Capítulo 20 La Espera ha Terminado ꪜ
¿Qué es la soledad exactamente? Las personas tienden a sentirse solas al permanecer lejos de sus seres queridos, pero el sentimiento de nostalgia y tristeza que se siente el vivir cada día sin poder ver a su persona especial es tan doloroso porque el muro que les separa es la misma muerte, lo que todos conocen como el final de todo.
Aun así una existencia que desde hace mucho tiempo dejó de ser humana, ya no debería sentir aquellos sentimientos instalarse en alguna parte de su corazón, entonces ¿por qué la soledad permanece tan inmersa en su vida? Quizás porque hace un tiempo alguien le dijo que viviera por esa persona ya que solo él podría mantener viva su memoria
Las personas algún día deben despedirse y esperar hasta volver a encontrarse en una nueva vida después de mucho tiempo, pero con los demonios tal vez no es tan fácil. Desde esa pelea sangrienta Yushiro se dijo a si mismo que nunca volvería a ver a su persona amada, "Tamayo-sama"
Esa tarde cuando se despidió de Tanjiro y no volvió a verle pensó que a partir de ahora estaría solo viendo todos los cambios que transcurrirían con el tiempo. Podría ser más sencillo exponerse al sol y morir o tomar la medicina para ser un humano y pasar esos cortos años de vida hundido en sus memorias con aquella bella y gentil mujer
La segunda opción se veía mas tentadora al recordar su promesa con aquel extraño amigo, sin embargo nunca esperó que en el momento menos inesperado otra persona aún se preocupara por el y deseara que de alguna forma pudiera ser feliz sin rendirse, que debía creer que aún incluso para un demonio podía existir la esperanza y el perdón
— Esa chica incluso en esta vida sigue llena de sorpresas —soltó Yushiro al escuchar las noticias por la radio— Chachamaru, no puedo creer que esa mocosa te agrade
El pequeño gato solo maulló en respuesta a las pequeñas quejas de su dueño, quien iba de un lado a otro moviendo lienzos y limpiando pinceles en aquel cuarto con poca iluminación. Yushiro totalmente absorto en sus pensamientos desde hace ya algunos minutos, había dejado de escuchar la radio que ahora pasaba una suave melodía
— Hey Chachamaru —le llamó tomándolo en sus brazos para acariciarlo— ¿crees que puedo tener esperanza en ella?
Era tonto hacerle esa pregunta a un gato, pero había sido uno de sus pocos amigos a lo largo de todos esos años, siendo su otro amigo Kiriya que aún en su entrada vejez le seguía escribiendo cartas y cada cierto tiempo le visitaba para hablar de los viejos tiempos, mientras compartían algunos dulces de temporada que solo el anciano comía
— Me pregunto... si ya es tiempo de cumplir aquella promesa, Ruri-san —susurró al traer a sus memorias aquella noche de invierno
Luego de algunos meses después de la batalla, Yushiro se había asentado en un pueblo cercano a la capital cumpliendo su labor como un médico al igual que lo hubiera hecho Tamayo si hubiera seguido con vida. Alrededor de las diez de la noche alguien golpeó a su puerta, sin embargo él ya había cerrado el consultorio, pero los ligeros golpes no se detenían
Tratando de controlar su genio se dirigió a la entrada listo para mandar lejos a quien sea que le estuviera molestando a esas horas y algo le decía que quizás sería alguno de esos malditos borrachos que no pueden diferenciar una casa de un consultorio, como si incluso olvidaran leer el letrero, pero al final grata fue su sorpresa al abrir la puerta y ver quien le esperaba allí
Frente a él se encontraba una joven de largo cabello verde que usaba un kimono propio de invierno, además de un haori con patrón de Lotos, sus ojos verdes le sonreían con alegría mientras se movía ligeramente pues alrededor de su cuerpo llevaba un rebozo. Yushiro entró en pánico al verla algo cubierta de nieve y con un bebé en su espalda
— ¡¿Acaso eres estupida?! —soltó evidentemente molesto
— Lo siento, tenía prisa por venir —respondió la joven apenada
— No te quedes ahí idiota, entra antes que se enfermen
— Gracias Yushiro-san
El joven de cabellos menta prendió las luces de la sencilla sala para luego ir a hacer algo de té para su inesperada visita. Al volver con todo vio como la chica ya se había quitado el rebozo y mantenía en sus brazos a un pequeño de cabellos rubios totalmente dormido, mientras ella le iba quitando varias mantas que había usado para cubrirle del frío
— No te preocupes, antes de salir me aseguré de que el clima no fuera tan malo —soltó la peliverde al verlo aún molesto— solo no esperaba que nevara tanto al anochecer, pero está bien pues Shōjuro salió bien cubierto
— ¿Es tu hijo? —inquirió pues solo veía rasgos del pilar de la Flama
— De Kyojuro y mío —le explicó divertida
— ¿Cómo me encontraste?
— ¡Kiriya-chan fue muy amable en concederme esa información!
— Ese mocoso...
— No te enojes con él, yo realmente necesitaba hablar contigo
— ¿Acaso te peleaste con tu esposo?
— No, Kyojuro salió de viaje hace unos días con Muichiro, fueron a Tokio a conseguir algunas telas y cosas para Shōjuro
— Entonces escapaste
— Podría ser, pero es porque desde que nació Shōjuro, Kyojuro se ha mostrado algo protector con ambos
— Puedo imaginarlo, ni siquiera te ha de haber dejado sostener los palillos
— Algo así jajaja
— ¿Cuánto tiempo tiene ese pequeño?
— Ahora tiene siete meses, es muy lindo ¿verdad?
— Para mi todos los bebés se ven iguales, pero este es algo destacable
— Los genes Rengoku son fuertes, aunque prefiero que se parezca a su padre
— Tsuki- no, Ruri-san ¿por qué hoy viniste a verme? Si no es una pelea, ni tampoco pareces estar enferma, no veo otra razón para que hayas venido aquí
— Yushiro ¿cómo te encuentras?
— Como puedes ver estoy bien
Los ojos verdes se mantuvieron observando aquella expresión seca y cortante. Ruri solo pudo dibujar una sonrisa en sus labios apenada, algo curiosa tomó un poco de té de flores de cerezos mientras se permitía sentir el calor en sus manos algo frías por el clima de afuera, pues ella no era muy buena con el invierno
— Es lo que quiere aparentar, entiendo eso
— ¿Qué?
— En realidad mi preocupación creció cuando me reuní con Tanjiro hace algunos meses —confesó la joven— dijo que estaba preocupado por Yushiro-san pues temía que fueras a desaparecer en cualquier momento
— Ese idiota no necesita preocuparse por nada
— Eso es lo que un amigo hace y si hablamos de Tanjiro que es tan bueno como un pan de Dios, no podemos culparlo
— En resumen ¿viniste a ver que yo estuviera viviendo bien?
— En parte, por otra sentía que debía hacerlo
— No lo comprendo...
— ¡Oh, este té es bastante bueno!
— Es de una tienda de Tokio
— Lo sé, Muichiro suele traerme algunas cajas y bueno conozco al dueño
— Yamamotoyama, en ese entonces le salvaste ¿no?
— Bueno en parte cumplía con mi deber como cazadora, pero ¿cómo lo sabes?
— Le conozco también de algún tiempo, este té era el favorito de Tamayo-sama —respondió Yushiro con una mirada que reflejaba tristeza— en alguna ocasión me contó lo que había pasado y como una jovencita de hermosos ojos verdes le había salvado a él y a su esposa
— Ara... —Ruri parecía bastante apenada
— Incluso te presentaron a su hijo para concretar alguna boda, pero igual te negaste pues dijiste que ya tenías a alguien importante
— Eso fue una completa sorpresa, hasta su hijo parecía algo sorprendido
— Al final viendo que las cosas no fueron como quisieron solo guardaron el deseo de que algún día dentro de su familia nazca una niña como tú, aunque actualmente ya estás casada y formaste una familia
— Si... soy feliz, pero a costa del sacrificio de otras personas —susurró Ruri cabizbaja
— Tal vez todos piensen así
— Yushiro-san, yo me siento muy culpable... cuando llegué aquí me dije a mi misma que salvaría a todos, pero al final no pude hacerlo porque de mis manos escapaban tantas cosas que no podía ver
— ¿Hablas del sacrificio que hizo Tsuyoshi, tu hermano?
— Si, pero no solo él... —negó la joven— Tamayo-san me ayudó bastante en ese tiempo para poder salvar a Ubuyashiki-san, pero al final tampoco pude salvarla...
— ...
— No puedo imaginar el dolor que debiste sentir al perderla, cuando yo recuperé mis recuerdos tan abruptamente mi mente era un caos, pero el sentimiento de poder estar junto a mi hermano mayor fue tan fuerte que no pude pensar en nada más
— Dentro de aquella batalla era imposible que pudieras ver o preocuparte por todos —negó Yushiro intentando hacer que no se culpara
— Aún así me sentí tan mal, la impotencia golpeaba mi corazón e incluso yo misma pensé en renunciar al futuro que Tamayo-san y mi hermano habían construido porque al final la que fue salvada, fui yo
Yushiro le escuchaba en silencio, mientras veía como algunas lágrimas de frustración caían por sus mejillas. Hasta ahora no se había sentado así a hablar con alguien sobre sus sentimientos y temores, pero incluso una chica con la que no había convivido tanto era capaz de llorar por ambos y comprender su dolor
— Le prometí a Tsuyoshi que viviría con una sonrisa, no puedo echar este futuro por la borda pues... no todas las despedidas tienen que ser dolorosas, dentro de mi misma confío en que algún día voy a volver a verle y definidamente le protegeré
— A mi... me cuesta tener esa esperanza —confesó el joven con una sonrisa amarga
— Es difícil, pero podemos hacerlo —le alentó Ruri con una sonrisa mientras limpiaba sus lágrimas— por el futuro que ambos crearon todos pudimos vivir, gracias a ellos Shōjuro nació... —añadió tocando levemente las mejillas del pequeño
— Seguramente Tamayo-sama estaría feliz de escuchar eso —susurró al imaginarlo
— Estoy segura que Tsuyoshi habría sido un buen tío para Shōjuro, aunque de seguro le molestaría que se parezca a Kyojuro así que le haría bromas a mi esposo —se unió la joven visualizando aquel deseo— En esta vida es quizás imposible poder cumplir estos sueños —reconoció Ruri dejando a Shōjuro en el sofá mientras se acercaba y tomaba las manos de Yushiro entre las suyas— creo firmemente en que en el futuro podemos comenzar, por eso quiero prometer y pedirle al destino que me lleven con Tamayo-san y poder traerla a tu lado, Yushiro-san
— Ruri-san... —balbuceó el joven intentando controlar sus lágrimas— ¿aún cuando puede ser prácticamente imposible?
— ¡Hay que tener esperanza Yushiro-san! Definitivamente voy a encontrarla, por eso espero pueda creer en estas palabras cuando algún día muy lejano volvamos a conocernos
— Eres muy arriesgada
— No, es porque quiero cumplir también mi propia promesa de esta vida —añadió Ruri con una expresión llena de determinación— creo firmemente que algún día incluso los demonios serán perdonados... pero Tamayo-san era diferente a esos demonios y mi hermano también
— Si veo ese entusiasmo, supongo que puedo creer también —soltó Yushiro en un suspiro
— Aw, Yushiro-san puedes ser algo grosero, pero en realidad eres muy tierno
— ¡Callate idiota!
— ¡Ah, Shōjuro! —exclamó Ruri al ver que el grito que lanzó Yushiro había despertado a su bebé— ya, ya, mamá está aquí
Yushiro se quedó en silencio algo apenado por haber despertado al pequeño que no paro de llorar hasta que Ruri lo tomara en sus brazos y lo paseara. Una vez que ya estuvo tranquilo y le veía mover sus pequeñas manitos en dirección a su madre por curiosidad se acercó a verlo, sin embargo terminó palideciendo
— Siento que estoy viendo a Rengoku en ese niño —masculló Yushiro al ver que incluso sus ojos eran iguales tanto que le daba miedo— aún no tiene mechones rojos
— Es probable que le vayan saliendo conforme vaya creciendo, pero incluso así es muy lindo ¿verdad Shōjuro?
— Wah... —balbuceó el pequeño con sus ojitos brillantes mientras movía sus manitos con fuerza
— ¿Yushiro-san puedes cargarlo un momento? Creo que me va a dar un ataque de tanta ternura...
— ¿Por dónde esto es tierno? —inquirió Yushiro al tomarlo en sus brazos— es algo pesado...
"Pero cálido..."
Yushiro comprendió que Ruri tenía razón, por el futuro que construyeron aquellas dos personas le dio la posibilidad de que este pequeño naciera y viviera en un mundo libre de demonios. Shōjuro era como un nuevo comienzo en sus vidas que parecía irradiar un futuro brillante como el Kanji que llevaba su nombre
— Siento que tendrás algo de la personalidad de tu madre —añadió divertido, sin embargo no pasó mucho hasta que Shōjuro agarrara su cabello y comenzara a jalarlo— ¡hey, mocoso! ¡Ah, tiene fuerza!
— Ara, ara Shōjuro no jales su cabello ¡lo dejarás calvo!
— Maldita...
Yushiro les permitió quedarse esa noche en la habitación que nunca usaba pues no necesitaba descansar ni nada. A la mañana siguiente pudo ver a una enérgica Ruri divertirse dandole una pequeña ducha a su hijo en agua tibia y finalmente envolviéndolo en todas esa mantas que solo le daban la apariencia de un pollito
— ¡Gracias por todo Yushiro-san!
— Ve con cuidado tonta
— Si, eso lo sé muy bien —respondió Ruri con una gran sonrisa mientras procedía a calzarse sus botas de invierno— Yushiro-san es interesante ver como los demonios y humanos peleábamos entre nosotros para que al final fuéramos salvados por dos demonios de buen corazón
— Una verdad algo irónica
— Ciertamente, por cierto algo me dice que en algún momento le va a interesar la pintura —soltó la joven colocándose también un sombrero— por eso Yushiro-san, prométame que si algún día tiene esperanza pintura unos lindos lotos rosados en la mujer que tanto anhela ver
— No puedes estar segura de eso —negó confundido
— Creo en mi intuición y en las palabras escritas de una persona
— Supongo que puede pasar, algún día...
— Hasta entonces, manténgase bien usted para que la memoria de Tamayo-san no se pierda a lo largo de los años —le pidió la joven abriendo la puerta pues Yushiro no podía hacerlo
— Esfuérzate por vivir cada día lleno de alegría así como lo hubiera deseado tu hermano —le devolvió a la mitad del pasillo algo oscuro
— Si, adiós Yushiro-san —respondió Ruri antes de marcharse a paso lento por el camino lleno de nieve
— Adiós, Rengoku Ruri
Esa fue la última vez que vio a aquella joven, sin embargo luego de algunos años por medio de las cartas de Kiriya se enteró que la pareja había tenido gemelos y manejaban un Dojo, mientras vivían cada día lleno de aventuras gracias a sus pequeños que habían salido enérgicos excepto por uno que era muy maduro y seriecito para su edad
El tiempo siguió pasando y todos los demás se fueron marchando hasta quedar él sumido en todas esas memorias junto a Kiriya que aunque se mantenía vivo, cada día seguía envejeciendo a diferencia de él que se mantenía igual. Aquella promesa quedó enterrada en sus recuerdos mientras el mundo iba cambiando
Justo cuando se preguntaba que debía hacer a partir de ahora recibió una propuesta para hacer un plan de negocios con la compañía de Té favorita de Tamayo-sama, por lo que pensó en darle una pequeña oportunidad siendo grata su sorpresa al reunirse con el joven heredero de aquella familia, Yamamotoyama Kazuyoshi siendo en otra vida "Tsuyoshi"
Las emociones le golpearon muy fuerte al ver que las palabras dichas por Ruri hace tanto tiempo comenzaban a convertirse en una realidad, pero eso solo era una leve flama de esperanza. En el segundo encuentro estuvo a punto de llorar lleno de alivio al ver evidentemente a una jovencita de quince años que portaba los verdes ojos que vio esa noche de invierno
El destino le parecía una cosa tan extraña e inesperada pues los deseos de aquella pareja de ancianos se volvió realidad al tenerla dentro de su familia, las palabras de Ruri se volvieron realidad al estar ahí junto a su hermano que murió como un demonio y ella misma que incluso sin tener pruebas también estaba allí mirándole con una sonrisa
"No son las mismas personas ni tampoco albergan sus memorias"
Ese pensamiento le desanimó e hizo dudar de nuevo, pero al quedarse ese día con Ririka y ver como ella entendía y percibía las emociones que había plasmado en aquellos lienzos a lo largo de los años pudo sentir con seguridad que esa esperanza era ya un gran fuego que ardía sin temor a los fuertes vientos
Yushiro, quien conforme pasó el tiempo por temor a olvidar la imagen de Tamayo comenzó a pintarla para no perder esos recuerdos por la soledad que le embargaba, sin embargo esta vez era diferente, ya no se sentía tan solo sino que estaba a la espera de que algo bueno finalmente alumbrara su vida
No era necesario que Tamayo tuviera sus memorias, con saber que tenía una nueva vida sin aquel pasado doloroso y lleno de arrepentimientos era suficiente. Chachamaru se movió inquieto en sus brazos al percibir un sonido en la puerta para minutos volver con una pequeña carta o invitación a una gran fiesta de bienvenida al segundo hijo de la actual cabeza de la familia Yamamotoyama
— Estas cosas no me interesan —masculló molesto pues de ese tipo viejo no tenía ningún tipo de interés, pero quizás en ese lugar este la persona que tanto ha estado esperando
Si, él ha estado esperando cada día pacientemente para poder volver a verla. Ahora había una gran posibilidad de que ese tiempo haya llegado, por eso creyendo en esas palabras que se volvieron una promesa Yushiro observó con una suave y nostálgica sonrisa su última pintura donde descansaba Tamayo siendo protegida por una capa de agua en donde descansaban varios Lotos rosados
Aún si él era un demonio que había vivido tanto, también se sentía humano al mantener todas aquellas emociones, sentimientos y deseos guardados en alguna parte de su ser a la espera de que se volvieran reales, siendo al final aquella larga espera una bendecida recompensa para su adolorido corazón
— Incluso para los demonios puede haber esperanza y perdón —susurró dejando caer su mano sobre el lienzo— si, tenías razón Ruri-san...
"La espera... ha terminado"
¡Hola a todas! Disculpen la demora, pero este capítulo en especial me lleno de muchas emociones y no pude evitar derramar una que otra lágrima, pues aquí vemos un poco de lo que Yushiro sintió durante todos esos años y como vivía el día a día sosteniendo a una débil esperanza hasta que las palabras y promesa de Ruri transcendieron el tiempo brindándole finalmente esperanza. Espero disfruten del capítulo de hoy, gracias por votar y comentar esta loca historia :3
Att: Andysakurai15
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