Así es, si quería que todo volviera a ser lo mismo tenía que encontrar la forma de que su actual cuerpo volviera a ser el de antes, además ya estaba cansada de leer y leer...

—Oka-san!! –como adoraba a su mama–

—Que sucede??.. –dijo Mebuki lavando los trastos. Sakura sonrió y, después de acabar con su desayuno, cogió el plato, baso y cuchara y los llevo con su madre– ..gracias amor...

—Puedo.. puedo salir a jugar.. –pidió tímidamente–

Mebuki lo pensó un poco, luego asintió y apunto a su cabeza. Sakura entendió a lo que se refería. La rubia de corta cabellera podía sentir la presencia de su pequeña hija, además su presencia era muy particular al de los Shinobi comunes...

—Solo no te alejes de mi rango..

...

Las calles estaban un poco abarrotadas de gente; comerciantes, compradores y niños corriendo. Sakura estaba encantada de ver el lugar, el suelo de tierra y la arquitectura le daba un aspecto antíguo, como Wano, aunque las personas no usaban kimonos ni yukatas.

Unos metros más y llegó a un pequeño parque de juegos. Los niños saltaban y corrían, jugaban en los columpios, resbaladillas y las cajas de arena. Niños lindos y pacíficos, pero lejos de ellos, muy al fondo, un niño triste se encontraba sentado con la espalda recargada en un árbol. Ese niño veía a los demás, sus zafiros estaban opacados por tristeza y.. angustia?.

A paso lento camino hasta el niño, sus labios estaban dibujando una linda sonrisa, pero no fue hasta que estuvo a cuatro metros cercas de el que sintió una presión enorme. Una ráfaga de chakra oscuro la atacó, ella conocía ese chakra, era el mismo que el de su realidad, aunque esté era más débil y.. ¿Triste?. ¿Acaso ese niño era una vasija?. No, imposible. En su larga existencia nunca conoció a una vasija humana, algunos tenían contratos con ellos pero nunca uno que fungiera de contenedor. Y si fuera así; ¿Por qué un niño pequeño?¿El conocía al demonio dentro de si?¿Que clase de contrato establecieron?. ¿Las personas estaban al tanto de su condición?. Más y más preguntas llegaban a su cabeza, una más descabellada que la otra.

—¡Corran!.. –gritó un niño atrayendo su atención–

Todos en un pequeño grupo salieron corriendo, eran los que se encontraban en el arenero. El pequeño rubio simplemente se acercó a ellos, ¿Por qué salieron corriendo?...

Los adultos cercas tomaron la mano de sus hijos y se retiraron del lugar. Lentamente el lugar quedó vacío, solo el niño triste y ella...

—¿Por qué salieron corriendo?..

No quería demostrarle que sabía de su demonio interno, muy probablemente ni el sabía de lo que residía en su interior. Por como las personas lo evitaban dedujo lo más común...

—No lo se.. –respondió echo bolita en el suelo. Sakura torció la cabeza– ..¿Por qué no te fuiste con ellos?..

—No lo se.. –el niño levantó la vista y vio a ojos jade– ..¿Que es lo que no sabes?..

Naruto se vio confundido ante la extrañas pregunta del niño...

—¿Cómo se lo que no se?..

Sakura torció la cabeza mas confundida que el rubio, incluso ella no entendió su propia pregunta...

—Bueno, no se.. ¿Quiere jugar?.. –ojos azules se iluminaron, ningún niño se había acercado tanto a él, que ese niño de cabello rosa le hablara y quisiera jugar con el– ..¿P-Por que lloras?...

Sakura estaba asustada. Naruto enjuagó sus lágrimas, sorbió sus mocos y levantó su carita, luego le mostró una brillante sonrisa...

—¡¿Que quieres jugar niña algodón de azúcar?!.. –preguntó emocionado. Sakura sonrió contagiada de su optimismo–

—Mi nombre no es algodón de azúcar.. –ja, eso le recordó a Chopper y su inusual apodo– ..me llamo Haruno D... Haruno Sakura...

—¡Mi nombre es Uzumaki Naruto!..

Lo sabía!!!. Sabía que conocía a ese niño, pero que no se llamaba Namikaze D. Naruto???. ¡¿Que hay con el Uzumaki?!. Así se llamaba su abuela, bueno, todo lo atribuía a este nuevo mundo, o realidad. Luego buscaría más información en la biblioteca, tal vez ahí lograría encontrar algo sobre las caras talladas en piedra y de ese sujeto que se parecía tanto a este niño Uzumaki...

—Y ¿Que quieres jugar?.. –Sakura lo pensó un poco, luego sonrió como anteriormente lo había hecho Naruto-

—¡A los piratas!..

—No, los piratas son malos.. –dijo berrinchudo Naruto–

—Chi-Chi-Chi.. –Sakura cerro los ojos y movió su dedito índice derecho enfrente de la caritas regordeta del rubio, como un pequeño parabrisas, luego abrió sus ojitos y pequeños brillos se vieron en sus iris verdes– ..no todos son malos, y nosotros seremos de los buenos..

—Hoooow.. –los zafiros de Naruto brillaron más que cien luciérnagas juntas, tan informada, era como una biblioteca!!!– ..pido ser el capitán!!!

Grito emocionado Naruto, no obstante Sakura paro su carrito y se paró más recta, tal vez poniéndose de puntitas para parecer más alta...

—Chi-Chi-Chi.. –movio otra vez su dedito. Naruto hizo puchero– ..no tienes la convicción para gobernar.. yo seré la capitana, puedes llamarme Capitana Sakura-chan...

—¡Hai, Capitana Sakura-chan!.. –gritó con emoción– ..Y, ¿Que es lo primero que vamos a hacer, Capitana Sakura-chan?..

—Primero hay que conseguir armas, luego un barco y por último.. ¡¡¡Más nakama's!!!..

Inmersa en su pequeño jueguito cogió una varita del suelo y la sostuvo como una espada, después se tapó el ojo derecho con su cabello y por último se paró en la punta de la caja de arena. Naruto sonrió de lado a lado y se metió también a la caja, tomo una pala de plástico y posó muy guay...

—Capitana Sakura-chan, hay un enorme calamar en la popa!!.. –grito Naruto, refiriéndose a la parte delantera y no a la trasera como es debido. Sakura río ante lo dicho, después movió su dedito de lado a lado–

—La parte delantera de un barco se llama proa y la parte trasera popa.. –los ojitos de Naruto brillaron de pura admiración. Sakura sonrió arrogante, luego de un salto se puso en la parte izquierda de la caja de arena- ..la parte izquierda se llama babor y.. –con otro salto llegó a la parte derecha– ..el lado derecho se llama estribor!!!

—Whoooo!!! ¡¡¡Entonces hay un calamar gigante a PROA!!!..

—¡¡¡Vice-capitan Naruto-kun, ataque con todo a ese monstruo marino!!!

...

Las horas fueron pasando, Naruto y Sakura seguían jugando a los piratas; se habían trepado a la resbaladilla (según ella eso era un Rey Marino) y lo habían atacado con sus armas, luego Naruto se subí a un columpio y Sakura (quien estabas empujándolo) le dijo que así era la manera en que podían llegar a la isla del cielo. Las escandalosas risas de ambos se escuchaban por todo el parque, ellos eran los únicos que se encontraban ahí. Naruto no recuerda cuando fue la última vez en que río tanto, ni siquiera en el orfanato (donde habían muchos niños) se sentía tan a gusto cómo con Sakura.

Todo era risa y diversión, nada podía truncar su felicidad, mucho menos aquella persona que los vigilaba escondido entre los árboles. Porque si, Sakura había sentido un chakra extraño después de que todos en el parque se fueron, ¿Tal vez un pervertido?.

[...]

—Sakura-chan.. –una linda voz hizo que ambos niños voltearan hacia enfrente–

Naruto y Sakura estaban dentro de la caja de arena, jugando a un lugar llamado Dressrosa con lindas bailarinas y un Rey Flamingo de plumas rosadas, cuando Mebuki hizo aparición e interrumpió a ambos niños...

—Okaa-san!!! –gritó corriendo hacia ella. Extrañamente Naruto se había quedado en silencio–

—Sakura, es hora de irnos.. –ella no volteo a ver al pequeño–

Sakura asintió, sin pasar por alto aquella extraña reacción de su madre, se despidió de Naruto y, cogida de la mano de Mebuki, comenzaron a caminar rubo a casa.

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La comida estuvo deliciosa. Mebuki preparaba los ricos platillos, casi tan deliciosos como los de Sanji, aunque lo negara extrañaba su pervertida forma de ser. Aún recuerda cuando se reunieron después de esos dos años de separación, el rubio prácticamente quedó en nocaut al verla correr con esa mini falda rosa palo y ese par de dulces. En fin, el pasado en el pasado, ahora lo que importa es Naruto, Kura-chan y la extraña forma en que se comportan la mayoría de los habitantes, incluyendo a su madre.

Los platos habías sido limpiados al igual que la mesa. Mebuki y Sakura decidieron comer una porción de tarta de fresas acompañada con te verde...

—Hoy fue un día essplenddido, Oka-san!!!

—A si, cariño.. ¿Quién era el niño que te acompañaba?.. –el pez callo en las red, Sakura sonrió internamente–

—Se llama Naruto Uzumaki, sabes, me confundió con un algodón de azúcar.. –Mebuki iba a hablar pero Sakura se le adelantó, tal vez ya intuía lo que la mayor diría– ..es muy amable cuando jugamos a los piratas, pero todas las personas del parque se fueron cuando el se acercó a los niños.. sa-sabes por qué??..

—Cariño, hay cosas de las que uno no debería hablar.. –ella miro otra dirección–

—Bueno, no me importa, sea lo que sea que haya hecho no me importa.. –termino con su tarta y se paró de la silla– ..es un buen amigo, y eso es lo que importa, ¿No?..

—Cariño.. –Mebuki mordió su labio inferior. Sakura le dio la espalda cuando llevo los trastes al fregador– ..el no hizo nada malo..

—Pero aún así todos lo tratan mal.. –arriba de su banquito la pequeña niña comenzó a fregar los trastes utilizados. Mebuki suspiro por lo bajo– ..t-tu también lo odias?? ¿Si yo fuera como el me odiarías también?

—Sakura..