hace dos semanas que no encuentro a Senjuro- Cuando su padre dijo eso, a Rengoku se le paro el corazón, parecía que estaba inmóvil con la mirada hacia el piso.

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Co-como que dos semanas?- El padre de Rengoku no sabía que decir, se sentía culpable por haber perdido a su hijo, no lo trataba muy bien pero de igual forma lo quería mucho.

Rengoku no lo pensó dos veces y salio corriendo de su casa para ver si encontraba a Senjuro por donde vivía,  el padre de Rengoku solo se quedo en silencio sin moverse viendo como su otro hijo se marchaba.

Pasaron unas horas y Rengoku seguía buscando a su hermano pequeño Senjuro, después de pasar por unas casas preguntando decidió ir hacia un bosque que quedaba muy cerca, presentía que Senjuro estaba allí. Aquel bosque siempre le había dado curiosidad al menor por eso pensaba que se había metido ahí el solo para ver que tenía.

Rengoku sabía muy bien lo peligroso que era aquel bosque, era casi de noche y en ese lugar habían muchos demonios hambrientos.

Nada más caminar unos minutos por aquel bosque, escucho unos gritos que parecían ser de una mujer pidiendo auxilió, corrió hacia donde esos chillidos y se encontró a una mujer junto con un demonio.

El demonio todavía no había atacado a la chica por eso Rengoku aprovecho el momento para acercase y atacarlo, cuando iba a hacer el primer ataque se quedo paralizado, el demonio tenía la misma apariencia que su hermano menor.

Senjuro?!- Su hermano se había convertido en un demonio, no había cambiado mucho, solo cambio un poco el color de sus pupilas, sus colmillos se hicieron mas grandes y creció un poco de tamaño.

Senjuro, me reconoces?!- Solo recibió un gruñido del menor que le dio a entender que era una amenaza, Senjuro no se acordaba de quien era ni de su familia.