Back to me


Ya hace más de un año que se había ido y tiene algunos meses que no ha sabido nada de él.

Él le prometió que volvería, que lo haría, que serían felices juntos de una vez por todas en cuanto regresará. Porque ambos celebrarían su aniversario como cada año en ese catorce de febrero en el que decidieron unirse, casarse y amarse para toda la vida.

Pero no ha sido así. 

Le dejo de mandar aquellas cartas de amor que cada que él podía hacerlo se daba el tiempo de promulgar su amor. De recordarle cuánto lo amaba, de cuánto lo extrañaba a pesar de la distancia y el tiempo separados, de cuánto deseaba estar con él a su lado, así como él también deseaba estar con él en todas sus formas. 

Pero no ha sido así. 

Él solo pensaba lo peor sobre eso, ¿qué tal si le había pasado algo?,¿qué tal sí…? Pero esos pensamientos siempre los borraba de su mente, porque algo de sí no había aceptado que se haya ido, que ya no estuviera ahí con él. Prefería pensar que estaba lo suficientemente ocupado como para no poder enviar nada, ni regresar tampoco.

Aún recuerda el día en que se fue. Era una mañana tranquila como todas en estos últimos meses del año, los dos juntos desayunando agradablemente. Mientras las noticias de aquellos días se hacían escuchar por medio de la televisión que estaba en la repisa al final de la sala.

Todo transcurrió con normalidad en ese momento, hasta que en las noticias se había escuchado como en tal país habían bombardeado una sede de Corea sin motivo alguno. Acto que a la población como para el estado había sido signo de guerra y rompimiento de tratado.

Por el cual empezarían a llamar a todos los soldados del país, de eso no había duda alguna.

Como se temió Taehyung, no paso un día antes de que el cartero que pasaba todas las mañanas por el mismo lugar, dejará la carta donde se solicitaba el reclutamiento del joven Jung Hoseok, para honrar a su país.

De igual manera no era la primera vez que Hoseok lo dejaba por largos meses por cuestiones de su trabajo. Pero siempre en esas cuestiones él había regresado, lo había visto pasar por aquella puerta de madera para ir corriendo hasta él y darle el abrazo de su vida, de su necesidad entera por él.

Mientras ayudaba a su marido a empacar todas las cosas que iba a necesitar en aquel lugar lejano. Hoseok como en todas aquellas veces en las que tenía que dejarlo solo por un largo tiempo. Lo estuvo preparando mentalmente para cualquier situación que se presentará, fuera la que fuera. Le recordaba como defenderse en caso de que estuviera en peligro. Pero más importante, lo preparaba mentalmente y sentimentalmente para estar sin él.

Apesar de que era un tema que no le gustaba tocar para nada por qué ¿a quién le gustaría perder al amor de su vida?, exactamente a ninguna persona le gustaría experimentar aquello. Aunque Hoseok prometiera que volvería seguro, por más que fuera una promesa, había unas que no se cumplían porque no estaban en su destino hacerlo, como esta, que era una de ellas.

La hora se acercaba más y más. El tiempo se reducía a cero antes de que Hoseok partiera y se volvieran a ver hasta que el tiempo y el destino decidieran por ellos.

Taehyung agradecía mucho que su marido no se quisiera separar de él tampoco en ningún momento. Que en esa situacion difícil que se llamaba "separación momentánea ", pero que era más como un adiós en realidad, siempre estuvieran consolando silenciosamente al otro.

Ambos acostados en la pequeña hamaca justo a la medida de ellos dos solamente, que estaba colgada entre las grandes arboledas que habían plantado juntos, donde Taehyung estaba recostado sobre el pecho del aperlado mientras que este acariciaba sus negracios cabellos con suavidad y delicadeza, esperando a que pasaran a recoger a Hoseok.

Sin más esperar,ese momento llegó. Más rápido de lo que se esperaba y lo único que les tocaba hacer era saber aprender a dejar ir, aunque no quisieran hacerlo.

Justamente había una razón por la que a ambos no les gustaban las despedidas en la estación de tren, era por eso mismo que decidían hacerlo desde su hogar, porque era suyo y de nadie más, un espacio personal, sin tener miradas incómodas o de cualquier tipo que a ellos no les interesaba en lo absoluto, porque la única mirada que les importaba eran solamente las que ellos se dedicaban siempre.

—Volveré, te lo prometo, para que juntos podamos ir a ese crucero al que tanto has estado esperando ir mi amor, y cuando menos te lo esperes estaré aquí, en nuestro aniversario para celebrarlo juntos, como siempre ha sido —había comentado Hoseok, aún con Taehyung en brazos; quien estaba aguantando las grandes ganas que tenía de dejar salir un par de lágrimas al escuchar tales palabras.

—Y yo te estaré esperando, como siempre lo he hecho, porque te amo Hoseok, siempre lo haré a pesar de la distancia. Esperando a que regreses a mí, otra vez —confeso Taehyung lo que para ambos era obvio. Además, tenía que confiar en su marido, porque siempre lo hacía, aún cuando ya no tuviera esperanzas de ya no hacerlo y todo estuviera en su contra. 

—También te amo Taehyung, que nunca se te olvide —fue lo último que dijo, mientras que con delicadeza le proporcionaba un cálido beso en la frente del moreno, tal acción había dejado derramar una pequeña lágrima que Hoseok limpio al instante, para al final darle un beso en aquel lugar; por consiguiente despedirse con una gran sonrisa que hasta el momento Taehyung no ha podido olvidar.

Tantos momentos que pasaron juntos, las cosas que se dijeron el uno al otro. Seguirían palpadas en la memoria de Taehyung, como la primera vez.

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Ahora en esos momentos Taehyung se encontraba sentado, en una de las muchas bancas que el muelle contenía, había comprado las dos entradas para el nuevo crucero que había llegado a Seúl con la esperanza de que Hoseok se apareciera, que solo le estuviera jugando una broma. Que le había dejado de escribir solamente porque le quería dar una sorpresa de su aniversario número 5 y que él estaría ahí justo como había prometido hace un año atrás.

Pero los segundos se hicieron minutos y los minutos horas. Hoseok nunca se apareció, era la primera vez que Taehyung pasaba su aniversario solo, sin noticias de Hoseok, con el corazón lastimado porque no tenía nada de lo que quería en ese momento. Ese sin duda fue el peor de los aniversarios que hubo tenido jamás.

Recordó como siempre recordaba las palabras que Hoseok le dio antes de irse. Como hace un año atras lo tenía entre sus brazos en esa hamaca, susurrandole cuanto lo amaba y lo especial que era.Una pequeña lágrima fue la primera en salir, mientras veía los boletos que había comprado, después de que las demás empezaran a fluir una tras otra sin poder contenerlas.

Esa fue la primera vez que había sentido tanto dolor en su vida.

La segunda vez, fue cuando días después de lo del crucero, llamaron a su puerta. Era el general, quien una vez que vio su rostro tardo en reaccionar. Él no sabía como explicarle la situación porque lo conocía muy bien, era él mejor amigo de su esposo. Lo que lo hacía más difícil.

Un mote de esperanza fue fluyendo en el cuerpo de Taehyung, uno que necesitaba tan siquiera para poder seguir un poco más,  pero la cara del pálido no era la mejor. Mientras qué le entregaba aquel telegrama que decía. "Perdido en acción".

—Dime que no es cierto… —había implorado Taehyung mientras leía cuidadosamente aquel sobre y quien por milésima vez, escuchaba como su corazón se rompía de nuevo, con los pocos pedazos que le quedaban.

—Lo lamento,Taehyung, no hemos encontrado su cuerpo en caso de que haya fallecido. Pero este es mi trabajo y es lo que tengo que hacer, así que te entrego sus posesiones y esta carta qué dejo para entregartela en caso de que le pasara algo. Sé que es difícil, Hoseok es como mi hermano, creeme cuando te digo que lo hemos buscado hasta debajo de las piedras. —Llevando una mano al hombro de Taehyung le dio un pequeño apreton de aliento.—. Así que te dejó, suerte Taehyung.

Fue lo último que dijo el pálido antes de retirarse y dejar a Taehyung solo con aquella carta que no dudo en abrir una vez que se acomodó en su sillón.

La abrió lentamente que hasta él mismo se estaba desesperando por su lentitud, pero como no, si hasta él mismo tenía miedo de algo que no podía explicar.

Por último fue valiente y saco la hoja tamaño carta que estaba doblada dentro del sobre, que a simple vista su bella letra se podía ver en una de las caras de en frente, donde lo primero que veías era un "Querido Taehyung " con su letra en cursiva.

Para comenzar a leer lo que aquella carta contenía que con tan solo leer las primeras palabras su respiración se detuvo inconscientemente:

"Mi amado Taehyung:

Sí lees esto es porque posiblemente yo no pude regresar a ti como te lo prometí, lo siento tanto, sé que te hice esa promesa cientos de veces y había logrado cumplirla, pero esta vez no fue así amor mío.

Quiero que sepas que en todo este tiempo en lo único que pienso es en ti, en lo mucho que te amo a pesar de la distancia que muchas veces nos separa, que solamente quiero ver tu hermosa sonrisa posarse en tu bello rostro y que no haya ni una sola lágrima en ella por que no se merece tan poderoso dueño.

Siempre te estaré  eternamente agradecido de que me hayas amado y me hayas escogido a mí como el amor de tu vida, así como tú eres el mío.

No llores por mí amor mío, mereces ser feliz  aunque sé que será difícil en un principio, lograrás superarlo porque eres una persona fuerte y eso me encanta de ti. Porque te mereces todo lo bueno de este mundo, a una persona que te ame, que este por siempre a tu lado haciéndote feliz sin miedo a perderlo algún día.

Porque eres lo mejor que me pasó en mi vida entera y conocerte fue la mejor decisión que hice ,de la que nunca me voy a arrepentir jamás de haberlo hecho.

Espero que estas palabras hayan llegado a ti, que nunca olvides que apesar de todo, siempre te amaré, aún si ya no estoy contigo.

Por favor sigue adelante sin mi, brilla tan hermosamente como lo haces para mi. Ahora  ves nubes grises y tristes. Pero después verás el hermoso arcoíris que mereces.

Te ama tu esposo, Jung Hoseok."

Terminó de leer aquellas últimas palabras, para ser un mar de lágrimas que no podía detener, le dolía demasiado el corazón y sentía que no podía respirar correctamente. Había olvidado que contuvo la respiración todo ese tiempo, que ahora hacerlo era doloroso.

¿Cómo le pedía que aprendiera a vivir sin él? ¿Era eso posible acaso?, cuando cada fibra de su cuerpo,mente y corazón. Solamente pedían a gritos a un nombre, a una persona. Solo a Jung Hoseok.

Tenía tantas emociones ahora mismo, tristeza, rabia, confusión; Sin embargo a la misma vez estaba feliz de que Hoseok todo el tiempo lo recordará así como él lo hizo siempre. Que lo amara con la misma intensidad con la que él lo hacía.

Pero sin duda su mayor reto será aprender a vivir con eso, a acostumbrar a su corazón sin el amor de Hoseok ,aunque de algo estaría seguro: que nunca amaría a otra persona como lo hizo con él ni tampoco quería hacerlo.

Tenía que aprender a seguir adelante sin él, sin su Hoseok.

Cuando menos lo pensó. El tiempo había transcurrido para Taehyung, ya habían sido dos años desde la última vez que lo vio, desde que lo dejó sólo. Aún había tenido la esperanza de que él podía regresar de alguna forma, pero no fue así, con el tiempo se empezaba a hacer la idea de que tal vez era momento de dejarlo ir a él y a su recuerdo.

Aún cuando prometió hacerlo hace un año atrás. Seguir con su vida.

Pero eso lo haría mañana, trataría de seguir su vida sin él, pero hoy… no podía. Menos cuando era catorce de febrero, el día del amor y la amistad, el día en el que se habían conocido hace varios años atrás también.

Ese recuerdo vino a su mente, la primera vez que se conocieron:

Taehyung era un estudiante de universidad cursando su último año, apesar de estar estudiando leyes, su verdadera pasión siempre fueron las artes.

Su pasatiempo favorito era dibujar, plasmar a las personas en ese cuaderno especial que siempre traía consigo. Por lo mismo de que era un estudiante, su universidad quedaba a una hora de su lugar natal por lo que  tomaba el autobús muy temprano. De igual forma de regreso.

Todo iba normal en su vida, hasta que lo vio. Nunca antes había visto tomar a ese chico tomar el autobús y vaya qué conocía a todos los que tomaban esa ruta ya que eran las mismas personas.

Pero él era nuevo...

Su asiento era el único que iba vacío siempre, por lo que el chico que poseía un traje militar un poco dudoso se acercó hasta él, pidiéndole permiso para poder sentarse a su lado, con esa bonita sonrisa tímida que formaron sus labios.

Desde ese momento Taehyung no fue el mismo.

Taehyung sonrió ante el recuerdo, suspirando en el proceso. Para ser sincero Taehyung aún estaba enamorado, ¿y eso contaba verdad?, para poder celebrarlo, muchos de sus amigos lo  invitaron a salir con ellos y tener un pequeño convivio, pero Taehyung no aceptó porque sentía que este día debía estar él solo…

De alguna manera, tenía una cálida sensación en su corazón.

Así que esperó a que fuera de tarde. Se arregló un poco, se puso la ultima camisa que Hoseok le había regalado y se acomodó un poco el cabello.

Él ya tenía otros planes y esta vez intentaría ser feliz aunque sea un poco, esa tarde, por lo cual, se dirigió a aquel muelle que no se atrevió a pisar desde aquella vez.

Taehyung no estaba muy seguro de hacerlo, ¿sería demasiado masoquista si iba y compraba dos boletos como la última vez?, aunque ya sabía la respuesta no dudo más, se formó en aquella pequeña fila que hacían las personas para comprar los boletos en la taquilla.

Cuándo fue su turno la agradable mujer empezó a hablar:

—Buenas tardes, ¿cuántos boletos va a llevar? — preguntó la muchacha amablemente en espera de la respuesta de Taehyung.

—De me uno...— había dicho al principio pero mejor se corrigió rápidamente—. No, señorita, mejor deme dos boletos, por favor.

La muchacha asintiendo le entregó los boletos después de desearle un buen día y un buen paseo también.

Aún era un poco temprano, al rededor de las 5 de la tarde y el muelle para el crucero abría hasta las 7, aunque su pasaje fuera para las 8, no le importó estar sentado por 3 horas en aquella banca que vio sus lágrimas derramar aquella última vez.

Tal vez en esta ocasión volvería a hacerlo, porque estaba seguro que su lado sentimental le ganaría y no va a poder controlar esos sentimientos que en cualquier momento van a surgir.

Pero lo tenía que hacerlo, por última vez... Tenía que hacerlo.

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A veces la vida no era justa en ningún sentido y para Jung Hoseok tampoco lo era en estos momentos donde no sabía en donde se encontraba, ni que había pasado con él.

Todo había sido como un sueño profundo y largo, donde rememoraba todo lo que había pasado la última vez antes de desmayarse. Perdiendo la conciencia al haber sido disparado.

No se asustó en el momento en que abrió sus ojos, no conociendo el lugar, tampoco se asustó cuando le dijeron que lo habían encontrado y como aún estaba respirando lo ayudaron.

Lo que más le asusto, fue el tiempo en el que estuvo en ese estado. Por lo que las personas que lo ayudaron le dijeron, fueron dos años o un poco menos.

Se asustó porque en todo ese tiempo no supieron de él, pero lo que más le asustaba era como el amor de su vida se encontrará en estos momentos sin saber de él, sin saber si estaba vivo o estaba muerto, aunque comprendía muy bien si pensaba más en lo segundo, pero conociéndolo como era, lo más probable es que aún lo estuviera esperando, aunque no tuviera esperanza alguna.

Por eso y más necesitaba regresar a casa, por Taehyung necesitaba hacerlo.

Lo primero que hizo y con el permiso de los dueños de la casa, fue llamarle a Yoongi, a pesar de todo tenía que informar que seguía con vida y así lo hizo,  su mejor amigo se encontraba al otro lado de la línea con aquella voz de indiferencia que lo caracterizaba.

—Bueno,¿con quién habló? —La voz tenue sonó de inmediato.

—Soy yo Yoongi, soy Hoseok —dijo tratando de qué su voz no temblará en el acto.

El pálido se había quedado mudo a tal inesperada voz, salió rápidamente de su casa para hablar con más calma y sin ser escuchado, no sabía que decir.

—¿A caso esto es una broma?, sí es así puede tener gran… —Pero fue interrumpido por el aperlado.

—No es ninguna broma, Yoongi, de verdad soy yo, Hoseok —dijo con total seguridad, para que él otro le creyera, de igual manera Yoongi trato de no sonar feliz por lo que estaba escuchando.

—Dos años Hoseok, ¿qué has estado haciendo todo este tiempo?

—Te lo explicaré luego, por el momento necesitó ayuda para volver, ¿puedes ayudarme?

—Sí, ya mismo informó tu estado lo más rápido posible, para que vuelvas. —Así mismo Hoseok le dio los datos y dónde exactamente se encontraba según los lugareños.

Antes de colgar, Hoseok no pudo evitar hacerle aquella pregunta que tanto quería. Realmente se aguanto las ganas de hablarle primero a aquella persona, pero quería dejarlo como una sorpresa.

—¿Cómo está? —Yoongi entendió de inmediato a quien se refería y con una pequeña sonrisa le dijo:

—Esperándote —fue lo último que pronunció el pálido antes de finalizar su llamada.

No tardaron más de un día en dar con la ubicación de Hoseok, y como recompensa a las personas que lo ayudaron le ofrecieron sus debidos reconocimientos por sus actos.

Hoseok les dio las gracias por su ayuda, para después subirse al helicóptero que lo estaba esperando, para irse a su casa, para irse a su hogar después de un largo tiempo, y para ver a Taehyung quien claramente aún se encontraba esperándolo.

Lo primero que vio al llegar, eran a todos sus colegas en la base militar quiénes sorprendidos le estuvieron haciendo muchas preguntas.  En especial Yoongi que una vez que estuvieron solos, le dio un abrazo amistoso por haber vuelto con bien.

—Te estuvimos buscando por horas después de que el operativo había acabado, pero no te encontramos por ningún lado, así que desistimos después de un tiempo, en ese caso te has de suponer que pasó, tuve que decirle. — Finalizo dándole un sorbo a la taza de café amargo que tenía en sus manos.

—Lo entiendo…—Dio un fuerte suspiro —. Yo tampoco recuerdo muy bien que pasó, solamente de repente ya estábamos rodeados y sucedió lo que paso, desperté hace dos días sin tener la menor idea de dónde estaba ni que paso después, pero me alegro de que al menos puedo volver y puedo volverlo a ver también, ¡diablos!, ¿por cuánto tuvo que haber pasado mi pequeño sin saber nada de mí? —Hasta apenas esos momentos caía en la cuenta de que lo que para él se sintió como un sueño, para Taehyung fueron dos largos años sin él, y se lamentaba por ello, pero de nada servía sentirlo ahora, solamente le queda recompensarlo por el resto de su vida.

—Lo entiendo, Hoseok, así que es mejor que regreses a casa, ya hiciste mucho en este tiempo. —le sugirió Yoongi.

Hoseok no pudo estar más de acuerdo.
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Tomó un taxi para trasladarse hacia su hogar, y decir que estaba muy nervioso era menos, ni se acercaba a lo que sentía en esos momentos.

Se hacía muchas preguntas, pero sabía muy bien que no iba  a poder contestarlas hasta que lo viera. 

Cuando llegó no pudo más que observar que la casa seguía igual que cómo la recordaba, no había cambiado nada y se dio cuenta de lo mismo una vez que entró en ella, gracias a la llave que estaba en la maceta, donde siempre la dejaban. Para ser sincero no se sorprendió mucho de que siguiera ahí, su pequeño seguía con los mismos hábitos después de todo.

Entonces abrió la puerta lentamente, pero se llevó la sorpresa de que todo estaba en silencio y los focos estaban apagados, así que prendió el de la sala principal para que iluminará los demás pasillos.

Todo estaba exactamente igual,el olor a Taehyung era más fuerte que nunca, toda la casa olía a él. Eso hizo agitar el corazón de Hoseok un poco más rápido, realmente necesitaba verlo ya, pero Taehyung no estaba. Entonces cayo en la cuenta del día que era al ver que el calendario marcaba un 14 de febrero en rojo y grande.

Ahí Hoseok se dio una idea de donde se encontraba su pelinegro en esos momentos, al menos, hoy sí podría cumplir su promesa que le había hecho ese mismo día en que se fue.

No dudo en ir a asearse,  y afeitarse el rostro donde una barba que no era de su agrado le había crecido. Cuando abrió el closet para escoger su ropa, no podía caer más enamorado al ver que estaba perfectamente doblada a un lado de la ropa de Taehyung.

Curiosamente aquella camisa que compró hace tiempo atrás para los dos llamó su atención,  viendo que la de Taehyung tampoco estaba, quiso ponersela.

Con una gran sonrisa después de verse en el espejo, dándose el visto bueno y un poco de aliento. Salió de su casa para tomar el autobús. En lo que iba caminando vio un jardín con rosas rojas que le recordaron a los hermosos labios de su amor, en donde no dudó en cortar una, solamente esperaba que la dueña de la flor no se molestará, lo hacía por una buena causa.

Para una vez que el autobús que tenía su ruta por el muelle se hubiera parado.

En todo el transcurso estuvo pensando en como iba a llegar, en como le iba a hablar, le había pedido a Yoongi que no le dijera nada, que quería hacerlo por sí mismo y de una manera especial.

Pero tal parece que todo eso se le olvidó cuando piso un pie en el muelle tratando de encontrarlo, buscó por muchas partes, de aquí para allá, tardó aproximadamente unos veinte minutos dando vueltas porque no sabía donde se encontraba muy bien el lugar, hasta que vio la entrada al lugar,que estaba adornado con corazones y cosas alusivas a ese día.

Veía a muchas personas caminar y estar contentas unas con las otras, tanto que se esforzó a un más por encontrar a su persona favorita. Hasta que lo hizo.

Vio a un pequeño pelinegro sentado en una banca que estaba en el fondo de todas las demás, con una pequeña botella de agua en la mano y unos boletos en la otra también.

Hoseok no podía creer lo hermoso que se veía Taehyung en esos instantes, donde la luz del sol no le hacía justicia a su bello rostro que estaba siendo golpeado por los rayos de este y el viento que meneaba sus cabellos negrizos solo lo hacían verse como un dios, porque era su dios haciendo que le dieran unas tremendas ganas de besar esos labios tan bonitos que tenía su marido. Justo su corazón empezó a latir de una forma errática claramente lo sabia, era la sensación que sentía cada vez que confirmaba que amaba a Taehyung tanto como él lo ama a él.

Tomó un pequeño suspiró para después acercarse a él a su tiempo,  porque en su mente las preguntas, ¿qué le voy a decir?, ¿cómo debería empezar?, no dejaban de rondar en su cabeza.  Pero una vez más esas preguntas solo fueron respondidas una vez que estuvo al frente de él.

—¿Está ocupado este lugar? —fue lo primero que se le vino a la mente para pronunciar, obviamente Taehyung aún no lo había visto porque su vista estaba concentrada viendo los boletos que tenía en su mano.

Taehyung iba a contestar, hasta que levanto su vista y se quedó inmóvil por lo que sus ojos estaban viendo en esos momentos, no se lo podía creer,  parpadeo muchas veces,  por si era un juego de su cabeza como consuelo para él por este día que hasta de la impresión dejo caer su botella de agua que se fue rodando lejos de ahí.

Taehyung no lo podía creer, tenía que ser una broma.

Taehyung no se resistió y como un resorte se levantó de su asiento para abrazarlo fuertemente, con miedo de que no fuera ream. Tanto que lo estaba dejando sin respiración, pero aún así Hoseok no dijo nada y solo correspondió al abrazo que el moreno le estaba brindando, tan cálido y honesto, uno que no había sentido en tanto tiempo.

En el momento que decidieron separarse de los brazos del otro, solamente para ver sus rostros,sonreírse, observarse mutuamente. Como cuando estás viendo esa obra, esa fotografía, ese trabajo más preciado , ese en donde tus ojos brillan y no puedes describir ni con palabras la belleza de lo que estas observando, la belleza que la otra persona emite sin siquiera imaginarlo.

Porque cuando menos lo pesaron ya tenían sus labios unidos, sus labios juntos después de un largo tiempo.Solamente tocándose.

Pero ellos necesitaban más, mucho más, y es por eso que con desespero empezaron a tomar un ritmo que poco a poco fue subiendo de tono, pero que aún así era suave y lleno de emociones esas en donde ambos se querían transmitir cuanto se habían extrañado ese largo tiempo donde así estuvieron unos minutos, en los que olvidaron el pasar del tiempo y de lo que los rodeaba, hasta que por falta de aire tuvieron que se pararse involuntariamente, para solo juntar sus frentes, para regular su respiración.

—Estás aquí —empezó a hablar Taehyung después de un tiempo, tomando el rostro de Hoseok entre sus manos aún con su corazón latiendo le rápidamente, quien solamente se ponía así por las acciones de su amor, solamente por Hoseok.

—Eres real…—Hoseok solamente asintió, tomando las manos de Taehyung  entrelazando las con las suyas,atinando a darle un pequeño beso en su mejilla. En donde Taehyung cerró sus ojos dejando salir unas lágrimas de felicidad, porque por fin su alma estaba en paz y su corazón se estaba reconstruyendo de nuevo.

—No sabes cuánto te esperé, como cada noche esperaba a que tu volvieras y que no era verdad que habías muerto, que no era verdad que no ibas a volver —decía Taehyung no pudiendo controlar sus lágrimas.

A lo que Hoseok lo abrazó, para consolarlo debidamente.

—Lo sé mi amor, lo sé, pero ya no llores, ya estoy aquí y ya no me voy a volver a ir, no de nuevo. — Taehyung a pesar de todo, creyó en sus palabras una vez más.

—Pero sí te vuelven a hablar y pasa esto otra vez yo…

—Shuuu —Hoseok puso uno de sus dedos en los labios de Taehyung al separarse del abrazo. —Eso ya no va a pasar, porque sí, me gusta mi trabajo, pero lo que amo es a ti Taehyung y ya no quiero que esto se repita de nuevo otra vez, ya no te dejaré otra vez y solo estaré para ti, siempre, sin que tengas que esperar a verme en mucho tiempo. —Le prometió Hoseok limpiando los rastros de lágrimas que aún salían por los bellos ojos de su amado.

—En cambio, te traje esta flor para ti, ¿te gusta?
—le preguntó Hoseok mientras se la entregaba a Taehyung que con una gran sonrisa la aceptó.

—Sí, es muy bonita—aseguró Taehyung llevándola a su nariz para olerla. —Gracias Hoseok, por cumplir tu promesa de estar aquí para nuestro aniversario, juntos, en el muelle, aunque haya sido la segunda vez, me importa más el hecho de que estés aquí conmigo, tú eres mi regalo perfecto en este día y siempre lo serás.

Hoseok no pudo más que sonreírle, para volverlo a besar como nunca antes lo había hecho.

—La próxima vez no me pidas que te olvide, no vuelvas a pedirmelo nunca más. Por más que lo intente, no logré hacerlo. Tanto así te amo Hoseok. —reprochó Taehyung una vez que se separaron del beso. Escondiendo su rostro una vez más, en el cuello de Hoseok.

Este último sonrió ante eso, negando: —Yo no quiero que lo hagas, tanto así te amo. —repitió lo último que su esposo había dicho.

A lo lejos, se escuchaba un megáfono anunciando la próxima hora del crucero. Siendo la que Taehyung compró para ellos.

Taehyung se separó de Hoseok, para tomar su mano para acercarlos al lugar.

—Hay que ir —mencionó Taehyung mientras caminaban.

—Hay que ir —Le siguió Hoseok, para ambos subirse por fin a ese crucero que tanto tiempo esperaron. Siendo felices otra vez, estando juntos después de dos largos años.

Porque eso demostraba que no importaba el tiempo, ni la distancia, cuando había amor todo se podía lograr, y tal vez ese catorce de febrero sería algo que los dos no iban a olvidar nunca más, porque después de tanta lluvia, vienen un arcoíris a iluminar el día.

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Espero que les haya gustado, como a mí hacerlo, nos leemos pronto c:

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