12
Con una nueva adrenalina escalando una vez más por su burbujeante sangre, se apartó de la ventana a toda prisa. Corriendo tan rápido cómo sus pies le permitían. Dejando desolados a aquellos guardias miserables que a por atención pidieron con sus meras llamadas como: «¡Ey!» o «¡No nos dejes así!». Mucho no duraron pues al Gulf notar que el individuo al que debía ayudar escapó, contrastó una mano bajo la otra en orden de colosionar a los individuos de la celda. Ambos guardias se movieron hacia el uno al otro con gritos antes de chocar cabezas y cayeron al suelo cuando soltados se le fue concedido. Un poco de estruendo al caer, sí, aunque no sentirían tal dolor pues bastante inconscientes estaban como para notarlo.
Zee llegó hacia su amigo de las garras voladoras que redirigía sus garras de hilos devuelta a sus dedos. -¿Dónde está Moi?- Interroga el zorro a por su hermana.
-¿Moi?- Responde Gulf con otra pregunta.
-Si él está aquí es porque Moi lo trajo aquí. Dónde. Está. Mi. Hermana. Gulf.- Pide el zorro con desesperación.
-Está oculta. En el balcón de una de las cosas. Arriba. En el mirador de una de las casas. Izquierda.
Comunica el otro como secretillo. Zee mira. Es cierto, su hermana estaba escondida ahí viendo la situación con el abanico de púas abierto en caso de que el ser humano no pudiera defenderse. Ella miraba atenta. Brincando un poco sus talones. Sólo en caso. Sólo en caso de que algo sucediera. Ya parecía una luchadora con esos pequeños brincos precipitados. Aunque simplemente que ella estuviese bien le brindó tranquilidad a Zee quién suspiró en alivio. Relajando la mirada hacia el suelo. Volvió a tomar valor para mirar hacia enfrente. Cómo ese chico podía arriesgar su vida sólo por querer evitar la muerte de un zorro que fue expulsado por 'traición' al pueblo. Definitivamente estaban en guerra. Querían molerse a golpes.
No obstante, el zorro se interpuso al subir al escenario y colocarse frente a Saint. Poniendo protectivamente a este detrás suyo. Causando una expresión confusa en el alto quién se endereza por completo. Viéndolo con preocupación. -Zee, ¿estás bien?
-No sé muy bien cuál es tu locura al arriesgarte así siempre que quieres ayudar a alguien pero la apoyo. Tampoco te diré que no. Es sólo que... Esta batalla no es tuya. Espero lo entiendas.
Saint se pone cabizbajo por unos segundos. Sigue con el ceño fruncido pero su labio inferior se mueve bajo el superior como si estuviese pronunciando palabras cuando en realidad no está diciendo nada. Ni una silaba. -No es sólo la tuya. Yo te puedo ayudar, ¡porque eres...!
Ambos se miran a los ojos. Zee especialmente con una ceja alzada. Esperando lo que su buen vecino estaba a punto de decir. -Eres una persona importante para mí.- Su buen vecino escoge bien sus palabras. Y esas palabras hacen a Zee sonreír con sus labios. Su expresión se torna tristemente feliz porque desea... En su interior desea...
-Me hubiera gustado escuchar eso en otro momento.- Él confiesa su deseo. Saint sonríe con sus labios un poco. Después de ese cálido momento Zee vuelve a girar su mirada en dirección al sacerdote. Con una mirada seria.
El sacerdote sonríe. -Me opongo contra la violencia pero veo que no quieres morir simolemente ahorcado.- Dice al sacar sus garras en ambas manos.
-No. Prefiero morir al lado de personas a quiénes les preocupe.- Zee saca sus garras también. Oscuras y filosas.
Ambos gruñen y con máxima velocidad, se lanzan hacia sí mismos. Como en un vuelo al que salieron con una sola corrida. Colisionan manos derechas al quedar frente al uno al otro con una pierna más atrás que la otra ejerciendo fuerzas. Se aprietan las manos y entrelazan sus dedos para hacer del agarre más fuerte. Zee va en la delantera. Al sacerdote no le gusta eso pues saca sus nueve colas para dirigirlas sobre su cabeza hacia los hombros de Zee pero Saint se encarga de azotar su abanico contra el aire y las púas vuelan hacia las colas del contrario que pasman su acto. Teniendo pequeñas púas enterradas en su frondoso pelaje y sangre. Se encogen primero, doblandose aún arriba de los hombros de Zee.
Saint observa con los ojos entrecerrados y una pequeña sonrisa lo buena que absurdamente fue su puntería.
Zee gritó como un guerrero y ejerció muchas fuerzas en su mano para hacer caer al otro en una sola rodilla. Cuando, de momento estando en una de sus rodillas, ese sacerdote no suelta riendas fácilmente. Pues le rasguña el estómago con su otra mano. Rasgando la camisa junto con la carne de su abdomen, a lo que Zee gruñe y al doblarse por el dolor, lo toma del mentón con dos dedos para alzarlo (alzandolo por completo estando en una sola rodilla) y tirarlo al suelo básicamente rompiendo las tablas de madera de la horca. Hundiéndolo ahí. El sacerdote ríe. -Zee. Sólo deberías rendirte. Das lástima.
Habla con burla, mirando atrás a todo el público quiénes ríen con aplausos. Gulf no ríe. Sólo los mira con neutralidad aunque con una ceja alzada. Moi observa con tristeza. Saint frunce el ceño viéndolos a todos con horror.
-¡¿No quieres morir ahorcado?! ¡ENTONCES TOMA ESTO! ESTÚPIDO. DEFIENDETE SI QUIERES VIVIR.
El sacerdote le sigue pegando puños en el rostro. Una y otra vez. Una y otra. Saint va a caminar hacia él pero Zee débilmente alza una mano en señal de que se detenga. No la alza muy alto. Sino que la alza a la altura de su muslo. Para que sea una señal sólo para él. Saint se detiene. Viéndolo con temor. No quería que lo lastimaran. Jamás querría eso. Otra cosa era que él le dijera que no lo salvará. No ahora al parecer. Así que Saint contuvo su rabia aunque confundido. Mirándolo con ojos cristalizados.
El sacerdote dejó de golpearlo para mirarlo. Todo el rostro de Zee estaba lleno de sangre. Su nariz estaba rota. Sus labios tenían múltiples moretones. Un cachete hinchado y cortado. Un ojo hinchado. Su rostro era una piscina de sangre y nadie podía nadar en ella. Tomo una bocanada de aire antes de hacer lo siguiente:
-LOS PADRES DE SELIN, DAYTHAR, CLEOH, MEYLINN,- Él gritó a todo pulmón con dolor. Entonces entre el público, dos ancianos o hasta viejos solitarios que no parecieron reír en ningún momento alzaron sus miradas. -ESTE HOMBRE LAS OBLIGÓ A ESTAR CONMIGO. ME ATO A UNA CAMA CON LOS MANO DERECHAS DEL ANTIGUO ALCALDE--
Iba gritando Zee con todo el dolor del mundo. Sus pulmones ya no estaban de buenas. El sacerdote le cubre la boca con una mano. -¡MALDITO! ¿Qué haces?- Pregunta el sacerdote pero una púa cae en su palma. Él aleja su mano con un gruñido para verse la púa y mira a Saint quién fue el claro culpable.
-LES MINTIERON. TODOS ESTOS AÑOS LES DIJERON QUE ELLA DESAPARECIERON. PERO NO FUE ASÍ. LAS OCULTARON DESPUÉS DE QUE YO FUI EXPULSADO. TODAS ELLAS HABÍAN SIDO VIOLADAS POR EL ALCALDE. Y ELLAS... Ellas mantuvieron eso en secreto. Reían con la sociedad, jugaban con sus seres queridos, porque muy en el fondo... No querían defraudar a sus familias.- Zee deja una lágrima caer mientras mira el cielo. La lágrima hace su recorrido a través de la sangre. -Y cuando llegaba la noche... Llorarían en sus habitaciones de no poder contar la verdad. YO ME ACOSTÉ CON ÉL SÓLO PARA QUE ÉL PUDIERA MORIR... Y estos hijos de perra, escogieron a chicas inocentes para probar mi poder... Que es como una maldición... Maté a esas chicas sin yo quererlo...- Zee llora. Cierra sus ojos y llora fuertemente. -¡Nadie sabe...! ¡Nadie nunca quiso saber cómo me sentí al cometer esos actos...! ¡YO NO QUERÍA! Sólo mi hermana sabe. Mi hermana me entiende. ¡Pero ustedes nunca me dieron la OPORTUNIDAD...!
Zee llora. Moi cae de rodillas. Llorando. Desde su posición. Ambos hermanos lloran con todo su ser. Emitiendo sonidos desgarradores. Saint ve todo con ojos cristalizados. Rojos. Él comienza a llorar. Los padres de las chicas desaparecidas comienzan a llorar. -¡¿ES ESO CIERTO?!- Muchos preguntan. -¡TU... NOS MENTISTE! ¿SIEMPRE NOS MINTIERON? ¡¿DÓNDE ESTÁ EL NUEVO ALCALDE?! ÉL NUNCA MUESTRA SU ROSTRO DESDE QUE LO ESCOGIMOS. SÓLO USTEDES BASTARDOS CERCANOS A ÉL CONOCEN SU ROSTRO A TRAVÉS DE LA MÁSCARA QUE USA.
Grita una madre desconsolada.
-¡OIGAN! NO LE CREAN. NO CREAN EN LO QUE DICE. ES UN TRAIDOR.- El sacerdote trata de limpiar su propia reputación al sonreírles, pero un trozo de pan se le es lanzado al rostro. Él mira con un gruñido a ver quién fue. Y fue Laizza con una sonrisa. -¡TU...! MALDITA ZORRA--- El zorro iba diciendo, pero de momento su cabeza es cortada. Muchas púas por segundo están arrasando con todo su cuello. Rondandolo con una velocidad extrema que sus propios ojos aún están mirando abajo con la cornisa para saber qué es lo que siente en su cuello. Mucha sangre saliendo mediante la cortada. Su cabeza es jalada fuera de su cabeza en menos de lo que su cortada costó y su cuello dispara un charco de sangre.
-Esta zorra te acaba de distraer.- Laizza dice con orgullo.
El hombre mira enfrente suyo a quién le está sujetando la cabeza y es Saint. Quién está muy serio. Cabizbajo.
-No quería llegar a esto...- Él dice mientras que el sacerdote no hace más que convulsionar sus gestos faciales. Saint alza la mirada. -Pero pasaste la línea.- Él dice. El abanico en su otra mano está lleno de sangre. Pues lo uso para cortar la cabeza.
«¿Qué es esto? ¿Por qué estoy viendo mis actos más viles pasar una y otra vez? No puedo hablar pero estoy viéndolo todo. ¿Deberé reflexionar como último castigo?» El hombre va pensando. Mirando ahora al cielo. Convulsionando. Cuando de repente, otra mano agresiva agarra su rostro y lo obliga a mirarlo justo en los ojos. Es el ensangrentado Zee.
-Antes de morir, quiero que me veas a los ojos.- Él le dice. -Y no. Me. Olvides.
Con ese juramento, permanecen viéndose. Saint alza su mentón sin dejar de mirarlos. Moi se les queda viendo. Laizza también permanece seria. Gulf igualmente se queda serio.
Ahora todos vuelven a gritar con entusiasmo. La mayoría por rebelar la verdad de las chicas desaparecidas y por tomar venganza por muchas de ellas.
-¡SÉ EL NUEVO ALCALDE! ¡SÉ EL NUEVO ALCADE!- Muchos hipócritamente votaban. Saint los mira a todos con desprecio, pero... Mira sobre su hombro a su buen vecino.
-¿Estás bien?- Él le pregunta.
-Me siento raro por haber matado a alguien...- Confiesa Saint traumado. Alzando el abanico sangriento a su rostro. -Lo siento.- Él dice antes de correr de ahí.
-¡Saint!- Zee corre tras él. Soltando la cabeza. La audiencia se vuelve a callar. Mirando con sorpresa todo.
Laizza se acerca a Gulf. De brazos cruzados. Viendo todo con su mirada coqueta. -Oye.- Ella llama al zorro prostituto.
-¿Mm?
-¿Quieres estar conmigo?
Él la mira a la cara con un suspiro. -¿Tu quieres estar conmigo?
-Eres de nosotros, veo.
-Bueno.- Dice sin mucha importancia.
-Bueno.- Ella también resta importancia. Brincando sus hombros. Pero mira arriba a su amiga Moi y la ve mirando toda la escena preocupada. Eso hace a Laizza borrar su sonrisa.
🦊
Zee jala a Saint de la muñeca izquierda. -¿Qué sientes? Quiero ayudarte.- Cuestiona. El chico gira en sus talones para quedar frente a él. Ambos se miran a los ojos mientras que un árbol de sakuras tras ellos sopla sus magnificas hojas color rosa alrededor de ellos. Lloviendo sus hojas. Mientras que los dos chicos se miran y el sombrero de Saint se cae para revelar una bonita peluca de cabello largo negro. Ambos con sus manos frente a sus pechos. Inmóviles. Solamente respirando agitadamente.
-No importa. Debes dejarme ir. Fui yo quién te metió en este lío.
-Tonto. Me busque yo solo este lío. No tuvo nada que ver contigo. No hiciste nada excepto ser una buena persona y estar para mí cuando lo necesitaba.
Ambos permanecen viéndose.
-¿No fue por mí que...?
-¡No!
Su último grito calló las dudas del buen vecino. Quién se le quedo viendo. Ambos permanecen mirándose. Hasta que Zee lo jala a su pecho en un suave abrazo y por el desfallecimiento de la gravedad, la boquita del buen vecino choca con la del zorro en un suave beso. Los ojos del zorro están cerrados mientras que los del buen vecino están abiertos. El zorro ladea su cabeza suavemente para otro beso. Le sostiene la cabeza con una mano. Cuidadosamente.
El buen vecino cierra sus ojos. Correspondiendo el suave beso con otro. Cediendo.
Zee toma las riendas de la situación para jalar al buen vecino con él hacia el árbol de sakura. Se sienta con la espalda reposada en el enorme tronco de madera. Jalando a Saint a su regazo. Las piernas pálidas del alto quedan a los lados del cuerpo contrario. Su traje algo alzado por lo que sus medias blancas eran reveladas. Se besaron con mucha pasión. Ejerciendo más intensidad durante los besos. Gemían una y otra vez. Las manos del más alto se agarraron a la nuca y hombro del zorro. Intensificando los besos.
Igualmente, las manos del zorro agarraron sus muslos (por detrás) amasando esa masa con fuerza por unos cuantos segundos antes de llevarlas al trasero del contrario.
-Mm... No se puede.- Saint pide en un último beso.
-¿Por qué?
-¿Me besaste por consolación?
-No siento que haya sido así.- Zee le dice. Viéndolo a los ojos con mucha honestidad. Aunque Saint no siente que sea así el caso...
*N/A: 🥺🥺😍😍 ksjssjs espero les haya gustado, es el primer besito de ellos but obviously no quiero llevar la relación rápido. No sé si ya lo notaron pero quiero que haya evolución en ellos😁✨ A mí me pareció un cap muy épico y cómo ellos cuidadosamente no se decían "amigo" para mandarse a la friendzone jajaja💖*
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