𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟭𝟭: 𝗔𝗺𝗼𝗿 𝗮 𝗹𝗼 𝗥𝗼𝗺𝗲𝗼 𝘆 𝗝𝘂𝗹𝗶𝗲𝘁𝗮
Que gran amor profesaba Mika a Yuu, bien era la hora de confesar sus sentimientos a los cuatro vientos.
— Mika — En clase de economía doméstica llamaba al chico rubio, era Yoichi.
Tenía que decírselo.
— Mika — Volvió a llamar al chico rubio, estaba en su mundo y tenía que devolver al mundo real.
¡Estaba claro ya! Yuu-chan te amo.
— ¡Te amo! — Dijo a los cuatro vientos y gracias a los gritos de cierto rubio enamorado, ¿Mikaela Tepes, enamorado? Pero ¿De quién? Alguien por fin logro entrar a su corazón, ¿Quién sería la afortunada, o afortunado?
— Ehh es-to, Mika — Parpadeo un par de veces asimilando lo dicho por su amigo, tocó su hombro para que esté mirara al frente, el profesor de economía doméstica.
— Profesor, ¿Ya le dije que se ve muy atractivo hoy? — No podía estar más nervioso por sus propias palabras.
— Si mi mejor amigo — Que vergüenza, pero Yoichi quería así a su gran amigo del alma.
[...]
— ¿Crees qué le guste? — Mika traía en sus manos un crepé a la perfección, se tomó el tiempo en preparar algo especial para el.
— Por supuesto, eres el mejor cocinando. A propósito tengo algo que decirte — Yoichi susurro en el oído de Mika algo inaudible.
— ¿¡Qué?! Que te gusta Kimizuki, bueno — Lo último fue susurrado, no quería que por ningún motivo su amigo sufriera por culpa suya.
— S-si es muy lindo conmigo. Ojalá se fije en mi — Bajo su mirada al suelo buscando consuelo, ¿Cómo se fijaría un chico como Kimizuki, con un chico como el?
— Pero Yoichi, ¿Cómo no querte a ti? — Mira al chico tomándole por el mentón para que esté le mire.
— ¿Lo dices de verdad? Bien, ya lo entendí. Tengo algo para ti — Yoichi salió de su bolsa dos boletos de una película, sonriente.
— ¿Es para mí? ¡Son boletos para mí película favorita! — Su vista automáticamente se torno brillante para después tomar los boletos, la película más esperada por Mika.
— Para ti y Yuu, buena suerte — El castaño guiño el ojo y golpeó el hombro deseando suerte.
— Yoichi no sigas, me voy a sonrojar — Mika se encogió de hombros mirando a otro sitio.
Hora de la confección.
[...]
— Gracias Mika por invitarme — Yuu sonrió gracias a la invitación de Mika, al lado del rubio, esperando a caminar ya que estaba en la puerta esperando a que Mika cerrará la puerta.
— N-no es nada, ay — El rubio estaba de los nervios, la confesión al amor de su vida, por fin cerro la puerta con seguro puesto que Yoichi fue con Kimizuki a una cita.
— Ya estoy listo Mika — Entrelazó disimuladamente la mano de su Mika con la suya. Esperando moverse por fin del lugar.
— Andando — Este sonrió y comenzó a caminar hasta llegar a las calles concurridas de la gran ciudad.
Que paz y tranquilidad se respiraba en el ambiente de esos dos, todo tan lindo. Pero como todo tiene un fin, al final Mika presenció con sus ojos a su querido padre, si a eso se le podía considerar padre. Agarró la mano de Yuu y se escondió detrás de un poste donde claramente se veía.
— Entonces hermosa, ¿Tú y yo como acordamos? — El progenitor del rubio bajo de un Ferrari rojo junto a una hermosa mujer, bien dotada. Mientras besaba su mano de lo más caballeroso.
— Tsk ese tipo — El ceño de Mika se frunció al ver esa escena, su padre nunca estuvo con él, después de la muerte de su madre Ferid Bathory, que ese era el nombre de su "amado padre" comenzó a salir con mujeres a todos lados.
— ¿Quién es? Ehh Mika — Yuu dirigió su vista en el hombre peli plata, para luego ver a su amigo rubio algo molesto con lo visto.
— Es mi padre, ese tipo que se hace llamar mi padre — El rubio decidido a todo con tal de hablar con "su padre" ideo un plan mental, que consistía en... — Yuu-chan, ¿Te gustaría ser espía por un día? — No podía ser posible, el rubio sonrió de lado a Yuu, la tarde sería espiando a su progenitor, ¡A la mierda la cita!
— Pero Mika... — Yuu miro el rostro de Mika en otro mundo, ¿Qué había con la cita? Creo que tendría que ser en otra ocasión más previsible suspiró pesado, estaba dispuesto a hacer las tonterías de su futuro novio.
[...🍓]
— ¿Cómo termine así? — Esa era la pregunta que se hacía un azabache vestido de botones en una inalcanzable búsqueda, de cierto rubio.
— No veo a mi padre — Al igual que Yuu Mika portaba un lindo uniforme, ¿Dónde lo consiguió? De una tienda de disfraces. El par en el recibidor pasaron desapercibidos.
— Y como te decía — Justo en ese momento apareció el padre del rubio, acompañado de la misma mujer, muy sonriente el desgraciado.
— ¡Ay!— Con los nervios de punta Mika agitó sus brazos sin saber como actuar, pero Mika ¡Muevete!
— Pero bueno Mika — El azabache fue más listo y tomó la mano de su nervioso amigo, hasta llevarlo lejos para no ser visto, joder que gran espía — Tenemos que tener más cuidado — Entre los arbustos se escondía dejando sobre salir la cabeza mirando a ambos adultos. —Los arbustos eran el mostrador donde los huéspedes hacen la reservación de su habitación—.
— S-si, lo que tú digas — Asomo su cabeza por encima del mostrador — Oh por dios se la está comiendo, se están comiendo las bocas — Las mejillas de Mika se vieron coloradas al ver a su padre tan cariñoso con aquella mujer, casi comiéndole la boca.
— ¿De verdad? Terrible comamos — En cuanto a Yuu, nada se tomaba en serio, no sabe de donde fue la procedencia del alimento que era una bolsa de papas fritas, metiendo una de ellas a su boca.
— ¡En serio comes en un momento como este! Me decepcionas realmente Yuu-chan, dame una — Con los nervios a flor de piel Mika tomo una papa seguido de meterla a su boca mirando a la dirección donde estaba su padre, pero se había marchado.
— Bueno se nos fue el objetivo, ¡Hay que ir a ver la película! — Yuu se volvió a levantar con dirrección a la salida pero su brazo fue detenido.
— Y-yuu-chan, por favor ayúdame a buscar a mi padre. Nunca estuvo conmigo, debo decirle algo importante — En la voz de Mika notandose un rotura leve, a punto del llanto.
— Si es importante para ti, lo haré con gusto — El azabache no puedo dejar a su futuro novio en ese estado, lo rodeo con sus brazos.
— Gracias Yuu-chan, te lo compensare luego — Dicho esto tomo la mano del contrario arrastrandolo consigo a las habitaciones del hotel.
Buscando por doquier sin ningún éxito alguno, a punto del cansancio sin agua.
— Mi-ka ya no puedo más, ahh más despacio — A continuación la cara de cansancio de Yuu se veía en su cara, las gotas de sudor caía por su mejilla.
— Pero Yuu-chan, solo llevas apretando el botón del elevador 3 veces — Efectivamente en el elevador se encontraban los dos, ¿en serio Yuu era así? Pero en serio lo amaba.
— Es muy cansado — En el 3 piso no encontraban al padre de Mika, casi tiraban la toalla en su búsqueda.
— Seguiremos buscando — El rubio nunca se daba por vencido, de fondo sonó una canción de motivación en su mente.
— ¡Por aquí! — En el cuarto piso salió Yuu en la búsqueda inalcanzable de encontrar a su suegrito, ¿era necesaria su bendición? Si lo era, y si no, se robaría a Mika.
Veinte minutos después terminaron al punto del cansancio.
— Me rindo, mi padre no está — El rubio ya no podía más, entro a una habitación con el propósito de descansar y volver a casa.
Después de una búsqueda interminable el azabache decidió tomar un descanso, entró a la habitación donde se iban a hospedar por esa noche, decido ir al baño y había un tubo blanco con tapa naranja, tomó aquel tubo pensó que sería pasta de dientes pero al abrir el envase un líquido blanco salió de este, tenía un olor raro, se echó un poco en su mano quería saber que era eso, escuchó la voz de Mika quien entró a la habitación, el de mayor estatura le tomo de la mano justo la que tenía aquel líquido, le atrajo hacia él y acariciaba sus mejillas.
— ¿Todo bien? — Le pregunto antes de plantar un suave beso en sus labios
— Si, solo quise tomar un descanso — Le dijo suavemente entre besos.
— Lamento haber arruinado todo debes pensar que soy un idiota — Mika se separó lentamente de aquel beso y beso su frente tan suavemente.
— No pasa nada...quiero que sientas mi apoyo en todo Mika, tú también me has apoyado siempre desde que estuve enfermo y quiero pagarte eso — Yuu negó con la cabeza, seguido de sus sinceras palabras.
Mika sonrió y siguió dandole pequeños mimos a su azabache, ya cuando quería ir al baño no podían separar sus manos, que extraño suceso.
— Pero ¿Qué? — Estiro su mano lo más que está se lo permitía, pero todo intento fue inútil.
— ¡Estamos pegados! No puede ser posible, — El azabache halo su mano a su dirección para soltarse, entre lloriqueos se quejo.
— Ven Yuu-chan, creo que no podremos seguir con la investigación de mi padre — Su querido padre, que nunca podía estar a su lado y su calor humano hacia falta.
Ni modo, más pegados que nunca uno con él otro, mirando en el amor que pronto formarían.
— Mika se que no es el momento pero, no me importa si tú padre no acepta lo nuestro yo quiero estar contigo, como Romeo y Julieta que nuestro amor está prohibido, yo te amo Mika ¿Estás bien Mika? ¿Por qué lloras? —Oh no esto le salió el tiro por la culata, ¿Por qué lloraba ese hermoso rubio? Ay no, se sentía estúpido ¿Dijo algo incorrecto para causar eso?
— No es eso Yuu-chan, es solo que Yoichi me dió estos boletos para ir a ver mi película, iba a planear decirte que me gustas mucho, pero tú te adelantaste —El odiar sentir la debilidad, en el fondo Mika admiraba profundamente a su enamorado, destinado a la grandeza cuando se trataba de algún deporte porque no era talentoso.
Jamás comprendió porque razón era popular con las chicas, se sentía como un rubio tonto.
— Ay Mika bonito, está bien, tengo que disculparme contigo por ser tan imbécil, cuando me lanzaste a la piscina no fue tu culpa, aunque lo haya sido gracias a eso fuiste a visitarme a casa. Mis padres te adoran, excepto Guren pero mi padre Shinya ya se hará cargo, recuerda que nos dimos nuestro primer beso —Cierto el primer beso, ya habían avanzado mucho en esa relación así de hermosa, un buen momento para ser novios.
Un último pasó para llevar acabo su relación, para culminar su amor.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top