente valiente para matar a Gwi-Nam, tú podrías seguir aquí.
Pero estoy segura de que una parte de mí, se fue ese día contigo.
Hay demasiadas cosas que me falto decirte, y Dios, no sé ni siquiera por donde empezar.
Siempre habíamos sido tú y yo, pequeño acosador. Cambiaste mi vida de muchas formas pollito, yo nunca pensé que tú pudieras ser algo que yo fuera necesitar, nunca pensé que estando entre tus brazos me podría sentir en paz, me podría sentir escuchada, me podría sentir extraordinaria, me podría sentir amada.
Hasta que tú me amaste en todos los sentidos, y siempre estuviste para mí.
Dios, desearía que el destino no hubiera sido tan cruel. Desearía regresar el tiempo y haber confesado mis sentimientos desde el primer instante en que te vi.
Tú eres mi ancla, Cheong-San, y siempre lo serás. Y esa es una de las razones por las que te amo.
Si, lo dije. Te amo, y sé que demasiado tarde para decirlo.
Porque fue tal fácil enamorarme, pero sé que será demasiado difícil olvidarme de ti.
Sólo, quisiera que te quedarás junto a mí otra vez, porque mi corazón no te olvida, y sé que un amor como el nuestro no se va.
Te amo Peter Parker, y sé que siempre será así
— Siempre tuya, tu Gwen Stacy."
Pequeñas lágrimas caían de mis ojos mientras doblaba la carta para luego colocarla en nuestra ofrenda. Miré mi muñeca izquierda, encontrándome con la pulsera que había hecho con su etiqueta.
"No imaginas lo mucho que te extraño, Lee Cheong-San"
Me puse de pie a la par que tomaba mi mochila y veía a la pareja acercarse.
— ¿Estás lista para volver? —Preguntó Esko y yo asentí—. Vamos, pequeño insecto. —Esko beso mi frente y comenzó a caminar, guiándonos por el camino.
On-Jo y yo íbamos a la par, pero por alguna razón, mi mente me dijo que debía voltear hacia la ciudad.
Y agradezco haberle hecho caso a mi consciencia esta vez.
Un pequeño destello de luz podía verse desde el techo de nuestra antigua escuela, ¿acaso podría ser posible?
— ¡Chicos! —Los llamé, haciendo que ambos regresaran y vieran aquello.
— Es imposible —Murmuró Esko.
— ¿Acaso es...? —Preguntó On-Jo.
— Es una fogata —Aseguré con esperanza.
(.........)
La luz brillante del sol cubría a todo el campamento, los niños corrían por todo el patio mientras varios adultos deambulaban por ahí, sin encontrar un modo de distracción.
Por fin había decidido salir del edificio, con el fin de encontrar a mi antiguo grupo.
Una pequeña sonrisa se asomó por mi rostro al ver como Mi-Jin protestaba por la universidad, la de cabello corto me devolvió la sonrisa y continúe mi camino hacia la carpa 20-3, pero al no encontrar a nadie, busque detrás de la misma. Encontrándome con el chico pelinegro recargado sobre la carpa.
— Su-Hyeok —Hablé, haciendo que el chico volteara su rostro hasta mí, mientras sonreía levemente.
— Lyzzie —Dijo Su-Hyeok, aún sin creer que me encontraba ahí.
— ¿Quieres venir a caminar un poco? —Pregunté mientras extendía mi mano para ayudarlo a ponerse de pie.
Ambos caminábamos sin decir nada, aunque el silencio no era para nada incómodo.
— Me alegra que por fin hayas salido —Comenzó a decir el pelinegro—. No te había visto desde esa noche. Los demás te extrañan.
— Tenía ganas de verlos a todos, pero no tuve el valor de hacerlo —Confesé en voz baja—. Creí que si los veía, podrían recordarme a....
— Lo entiendo, pero, ¿estás segura de que lo olvidaras si no los ves? —Me pregunto.
Tomé un profundo suspiro antes de hablar, con la esperanza de que me creyera.
— Junto a Esko y On-Jo fuimos a la montaña anoche —Comencé a decir—. Y pude ver una fogata —Aquello hizo que ambos detuviéramos nuestro caminar—, alguien la encendió en la azotea de la escuela.
— ¿En la azotea? —Cuestionó con sorpresa—. ¿Estás segura?.
— Sabes que yo no miento —Respondí mirando al suelo—. Nam-Ra dijo que encendiéramos una fogata si volvíamos a vernos. Iré esta noche, no pienso dejarla sola esta vez.
— Iré contigo —Dijo con rapidez, mientras que yo asentía lentamente para luego comenzar a caminar para entrar al edificio.— Lamento lo de ese día.
— ¿Qué cosa? —Me voltee para mirarlo.
— El día en que Nam-Ra intentó morderte —Me miró apenado—. Yo debí hacer algo, pero no lo hice. Y por eso te pido perdón.
Miré al suelo por unos segundos para luego asentir.
— Está bien —Respondí levantando la vista hacia él—, tu decisión nos salvó a todos. Eso está bien.
El chico asintió y se acercó a mí para envolverme entre sus brazos en un abrazo, el cual correspondí.
— Gracias Lizzie —Murmuró el pelinegro—, ¿sabes? A veces creo que eres como una pequeña nubecita blanca, porque siempre estás ahí para los demás sin importar qué.
Al escuchar aquella palabra, me separé del chico, mirándolo con nostalgia mientras aquel recuerdo aparecía como un flash en mi memoria.
"Porque al igual que las nubes, a pesar de que tan lejos se encuentre, siempre estarán ahí, y tú eres así. Siempre estás ahí cuando te necesitamos"
— ¿Lyss, estás bien? —Su-Hyeok me miró con confusión
— Sólo.... sólo tuve un déjà vu —Murmuré soltando al chico—. Yo creo que debo irme —Su-Hyeok asintió, no muy convencido—. Oye, Su-Hyeok, no le digas a los demás, podría ser peligroso. Es mejor si vamos solos.
Su-Hyeok asintió y con ello, me alejé de él para entrar nuevamente al edificio.
Va a ser una larga noche, pensé.
(.......)
La noche ya había caído por todo Hyosan, y yo terminaba de cerrar mi chaqueta para ir hasta donde había quedado con Su-Hyeok. Miré el que era mi cuarto temporal, y después de tomar una linterna, abrí la puerta para salir con cuidado de la habitación.
Metí la linterna dentro de mi chaqueta, para comenzar a caminar rumbo a la salida, evitando que alguien notara mi huida.
— ¿A dónde crees que vas? — Una voz hizo que brincara del susto—. Te hice una pregunta Evi.
Maldije en mis adentros, y me di la vuelta para mirar a mi donador de esperma.
— Iba a la cocina por una botella de agua, ¿acaso eso también está prohibido? —Pregunte con sarcasmo.
— ¿Ibas así vestida por un simple vaso de agua?
— Por si no lo has notado, estamos en invierno y las habitaciones se congelan demasiado rápido, es esto o morir de hipotermia.
Emmett me miró sin creerlo del todo, pero asintió.
— Está bien, te acompañaré entonces — Dijo para acercarse a mi y comenzar a caminar a mi lado.
El recorrido hasta la cocina fue silencioso, y los nervios comenzaban a recorrer todo mi cuerpo. Necesitaba safarme rápidamente de él.
— La doctora Grey me dijo que has faltado a las últimas dos sesiones —Emmett rompío el silencio para mirarme de reojo—. Creí que teníamos un trato, Evi.
— Ya lo supere — Respondí seca— . No hace falta que vuelva a terapia.
— Evie, me preocupa que puedad recaer.....
Solté una risa amarga al escucharlo — ¿Te preocupas después de que nunca estuviste para mi? Esta vez te pasaste.
— Siempre me he preocupado por ti Alyssa — Habló deteniendose—. Desde el primer momento en que te sostuve entre mis brazos.
— ¡Ya deja de mentir! —Exclamé mirandolo con enojo—. Eso no es verdad. Tú ni siquiera estuviste en mi nacimiento, ni en mis cumpleaños o cuando me rompí el brazo aprendiendo a patinar, siempre fue el tío Jae-Ik y Esko, ellos fueron mejor padre de lo que tú pudiste ser.
— Alyssa, basta...
— ¡No! — Podía sentir como las lagrímas de furia corrían por mis mejillas—. ¿Acaso nunca te preguntaste que pude sentir al no tener un padre con quien hablar? ¿Un padre que me cuidara de los moustros de la noche? ¿Un padre que me tratara como su princesa? ¡Claro que no, porque lo único importante para ti era el alcohol y las drogas! ¡Nunca te importó hacernos año a Esko, mamá, a mi e incluso August fue una de tus victimas! ¿Acaso no te basto eso?
— ¡Tenía miedo de no ser lo suficientemente bueno, es por eso que me aleje de ti! —Me gritó con tristeza—. Y te juró que me he arrepentido por hacerlo. Me arrepiento de no haber sido el padre que tú merecías, de no estar para ti y para tu hermano. Pero ambos debemos dejar el pasado atrás, y comenzar de nuevo.
— ¿Crees que puedes venir y decirme todo esto y que así todo estará perdonado? ¿Por qué de repente sueltas todo esto?
— ¡Porque tengo otro hijo!
Aquellas palabras procovaron un silencio entre ambos.
— Después del divorcio, yo la pasé mal.... hasta que encontré a Michaela y tuvimos a Eddie —Me miró con los ojos llorosos—. Yo no voy a ser un buen padre hasta tener tu perdón y el de tu hermano.
— ¿Cuántos años tiene? —Pregunté sin mirarlo.
— Cumplirá los 2 en unos meses —Me respondió en voz baja.
Limpié mis lágrimas y asentí, levantando mi vista hacia el.
— Esko no perdonará fácilmente, y lo único que yo te voy a pedir... —Murmuré—, es que no permitas que ese niño crezca sin un padre. Él no merece vivir todo lo que mi hermano y yo pasamos en tu ausencia.
Emmett intentó acercarse a mi, pero por instinto me alejé.
— Te lo promero, Alyssa —Dijo con tristeza—. Yo debo regresar al centro de operaciones, ¿podrás ir sola?
Asentí dandome media vuelta para ingresar a la cocina, que por suerte se encontraba vacía.
Cerré mis ojos por un momento, intentando procesar toda la información que había recibido en cuestión de segundos. Tenía un hermano menor, un hermano que iba a tener todo aquello que yo alguna vez quise tener. Lleve mi mano a mi boca, escondiendo el sollozo que amenazaba salir de mis labios.
Estuve en la cocina por unos minutos, hasta asegurarme de que Emmett no se encontraba ahí, y al no escuchar ruido alguno, salí del lugar rápidamente.
Llegue detrás del edifico, el cual era el lugar en donde vería a Su-Hyeok, pero vaya sorpresa que me lleve al verlos a todos reunidos.
— ¿Qué hacen todos aquí? —Miré a Su-Hyeok—. Te pedí que no dijeras nada
El pelinegro aparto su mirada con nerviosismo — Oye Dae-Su, te dije que no se lo contarás a nadie.
Dae-Su me miró con miedo y se acercó rápidamente a Esko. — Papá Esko, dije que era entre nosotros.
Mi hermano miró con ofensa a Dae-Su. —En mi defensa, ellas dos me obligaron —Dijo señalando a Ha-Ri y Mi-Jin.
— De todas maneras no tendré admisión especial —La de cabello corto apago su cigarrillo—. Nos encerrarán si nos atrapan. Y honastamente, prefiero irme presa que no entrar a la universidad.
Mire a los chicos sin poder creerlo, hasta que Esko se acercó a mi.
— ¿No creerás que te dejaría hacerlo sola? —Preguntó tomando mi mano—. Juntos empezamos esto, juntos lo terminaremos.
Asentí mirando a mi hermano, y entre todos, nos disponiamos a cruzar aquella muralla.
Estabamos tan cerca de encontrar la verdad.
(.........)
No pasó demasiado tiempo hasta que pudimos llegar a la que era nuestra escuela, espeficicamente al lugar en donde habíamos visto a Cheong-San por última vez.
Los restos de la explosíon predominaban por la construcción, la ceniza y escombros se esparcían por el suelo, dificultando un poco nuestro caminar.
— Está en ruinas.
— Es horrible.
Todos nos separamos un poco para explorar el lugar, pero yo me quede mirando el lugar por donde Cheong-San había corrido para distraer a los zombies.
"El día de hoy..... yo soy.... el chico más feliz"
Suspire intentando no romperme en ese momento.
— Lyssa —La voz de Su-Hyeok me sacó de mis pensamientos—. Debemos irnos —Murmuró extendiendo su mano hacía mi.
Volví a mirar enfrente mío, para luego asentir — De acuerdo —Dije tomando su mano y comenzar a caminar hacia la escuela.
Una sensación de miedo se instalo dentro de mí al mirar los esqueletos de los estudiantes por los pasillos, los bancos tirados en el suelo, libros quemados y partes desmembradas de cuerpos.
— ¿En serio crees que Nam-Ra este aquí? —Cuestionó Su-Hyeok mientras subíamos las escaleras.
— Creo que la esperanza es lo último que muere —Respondí con segurida—. Y algo me dice que ella está bien, y que pronto la encontraremos.
Fueron tan solo minutos hasta que todos estuvimos delante de aquella puerta metalica, la cual se encontraba entre abierta. Esko, soltando una bocanada de aire, se acercó lo suficiente para poder abrir la puerta por completo, siendo el priemro en cruzar, seguido de todos los demás.
A diferencia del resto de la escuela, la azotea parecía completamente limpia, cubierta por la nueve y la intensa llama que la fogata emitía.
Todos nos reunimos al rededor del fuego, dejanto que el calor que brindaba nos cubriera.
— ¿Quién habrá hecho esto? —Preguntó Hyo-Ryung
— Quízas algún youtuber, como esos que buscan misterios sin resolver —Respondió Mi-Jin.
— No —Dije mirando la fogata—. Fue Nam-Ra, estoy segura. Lo hizo porque nos extraña.
— ¿Cómo estás tan segura?
— Sólo lo sé —Respondí mirando a Su-Hyeok—. Y desearía que é tambíen estuviera con ella.
Aquello provocó un silencio, meintras nos dedicabamos a mirar la fogata.
— Oigan —Esko llamó nuestra atención—. Sé que puede ser una locura, ¿pero han escuchado la historia?
Miré a Esko con extrañeza.
— Creo que la escuche vagamente —Siguió On-Jo.
— Sobre una chica y un pollito —Dijo mi hermano dedicandome una mirada.
— ¿Podrías contarme más? Suena como una fantasía —Pidió Dae-Su
Sonreí tristemente reconociendo a donde Esko quería llegar con aquello.
— ¿Qué podría ir mal con una chica y un pollito? —Continuó Hyo-Ryung.
— Ella vive en un paraíso perfecto y él se quedo viviendo en el lado oscuro. —Menciono Ha-Ri.
— Tengo el presentimiento —Habló Su-Hyeok—. De que ellos son lo más real que ha existido.
— Desde el primer momento llamaron la atención —Dijo Mi-Jin— Y algo parecía cobrar vida cuando ellos estaban juntos.
Todos me miraron esperando que continuara con aquello.
— Y tengo el presentiento de que algún día, ellos sean algo extraordinario —Sonreí mirando a los chicos—. Que algún día, estarán lado a lado, bajo la luz del día —Baje mi mirada hasta mi brazalete—. Algún día
Los chicos sonrieron al igual que yo, hasta que el ruido de unos pasos llamaron nuestra atención.
— Si vinieron —Una voz nos hizo voltear, encontrandonos con una figura femenina en la oscuridad.
— Nam-Ra... —Hablé mirando como la chica se iba acercando a nosotros.
La luz de la fogata alumbró a la chica, mostrando unas pequeñas cicatrices en su rostro, mientras que sus ojos se encontraban sanos.
— Hola presidenta —Saludó Su-Hyeok.
Nam-Ra sonrío agachando su mirada. — ¿Aún sigo siendo la presidenta de la clase?
— Nunca dejaste de serlo —Respondió On-Jo, ganandose un asentimiento por parte de la pelinegra.
— ¿Cómo... cómo has estado? —Preguntó Esko.
Nam-Ra se quedo en silencio, mirandonos a cada uno con detenimiento.
— Los he extrañado —Respondío finalmente—. A todos ustedes, quería ir a verlos pero no sabía si debía
— Está bien, presi —Dije acercandome a la chica—. Vamos, puedes venir con nosotros.
— Pero aún tengo cosas que hacer aquí —Nam-Ra me sonrió con dulzura—. Hay varios chicos que son como yo. Algunos pudieron huir, pero aún quedan varios.
— Pero tú no eres un zombie —Habló On-Jo.
— Pero tampoco soy humana ni tampoco un moustro.
— Nunca lo fuiste —Me acerqué lo suficiente para tomar su mano—. Quédate con nosotros, aún te necesitamos.
Nam-Ra miró nuestras manos unidas para luego mirarme a mi.
— Seremos amigos aunque no estemos juntos —Me aseguró.
— Tienes razón —Dijo Su-Hyeok—. Donde quiera que estes, seremos amigos.
— Con eso me basta —La chica sonrió para luego mirar hacia el horizonte—. Volvieron. Tengo que ir con ellos.
Nam-Ra soltó mi mano para darse vuelta y caminar un par de pasos hacia delante.
— Casi lo olvido —Murmuró regresando su mirada hacia mi—. Lyssa —Se acercó con raidez, tomando mi mano dejando un objeto ahí—. Me dijo que tú sabrías lo que significaba. —Cerró la palma de mi mano por completo.
Al decir eso, se alejo corriendo para saltar hacía el vacío.
Aquello, nos tomo a todos por sopresa y los chicos no dudaron en correr hacia el borde de la azotea, intentando buscar a Nam-Ra.
Baje mi mirada hasta mi mano, y con nerviosismo, abrí mi palma, encontrandome con un collar.
Un pequeño collar con el dije de una nube.
El aire de mis pulmones se fue de repente, mientras las lágrimas amenazaban con salir de mis ojos, cerre mi mano y la lleve hasta mi pecho, abrazando el pequeño accesorio.
— Hola, Gwen Stacy
Su voz hizo que mi mundo volviera a volverse por completo, y con temor de que no fuera real, me dí la vuelta, encontrandome con su figura.
Pero ahí estaba él, y está vez, no era producto de mi imaginación.
— Hola, Peter Parker.
Cheong-San se acercó a paso lento hasta quedar enfrente mío, y con miedo, llevo su mano a mi mejilla, acariciandola por completo.
— Lamento no haber llegado antes —Susurró soltando unas cuantas lágrimas.
— Pero ahora estás aquí.
El chico sonrío mientras acercaba su rostro al mío para unir nuestros labios en un beso.
Un beso que ambos habíamos necesitado desde hace mucho tiempo. Un beso lleno de amor, de felicidad y de esperanza.
— Sabía que estabas con vida —Susurre separandome unos centimetros de sus labios—. Fueron.....
— 152 días sin estar junto a tí —Me interrumpió el pelinegro acomodando un mechos de mi cabello detras de mi oreja.— Te extrañe demasiado, mi pequeña nubecita.
— No tanto como yo lo hice, pollito pio.
Cheong-San rió ante la mención de su apodo, para luego dejar un beso en mi frente y tomar con delicadeza el collar que se encontraba en mi mano.
— Te prometí que te regresaría el collar, y aquí estoy yo cumpliendo mi promesa —Murmuro colocando el collar nuevamente en mi cuello—. Porque mi amor por ti, es tan real y tan grande que ni siquiera un apocalipsis pudo ser capaz de romperlo.
Sonreí atrayendolo hacía mi para besarlo con dulzura nuevamente.
Nuestros labios se tocaban con suavidad, disfrutando del momento del reencuentro . Lleve mi mano detrás de su nuca, ientras que una de las suyas se deslizaba delicadamente por mi cintura.
Cheong-San detuvo el beso con sumo cuidado, apoyando su frente con la mía, rozando nuestras narices.
— Debo irme —Susurró con delicadeza—. Pero te prometo que volveremos a estar juntos.
— Y yo te prometo que te esperaré, sin importar que —Susurré, mirando sus ojos.
El chic asintió y dejo un beso en mi frent, para luego separarse poco a poco de mi.
— Recuerda que te amo, Gwen Stacy.
— Te amo, Peter Parker.
Cheong-San sonrió y soltando mi mano, comenzó a correr y saltar por el mismo lugar por el que Nam-Ra había saltado minutos atrás.
Pero está vez, yo ya no tenía miedo de no volver a verlo.
No tenía miedo de perderlo.
Tenía esperanza. La esperanza de que las almas gemelas siempre terminaban juntas de algún modo, sin importar que tan duro fuera el camino para lograrlo
Y Cheong-San y yo, eramos almas gemelas.
Porque hubo una vez en la que creí que el amor era de un color rojo ardiente, pero me di cuenta de que no era así.
Si no más bien, era un color dorado brillante.
Como la luz del día.
Y Cheong-San es mi luz del día.
Se termino esta aventura. Se termino este viaje..... y yo soy lágrimas.
Hola!!
¿Cómo están? ¿Ya cenaron e hicieron su tarea?
Espero que hayan disfrutado al máximo esta historia y que les haya gustado el final.
¿Qué les pareció?
¿Creeían que no los iba a dejar juntos?
Pero, ¿no creeran que este es el final de la historia, cierto?
Yes sir, ¡Tendremos la season 2 de All Too Well!.
Es que no puedo dejar ir a mi nubecita y mi pollito. I can't.
Además de que....
¡Se viene el AU de ATW, en donde Su-Hyeok y Alyssa pudieron tener su final feliz!... ¿o no?
Lo único que les puedo adelantes es el nombre, el cual es "This Love"
Gracias a todxs por haber llegado hasta acá, y espero que sigan aquí porque aún faltan algunas cositas por descubrir en el universo de ATW.
No olviden votar y comentar para que esta historia llegue a más personitas.
Lxs amo demasiado!!!! <3
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top