Capítulo 5 El Peso de la Balanza ꪜ

Después de tanto tiempo por no decir años que le parecieron eternos, Ririka estaba profundamente feliz e ilusionada por comenzar su nueva vida. Viviría con su hermano mayor y su segunda madre Tamaki, solo ellos en una casa normal y en un vecindario normal, no habrían restricciones ni horarios, menos aún castigos, simplemente perfecto.

— Claro, no porque Kazu-nii me de mi libertad debo aprovecharme —se decía Ririka así misma mientras empacaba sus cosas que por suerte no eran muchas.

— Ruri, estás muy emocionada —comentó Tamaki al ver como su pequeña estaba tan enfrascada preparando sus cosas

— Supongo que esta es la alegría que siente un preso que es inocente cuando se entera que finalmente va a salir de las rejas —comparó Ririka sin darle muchas vueltas

— ¿Un preso inocente?

— Bueno, un preso que cometió muchos crímenes no creo que sea precisamente un buen ejemplo para decir

— Siempre sale con ideas bastante interesantes ¿no cree?

— ¡Solo decía! —negó Ririka apenada— ¿tú ya estás lista, Tamaki?

— Si, desde anoche

— ¿Eh?

— ¿Sucede algo?

— ¿Empacaste desde anoche? —cuestionó Ririka sin poder creerlo— me sorprende, sueles dormir muy temprano a diferencia de mi que me acuesto algo tarde

— En resumen me está confirmando mis sospechas de que en realidad no se iba a acostar temprano ¿cierto?

— Ups, bueno... ¡solo iba a tomar un vaso de leche!

— Me temo que debo asegurarme de ahora en adelante que descanse correctamente

— ¡No seas así, Tamaki!

— No, no, mi deber es cuidar de mi señorita —negó la muchacha divertida ante los pucheros de derrota en su protegida

— Nos iremos en unas horas

— Así es

— Tamaki ¿crees que está bien esto? —inquirió de repente sorprendiendo a su cuidadora

— ¿Qué quiere decir?

— ¿Está bien que sea tan feliz en estos momentos? No confío en la señora, siento que siempre va a estar en las sombras observándonos

— Ruri —le llamó para captar su atención— nadie tiene derecho a quitarte tu felicidad, por eso debes serlo a partir de ahora, nos tiene a su hermano y a mi para acompañarla y apoyarla

— Gracias Tamaki —respondió Ririka mientras abrazaba a su tan querida amiga

— Para servirla

— No digas eso —suspiró Ririka al verla regresar a su protocolo tan molesto

— ¡Si, si!

— Solo

— ¿Si?

— Kazu-nii consiguió sacarme de aquí, pero así mismo entiendo que el hecho que ella me viera después de su reunión es considerado como mi propia advertencia, sabe que no puede intervenir pero si ser un espectador que cuando tenga la carta lo suficientemente fuerte para cambiar la partida cobrará todas y cada una de sus demandas

— Ruri...

— Aunque salga de aquí, no puedo confiarme

— El joven Kazuyoshi se encargara de manejar a los hombres de su abuela, estoy segura que él ya ha pensado en esto

— Tienes razón, hermano ha demostrado ser muy competente y perspicaz, tal y como lo era papá —nuevamente el dolor y vacío se instaló en su pecho— aún así daré lo mejor por no ser una carga —añadió para finalmente concentrarse en terminar de empacar sus cosas bajo la atenta mirada de su protectora

Tamaki a pesar de estar enormemente aliviada en que su señorita finalmente disfrutara su vida y adolescencia también temía, pues Ririka siempre estuvo regida por un horario estricto, no conoce mucho del mundo que le esperaba afuera y su hermano tampoco contaba con todo el tiempo del mundo para enseñárselo.

— Tamaki-san, perdón que te deje esta tarea a ti —se disculpó Kazuyoshi una vez que Ririka se había quedado dormida en su regazo

— No, como ya le he dicho joven Kazuyoshi, yo deseo cuidar de la señorita —negó la muchacha con una suave sonrisa

— Confío en ti, ya que Ruri no conoce mucho del mundo que se desarrolla allá afuera, puede llegar a ser bastante inocente y torpe en esos aspectos

— Es parte de crecer y también de conocerse así misma

— La verdad, me gustaría que no creciera...

— Tan lindo hermano mayor

— ¡No es eso! —negó Kazuyoshi avergonzado— ella... es lo único que me queda y lo que mis padres me pidieron cuidar, realmente su presentimiento fue certero

— Ciertamente, solo la señorita se convirtió en el blanco de burlas de esta familia —negó Tamaki al recordar que no solo eran burlas lo que Ririka había recibido desde joven

— Lo sé, esas heridas en su espalda me dicen que no lo ha estado pasando muy bien en estos últimos meses

— ¿Cómo lo...?

— Soy su hermano mayor, la conozco perfectamente —le cortó Kazuyoshi reflejando una gran tristeza en su mirada— es igual de necia que mamá, pero entiendo sus razones para no decírmelo

— La señorita se preocupa enormemente por usted, siempre su hermano mayor es su prioridad #1 antes que cualquiera

— Así como ella lo es para mí, somos unos tontos realmente —suspiró Kazuyoshi al ver que los genes eran una cosa de temer

— Yo diría que son unos hermanos muy unidos —le corrigió Tamaki divertida

— Ella me supera, Ruri siempre está pendiente de mi y dispuesta a protegerme —añadió Kazuyoshi apartando algunos mechones verdes del rostro dormido— es muy parecida a mamá, a pesar de solo tener quince años puede aparentar unos dos más, es el aspecto de una hada de la primavera

— Su padre siempre se refería así hacia ella, una flor de pera que se resiste a caer en la helada —recordó Tamaki nostálgica al ver aquellos días ya lejanos

— No me gusta decirle mucho que es una jovencita hermosa, para mi solo es un melón

— ¡Joven Kazuyoshi! —negó Tamaki al ver tal comparación poco delicada— si la señorita le escuchara le pondría cubos de hielo en su espalda

— Aunque me llene la camisa de hielos no dejaré de decirle melón

— A decir verdad, ahora que la señorita podrá salir y pasar con sus amistades ¿quién sabe? Quizás y hasta encuentre su primer amor

— Oh no, todo menos eso —negó Kazuyoshi frío— es muy pequeña para pensar en novios, quizás cuando tenga veinte lo hablemos, pero ahora no

— Es algo inevitable, además ella ya conoce un poco sobre ese sentimiento

— ¿Hablas de ese niño de hace cinco años?

— Ella no pudo sacarlo de su cabeza durante meses y casi años, aún ahora creo que sigue presente en ella

— Lo más molesto es que la abeja anda zumbando alrededor de ella, creo que mi hermanita va a sacarme las canas que a nuestros padres no pudo —suspiró preocupado al pensar en que un largo camino les esperaba

Tamaki sabía que el comportamiento sobreprotector del joven Kazuyoshi era normal, después de todo desde que ambos perdieron a sus padres fue él quien veló por su hermana pequeña sin descanso alguno, si Ruri no hubiera estado, quizás el heredero del grupo Yamamotoyama no hubiera tenido una motivación lo suficiente fuerte para seguir adelante.

Ririka totalmente ajena a los pensamientos de su protectora disfrutaba de ir sacando sus pequeñas cosas, mismas que al estar guardadas había dejado un poco de lado, sin embargo eso era lo lindo, ya que si las veías después de un largo tiempo muchos recuerdos tantos alegres como tristes embriagarían su mente.

— ¿Estamos listos? —inquirió Kazuyoshi a lo que ambas asintieron

— ¡Completamente!

— Bien, es hora de irnos

Ambos se dirigieron al parqueadero donde Kizuka les esperaba, además de ayudarles a guardar las maletas en la cochera para finalmente emprender camino a su nuevo hogar, Ririka bastante emocionada miraba por la ventana con gran ilusión al ver como todo lo malo de ese lugar se quedaba allí mientras ella se dirigía a un nuevo comienzo

Kazuyoshi la conocía perfectamente, por lo que la casa en que vivirían se ubicaba en un vecindario tranquilo, Ririka ni siquiera espero y se bajó de un salto del auto para contemplar la sencilla casa que les esperaba y a la cual podía comenzar a llamar su hogar

— ¿Te gusta?

— ¡Me encanta! ¡es hermosa, Kazu-nii! —exclamó mientras le abrazaba con fuerza

— Me alegra, si ves Kizuka, tanto trabajo valió la pena

— Concuerdo con usted

— ¡¡Ya que es así!! Vamos a explorar, Ririka tu habitación es la que está al final del pasillo, la de Tamaki es la intermedia y la mía la primera

— ¿Kizuka no vivirá con nosotros?

— No, él vive con su esposa

— Oh

— Asi es

— ¡¿Eh?! ¡¿Kizuka-san estaba casado?!

— Recién te enteras...

— ¡¡Nunca me dijiste nada, Kazu-nii!!

— Ciertamente, el joven Kazuyoshi nunca mencionó nada —negó Tamaki apenada

— ¡Lo ves!

— Auch, Tamaki-san te has puesto del lado del guisante

— ¡¿Qué me dijiste?!

— Lo que escuchaste, señorita Guisante

Ririka y Kazuyoshi se dedicaron a molestarse mutuamente mientras Kizuka y Tamaki acomodaban algunas cosas, sin embargo cada uno arreglaría su habitación. Una vez que todo estuvo listo Kizuka se retiró pues debía ir a ver a su esposa. Ririka luego de despedirse se quedó en su habitación la cual le parecía perfecta, estaba pintada de un tono purpura con algunos detalles de hojas y pétalos, femenino, pero no exagerado.

Ordenó sus pocas pertenencias y tomó una ducha para finalmente acostarse, como estuvieron ocupados durante el día no saludaron a sus vecinos siendo al final que Tamaki se había ofrecido a hacerlo al día siguiente, en cambio ella debía dormir temprano pues tenía colegio al día siguiente y en cierta formapor primera vez se sentía segura de acostarse a dormir pues a diferencia de la jaula en donde residía cada día ahora solo escuchaba los suaves murmullos de algunas personas que pasaban por los alrededores, incluso había un árbol cerca de su ventana, aunque no sabía de que era.

— Buenas noches, mamá y papá —deseó para finalmente caer dormida

La mañana llegó rápido, pero esta vez Ririka podía tomarlo con calma pues estaba muy cerca de su colegio, además Kazuyoshi se había ofrecido a llevarla junto a Kizuka por ser su primer día en la nueva casa y ella encantada aceptó, aunque de esa forma no podría encontrarse con Tōjuro, sin embargo era lo mejor pues de seguro el joven tenía muchas preguntas para ella que en ese momento no deseaba contestar

Ya de camino al colegio Kazuyoshi conversaba con ella sobre algunos planes que llevaba en mente como viajar a algún lugar en las vacaciones de primavera pues pronto finalizarían, pero por el momento debía encargarse de su agenda para tener tiempo de sobra. Ririka bajó del auto con ayuda de su hermano y ambos se despidieron, y esta vez a diferencia de otras la joven ignoró las miradas y se dirigió hacia Kanae y Shinobu para abrazarlas sin demora alguna

— Ara, ara, ¿qué sucede Riri-chan? —cuestionó Kanae con una gran sonrisa

— ¿Tiene que ver con Kazuyoshi? —añadió Shinobu pues ambas hermanas le habían visto

— Chicas, creo que Dios esta siendo bueno conmigo por ahora

— ¿Eh?

— A partir de ahora viviré con Kazu-nii y Tamaki fuera de la residencia Yamamotoyama, ya no hay reglas que me aten

— ¿E..En serio? —cuestionó Kanae quien comenzó a derramar algunas lágrimas mientras la abrazaba feliz

— Si, lo es...

— Ririka, es la mejor noticia que nos pudiste haber contado —añadió Shinobu uniéndose también al abrazo aunque terminó acomodando algunos mechones sueltos de su cabello

Así es como el trío de amigas se dirigieron a su jornada de clases completamente felices al saber que su pequeña amiga finalmente tenía un respiro y podía vivir su propia vida. Kazuyoshi por su lado retornó a la residencia donde la señora y cabeza de la familia le esperaba en su despacho, cuando entró en la habitación su abuela le observaba fijamente, a su lado residía Shoko, la maestra de té de Ririka.

Kazuyoshi hizo la debida reverencia y saludo aunque desde el momento en que puso un pie dentro de esa habitación su mirada se había oscurecido y afilado, Kizuka a su lado lucía neutral a todo a diferencia de la maestra que retorcía sus manos algo nerviosa y más al sentir la mirada del heredero sobre ella

— Es un placer saludarle, Kazuyoshi-sama —habló Shoko con una sonrisa intentando lucir encantadora

— Si usted desea considerarlo así, pues le dejaré disfrutar el momento —se limitó en responder Kazuyoshi mientras tomaba asiento frente a ellas

— Vaya, realmente es un hombre serio —bromeó Shoko intentando calmar el ambiente, sin embargo ni siquiera la cabeza de la familia siguió su juego

— Shoko-san, el día de hoy se la convocó por una razón en particular...

— ¿Hay algo en que pueda ayudar? —inquirió coqueta, además de interrumpir a Kazuyoshi cosa que el detestaba

— Claro, me haría un gran favor si recoge sus pertenencias y se marcha de la residencia

— Entiendo, espere... ¿qué?

— Tal y como lo escuchó, a partir de ahora ya no trabajará para nuestra familia, su liquidación esta lista, uno de nuestros hombres la escoltará a la salida y...

— ¡E...Espere! ¡¿por qué hace esto?!

— ¿Por qué? ¿realmente me está preguntando eso?

— ¡E...Es que! ¡Necesito saber mi error!

— Oh, es así... —canturreó Kazuyoshi con una sonrisa de lado— ¿cuál de todos?

— Kazuyoshi-sama...

— A pesar de ser una maestra de té que proviene de una familia "respetable" se hallaron pruebas de que agredía a sus alumnas, además de no instruirlas bien

— ¿Agredir? ¡yo jamás!

— ¿En serio? Kizuka

Shoko temblaba en su lugar mientras la mano derecha de Kazuyoshi dejaba una tablet sobre la mesa en la cual comenzó a reproducirse un video donde efectivamente se veía así misma violentando contra sus alumnas, el joven paró el video y la observó fijamente esperando algún comentario de su parte, más no llegó nada y ese era el caso, no podía hacer nada ya para negarlo

— Mi señor... ¡debe haber algo! ¡alguien me ha inculpado! ¡esos videos no son reales!

— ¿Me estás diciendo que nuestro equipo de seguridad no es confiable? ¿acaso hay alguien que sería capaz de violar nuestro protocolo de seguridad y editar justamente tus grabaciones?

— E...Eso

— Tengo los testimonios de las víctimas —añadió lanzando una carpeta que contenía varios papeles donde se reflejaba el perfil de los testigos— Has manchado el apellido de la familia, ya que no solo agrediste a tus alumnas sino que acosaste sexualmente a varios de tus alumnos

— ¡No, yo no hice eso! ¡nunca acosé a nadie!

— También hay pruebas de eso, pero no es algo que sea para ver ahora, ya eso lo decidirá la corte, espero puedas conseguir un buen abogado que quizás logre reducir tu sentencia

— ¡No, mi señora! —exclamó poniendose de rodillas y agarrando las vastas del kimono de la señora— ¡debe ayudarme! ¡no puedo terminar así!

— Suéltame —masculló la mujer levantándose con una mirada glacial en su rostro— te cegaste demasiado, no cuentes con mi ayuda y menos si buscabas coquetear con mi nieto frente a mis ojos, te juzgué mal, solo eres una cualquiera ¡saquéenla de aquí!

— ¡No, por favor! ¡no puede dejarme así! ¡no después de todo lo que hice para deshacerme de su mayor obstáculo!

Ya nada más se llegó a escuchar, aquella mujer fue arrastrada y llevada por ambos hombres vestidos de negro, mientras Kazuyoshi quien quedó con una intriga decidió no actuar en el momento, aunque se sentía mal por no poder hablar sobre su hermana, al menos esto era una manera de compensarla. Realmente el mayor error de esa mujer había sido cuando decidió meterse con su hermana menor

— Hiciste un buen trabajo, querido

— Es parte de mi deber, nada más

— ¿Ririka está bien?

— Solo lleva menos de un día afuera, por supuesto que está bien

— Lo sé, sé que puedo confiar en ti...

Las clases finalmente terminaron y Ririka dejó el lugar acompañada de Shinobu y Kanae, les dejó en la entrada y ella se encaminó hacia su casa a paso tranquilo a diferencia de otros días en que vivía con un cronometro a su lado. El camino era un poco diferente al de antes pues no debía tomar el tren para volver, así mismo descubrió un nuevo parque que quedaba relativamente cerca, y hubiera continuado de no ser por un chico de cortos cabellos rojizos chocó contra ella

— Auch... —susurró al ver que ambos terminaron sentados sobre sus traseros

— ¡Ah, lo siento! —exclamó el muchacho apenado, Ririka por su parte se limitó a suspirar y levantarse

— Descuida, parece que es costumbre que alguien me haga caer —negó divertida— oh, me pareces conocido...

— ¡Maldito mocoso, finalmente te atrapé! —soltó un hombre más alto que tomó al joven por los hombros con una mirada asesina en su rostro

Ririka lo observó detalladamente, era un policía lleno de marcas con cabello blanco y una expresión digna de decir "voy a matarte de un golpe" en resumen un poco intimidante, pero si lo comparaba con el tipo de gente que existía en su familia eso no era nada. Pronto la atención del hombre también pasó a ella, sin decir una palabra acortó la distancia arrastrando al otro chico con él y en un dos por tres Ririka era llevada como un saco de papas en su hombro

— ¡Hey, bájeme! ¡¿qué cree que está haciendo?!

— Estabas junto a este mocoso, quiere decir que puedes ser su complice

— ¡¿Qué?! ¡lo acabo de conocer!

— Eso ya lo averiguaremos

Por mas que pataleó y se quejó, el hombre nunca la soltó sino que la metió en la patrulla junto al chico y es así como les llevó a ambos a la estación de policía donde les esperaba su compañero, quien se extrañó un poco al verlo llegar con una chica de un colegio privado, sin embargo la cara de su amigo decía que no iba a escuchar nada hasta investigar debidamente

— Deja todas tus pertenencias en esta caja —le ordenó a Ririka mientras ella le regalaba una mirada de molestia

— Me rehuso, no tiene sentido que me trajera aquí

— ¿Qué dijiste? ¡mira mocosa, no tengo tiempo que perder!

— Entérese, señor... que yo lo estoy perdiendo al hablar con usted —le devolvió sin una pizca de temor o arrepentimiento

— Senpai... —susurró nervioso el chico al ver que la cara de su compañero escalaba todas las tonalidades del rojo

— O bien dejas tus cosas en la maldita caja o te las quito yo mismo —declaró con evidente molestia mientras se acercaba dispuesto a cumplir su palabra

— Esta bien, lo haré

— Perfecto, oye Genya encargarte del mocoso

— ¡Si! hum...

— ¿Qué sucede?

— El chico se durmió...

— ¡¿Qué?! —efectivamente el chico había buscado una silla donde sentarse y dormirse— lo mataré

Ririka soltó un suspiro mientras dejaba sus pertenencias en la caja incluyendo su bolso, celular, pañuelo y llaves, sin embargo solo había algo que no podía dejar, no quería separarse de el por lo que lo mantenía en su manos, el policía notó esto y se acercó a ella para tomar su mano y quitarle el objeto

— ¡No, devuélvemelo!

— ¡Dije todas tus pertenencias!

— ¡Eso no tiene nada malo, es muy importante para mi como para dejarlo!

— ¿Esto? Es solo un llavero

El hombre no entendía para nada a las mujeres y menos aún a esta rara mocosa que no quería alejarse de un simple llavero, Ririka por su parte aprovechando su molestia le quitó el objeto mismo que de nuevo él le arrebató con mucha facilidad causando que ella también comenzara a enfadarse.

— ¿Es un juguete o algo así? —cuestionó al ver la flama dorada con detalles naranjas— debes dejarlo

— ¡Ya te dije que no! —declaró esta vez ya molesta mientras se ponía de puntillas para alcanzarlo al final el hombre trastabilló llevándose a Ririka consigo

Su compañero de trabajo, Genya por fin regresó con el chico ya despierto aunque seguía tallándose los ojos soñoliento, y solo para encontrar a su superior tirado en el suelo con una estudiante sobre él que parecía más dispuesta a golpearlo con la silla que tenía cerca que a hablar pacíficamente

— ¿Sanemi-senpai?

— Mierda... —susurraron ambos por la situación tan comprometedora en que habían terminado


¡Hola a todos! Nuevo capítulo uwu ¡la cosa se va poniendo intensa! Ririka ya se encontró con más amigos y no solo eso sino que la bruja de Shoko finalmente pagó piso, miren que le quería coquetear a Kazuyoshi xd pero como él mismo dijo ¡hizo mal en meterse con su hermanita! Pobre Ririka, primer día y ya termina en la comisaría... xd quienes siguen ambas historias ¿qué notaron? 7u7 ¡pues se viene mucho más! Gracias por leer y comentar esta loca historia, nos vemos en el próximo capítulo uwu

Att: Andysakurai15

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