19
Zee está siguiendo al padre de su novio por todo el pastizal ahora adentrándose a un bosque lleno de césped amarillo no tan lejos del trafico. Un único árbol reside ahí. Aquel humano de dos patas siendo perseguido por el depredador anda corriendo patéticamente con sus brazos alzados a los lados de su cabeza. Con un brinquito bien animado el zorro alcanza al viejo de su novio al suelo. Acostandólo sobre su pecho y sosteniendo sus extremedidades contra el suelo haciendo uso de sus nueve colas. El hombre jadea.
-¡¿Cómo es posible...?!- Grita el viejo mirando ambas de sus muñecas rodeadas con piel frondosa de zorro. Trata de brincar sus muñecas varias veces pero sigue sorprendido porque no puede alzarlas del suelo por más fuerza que haga. -¡Eres sólo un zorro!- Grita el hombre. El pequeño zorro gruñe y convierte su pequeña cabecita en su cabeza humana. Destacando de todo el cuerpo de zorro.
-¡UN ZORRO QUE TE HA DERRUMBADO, PADRE!- Grita Zee. Sólo podía hacer esto por un corto lapso de tiempo además de que era una de las cosas más perturbadoras de las que tenía capacidad de hacer y por eso no la usaba frente a su novio. No quería traumarlo de algún modo posible.
-¡¿"PADRE"?!
-¡Te llamo así porque probablemente tu hijo se case conmigo en un futuro cercano!
-QUÉ DEMONIOS.- El viejo va gritando pero sus ojos ruedan a su cabeza y desploma su cabeza contra el suelo de nuevo. Zee regresa a su cabecita pequeña de zorro ahora ladeando esta para demostrar confusión a por qué se desmayó el viejo incluso si es obvio que fue por la perturbadora transformación de la cabeza.
🦊
Saint corre de regreso a su casa. Encontrándose a su madre en la cocina. Ella recién acababa de cerrar un recipiente de comida. Alzó la mirada en la arribada de su hijo. Con una sonrisa.
-¡Mamá!- Saint llama con una sonrisa. Deteniéndose frente a ella.
-¡Hijo! ¡Estás en casa! Oh, ¿estás apurado?- Ella pregunta al notar cómo él aún trota sus piernas en su sitio. Calentando su maratón de correr.
-Oh. Sí, mamá. Lo siento. Debo apurarme para algo.
-Tranquilo, hijo. Aunque por favor no tardes demasiado.
-De acuerdo, mamá. Lamento estar tan ocupado estos días. Te pondré al tanto de mis situaciones en cuánto pueda.- Saint promete todo sincero.
-Sí..., comienzo a preocuparme por todas las heridas en tu cuerpo.
Su madre cariñosamente le recalca. Por lo que su hijo responde con una sonrisa de labios que demuestra pequeños acumulos de agua en los bordes de sus ojos. -Tranquila, mamá.- Él le dice y trota para subir las escaleras. Aunque al llegar bien arriba en las escaleras hasta el punto que sólo debe ir al pasillo que conduce a su cuarto, se detiene. Con una mano agarrando la baranda de las escaleras.
«No le diré la verdad. Sobre la existencia de los zorros de nueve colas ni nada de eso. Pero sí trataré de convertir mis asuntos en asuntos humanos para que tenga algo en lo que aferrarse y siga confíando en mi.» Piensa tristemente. Viéndola desde las escaleras. Deja de reflexionar para entrar a su habitación y encerrarse ahí.
No pasa mucho tiempo hasta que ya está cambiado y iba saliendo por la ventana de su habitación para no ser visto en su traje color rojo por su mamá. Ella probablemente pensaría que él ya había salido por la puerta si se tardaba de todos modos. Así que no hizo más que sentarse en el borde de la ventana y mirar detrás su hombro con un suspiro dramático. -Espero que nadie que vea mi brinco lo reporte como un suicidio, qué fastidioso sería eso.- Él dice antes de dejarse deslizar fuera del borde de la ventana. Va cayendo por el aire hasta rodar por el piso y colocarse en una rodilla. Mirando a ambos lados. -Ah verdad: nadie se va a interesar en mí.- Él se dice así mismo y se va corriendo de ahí.
Alrededor de 40 minutos o 50 llega hacia su novio zorro. En aquel desolado campo de césped amarillo. Su novio sigue reteniendo al hombre contra el suelo incluso si Saint ahora posa a su lado.
-¿Lo mataste?- Pregunta Saint.
Su novio zorro niega repetidas veces con su cabeza. Entonces lo mira y le muestra sus colmillos en una sonrisa para con cinco de sus nueve colas decir letra por letra:
"¿Debería?"
A lo que Saint ríe, negando con la cabeza. -Sólo sentemoslo contra este árbol.- Él dice. Zee se baja de encima del cuerpo del padrastro para Saint agarrar a su padrastro de los brazos y moverlo hacia el árbol de enfrente. Lo sienta ahí y él mismo se pone de cuclillas frente a su padrastro. Se le queda viendo con ojos tristes. Su novio zorro vuelve a su forma humana. Sentándose a su lado. Desnudo. Ambos viéndolo.
-Mi padrastro me recuerda a Wolverine por alguna razón.- Saint dramáticamente sigue suspirando.
-¿Quién es Wolverine?
-Un héroe de películas que se cree la gran cosa cuando en realidad sólo hace que sus huesos sean filosos y largos como varillas y salen de sus nudillos.
-Wow. ¿Y por qué lo odias?
-Yo siempre soñaba con un héroe así para mamá y para mí. Un héroe que nos liberará de mi padrastro. Veía todas sus películas desde que era un niño... Y al final, ¿dónde están los héroes cuando los necesitas?- Saint ríe con una triste nostalgia pero locura. -Los héroes nunca están ahí cuando los necesitas pero los villanos sí.- Él cuenta.
-De todos modos, tu padrastro está frente a ti ahora mismo. ¿No te vas a vengar por lo que te hizo?
Zee pregunta. Saint asiente repetidas veces antes de sacar un pequeño cuchillo del bolsillo colgante de su correa. Es pequeño pero bien filoso. Se acerca al rostro de su padrastro y penosamente comienza a dibujar una línea sangrienta recta que cruce su ojo izquierdo. El hombre aún no se despierta. Saint decide hacer un arco por alrededor del ojo hasta llegar al final de la línea recta. Es una sangrienta "D". Saint retira su cuchillo ahora viendo como aquel rostro está monstruosamente sangrando.
-Vive con tus errores, "papá".- Saint le susurra al oído.
Se pone de pie y camina hacia su novio zorro. -No te quedes ahí así. Algo te puede picar.- Protectoramente comenta Saint Revisándolo hasta por detrás para que no tenga hormigas ni nada. El zorro sonríe.
-Oye~.- Ríe el zorro. -¿Crees que no me puedo cuidar por mí mismo, sr. Pool?
-¿Sr. Pool?- Saint pregunta en una risa halando a Zee de la cintura hacia su pecho. Ambos mirándose a los ojos con el sol iluminando sus rostros. Los pies desnudos del zorro frente a las botas negras del antihéroe.
-Es en corto para "Deadpool". Significa consorcio. Significa estar destinado a algo.- Dice el zorro ahora rodeando su cuello con sus brazos.
-¿Te gusta el nombre? Lo fui inventando estos días.- Saint le acaricia el cachete derecho.
-Soy tuyo, Deadpool. Cualquier nombre que te pongas, lo apoyaré.
Dice el zorro ahora besándolo. Saint le devuelve el beso apasionado. Frunciendo el ceño porque introduce su lengua dentro de la boca del zorro quién gime, agarrando sus mejillas. -Mmgh... Mm.- Gime Saint al recuperar de nuevo la lengua y ladear su boca para seguir con otro beso apasionado.
-Ah.- Gime Zee cuando se detienen. Respirando agitadamente mientras se ven. El zorro sonríe.
-Yo aspiro a mucho más... Zee. ¿Me seguirás?
-Sí, sr. Pool.- Admite el zorro con una sonrisa mirándolo a los ojos con verdadera felicidad. El humano sonríe con sus labios sin dejar de mirarlo a los ojos.
De momento, sienten la presencia de alguien más detrás de ellos. Así que se dan la media vuelta y ahí hay un zorro negro. Es un zorro negro con una cola frondosa de punta blanca. Está sentado en el césped amarillo. Mirándolos fijos con ojos de un bello café y sus orejas bien paradas.
-Zee, ¿Sabes quién es?- Saint cuestiona.
-De hecho, no. No lo sé.- Zee sospecha del zorro con los ojos entrecerrados. No lo había visto en su vida. Ni reconocía su olor. Pero sabía que debía ser de la aldea. La cuestión era: ¿por qué vino hasta el mundo humano y para qué? -¿Quién eres?
Tan pronto el zorro pálido preguntó, el zorro negro transformó todo su cuerpo en humano. Poniéndose de pie mientras todo el pelaje negro desaparecía. Ahora un chico guapo estaba desnudo frente a ellos. Tenía piernas fuertes y una hermosa melena castaña con ojos entrecerrados y labios pomposos. Dibuja una tétrica sonrisa con ellos. Relaja los discos de su espalda con un suspiro bastante cínico. Sus pequeños ojos asiáticos son serios pero él tiene una expresión burlona.
—Soy el zorro del que todos hablan y preguntan: el alcalde a quién nadie le había visto el rostro. Bueno excepto tu amigo, Gulf.
Bright cuenta.
—¿Gulf te llegó a ver? ¿Cuándo?
—Me ha visto desde siempre. Pedí de sus favores ya sabes. Le dije que lo mantuviera en secreto. Al parecer sí lo hizo.
Zee no opina nada al respecto pero sella sus labios en una fina línea. Saint se le queda viendo al alcalde. El alcalde lo mira en un sensual parpadeo. Esos ojos de zorro se tornan en un bonito anaranjado por un segundo antes de tornarlos café de nuevo. —Así que este es el humano que le cortó la cabeza a uno de los zorros más importantes de la aldea,— El zorro lo ojea por completo. —se ve delicioso para comer. Aunque bueno, ¿qué humano no se ve así?— Bromea el zorro antes de mirar a Zee con risas.
—¿Qué haces aquí?— Zee le pregunta.
—Vine a visitarlos,— El alcalde sonríe en grande mientras se abre de brazos con las manos alzadas a los lados de la cabeza. —¿no puedo?
Saint se le queda viendo al zorro negro con los ojos entrecerrados en sospecha. ¿Por qué se apareció el alcalde que era llamado "cobarde" por no mostrar su rostro? ¿Realmente su único motivo era verlos? Eso era muy dudable.
Para volver al vecindario, ambos zorros estaban en su forma animal colgando de los hombros de Saint como si fuesen los típicos zorros falsos que se venden por ahí. El negro a la derecha y el rojo a la izquierda. Ya Saint estaba llegando a la casa de su novio al menos.
—Es raro. Tener que andar así.— Opina el alcalde.
—Deberías callarte. Nos podrían descubrir.— Le susurra Zee en una pelea.
—Tu carne humana huele tan deliciosa~.— El zorro negro le da una lamida al cuello de Saint por lo que él tiembla un poco y un gemido se escapa de su boca. Se cubre la boca con una mano luego de ese gemido. Totalmente sonrojado. Zee se queda impactado.
—¡Es que lo hizo justo dónde...!— Saint estaba explicando a través de su mano. El zorro negro sigue lamiendo esa área y Saint no aguanta más. Le agarra el hocico fuertemente y mira abajo a su hombro con una mirada mortal.
—No intentes enojarme. No te irá bien.— Amenaza Saint. El alcalde entonces relaja las facciones de su rostro incluso en forma animal. No parece burlón cómo antes. Sino que se relaja totalmente. Zee se alegra de su novio incluso si está convertido en zorro. Hace una pequeña sonrisa antes de desvíar su mirada. Saint deja de agarrarle el hocico al zorro negro para seguir caminando hacia la casa.
Ya estaban llegando a la casa. Apenas abrió esta y puso un pie adentro, los dos zorros de sus hombros se lanzaron hacia adelante con brincos. Y justo frente a él se convirtieron en los hermosos hombres que eran cuando estaban en sus formas humanas. Toda la piel de zorro cayendo de sus cuerpos como algún tipo de espuma irreal mientras estos se ponían de pie.
Saint alzó sus cejas al ver aquellos dos cuerpos desnudos frente a él. Los zorros eran hermosos. Parecían tener cuerpos de dioses.
—Wow. ¿Y este quién es?— Laizza se asoma al lado de todos los tres chicos, en la cocina. Ella se acerca sensualmente hacia el alcalde. Sujetando un plato de tostitos en una mano y comiendo un tostito enorme. Se lo comía como si nada. Moi llegó hacia ella y al ver los cuerpos desnudos, le dio la espalda a todos para cubrirse los ojos con una mano. Su amiga panadera era muy descarada. No le podía importar ver cuerpos desnudos. Menos si eran de hombres.
—Oh. Ustedes estaban aquí. Lo siento Moi.— Se disculpa Saint. —Justo iremos a buscar ropa.— Dice el chico antes de pasar de lado de su novio y llevarse a este de la muñeca para ir a la habitación de él.
El alcalde, en vez de seguirlos, mira todo coqueto a Laizza. Ambos se están mirando muy coquetos. —Eres muy linda.— Él le ronronea.
—Sabes que sí.— Laizza le dice. Llevándose otro tostito a la boca pero él empuja este con una mano. Sensualmente. Ella le mantiene la mirada coqueta mientras el tostito va entrando a su boca. Bajo y encima de sus dientes. Hasta que lo tiene en su boca y ella comienza a masticar.
Saint regresa después de esos segundos de tensión sexual entre el alcalde cobarde y la panadera, para tomar al alcalde de un brazo y llevárselo con él a la habitación.
Moi se da la vuelta, separando dos deditos para mirar a través del espacio de estos y al ver que no hay hombres desnudos, suspira en alivio. Posicionándose al lado de Laizza. Ella mira el plato de tostitos con curiosidad.
—¿Quieres, preciosa?— Laizza le ofrece con una sonrisa. Moi hace una carita pensativa. Teniendo una curita en la cornisa de los labios. La curita era rosita pastel con un osito súper tierno dibujado a la esquina. Ella sigue pensando mientras mira el plato pero analiza algo, y le da la espalda a su amiga para abrir la nevera. Laizza frunce el ceño (no de mala manera sino con curiosidad) mientras se chupa los dedos de su mano libre y así de rápido como Moi abrió la nevera, así de rápido esta misma la cerró.
Se dio la vuelta para ver a su mejor amiga. Mostrándole la carne de cerdo de supermercado que su hermano siempre mantiene en la nevera. Laizza sonríe. —Mm. El ingrediente perfecto.— Opina la zorra coqueta por lo que la zorrita de las manos ríe calladamente. Mostrando su sonrisita. Laizza camina hacia el mueble de la sala de estar y Moi la sigue con felices trotadas.
🦊
En la habitación, Saint también debía cambiarse pero entonces no había hecho más que entrar con los dos hombres zorros y el alcalde era el único estando lejos de la puerta (ya frente a los armarios) vistiéndose con ropas de Zee. Mientras que Zee estaba aún desnudo, posicionado detrás de Saint, cubriendo sus ojos con una mano mientras rodeaba su pecho con un brazo.
Saint agarrado de ese brazo.
—Zee, yo también me debo cambiar.— Anuncia el antihéroe.
—Lo sé, pero vamos a esperar a que él termine.— Zee dice. Su novio humano suspira con irritación.
—No es justo que me dejen vestirme solo. Desnudo. Pensé que al menos te unirías a mí, Zee.
El alcalde dice en una coqueta voz poniéndose unos pantalones deportivos negros bajo una camiseta de tiras azules. El alcalde hunde sus manos dentro de sus bolsillos para caminar hasta el humano. Cuyos ojos aún están cubiertos. Zee frunce el ceño ante la cercanía del zorro negro hacia su novio.
—Zee, él no me tiene que ver desnudo para caer en mis encantos.— Amenaza el zorro negro antes de mirar arriba a Zee y pasar de ellos para salir de la habitación.
A medida que va saliendo, Zee se da la media vuelta. —No intentes nada con mi hermana. Le haces algo y te mato.— Amenaza.
—Sí, sí. Lo que sea.— El alcalde abre más la puerta para salir por completo pero se topa con una figura frente a él. Baja un poco la mirada dado a que la figura era algo baja. Es Moi.
"Te estoy vigilando."
Ella le dice en lenguaje de señas. Igual de amenazante como su hermano. El alcalde bufa una risa. —Vaya. Qué amor de hermanos tan profundo.— Dice el alcalde antes de ir a la sala de estar. Moi le alza el mentón sin moverse de su sitio toda amenazante. Después de la retirada del zorro negro, ella mira a su hermano. Por suerte él está de espaldas así que a ella no le molesta ese tipo de desnudo.
Los hermanos zorro se sonríen con sus labios. Sabiendo que tienen la espalda del uno al otro. Moi felizmente se retira de su sitio.
Zee deja de cubrir los ojos de Saint y el humano agarra la mano del brazo que el zorro tiene rodeando su pecho, para morderla, el zorro hace una expresión de dolor.
—¡Auch!— Él se queja, sacudiendo su mano en su sitio mientras que el humano se da la vuelta para verlo con un puchero.
—Agradezco que me protejas pero sólo me estás haciendo ver como un chico mimado frente a ese zorro cuando quiero demostrarle que no debe subestimarme.— Saint le dice. Mirándolo a los ojos con honestidad. Sinceridad. Pero más que todo, con amor.
—Pero es que...— Zee no sabe ni qué decir. No puede excusar sus actos así porque sí. —Los zorros nos ponemos celosos con nuestras parejas--
—Está bien. Es una costumbre de zorros. Entiendo eso. Pero hey,— Saint le acaricia un cachete. Zee lo mira a los ojos. Apenado por sus actos anteriores. —sólo quiero que los demás zorros vean que tu pareja humana también es fuerte. Especialmente los zorros que no son confiables como él.
—... Entiendo.— Dice su novio zorro después de asentir varias veces con su cabeza. Acariciándole un cachete a su humano. —sr. Pool.— Vuelve a bromear.
—Sí me entendiste, ¿verdad?— Saint insiste con un tono serio.
—Sí.— Suspira el zorro con una sonrisa. Eso hace que Saint se relaje y bufé una risa con felicidad. Acercando sus rostros. Sus narices se restriegan la una con la otra.
—Eres de lo más hermoso que he podido sostener en años, Saint.
Zee le dice a su humano con mucho cariño.
*N/A: ¿Creen que el alcalde tenga algún motivo? Y, el personaje de Gulf es prostituto así que cuando el alcalde quiso decir "servicios" pues ya sabemos a lo que se refiere y ahora sabemos que de todos los aldeanos zorros, Gulf conocía su rostro por los "servicios" que ofrecía. Espero les haya gustado🙌🏾 Ya estamos llegando a la final🤗🦊😋✨*
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