𝙸𝚅
༻༺
AMBOS habían sido citados a una reunión de la pandilla que apenas sabían de su existencia pero tampoco podían hacer mucho para negarse. Mika sólo sabía que su hermano la iba a regañar si no le daba por lo menos una oportunidad a Mikey.
En un principio, estaba junto a Takemichi haciendo no se acuerda qué cosa, pero después de un pequeño — no tan pequeño — desvío y un regaño, terminaron por tomar caminos separados. Como sea, terminó por ir al lugar de la dichosa reunión después de un rato donde, para su sorpresa, Takemichi trajo también a su novia.
Hinata al parecer aún no estaba del todo acostumbrada a ella, así que sólo la miró en silencio, casi con miedo, y Mika tampoco le dijo nada.
— Takemichi, sobre tu amiga Tamashi... — el mencionado palideció por un momento, pensando que quizás había malinterpretado las cosas. Apenas había logrado no mencionar nada sobre lo que había pasado más temprano con esa chica rubia cuyo nombre no sabía. — ¿crees que no le agrado por alguna razón? — suspiró aliviado, pero luego su rostro mostró confusión.
— No me parece, ¿por qué preguntas?
— Es sólo que... siempre que la veo tiene esta mirada... como si me odiara. — Takemichi casi rió por su comentario, pero sabía que no era lo adecuado. En vez de eso, sólo sonrió antes de responderle.
— ¡Por supuesto que no es eso! Mika mira a todos de esa forma; puedo asegurarte que no te odia.
— ¿Estás seguro? A veces me parece que evita hablarme lo más que puede. — Takemichi trató lo más que pudo de recordar cualquier cosa sobre Mika que pudiera justificar su comportamiento. Bueno, la conocía desde que eran niños; algo tenía que haber.
— Es un poco tímida, en especial con las chicas; — le pareció recordar. — nunca tuvo muchos amigos. De hecho, creo que yo fui el primero. ¿Quizás es por eso? No está muy acostumbrada a los extraños.
— No soy una desconocida; nos hemos encontrado muchas veces. No la estoy culpando ni digo que sea mala, no lo malentiendas, pero no comprendo por qué me trata de forma tan fría.
— Es mal de familia. ¿Has visto a su hermano? Es exactamente igual, y estoy seguro de que su madre también era bastante parecida. Quiero decir, ellos parecen ser fríos, pero realmente son bastante amables; Mika es buena persona, y estoy seguro de que no te odia. ¡Ya sé! ¿Y si tratas de hablar con ella y le dices lo que piensas? Tal vez así puedan aclarar todo.
— Bueno, ella sí ayudó a Naoto una vez.. supongo que no haría eso si me odiara.
— ¿Ves? Estoy seguro de que ustedes dos pueden ser amigas si se lo proponen. Una vez entiendes la personalidad de Mika, es mil veces más sencillo tratar con ella. — la alentó a que se comuniquen entre ellas para que arreglen cualquier diferencia que tengan. — Deberías ir ahora que no está ocupada.
— Muy bien... lo voy a hacer. — se trató de convencer a sí misma de que todo saldría bien y se acercó a Mika, que había decidido darles espacio a esos dos. — Tamashi, — llamó su atención, logrando que volteara hacia ella y sintiendo un poco de nervios ante su mirada expectante. — me estaba preguntando... nos conocemos desde hace un tiempo, ¿no?
— Ajá.
— Y hemos convivido varias veces.
— Sí.
— Y... no tenemos muchas cosas en común.
— Correcto.
— Pero... tú no me odias, ¿verdad?
— No, no te odio.
Fueron respuestas cortas, pero también suficiente para hacerla aliviarse.
— ¿En serio?
— ¿Qué te hizo pensar que te odiaba?
— Pensé que me estabas tratando de forma muy fría, o que quizás estabas molesta porque Takemichi pasaba tiempo conmigo. — Mika se rió, obligándose a callarse al instante.
— Créeme, estoy feliz de que Takemichi se la pase haciendo otras cosas; no me molesta para nada. De hecho, tú probablemente lo cuidas más de lo que se cuida él, y aprecio eso; yo no puedo estar para él siempre, así que me alegra saber que hay alguien más que lo protege. — sintió un poco de culpa por haberla hecho sentir así; quizás debía aprender a ser un poco más expresiva para evitar ese tipo de confusiones en el futuro. — Me caes bien, Tachibana, sólo no me gusta... ser muy cercana a las personas, con un par de excepciones.
— Eso es un alivio. — le sonrió, y ella le sonrió de vuelta. — Me asusté por un momento, pero gracias. ¡Oh! Casi lo olvidé. Naoto no deja de preguntar cuando vas a venir de visita.
— Rayos, ese niño. — esperaba no tener que verlo pronto, pero aparentemente le había tomado mucho cariño. — ¿Estás segura de que me quieres alrededor de él? Dijo que quería ser policía y yo probablemente sea mala influencia, considerando a qué me dedico.
— No te preocupes; ya aprendí que puedo confiar en ti. Me disculpo por eso, creo que te juzgué mal; pareces ser una persona muy buena y llena de vida.
— Yo no iría tan lejos, linda, pero gracias. — olvidó por un momento que tenía esa mala costumbre de usar apodos con todo el mundo después de un par de conversaciones, así que se sintió un poquito avergonzada. — Lo siento también, debí ser un poco más clara con lo que pensaba.
— Por lo menos aclaramos todo. ¿Quizás podemos... ser amigas? Me gustaría llamarte sólo por tu nombre, si no te molesta.
— Tú avanzas rápido, ¿no es así? — dudó por un momento, considerando que quizás no sería buena idea acercarse demasiado a ella, pero parecía que su corazón se iba a romper si le decía que no. — Esta bien, puedes llamarme Mika; alguien tiene que usarlo más que mi hermano y Takemichi, y un par de personas más.
— Puedes llamarme por mi nombre también; así dejamos las formalidades.
— Debo advertirte, tiendo a usar muchos apodos con la gente con la que hablo.
— No me molesta. — sí, definitivamente Hinata era una buena persona para Takemichi. Mucho mejor influencia que ella, por supuesto, y eso la aliviaba. Sacó de su bolsillo una caja de chicles, nada más para quitarse un poco la ansiedad de encima, y rápidamente le ofreció uno a Hinata por si quería uno, pero se negó. — ¿Desde hace cuánto que conoces a Takemichi?
— Como desde la primaria; creo que la primera vez que nos hablamos fue bastante... hmm... ¿especial? — infló una burbuja de chicle que explotó sola poco después.
— ¿Cómo fue? — preguntó de nuevo, sintiendo curiosidad por la historia. Quizás porque Mika le parecía una persona aterradora y no pensaba que Takemichi pudiera tener una amiga así, o porque ellos dos eran simplemente muy distintos, pero pensó que seguramente hubiera requerido algo bastante especial para que ellos dos pudieran formar una amistad tan duradera.
— Fue bastante extraño para mí porque-
Fueron interrumpidos por las varias personas en motocicletas, reclamando que era el punto de reunión de la ToMan y que no hacían nada allí. Takemichi estaba asustado, obviamente, pero se estaba haciendo el valiente porque Hinata también parecía asustada. O sea que si habían problemas casi dependían de ella.
Poco después de varios gritos que Mika ignoró y Takemichi temblando trató de lucir valiente mientras decía que les dijeron que fueran ahí, fueron interrumpidos de nuevo por alguien más.
— ¿No serán ustedes Takemichi y Mika? — preguntó aquel extraño, a lo que de inmediato asintieron y él le pegó una patada al que recién estaba amenazando al rubio teñido. — ¿Qué haces amenazando a los invitados del comandante? — se volteó hacia ellos de nuevo. — Síganme.
Sin decir una palabra más, fueron guiados hacia donde estaba Mikey junto a Draken.
— Hola a los dos, lamento haberlos llamado tan de repente.
— ¿Para qué trajiste a tu novia hasta aquí? — Draken regañó a Takemichi.
— Lo siento, no pensé que se tratara de algo como esto.
— Hina, — Draken se agachó un poco para hablarle y sonrió de forma amable. — lamento haberte asustado el otro día.
— Descuida, no pasa nada. La verdad, yo también lo lamento.
— ¡Oye, Emma!
— ¿Sí?
— Esta es la novia de Takemicchi, así que cuida bien de ella.
— A la orden... — una chica rubia se acercó, y luego pareció sorprendida al ver a Takemichi. — ¡Hola, gallina!
Takemichi estaba en completo pánico, aunque eso parecía ser poco.
— ¿Por qué te llama gallina? — le preguntó Hinata.
— ¿Cómo? ¿Ya conocías a Emma? — fue turno de Draken de preguntar.
Debía dar muchas explicaciones.
— No puedes decir que no te lo advertí. — Mika lo regañó, recordando que ella claramente le dijo que era mala idea lo que había pasado, pero claro, él no hizo caso.
— ¿No podías golpearme y detenerme?
— No, no soy yo la que te tiene que golpear por esto. — señaló a Hinata. — Creo que le debes una explicación. — siguió haciendo una burbuja con su chicle.
— ¡No es lo que crees, Hina! ¡Draken, realmente no recuerdo qué fue lo que pasó! — trató de explicar.
— Me dejó en ropa interior y luego se fue corriendo. — Emma terminó de contar.
— ¿Ah, sí? ¿Eso fue lo que pasó? — Tachibana lucía enojada; lo suficiente como para que Mika supiera que el karma haría su trabajo.
— Puede que sí, puede que no... ¡De verdad que no me acuerdo! — trató de justificar, pero se asustó al ver a Hinata aún más enojada y muy lista para golpearlo bastante. — ¡¿Eh?! ¡¿Hina? — terminó recibiendo varios golpes por parte de su novia; bastante merecido lo tenía, según Mika. — Lo siento...
— ¡Púdrete! — se retiró, claramente muy molesta.
— Que miedo, ¿me seguiste el juego teniendo a una chica como ella? — Emma preguntó. — Pero no te hagas ideas raras, no es que me gustes ni nada; simplemente quería llegar más rápido a la adultez. — miró en dirección a Draken. — No demuestra ningún interés por mí; sólo le importan Mikey, las motos y pelear. Creí que tal vez se enojaría un poco...
— No deberías tratar de apresurar las cosas así; las cosas pasarán cuando tengan que pasar. — Mika le aconsejó. — No digo que lo pospongas toda la vida, pero no tienes que tener prisa por crecer; creo que las personas deberían disfrutar el momento lo más que puedan en vez de concentrarse en el futuro, ya que no saben qué va a pasar entonces.
— ¿Dices que debería dejar que las cosas fluyan naturalmente o podría perder la oportunidad?
— Yo me refería más bien a tu muerte, más que una oportunidad, pero claro, supongo que es básicamente lo mismo que quise decir. — Emma se asustó un poquito, pero se veía que su consejo tenía buenas intenciones... en el fondo.
— No creo que debas... hablarle a la gente tanto sobre la muerte, Mika. — Takemichi le mencionó, un poco incómodo con su actitud tan... indiferente con respecto a ese tema. — Había olvidado la extraña visión que tienes sobre eso. — susurró.
— Bueno, es más o menos... negocio familiar, si lo quieres ver así; no puedo dejar de pensar en eso. — otra burbuja de chicle que explotó al instante; parecía quitarle bastante el estrés hacer eso.
🌙 Estoy teniendo... problemas con mi Internet, una disculpa. Ya he planeado bastantes cosas para esta historia, así que anden atentos.
Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top