Capítulo 32 Declaración de Guerra ꪜ
Poco a poco el velo de la noche se va a retirando, trayendo consigo los rayos del sol que comienzan a filtrarse a través de las ventanas, siendo uno de estos los que alertaron a un joven a abrir sus ojos profundamente dorados con detalles en rojo. Con cuidado y aún medio dormido parpadeó hasta acostumbrarse a la luz, más solo percibió una suave esencia familiar que terminó por despertarle
Algo confuso intentó moverse, sin embargo pronto cayó en cuenta de que alguien lo tenía abrazado, mientras su cabeza descansaba en el cuello femenino. Tōjuro no podía creerle y todo su rostro se encendió en rojo por la cercanía, ya que Ririka le mantenía abrazado tan cerca que incluso podía percibir su respiración y suspiros hacerle cosquillas en su oreja
"¡Me quedé dormido!"
Efectivamente el joven Rengoku se había comprometido a esperar hasta que su amiga se durmiera para marcharse, sin embargo se sentía tan feliz y a la vez preocupado de verla que se quedó chequeando su temperatura y respiración. Aquello comenzó a arrullarle hasta finalmente caer dormido en los brazos de la chica que le gustaba, a pesar de haber dicho que él la cuidaría...
Bueno lo hecho, hecho está y su única prioridad era alejarse enseguida antes de que la cercanía de la suave piel de la chica y su olor comenzaran a pasarle factura a su cara ya caliente y roja. Para su suerte o quizás no tan buena, los ojos verdes de la joven se abrieron y se quedaron mirando fijamente antes de sonreír y abrazarle aún más para sorpresa y confusión del mismo
— Oh, es Tōjuro —le escuchó hablar torpemente con sus ojos cerrados, mientras le abrazaba más, siendo esta vez Ririka quien se moviera para descansar en su pecho
— Ri...rika —tartamudeó el mencionado sin saber que hacer en esos momentos
— ¿Hum...? —era obvio que aún estaba más dormida que despierta o quizás ¿fiebre? No podía saberlo y menos tan cerca— incluso en... mis sueños...
— ¿Umu?
— ¡Ririka, es hora de despertar! —habló Kazuyoshi interrumpiendo en la habitación con un vaso de jugo de pera
Cabe decir que en ese momento el panorama ante los ojos de Kazuyoshi se congeló solo para ver como en la cama de su hermanita había un chico y no cualquier chico, sino ¡el búho enérgico! Y si no fuera suficiente la impresión, Ririka estaba abrazada del mismo con su carita descansando en el cuerpo de ese individuo llamado ser humano
Un sonido similar al de una galleta rompiéndose hizo click en la mente del joven que solo pudo dejar caer el vaso que se hizo pedazos en el suelo, al igual que su corazón al encontrar a su hermanita con un chico en su cama. Tōjuro estaba igual de sorprendido e incluso pálido por la situación que se avecinaba a diferencia de Ririka que dormía tan profundamente que ni el ruido del vaso le despertó
— B...Buenos días, Kazuyoshi-san —le saludó Tōjuro intentando calmarle, aunque su silencio era peor— ¡hoy hace una linda mañana! ¿No cree?
— ¿Linda mañana? —inquirió el mencionado sarcástico— ¡linda mañana es que habrá en tu funeral maldito búho! —gritó muy molesto que incluso Ririka se despertó de un salto
— ¡¿Qué rayos Kazu-nii?! —se quejó la peliverde tallándose los ojos
— ¡¡Eso es lo que debería decir yo, Ririka!! ¡¿qué rayos hace un chico en tu cama?!
"Pues... ¿dormir?"
Era la respuesta más obvio, sin embargo pronto cualquier tipo de reclamo murió en los labios de la joven al recordar los sucesos de la noche anterior y como efectivamente Tōjuro seguía junto a ella en su cama. Ya era de día eso era más claro que el agua, sin embargo no podía culparlo si ambos se habían quedado dormidos
— Ehm, Kazu-nii puedo explicarlo...
— ¡Umu! ¡Todo tiene una explicación! —le apoyó Tōjuro levantándose para hablar
"¡¡No Tōjuro, no estás hablando con un humano sino un demonio!!"
El rostro de Kazuyoshi estaba totalmente rojo de rabia que incluso ignoraba los vidrios esparcidos por la alfombra. Ririka sabía que eso no terminaría en solo ir a sentarse en el sofá y hablar al respecto, sin embargo aún se sentía mareada y ahora con esta situación no podía pensar de manera clara y rápida como otras veces
— ¡Tu ni hables mocoso pervertido! —le cortó el joven enseguida— es suficiente con verte metido en la habitación de mi hermana, cuando te deje muy claro ayer que aún no era momento de verla!
— ¡Me disculpo por mi acción, sin embargo realmente estaba preocupado por Ririka!
— ¿Preocupado? ¡¿Tanto que te encuentro en su cama?!
— ¡Eso es porque...!
— Ya basta, Tōjuro —le detuvo Ririka levantándose también al sentir un fuerte dolor de cabeza golpearle— no le debes ningún explicación a Kazu-nii sobre el porque viniste a verme
— ¡¿Cómo que no?!
— ¡¿Qué quieres que te explique?! —le devolvió la menor ya cansada de escucharle sus gritos— ¿Esperas que te digamos que tuvimos sexo o algo así?
— ¡¿Q...QUÉ?!
— ¡¿Ririka?!
— ¡Señorita!
"No puede ser, incluso Tamaki"
Ante la contestación brusca de Ririka, su hermano mayor se quedó en silencio mientras una que otra lágrima descendía por sus mejillas. La joven pudo sentir que esos ojos verdes que compartían ahora había dolor y eso le preocupaba mucho, sin embargo todo quedó a un lado cuando vio a su hermano girarse listo para marcharse, pero se terminó por desmayar en la entrada de su cuarto
— ¡¡Kazu-nii!!
— ¡Kazuyoshi-san!
Eran las diez de la mañana y ya todos estaban reunidos en la sala. Kazuyoshi aún inconsciente reposaba en uno de los muebles del lugar, mientras Ririka se encargaba de ventearle con un abanico que Tamaki le facilitó, sin embargo algo le decía que su segunda madre y cuidadora estaba molesta, pero al menos no culpaba a Tōjuro
— Ririka-san, no debió decirlo de esa manera
— Lo siento Tamaki, pero Kazu-nii me hizo enojar con sus gritos y por eso dije eso... —se defendió la menor soltando un suspiro— sabes que Tōjuro es mi amigo y un gran chico, nunca me haría daño
— Lo sé muy bien, pero Kazuyoshi-sama es diferente —negó la mujer colocando una mano en el hombro de Ririka— él se preocupa de ver a su hermana relacionarse con otros hombres y que existe la opción de que uno de ellos pueda lastimarla
— Creo que en este caso, es más probable que sea yo quien termine hiriendo a Tōjuro —confesó Ririka cabizbaja
Su querido amigo solo había querido animarla y acompañarla, pero solo terminó dandole problemas y lo que ella menos quería es que Kazuyoshi se hiciera una imagen equivocada de Tōjuro. Totalmente ajeno a las preocupaciones de su amiga, el joven Rengoku se encontraba en el pasillo haciendo una llamada a su casa que al final fue atendida por su serio padre
— ¡Tōjuro! ¡¿En dónde rayos estás?! —le escuchó hablar con voz fuerte y firme a su progenitor— ¡¿tienes idea de cuán preocupados hemos estado?!
— ¡Me disculpo, padre! —respondió enseguida el menor— ¡anoche les pedí permiso para venir a ver a mi amiga, sin embargo me he quedado dormido, fue mi error!
Le pareció escuchar que su padre soltaba algunas maldiciones hasta ya no escucharle, aquello le preocupó, pero pronto pudo escuchar la suave y firme voz de su madre al otro lado de la línea. Tōjuro no pudo evitar sentirse muy apenado y avergonzado al percibir un tinte de preocupación en Ruka, su madre
— Tōjuro —le llamó— ¿volverás pronto a casa?
— ¡Si, madre!
— Bien, quiero que sepas que no estoy molesta con Ririka-san —le expresó más tranquila— sin embargo el corazón de una madre al no ver regresar a su hijo a casa es delicado, no solo yo sino que tu padre y Senjuro también han estado muy preocupados
— Reconozco mi error madre, apenas llegue a casa me disculparé apropiadamente con Padre y Senjuro —le prometió ejerciendo una reverencia a pesar no tenerle en frente— ¡prometo que no volverá a suceder!
— Está bien Tōjuro, te esperamos —y con eso la llamada se da por finalizada
El joven Rengoku suelta un suspiro de alivio, sin embargo eso no quita la culpa de haber preocupado a su familia por su desaparición, así como tampoco la discusión entre Ririka y su hermano mayor. No podía culparlo de lucir muy molesto, pues si él estuviera en una situación similar es muy probable que también se enojaría
De regreso en la sala pudo notar que Kazuyoshi ya está consciente, aunque revisando a su hermana menor lo más que puede, incluso le escucha decirle a Tamaki que le ayude con ello. Tōjuro se acerca a ellos y enseguida recibe una mirada asesina por parte del hombre que con sus brazos cubre a Ririka
Los ojos verdes de su hermana le miran molestos hasta que se libera de él y se acerca a tomar la mano de Tōjuro. Aquel gesto junto a su sonrisa le brindaron un poco de calma, mientras Ririka le explicaba a su hermano que nada había sucedido la noche anterior, el joven también se explicó y expuso la conversación con Kazuyoshi
— En primer lugar, es tu culpa Kazu-nii —soltó Ririka molesta— Tōjuro es mi único amigo y aún así no le dejaste pasar ¡eres muy protector!
— Apoyo lo que dice mi señorita, si hubiera dejado que el joven Tōjuro hablara con su amiga, nada de esto habría pasado
— ¡Eso fue porque quería dejar descansar a Ririka!
— No digas más, Kazu-nii te conocemos
— Hum, yo debo disculparme —habló Tōjuro apenado— mis padres desean que vuelva a casa, así que no quiero hacerles esperar más
— ¿Todo está bien? —la expresión de la peliverde indicaba preocupación
— ¡Descuida Ririka! ¡Ya lo hablé con madre!
— Entiendo...
— Por favor, concéntrate en recuperarte —le pidió el joven tomando las manos de su amiga— no quiero que empeores y los demás extrañan caminar juntos todas las mañanas
— Si, lo haré —prometió Ririka con sus mejillas sonrojadas, aunque lo más seguro era que su fiebre estuviera volviendo
— Bueno, la puerta es al final del pasillo y con gusto te acompañaré a ella —habló Kazuyoshi a lo que la joven frunció el ceño— Tamaki, lleva a Ririka a descansar
— Si, Kazuyoshi-sama
Al ver la seriedad brillar en los ojos de su hermano, la joven solo pudo soltar un suspiro antes de despedirse de la mano con Tōjuro que era arrastrado de una manera muy cómica por Kazuyoshi. No tenía fuerzas para quejarse por el dolor que le pesaba en su cabeza, así que se dejó caer en su cama pidiendo a todos los dioses que su hermano no colgara a su amigo o algo
Ya en el exterior de la casa, Kazuyoshi miraba fijamente a Tōjuro, quien de igual manera le sostenía la mirada sin un ápice de duda o temor. Sus ojos expresaban completa claridad y cero dudas, así que no podía durar ya molesto con el joven, más bien de cierta forma apreciaba que fuera atento con Ririka y no simplemente hablara por hablar
— Escucha Rengoku Tōjuro —habló con una voz seria, la que empleaba en reuniones y negocios— sé que ambos me explicaron la situación, sin embargo eso no quiere decir que apruebo lo que has hecho
— ¡Soy consciente de mi error! así que es normal que usted no pueda perdonarme enseguida —coincidió el menor con una sonrisa tan brillante y pura que Kazuyoshi casi olvida lo que iba a decir
— Bien, me alegra que lo tengas en mente... —le resultaba tentador pegarle una cinta en la boca— aún así también quiero que te quede claro que Ririka no está sola y si tengo que dejar cuerpos flotando en el mar con tal de protegerla, lo haré —añadió con una sonrisa de lado— por eso si me llego a enterar que alguien le pone un solo dedo encima, no dudaré en convertirlos en búho en palito
"¿Búho en palito?"
— ¡Lo entiendo! Pero también hay algo que deseo decir, Kazuyoshi-san
— ¿Qué es?
— ¡Estoy interesado en Ririka, por no decir que le quiero! —confesó a lo que el contrario se quedó boquiabierto— sé que aún no le he probado que soy digno de ella, sin embargo quería que lo supiera y me tenga en cuenta —añadió ejerciendo una reverencia de sumo respeto— ¡Yo, Rengoku Tōjuro prometo dar lo mejor de mi!
Con aquellas últimas palabras el menor echó a correr sin esperar una respuesta, mientras Kazuyoshi se quedaba frío y con sus ojos casi saliendo de sus cuencas. Su mayor miedo se estaba haciendo presente y tal y como él temía, ese búho enérgico y raro se había atrevido a poner sus ojazos en su hermanita ¡imperdonable!
— ¡¿Cómo te atreves mocoso?! —se quejó Kazuyoshi azotando la puerta
"Pero al menos reconozco su valentía"
— No, no —negó enseguida— no siempre son valientes, sino que también son idiotas ¡casi me dejo engañar por ti, búho!
— Kazuyoshi-sama
— ¡¿Ah?! ¿qué? —soltó el mencionado muy molesto, sin embargo se calmó enseguida cuando vio que se trataba de Kizuka— ah, perdón...
— Veo que está de un humor algo... explosivo hoy —habló el hombre— vine a entregarle su nueva agenda, ya reprogramé su horario y futuras reuniones
— Lo entiendo, muchas gracias Kizuka
— No, es mi trabajo Kazuyoshi-sama —respondió Kizuka con una sonrisa— ya que he cumplido, necesito pedirle un favor
— Claro, dime
— Hoy también mi cuñada tuvo problemas para recoger a mi sobrino, por eso ¿puedo ir yo a verle? Me preocupa dejarle esperando
— Por supuesto, ya te lo he dicho antes que la seguridad de tu familia es primero
— ¡Muchas gracias! —soltó el hombre visiblemente aliviado antes de marcharse
El sonido de la puerta al cerrarse hizo un leve sonido en los oídos de Kazuyoshi, sin embargo él ya estaba algo perdido en sus pensamientos. Siendo más precisos desde el día en que habían visitado la mansión principal de la familia Yamamotoyama, su abuela nuevamente se había puesto a decir tonterías sobre el poder, solo que ahora se refería a algo específico
"Mi querido Kazuyoshi, es esto lo que le ha dando tanto poder a la familia Yamamotoyama, con el serás invencible"
Los tiempos en que creía en cuentos de hadas hace mucho que habían pasado, sin embargo dentro de toda esa locura también mencionó un lazo muy estrecho con la familia Hoshi. Kazuyoshi solo pudo maldecir para sus adentros al ver como su abuela se había hecho tan pegada al idiota de Rikuto ¿no era mejor comprar su hotel favorito y listo? No, así es como piensan los estúpidos ricos que no miden sus acciones
"Escúchame bien, más te vale tener de tu lado a la familia Hoshi y en especial a Rikuto, él será un gran líder en el futuro, puedo asegurarlo"
— Un gran líder, mi trasero —negó el pelinegro molesto— ¡si Rikuto llega a ser eso, entonces yo tengo posibilidades de convertirme en el futuro presidente de Japón! —bufó
En una fina habitación de baldosas blancas y cortinas doradas, totalmente ajeno a las burlas de su rival, Hoshi Rikuto intentó controlar un estornudo. Últimamente le habían designado tantas cosas que estaba muy atareado y en parte era todo culpa de su hermano mayor ¿quién le mandó a morirse? Por un lado así pudo ser heredero, pero por otro lado le había dejado una tonelada de trabajo pendiente
Aún así la muerte de quien iba a ser el futuro heredero le resultó demasiado rápida y al mismo tiempo inesperada. Estaba tan sano y de un momento a otro cayó enfermo y sin poder levantarse, sin embargo ¿de qué le servía darle vueltas a un muerto? Ahora con el objeto que descansaba en sus manos era más que suficiente
Por fin la abuela de Ririka dejaría de ponerle excusas para entregársela, pues el tiempo era muy importante y no dejaría que ningún otro se metiera e su camino. Pronto sus ojos grises recayeron en la foto que descansaba en su escritorio, en ella se podía apreciar a Ririka siendo llevada de la mano por Rengoku Tōjuro
"Mi enemigo..."
— Si crees que te dejaré ganar —habló Rikuto cortando la foto con unas tijeras negras y horribles— estás muy equivocado, Tōjuro —añadió antes de tirar los restos en las brasas ardientes de la chimenea cercana
En los ojos grises se podía apreciar una inmensa soledad junto a las flamas que poco a poco iban consumiendo aquella foto. El día poco a poco se había ido oscureciendo, quizás llovería y él en especial odiaba la lluvia, por lo que se marchó a encerrarse en su habitación listo para planear su próxima jugada
Ya era la quinta vez que revisaba la hora en la pantalla de su celular y lo único que sucedía era que estaban perdiendo el tiempo. La joven ya molesta soltó un suspiro por lo bajo antes de empezar a caminar en dirección a la casa de Ririka, ya que antes le había enviado un mensaje a Kazuyoshi de que pasarían por su casa a dejarle la tarea a Ririka
— Ya vamos retrasadas y todo por Nee-san... —se quejó Shinobu evidentemente molesta
Todo iba bien hasta que pasaron por la estación de policía y Shinazugawa Sanemi se encontrara regando unas plantas, aquella imagen no le iba para nada, pero Kanae no tardó en bajarse y ayudarle. Al final se había cansado de insistirle y ver tanta azúcar en el ambiente y como el cara de cicatrices era capaz de sonrojarse
"Bueno, Nee-san es hermosa"
— ¡Aún así no! —negó enseguida apartando el pensamiento de su hermana en el altar con ese tipo, sin embargo la lluvia le tomó completamente desprevenida, ni siquiera llevaba un paraguas consigo
"No puede ser, que mala suerte..."
Ya resignada a que la lluvia le empapara Shinobu soltó un suspiro, sin embargo un ligero ruido de golpeteo le alertó, así como también ya no percibía las frías gotas de agua empapar su cuerpo. Grata fue su sorpresa que al voltear se topara con un niño de cabello negro como la noche y azules tan azules como el mar que le cubría con su sombrilla
— Lo siento, pero no podía dejar que te mojaras —habló el menor acercándose algo sonrojado
Shinobu no lo sabía, pero el joven se había quedado prendido de ella desde el primer momento en que vio su rostro y sus finos rasgos. La primera no solo estaba floreciendo en los corazones de Ririka y Kanae, sino que también podía manifestar de muchas otras forma y en pequeño que se conoce como la ilusión del primer amor
"¡Giichi!"
— ¡Disculpa, debo irme! —soltó enseguida el pequeño que respondía al nombre de Giichi— mi tío debe estarme buscando —añadió al escuchar llamarle
Los ojos morados de la joven persiguieron la figura del menor que le dejó su paraguas mientras él se perdía por el callejón. Shinobu algo curiosa se acercó, pues no podía comprender porque no pudo reaccionar o decir algo antes, sin embargo solo pudo ver el auto pasar a su lado en donde iba el menor que de la misma manera le miraba con una sonrisa antes de perderse por la larga calle
Ella solo pudo quedarse allí de pie con la sombrilla aún en su mano cubriéndole, antes de una pequeña sonrisa de agradecimiento se dibujara en su rostro. Solo sabía que ese pequeño llamado Giichi era muy amable, aunque el hombre que iba a su lado y su voz le sonaba de algún lado, pero no podía estar segura
— ¿Sería acaso Kizuka-san? —susurró Shinobu cubierta con una sombrilla bajo la suave lluvia de primavera
¡Hola a todas! Finalmente pude terminar este capítulo y es que hoy se me aparecieron demasiados obstáculos que no me dejaban escribir, pero ¡por fin! Espero disfruten el capítulo de hoy que en lo personal me causó mucha gracia, así mismo perdón por la desaparición, ya voy a retomar las actualización semanal y sin nada más que decir les dejo disfrutar, y también... ya finalicé mi fanfic de "Bajo la sombrilla Roja" quiero llorar, pero bueno eso dará paso a otro 7u7r
Att: Andysakurai15
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