-¡Yᴏ ᴛᴀᴍʙɪᴇ́ɴ ᴘᴇʀᴅɪ ᴀ ᴍɪs ᴘᴀᴅʀᴇs!

Los cuatro mejores amigos volvieron al pueblo y Harry les contó lo del mapa del merodeador, Ginny se sorprendió, ¿Los gemelos se lo dieron?

—Esos traidores, nunca me dijeron nada del mapa—acusó Ron

—A mi si, me lo dijeron apenas lo robaron, me mandaron una lechuza a casa y cuando acabé de leer la carta la quemé para que mis padres no la vean—comentó Ginny haciendo que sus tres mejores amigos la vean

—Ya me lo esperaba, eres la favorita de todos—dijo Ron con cierta envidia

—Me quieres así, ¿O no Ronnie?—preguntó la castaña-rojiza divertida, ella sabía que Ron odiaba que lo llame así

—No me llames así—

—Volviendo al tema, Harry no se lo quedará, se lo entregará a la profesora McGonagall, ¿Verdad?—preguntó Hermione

—Sí claro, y su capa de invisibilidad—ironizó Ron

—Ay miren quien es, Madame Rosmerta, a Ron le gusta—dijo Ginny divertida y Hermione rió, aunque a su mejor amiga n o le hacía mucha gracia que a Ron le gustara otra persona, debía pretender que no le gustaba

—¡No es cierto!—se defendió el pelirrojo

—¡Profesora McGonagall!—escuchó que un señor dijo, el ministro de magia desde el carruaje donde venía

—¡Cornelius!—dijo la jefe de la casa de Gryffindor

—Permítame—Hagrid abrió la puerta del carruaje para que el ministro de magia baje

—Rosmerta querida, espero que todo vaya bien—dijo Cornelius acercándose a la señora

—Me iría muchísimo mejor si el ministerio no mandara dementores a mi bar todas las noches—reclamó Rosmerta acercándose al ministro amenazadoramente

—Si, bueno, tenemos...un asesino suelto—se defendió Cornelius

—Sirius Black en Hogsmeade, ¿Qué lo traerá por aquí?—preguntó la dueña del caldero chorreante, el ministro se acercó a su oído y le susurró algo que los mejores amigos no pudieron escuchar

—¿Harry Potter?—preguntó Madame Rosmerta confundida

—Shhhhhh—callaron la profesora McGonagall y Cornelius Fudge

—Ven—le indicó el hombre pasando al caldero chorreante, Ginny y Hermione se miraron, luego a Ron y al final donde debía estar Harry pero su lugar estaba vacío, miraron abajo y vieron huellas que dejaban un rastro, las siguieron con la vista y vieron como empujó de casualidad a un mago

—¡Harry!—dijo Ginny un poco bajo, Ron, Ginny y Hermione corrieron al caldero chorreante ya que ahí se dirigían las huellas, sostuvieron la puerta que se iba a cerrar y se disponían a entrar pero una voz los interrumpió

—Oigan no se permite entrar a menores—dijo una cabeza pequeña colgada de una cuerda

—¡Cierren la maldita puerta!—gritó otra

—Pero que grosera—espetó Ginny recelosa

—Bocones—dijo Ron de igual forma

—¿Cabezones?, ¡Ay!—dijo una de las cabezas cuando Ron, Ginny y Hermione cerraron la puerta, el trio se quedó mirando por la mini ventana que tenía la puerta como algo arrimaba la silla, supusieron que era Harry, sin poder hacer nada se fueron a sentar en la banca de al lado del caldero chorreante a esperar

—¿Ginns?, ¿Ron, Hermione?, ¿Qué hacen aquí? deberían disfrutar Hogsmeade, es su segunda vez aquí—dijo una voz que Ginny reconocería donde fuera, levantó la vista para ver que Cedric se encontraba frente a ellos con el ceño fruncido, Hermione solo miraba al castaño mientras Ron gruñía y maldecía por lo bajo

—¿Qué haces tú aquí?—preguntó Ginny confusa

—Vine a Hogsmeade, ¿Lo recuerdas?, estábamos juntos hace un par de minutos—dijo Cedric obvio

—¿Juntos?—preguntó Ron intentando calmar su molestia y sus celos de hermano

—Paseábamos juntos—se corrigió Cedric

—Pensé que te habías ido—

—Quise pasear con mis amigos un rato más, los vi aquí sentados y me acerqué, aún no respondes a mi pregunta Ginny, ninguno lo hace—

—Estamos esperando a Harr...—Hermione fue interrumpida ya que Ginny le puso la mano en la boca haciendo que todos la miren, Hermione semi molesta, Ron aburrido y Cedric intrigado

—Solo tomábamos aire—dijo Ginny sonriendo con la boca cerrada algo nerviosa

—Hermione dijo que esperaban a Harr—dijo Cedric serio enarcando una ceja

¡Hermione!, ¡Mantén cerrada la boca con el tema de Harry en Hogsmeade!, pensó para sus adentros

—¡Harvey!, Finn Harvey, es un amigo mío, estaba de paso y quiso venir—respondió Ginny con lo primero que se le ocurrió

—Finn Harvey, si claro, no soy tonto Ginny pero está bien, si no me quieres contar de acuerdo, adiós, esperen a Harvey—Cedric se iba a ir pero Ginny se paró y le agarró el brazo

—No te enojes—le dijo

—No me enojo, me incomoda que no me quieras compartir eso conmigo, pero no te puedo obligar a nada—le respondió el castaño

—Quisiera contarte, de verdad, pero no está en mis manos eso—

—Solo quiero que confíes en mi—la agarró por la cintura atrayéndola a el, a su lado izquierdo, Ron se levantó molesto dispuesto a separar al Hufflepuff de su hermanita pero Hermione lo detuvo poniendo su mano en su pecho y lo hizo sentarse de nuevo

—Confío, confío en ti—la castaña-rojiza pasó sus brazos por el cuello del muchacho—Pero como ya te dije, no me corresponde a mi contártelo, solo lo sabemos nosotros tres

—Ron mira—escuchó Ginny que dijo Hermione, frunció el ceño y quitó su vista del castaño

Cuando vio las huellas abrió los ojos como platos, si Cedric veía eso todo se iba a abajo, tenía que hacer algo para distraerlo ¡Ahora!, ¿Lo abrazaba?, no igual vería las huellas, ¿Lo besaba?, no, confundiría las cosas aún más, hizo lo primero que pensó después, se inclinó para adelante, el acto inesperado hizo caer al castaño de espaldas dejando a Ginny encima de el, para esto, Ron y Hermione ya habían ido tras Harry

Ginny tenía los ojos abiertos y Cedric solo estaba confundido, cuando Ginny salió de su trance Se acordó de que lo había echo para que no descubriera a Harry, ¡Harry!, rápidamente se enderezó y se sacudió la falda

—Me tengo que ir, lo siento—le dijo al castaño y empezó a ir por donde sus mejores amigos habían pasado y procurando pisar por donde el Harry con la capa de invisibilidad había pisado, se fue dejando a Cedric con la palabra en la boca

¿Harry nos habrá visto?, no, estaba muy ocupado corriendo por algo como para vernos, pensó Ginny

—Perdón, disculpen—decía Ginny cuando pasó por un grupo de enanitos que cantaban villancicos, estos se hallaban en el suelo intentando pararse, la castaña-rojiza tuvo que pasar de lado y apretando su bolso a ella para poder pasar y no chocar a nadie—Feliz navidad, disculpen

Llegó a donde estaban Ron y Hermione y ellos estaban quietos escuchando algo, agudizó su audición y escuchó unos sollozos, siguió las huellas que habían en la nieve hasta llegar a una roca, supo que Harry estaba ahí

Ginny avanzó pero Ron le agarró el brazo intentando detenerla pero se soltó como pudo, avanzó despacio hasta la roca y cuando llegó se agachó, siguió escuchando los sollozos solo que ahora mucho más cerca, estiró la mano derecha y la apretó sintiendo la capa de invisibilidad, suspiró triste y la sacó

Vio a Harry con la cabeza abajo, la miró un instante y luego apartó la mirada

—Harry ¿Qué pasó?—le preguntó triste

—Era su amigo, y los traicionó—le dijo aún sin mirarla, a Ginny se le encogió el corazón, ya se lo contaron, y el lo creyó—¡Era su amigo!—dijo molesto y Ginny apartó la mirada dolida

—Ojalá que me encuentre, y entonces, voy a estar listo, cuando lo haga voy a matarlo—Harry miró a Ginny con determinación

—No hagas algo de lo que luego te arrepientas—le dijo Ginny con calma

—¡Mató a mis padres Ginny!—

—¡Lo sé Harry!, ¿Crees que no sé lo que se siente?, Porque si no lo sabes ¡Yo también perdí a mis padres!, ¡Los mataron Harry!—espetó molesta asustando a su amigo—No eres el único que ha sufrido tanto

La castaña-rojiza se paró y empezó a retroceder aún mirando a Harry, se dio vuelta dejando a su mejor amigo atrás

—Al menos tienes recuerdos de ellos—le dijo el azabache—Yo no tengo nada más que sus fotos y algunas historias que cuentan

—Mis padres raramente tenían tiempo para estar al pendiente de todo lo que hacía, es casi lo mismo—le dijo Ginny dándole la espalda

—¡No!, no es lo mismo Ginny, tenía un año, ¡Un maldito año cuando murieron!, ¡Los mataron en mi cara y no pude hacer nada!, ¡No sabes lo que se siente!—le gritó Harry

—¡No le grites así!—

Oh no, no no no, ¿Qué hace aquí?. Ginny seguro parecía un papel

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