Capítulo 46 ¿Debo rendirme?

Odio, resentimiento, temor, furia y frustración, todas esas emociones se estaban manifestando con tanta fuerza en Kazuyoshi que incluso sentía que su cuerpo estaba temblando ¿por qué toda una familia se empeñaba en hacer sufrir a una chica de quince años? No, desde el principio le habían dado dosis de odio que fueron aumentando con el paso de los años y él no había logrado hacer gran cosa para cambiarlo

Ririka debería odiarlo, pero aún así ella sostenía su mano con firmeza y le seguía diciendo "Kazu-nii" con un tono de voz suave y a veces medio en reproche por sus constantes bromas, sin embargo su hermana menor jamás le dio la espalda ni le señaló por ser poco eficiente en ayudarle. Lo había estado intentando con todas sus fuerzas desde que murió su padre y aún así...

"...Soy tan patético"

— Si es así, entonces acepto —le escuchó decir al mismo tiempo que sentía que toda su sangre escapaba de su rostro, estaba frío

— ¿Ririka? —soltó sin poder disimular su expresión de sorpresa y desconcierto— ¿qué acabas... de aceptar?

— Aceptaré casarme con Hoshi Rikuto —respondió la joven con una expresión seria, desprovista de emociones

— ¡No, no puedes arruinar así tu vida! —negó Kazuyoshi tomándole de los hombros— ¡no me rendiré, yo-!

— No puedes hacer nada, Kazuyoshi-nii —le cortó Ririka apartando sus manos— esta es mi decisión y he considerado que es lo mejor, solo así-

— ¡No, no voy a permitir que tomes todo tu sola! ¡Yo soy quien debería protegerte, soy tu hermano mayor!

— Pero no me protegiste antes, muchas veces resulté herida y no pudiste hacer nada o más bien nunca lo supiste —todas esas palabras se clavaron con fuerza en el corazón de Kazuyoshi— ya es suficiente de jugar este tonto juego, yo soy solo una pieza en esto y ya ha llegado el momento de que sea usada, eso es todo

— Ya lo escuchaste Kazuyoshi-san, Ririka ha comprendido que esto es lo mejor —se unió la abuela de ambos con una sonrisa que reflejaba su gusto por su triunfo— me aseguraré de que sea una bonita ceremonia

Las palabras no parecían querer salir de su boca, en esos momentos no sentía que tuviera ante si a su hermana y las palabras que había dicho le habían lastimado, pero tampoco podía negarlas. Era como si un muro invisible se hubiera interpuesto entre ambos y si Ririka ya había dado el paso, él ya no podría pelear porque de todas formas no llegaría a ninguna parte

Dolía ver su mirada fría como si ya nada le importara ¿por qué se estaba rindiendo? ¿qué sucedería con el chico que quería? ¿qué pasaba con su vida? No le sorprendería si terminaba vomitando en algún momento, ya que el mal sabor que residía en su boca era tan grande que Kazuyoshi no pudo soportarlo más y abandonó el salón dando un portazo y dejando atrás a Ririka, quien se dejó caer al suelo una vez se vio sola

— Debo reconocer que no eres tan tonta —habló la anciana brindándole una sonrisa divertida— si no hubieras cedido, yo habría tenido que arrinconar a mi querido nieto con la posición de heredero y él lo hubiera perdido todo por tu culpa

— Es mi hermano mayor, jamás permitiría que hiciera semejante sacrificio solo por mi —respondió Ririka sosteniéndole la mirada, en sus ojos se reflejaba el odio que sentía hacia aquella mujer

— Pero lo has herido al decirle esas cosas, incluso puedes llegar a ser cruel si con eso puedes asegurar el bienestar de quienes te importan —el brillo en los ojos de su abuela le recordaba a los de una víbora al haber atrapado a su presa— te has hundido tu sola, pero me has ahorrado muchos problemas al hacerlo. Debería agradecerte

— ¿Puedo irme?

— Por supuesto —respondió con una sonrisa mientras una sirvienta entraba para guiarla

Desesperación, encierro y ardor. Un dolor que iba más allá del físico calando por completo su alma y corazón ¿en que momento ella escapó de la jaula? Nunca lo había hecho realmente ¿su libertad hasta ese momento había sido una mentira? La jaula de simples ramas, resultó ser más poderosa y oscura de lo que pensaba. Ella era tan pequeña en comparación con los altos barrotes que la rodeaban.

Al menos debería estar tranquila de que Kazuyoshi no perdiera su posición por su culpa, ya que ella sabía de sobra que él renunciaría a cualquier cosa con tal de protegerla, pero Ririka mantenía presente que su hermano mayor también quería proteger la compañía de su padre y que no cayera en malas manos. Perder el negocio familiar por ella, era como echar por la borda todo el arduo trabajo de Kazuyoshi desde que tenía diez años

"Sería muy cruel de mi parte"

Ahora estaba encerrada en una habitación bastante oscura pese a ser probablemente las cinco de la tarde, sin embargo no podía saberlo con certeza, ya que le confiscaron su celular y solo le dejaron allí sin poder siquiera despedirse de sus amigas y... Tōjuro. Solo recordar su nombre hizo que sus ojos se llenaran de lágrimas y una sensación de vacío se abultara en su pecho, dolía tanto

Había renunciado a la persona que más quería, pero al mismo tiempo podía tener la certeza de que estaría seguro, pues no dudaba de que su abuela o Rikuto pudieran hacer algo para lastimarle. Aún así trataba de rememorar su voz, el toque de sus manos, su sonrisa, el brillo de sus ojos, su aroma cálido, todo eso era tan especial y al mismo tiempo solo le hería más, ya que probablemente no volvería a verle

— Tōjuro, perdóname... —susurró cerrando sus ojos con fuerza en un vago intento de que las lágrimas no abandonaran sus ojos, no quería llorar

— ¿No tienes hambre? —le cuestionó una voz sobresaltándole, se trataba de Rikuto que traía unas frutas consigo

— No tengo hambre

— De todas formas deberías comer, sino-

— ¡No quiero! —exclamó Ririka moviendo su mano bruscamente para tirar las frutas, sin embargo se arrepintió a los pocos segundos— perdón, yo...

— ¿Tanto me odias?

— ¿Qué?

— ¿Tanto odias saber que estarás conmigo? —le cuestionó con un tono que reflejaba su tristeza

— Rikuto, yo no te amo —respondió Ririka sin dudarlo— ¿realmente quieres estar con una persona que no guarda los mismos sentimientos por ti? Ni siquiera estoy segura de que tu me quieras

— ¡Claro que te quiero! ¡Por ti estoy haciendo todo esto, quiero protegerte!

— No, quieres encerrarme

— ¡No!

— Si realmente me quisieras, entenderías que mi corazón es para otra persona, comprenderías que jamás voy a mirarte con amor, ni recibirás una sonrisa de mi parte porque no hay nada que pueda darte —estaba siendo cruel, pero ya no tenía ánimos de pensar en sus palabras y menos cuando todos se unieron para destrozar su felicidad

— Solo estás ciega por ese idiota —le escuchó decir mientras recogía las frutas— yo he estado siempre a tu lado, soy como tu, por lo que puedo comprenderte. ¡Puedo darte todo lo que desees, en cambio él no puede darte nada! ¡No puede garantizarte un buen futuro!

— Entonces, realmente no me conoces

— ¿Qué?

— Si me conocieras sabrías que el estatus y las riquezas no me interesan, no quiero un diamante, sino ser respetada como persona y amada. ¿Qué es lo que vas a darme tu? ¿Un diamante? Me llenas de cosas materiales, pero no puedes darme lo que verdaderamente quiero

— ¡Ya callate! —exclamó Rikuto furioso tumbándola sobre el frío suelo— ¡¡solo a mi lado serás feliz, puedo asegurarlo!!

— Preferiría morir

— ¡Pero no puedes morir porque vas a casarte conmigo! Incluso si dices que no quieres cosas materiales, entonces yo puedo llenarte de otra cosa... —masculló en voz baja mientras una de sus manos recorrían las facciones de su rostro hasta llegar a su cuello— serás mi esposa, por lo que no debería haber problema en adelantar ciertas cosas ¿no?

Sus ojos azules no tenían aquel brillo inocente de cuando eran niños y sus palabras como acciones tampoco eran puras, Ririka no tardó en comprender a que se refería e inevitablemente las lágrimas se hicieron presentes, a pesar de estar frunciendo el ceño lo más que podía para aparentar ser fuerte. ¿A quién quería engañar? Estaba aterrada y asqueada de que otra persona deseara tocarla

— ¿Estás pensando en ese idiota? ¿Desearías que él te tocara? —le cuestionó seco mientras una de sus manos intentaba levantar el corto vestido blanco— sucederá tarde o temprano Ririka, la cuestión es que estés dispuesta siempre —añadió para finalmente alejarse

Ririka se apresuró en sentarse y bajar lo más que pudo el corto vestido, se sentía tan humillada que podría vomitar en cualquier momento, sin embargo Rikuto solo la observó indiferente para luego finalmente retirarse y dejarla sola en aquella habitación oscura. Un suspiro de alivio escapó de los labios de la joven, mientras se limpiaba con brusquedad los rastros de sus lágrimas, jamás desearía hacer tal cosa

— ¡Jamás desearía hacer eso! —exclamó Kazuyoshi golpeando su escritorio con fuerza— ¡¿por qué ese tonto guisante es tan terco?!

— Ella quería protegerte, es obvio —respondió Tenma soltando un suspiro, sin embargo la situación era muy mala— ¿no hay nada que puedas hacer?

— Ririka ya aceptó esto, pelear no me serviría de nada...

— ¡Pero no aceptó porque quisiera, es claro que se vio atrapada! Debe haber algo que puedas hacer para evitar que Ririka arruiné su vida, solo tiene quince años

— ¡Lo sé y claro que quiero hacer algo!

— ¡Entonces hazlo!

— ¡¡No es tan fácil!! ¡Maldita sea! —Kazuyoshi ya estaba al límite y sentía que podría ponerse a romper todo en cualquier momento, sin embargo aquello no era nada ético

— Mi señor, aquí le traigo los resultados de la última reunión —habló una voz femenina y suave, pero solo se topó con dos hombres desesperados— ¿sucede algo? —inquirió

— El jefe está estresado, necesita atrapar a una rata —respondió Uzui seco, sin embargo pronto su mirada recayó en la joven y guardó silencio mientras sus ojos se abrían de sorpresa

— Eso no es una rata, es una maldita abeja —siguió hablando Kazuyoshi mientras observaba el computador en busca de alguna solución

— Si se me permite la palabra... si hay que atrapar a una rata se necesita una trampa, pero... si hay que atrapar a una abeja, entonces hay que tumbar su panal

— Hum, pero tumbar un panal equivale a que muchas abejas te ataquen —se aventuró en decir Tenma al ver la sonrisa de la joven

— Así es, pero estamos hablando metafóricamente. La prioridad es tumbar a una sola persona y ¿qué mejor que buscar sus malas acciones y sacarlas a la luz? —propuso la audaz secretaria

"Ella es como él"

— ¡Eso es! —exclamó Kazuyoshi como si luego de la lluvia hubiera salido el sol, pero para él no era Tōjuro— me aseguraré de sacar lo que sea de ti, no me importa arruinar una sola imagen si con eso puedo proteger el futuro de mi hermana

— La familia es importante —comentó la joven mientras a su mente venía la imagen de Toretto

— ¡Muchas gracias, mereces un aumento-! —soltó el ojiverde antes de quedarse estático al ver a la persona que estaba de pie frente a él

— Esto es totalmente inesperado y es mi primer día —rió la contraria mientras se acercaba para dejar lo papeles— nunca pensé que el joven que conocí en aquella fiesta sería el heredero de los Yamamotoyama

Kazuyoshi simplemente no podía creerlo ¿realmente era ella? No le importó tallarse lo ojos para comprobar que no hubiera caído presa de su enojo, sin embargo Uzui también se mostraba sorprendido y con una expresión de "yo no sabía nada, lo juro" Tal parece que ella estaba destinada a ayudarle cuando no encontraba una solución rápido, por lo que no pudo evitar que una sonrisa se dibujara en su rostro al ver la seguridad en ella

— Espero contar con usted de ahora en adelante, Mitsuka-san

— ¡A sus ordenes!

Las ordenes siempre eran absolutas dentro de los Yamamotoyama y Tamaki lo sabía mejor que nadie, pero habían dos personas por las cuales lo arriesgaría todo y esas eran su querida señorita y señor. Siempre había sido cuidadosa en sus acciones para que jamás la apartaran de ellos, ya que ella les prometió a los padres de ambos que siempre les protegería hasta que fueran capaces de tomar sus propias decisiones

— Ririka-sama... —le llamó suavemente a la menor, pese a que su corazón se sentía apretado como un puño al verla dormida en el frío suelo— tiene que despertar, por favor...

— ¿T...Tamaki? —soltó la peliverde con sorpresa al verla— ¿por qué estás aquí? ¿Cómo?

— ¡Sh! —le calló la mujer enseguida— nadie sabe que estoy aquí, mi señorita

— ¡No puedes hacer esto, es peligroso! ¡Yo no quiero que Tamaki-!

— Estoy dispuesta a darlo todo por mi señorita —le cortó Tamaki enseguida— Kazuyoshi-san me contó la situación y está devastado, por eso vine a verla

— Esta bien, pero prométeme que te irás sin que te vean

— Mi señorita... —susurró la mujer dandole un abrazo— jamás creí que viviría esta situación, mi corazón duele de solo saber que ha escogido este camino

— Ya tengo quince años y pese a mi edad, no soy tan inocente

— Fue forzada a crecer rápido y creo que ya es tiempo de que sepas muchas cosas

— ¿Qué quieres decir con eso Tamaki?

— ¡No puedo explicarle todo, yo-!

— ¡No, Tamaki! —exclamó Ririka al verla quitarse su máscara— tu...

El silencio se hizo presente en la habitación que era levemente iluminada por la luz de la luna, los ojos verdes miraban con asombro a la mujer ante si, pese a tenerla a su lado desde que era muy pequeña, esta era la primera vez que veía su rostro. Sus rasgos eran finos y sus ojos poseían pestañas abundantes, sin embargo era el color de sus ojos de un morado pálido lo que le resultaba verdaderamente encantador

— ¿Por qué...?

— Si quiero encomendarle esto a mi señorita, entonces debe saber algo sobre mi...

— Tamaki, te pareces...

— Así es, la doctora que me revisó cuando estuve enferma es mi familia. Siendo más exactos mi hermana mayor

Era demasiada información de golpe, pero tampoco fue tan fuerte, ya que Kazuyoshi desde antes le había contado brevemente el pasado de Tamaki en donde sus padres prefirieron priorizar el futuro de su hermana mayor que el de ella al ser aún pequeña. Aquella hija fue amada y pudo convertirse en una doctora, mientras que Tamaki fue abandonada y despojada de su familia, apellido, futuro y estatus para ser una sirvienta

— No tiene que llorar por mi, ya es algo del pasado —negó la mujer secando con cariño las lágrimas de la menor— si bien mis padres me dejaron aquí, su madre vio en mi potencial y me mantuvo a su lado, me permitió vivir como la joven que era y tuve el honor de ser su dama y ayudarle a cuidar de sus hijos

— ...

— ¡Mi señorita, usted no puede quedarse aquí! ¡Tiene que irse y buscar a los Tokito!

— ¿Tokito?

— Antes de morir su padre me dijo que si alguna vez alguno de sus hijos estaba en peligro, debía enviarlo con los Tokito, que ellos le ayudarían

— ¿Mi padre dejó dicho eso? ¿Por qué...?

— No hay tiempo para explicarle, tengo que sacarla antes de que hagan el cambio de guardia —soltó Tamaki tomándola de la mano y sacándola de la habitación por el patio trasero

— ¡Tamaki! ¿Vendrás conmigo?

— No puedo hacer eso, tengo que quedarme y ganar tiempo —comentó la mujer entregándole un bolso que llevaba colgado— allí dentro hay algo de dinero, un celular y la dirección de los Tokito. No vaya enseguida con ellos, quédese en otro lugar mientras pasa la conmoción, si es posible espere un día

— ¡No puedo dejarte, Tamaki! ¡Serás castigada si se enteran de que me ayudaste!

— Usted aguantó más de un castigo por protegernos a Kazuyoshi-san y a mi, es hora de que yo también le ayude —respondió Tamaki brindándole una sonrisa para finalmente volver a colocarse la máscara— mi señorita, es probable que se entere de muchas cosas, pero tiene que saberlo para que la memoria de sus padres no se quede manchada para siempre

Con aquellas palabras confusas, su cuidadora le guió en silencio por el pequeño bosque de bambú que rodeaba la mansión hasta llegar al muro de piedra, el cual Tamaki le ayudó a subir para finalmente caer al otro lado. Lo último que vio de ella fue su sonrisa antes de que desapareciera en la oscuridad, sin embargo Ririka no volvió a mirar atrás y echó a correr tan rápido como podía hasta llegar a la estación del tren

Su respiración estaba agitada y sus piernas temblaban levemente, pero se sintió segura una vez el tren partió de la estación por lo que se dejó caer en un asiento cercano. Su cabeza reposaba en el suave respaldar e incluso podía sentir el frío vidrio en su mejilla, pero era extraño, pues a pesar de estar sola sentía como si alguien estuviera a su lado y le cuidara, era una sensación cálida y familiar

Un suspiro escapó de los labios de la joven mientras se dedicaba a ver por el fino cristal tratando de entretenerse, sin embargo pronto le pareció ver una figura sentada a su lado de cabellos rubios. Ririka se giró enseguida, pero no había nadie y a su memoria solo vino Tōjuro junto a aquel mensaje que jamás pudo enviarle ¿estaría preocupado? Probablemente al final haya sido él quien le haya escrito y llamado

"Quiero escuchar tu voz"

No pasó mucho para que recordara el móvil y se apresurara a buscarlo, claro que no era el de ella, pero al revisarlo pudo ver que tenía agendado los números de Uzui, Shinobu, Kanae, Kazuyoshi, emergencias y... Tōjuro. Ririka deseó marcar el número y llamarle, sin embargo ¿qué iba a decirle? No tenía claras muchas cosas y ya había decidido renunciar a él, pero ¿ahora?

"No es justo desaparecer sin decir el porque..."

Luego de darle muchas vueltas se decidió en marcar el número, mismo que timbró un par de veces hasta que finalmente escuchó aquella voz conocida desde el otro lado de la línea. Estaba arriesgando todo en esta jugada, pero era lo único que se ocurría hacer durante el día de espera que tenía antes de ir con los Tokito, pues también deseaba saber porque su padre dejaría dicho tal pedido a Tamaki

— ¿Hola?

— Uzui-san, soy yo

— ¡¿Ririka?! —exclamó Tenma sin poder creerlo— ¿cómo?

— No puedo entrar en detalles, pues es mejor que no sepas —respondió la peliverde— y con esto, tampoco puedes decirle a Kazu-nii que te he llamado

— ¿Por qué? ¿En dónde estás?

— Uzui-san, por favor... —pidió Ririka con pesar hasta que luego de unos segundos en silencio finalmente escuchó un suspiro de derrota

— Muy bien, no preguntaré —respondió el peliblanco— si no quieres que sepa nada ¿por qué me has llamado?

— Mañana iré a ver a una persona...

— ¡Déjame adivinar! ¿Tōjuro? —era claro el sarcasmo en Tenma

— Necesito hablar con él y explicarle algunas cosas, al menos por un día quiero estar a su lado

— Comprendo, pues no está mal que quieras eso

— Pero no puedo hacerlo aquí, estaríamos demasiado expuesto

— ¿Entonces?

— Quiero ir al mar, Uzui-san

— ¿Ah?

— Sé que tren tomar, pero no sé en donde podría quedarme

— Espera, espera ¿vas a quedarte con Tōjuro todo un día?

— Si

— ¡¿Qué?! Bueno, ahora entiendo porque no quieres que Kazuyoshi se entere ¡que pícara!

— ¿Qué quieres decir?

— No, nada... —negó el hombre soltando otro suspiro— yo tengo una casa en la playa, es más sencilla, ya que perteneció a mi abuelo. Si quieres puedes tomarla, te enviaré por mensaje como encontrar la llave

— ¿De verdad? —Ririka se mostró más alegre ante la noticia

— Si y ya debería ser nombrado tu "Hado extravagante" si prácticamente te resuelvo algunos de tus deseos

— Está bien, te consideraré mi "hado extravagante" desde ahora —rió la peliverde feliz

— Oh y Ririka

— ¿Si?

— Ante alguna emergencia, en cualquier cajón de la casa puedes encontrar ayuda

— ¿Qué?

— ¡Lo comprenderás luego y es solo una precaución, ni se te ocurra decirle a Kazuyoshi!

— Bien... —Ririka no comprendió de que hablaba Tenma

— Por cierto ¿dónde vas a pasar la noche?

— No quiero ir a un hotel, así que iré a un cyber café y descansaré allí

— ¿Ya has ido?

— Tōjuro me llevó una vez...

— Ya veo, mientras sea seguro esta bien

— Si, gracias Uzui-san

Con eso la llamada finalizó y el tren arribó en una nueva estación, Ririka se bajó y pronto se sintió incómoda al sentir algunas miradas en ella y fue allí cuando cayó en cuenta que aún seguía usando aquel vestido blanco pequeño, por lo que nuevamente echó a correr hasta llegar al lugar que buscaba. Por suerte ya no había mucha gente y todos estaban demasiado enfocados en sus pantallas que ni siquiera repararon en ella

Se deslizó hasta el último computador y se dejó caer en la suave silla, probablemente se quedaría dormida unos minutos, pero habían tanto mujeres como hombres, por lo que no tenía miedo. Antes de rendirse al sueño sacó nuevamente el móvil para estar vez enviar un mensaje rápido, pues a la mañana siguiente pasaría por una tienda de ropa que había visto cerca para comprar algo más decente y cómodo

"Tōjuro, soy Ririka. No puedo explicarte ahora, pero mañana iré temprano a verte, por favor no le digas a nadie"

La joven revisó que lo hubiera escrito bien para finalmente apagar el móvil y permitirse dormir unas horas, todo esto era una locura, pero más aún lo eran las acciones de su familia y el como todo había terminado de esta forma. Le preocupaba Tamaki y su hermano, sin embargo quería saber el porque de las instrucciones de su padre y así mismo explicarle su situación a Tōjuro, ya que no deseaba dejarle de esa forma

"Realmente quiero que me abrace y bese"

Hubiera querido avergonzarse de sus pensamientos, pero estaba tan cansada que ya no le importaba ser sincera en cuanto a sus sentimientos. Al final se quedó dormida abrazada del bolso sobre el escritorio, siendo que cerca de las nueve de la mañana del día siguiente la dueña le despertó con una taza de café y eso le sorprendió, aunque pronto comprendió que ella pensaba que había huido o algo, bueno si, pero no así

Luego de dar las gracias y pagar lo debido por usar las instalaciones, Ririka se marchó a paso rápido hacia la tienda que había antes. Luego de dar algunas vueltas y mirar cuidadosamente, terminó por escoger un short negro y un abrigo largo rosado, seguiría usando el vestido, pero lo acomodaría para que parezca una blusa. Ya vestido y habiendo pagado echó a correr hacia la casa de Tōjuro

La peliverde trató de hacer cuentas sobre cuanto tiempo demorarían en notar su ausencia y lo más probable es que no faltara mucho para ello, por lo que debía ser rápida. Finalmente llegó a la casa y miró una y otra vez los alrededores para comprobar que no hubiera nadie vigilando, ya que estuvo segura corrió hacia la entrada y atravesó el portón de madera para luego cerrarlo con fuerza

Era ridículo todo lo que estaba haciendo, pues no era como si ella hubiera hecho algo malo, pero tampoco estaba en posición de poder quejarse. Caminó a paso rápido hacia la entrada y tocó el timbre dos veces para luego esperar a que alguien saliera a recibirla, no pasó mucho para que pudiera escuchar unos pasos acercarse y finalmente la puerta fuera abierta solo para dejarle ver a la persona que más deseaba

Tōjuro estaba allí con su cabello más despeinado de lo normal y llevaba aún su pijama que por cosas de la vida tenía pequeños soles, Ririka no pudo evitar sonreír pese a que ya sentía venir las lágrimas, incluso le costaba creer si aquello era cierto o solo estaba soñando, pero pudo confirmar su temor cuando el joven tomó su mano y la atrajo hacia si para abrazarla con tanto cariño, enterrando su rostro en su cuello

— Ruri, estás aquí —le escuchó decir aliviado mientras se separaba para tomar entre sus manos su rostro y mirarle con atención— ¡estás bien, me alegro!

Ririka seguía sin decir algo, ya que temía que su voz fuera a quebrarse, por lo que solo podía mirarle con intensidad a través de las lágrimas y sonreírle. Aquellos ojos dorados le miraron con inmenso amor mientras volvía a envolverla en sus brazos para finalmente besarla tanto como ella había querido, por fin podía sentir sus cálidos labios aliviar el amargo sabor de su boca, así como sus fuertes manos

— T...Tōjuro —le llamó suavemente mientras se sonrojaba

— ¡¿Si?!

— Quiero ir al mar, contigo





¡Por fin pude actualizar! El trabajo me tiene mal y sin tiempo, eso me pone muy triste porque ganas de escribir no me faltan, pero ya que es sábado me pondré a escribir todo lo que quiera, sin embargo este capítulo... ¡ha tenido muchas cosas! Ririka tuvo que ser dura con Kazuyoshi para que no peleara e incluso renunciar en ese momento a Tōjuro, no me gusta verla así :( Kazuyoshi estaba dolido, pero ya conoce las mañas de su guisante aunque eso no quiere decir que incluso él junto a Tenma se llevaran una sorpresa ¡y que buena sorpresa! Tremenda secretaria se ha conseguido nuestro niño, pero más aún ¡Tamaki! No solo nos revela algo de ella, sino también del padre de ambos y... ¡Tokito! ¿Ellos son quienes tienen la verdad? Ririka solo ha tenido que huir y en ese día de espera, ha decidido pasarlo con Tōjuro ;_; así que el próximo capítulo probablemente esté centrado únicamente en ellos, ya que es muy importante y no digo más porque me voy de largo :3

Instagram: andy_sakurai15

Att: Andysakurai15 

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