CAPÍTULO 10 - ¿Estás bien?
Lo hizo con cariño y todo el sentimiento que le pudo dar. No pasó nada entre que el agua sagrada pasó de sus labios a los de él y de eso a su sangre. El líquido fue pasando por cada rincón en milésimas de segundos, sacando y destruyendo con él el líquido negro que había acabado la sangre. La oscuridad se fue destruyendo y el dolor se fue disipando, de pronto todo en ese mundo que lo atrapaba se rompió, el fuego invisible que lo quemaba era apagado por una extraña luz. Al sentirla simplemente la atrajo más hacia él haciendo más intenso el beso, ella le rodeo el cuello con los brazos mientras él se iba sentando poniéndose más cómodo. Ambos se separaron y se miraron a los ojos, ella, sin poder evitarlo, rompieron en llanto de la emocion
–Clarión...- suspiro Milori mientras acariciaba su rostro con cariño. Ella le sonrió mientras tomaba la mano de su esposo entre las suyas
–te extrañe...- dijo ella mientras sentía como su corazón se había acelerado
–mi vida...- murmuro él mientras la abrazaba contra él. La sentí y escuchó de nuevo, de nuevo estaba en el mundo de los vivos... cuanto la había extrañado, más de lo que muchos imaginaban –te escuché todo este tiempo- dijo mientras suspiraba y aspiraba ese aroma tan suave, tan delicado
–me alegra que estés bien- murmuro ella mientras se aferraba más a él. Pero aun así estaba asustada, ya no por Milori si no por él bebe que llevaba en ella ¿le haría daño? ¿Lo perderían? ¿Había alguna solución? No quería preocuparlo ahora que recién se despertaba, por eso se lo dijo en un rato. Sentía sus brazos rodearla y eso la reconfortaba, sabía que por ahora no daría ningún síntoma de poder perderlo. Respiraba con confusión sobre el pecho de su tan querida pareja, su cabello castaño estaba suelto y Milori lo acariciaba con total cariño poniendo un beso en su frente
–me alegra volver- murmuro mientras buscaba el rostro de la reina que le sonrió con alegría, pero en sus ojos se podía adivinar que no todo andaba bien, mas en eso no se fijo el señor del invierno y el beso con delicadeza. Estaba contento de volver a sentirla junto a él –tu fuiste mi única razón para seguir con la vida- hablo con cariño haciendo sonreír lágrimas entre a la castaña.
De repente el efecto de los polvillos que había lanzado Cali desaparecieron, todos recuperaron el sentido... las estrellas se alzaban en el firmamento
-¿Qué paso?- murmuraron todos bastante confundidos. De repente se dieron cuenta de la situación: todos se quedaron dormidos por un largo tiempo. Las hadas sanadoras se sorprendieron al ver a Milori en perfectas condiciones mientras comía algo que la reina le apoyaron
–es imposible- y la más joven se desmayó. Todas quedaron boquiabiertas ante esta escena y no pueden evitar sonreir
-¡está bien!- dijo una al fin cuando se recuperó del shock. Las noticias buenas se esparcieron más rápidas que las malas, todos estaban emocionados... y confundidos.
-¡me asustaste!- le reprocho Snow mientras le daba un golpe en el hombro y luego lo abrazaba mientras sollozaba débilmente –te eche de menos- dijo con cariño mientras le devolvía el abrazo a su hermana
-¡estuvimos un punto de llorar!- dice casi en juego el ministro del otoño
-¡nos asustaste! ¡no vuelvas a venir así!- dijo el ministro primaveral
–como que si lo hubiera hecho a propósito- dijo con sarcasmo Milori
-¡está bien!- dijeron los cuatro niños mientras entraban a toda velocidad y lo abrazaban
-hola niños- hablo con cariño mientras les devolvía el gesto
-¡creímos que usted se iba a ir haya...- dijo menta de manera inocente mientras señalaba el cielo
-¡pero sabían que usted iba a vivir!- dice Snowhot
-¡si!- lo apoya Sun
–era obvio que usted iba a vivir, porque no volaría y no podría llevarselo al cielo ¿o si?- pregunto Wintry mientras los miraba. Los mayores no pueden evitar una pequeña carcajada por lo que decían los menores
-¡de seguro que con esto se llevará mejor, mejor!- hablo la niña de verano mientras le presentó un té en una taza de porcelana
-¿Por qué? ¿de qué es?- pregunta extrañado el señor del invierno
–es té de Menta- hablo Snowhot –a...- pero al tomarlo se dio cuenta que era de manzanilla -¿de menta?- dijo mientras levantaba una ceja
-¡si! ¡por que yo lo hice!- exclama la niña que tenía ese nombre –pero es de manzanilla... ¡manzanilla!- grita lo último. De repente apareció un pajarito de este color
-¡ella también es manzanilla!- exclama mientras todos se ríen
–señores- la voz de la enfermera vuelve a todos a la realidad. La mujer les sonríe con cariño –creo que probablemente ir a dormir, supongo que puede ya volver a su castillo lord Milori, pero le aconsejaría que por unos días no cruce la frontera- dice con esa voz normal pero con tranquilidad
–entiendo, entonces me quedare en el castillo- hablo mientras le sonreía. La mujer se retiro
–ella tiene razón... creo que debería ir a dormir- dijeron los niños mientras bostezaban. Sus tutores sonrieron y luego de despedirse se los llevaron. Clarión bajo la mirada sin querer y eso hizo que Milori empezara a sospechar que algo andaba mal
-¿Clarion? ¿en que piensas?- pregunto mientras le ponía una mano en el hombro. Ella le medio sonrio
–si quedarme en el palacio de hielo o irme- hablo con dulzura y esa tranquilidad que la representó
–quiero que te quedes conmigo- murmuro casi rogándole, quería saber que le pasaba y sabía que lo que le había dicho no era su única preocupación. La castaña le sonrió y asintió mientras pensaba como rayos le iba a decir su problema.
Luego de una hora, ambos ya estaban en la habitación. Ella estaba sentada al borde con el camisón largo que era de un amarillo mas pálido, su pelo castaño estaba desparramado por su espalda y hombros, miraba con un suspiro a la vela que tenía que apagar
-¿pasa algo?- murmuro el peliblanco preocupado. Clarión negó con la cabeza sonriéndole para luego apagar la vela y acostarse, Milori levanto una ceja extrañado y también se acostó. Ambos quedaron al frente del otro y realmente no sabían de qué hablar, él notaba esa preocupación en sus ojos que había pasado por alto en el hospital -¿paso algo?- murmuro al fin luego de ese incomodo silencio. Ella suspiro y negó con la cabeza mientras se dejaba rodear por los brazos de su marido
–te extrañe...- murmuro al fin ella mientras cerraba los ojos con cariño
–yo igual...- de pronto cayo en la cuenta de algo y frunció levemente el ceño confundido -¿con que me curaste?- pregunto mientras acariciaba su cabello con dulzura. La castaña dio una media sonrisa
–agua de la vida- fue su más sencilla explicación
-¿agua de la vida? ¿Realmente existe?- dijo asombrado, había escuchado hablar de ella pero nunca se imaginó que si existía, supuestamente era un mito más. Ella sonrió al escucharlo, la mayoría de la gente pensó que se utilizaron de una simple leyenda
–es que...- de arrepentirse sintió una punzada en el abdomen y no pudo evitar rodearlo con su mano con una expresión de miedo y dolor en su rostro. milori la miro asustado
-¿estás bien?- murmuro mientras la atraía más hacia sí. Ella negó con la cabeza separándose un poco de él
–lo que pasa es que...- y así empezó a narrarle en una breve historia que había ido a la isla, la cueva, su atacante, Cali y... el riesgo de perder al pequeño. El señor del invierno parpadeo unos segundos antes de poder procesar todo, luego agito la cabeza preocupó
–entonces... ¿puedes...- el suspiro y se pasó una mano por la cabeza. De pronto algo se le ocurrió y no pudo evitar una sonrisa -tengo una idea, puedo quitar ese riesgo- hablo convertir una sonrisa. Ella lo miro extrañada pero asintió. Milori suspiro y una luz azul salio de sus manos, estaba como en pequenos rayitos que solo desprendieron un poco de calor. Puso ambas manos sobre el vientre de su mujer y salió un resplandor que los cegó por medio segundo, cuando este desaprecio Clarión no sintió más dolor
-¿Qué hiciste?- pregunto asombrada
–aunque el colgante no existe Clarión, sigo teniendo ese poder... y aprendí a utilizar relativamente- dijo mientras tomaba su rostro y la besaba. Ella le correspondió mientras rodeaba su cuello con cariño
–gracias...- murmuro aun en sus labios
–no... gracias a ti-murmuro mientras acariciaba su cabello con dulzura.
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Señora reina ordinaria manipuladora y sanguinaria Bias del oeste:
Les mandamos primeramente mis más amistosos saludos es mentira yo jamás enviaría saludos así a alguien como usted y también quería comunicarle ¡gritarle! ¡Amenazarle! ¡Insultarle! Que nosotros sabemos que fueron los que le dieron algo a Milori para que se enfermará, si siguen así nosotros vamos a ir a su reino y lamentablemente tendremos que encontrarnos... no queremos peleas mis especialistas en relaciones sociales me ha recomendado esto.
Así que están anunciados, yo también puedo ser mala mua ja ja ja . Espero que entiendan por las buenas o no se sorprendan cuando vallamos aya a arrancarle las alas y cortarlos en pedacitos para luego tirarlos al incinerador y luego revivirlos para matarlos de nuevo y tirarlos a los tiburones!
Saludos y repudios de las islas sureñas. Lamentamos lo tachado pero no tenía otra hoja y me lo han hecho borrar, lamentablemente.
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