❑ t w e l v e ⚡︎

❝ El amor puede ser hermoso o desastroso. ❞














































: ♣ : ;; without her you wouldn't be here

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            ❐ ; 18/1O/21  -  ↷ Francia 🇫🇷

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〔 :⛓️: ┊은하〕

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— ¿Se enteraron de lo que pasó? — Preguntó hacia sus compañeros, que lo vieron sin entender.

— No, ¿qué pasó? — Respondió uno de ellos por los otros dos.

— ¿No vieron el revuelo de anoche? — Preguntó nuevamente, incrédulo.

— Si lo hubiéramos visto no estaríamos preguntando, tonto — Reprochó su compañera con una ceja alzada.

— Pues... secuestraron al señor Eunwoo y la señorita Sora.

— ¿¡Qué!?

— Y la Jefa está muerta.

— ¿¡QUÉ!?

— ¿Quién irá a calmar a los soldados? Están alborotados diciendo que secuestraron a Eunwoo y Sora y que Min está muerta — Comentó Jaehyun entrando a la sala con una bandeja llena de vasos de café y algún pan tieso que encontró.

Sunhee alzó una ceja y tomó uno de los vasos. — Pues equivocados no están — Murmuró viendo a su izquierda.

En la camilla se encontraba el cuerpo de Minyeong, dormido eternamente.

Yoona, Shierin y Mijin hicieron hasta lo imposible para salvarla, pero no había manera. El veneno de Jaewon y el hechizo de Chaerin eran demasiado fuertes para que los inventos de las científicas contrarrestaran ambas cosas dentro del cuerpo de la líder de Stigma.

Se dieron por vencida al tratar de salvarla, y antes de salir de la sala para idear antídotos y sueros que mantuvieran viva a la pelirroja, decidieron cambiarla a un vestido negro y arreglarla.

No estaba muerta, pero no era grato para nadie verla ensangrentada y destrozada, así que se habían encargado de limpiarla, cambiarla y maquillarla. Incluso Sunhee en su insomnio durante la madrugada se dispuso a cepillar el cabello de su hermana y colocarle pequeñas flores blancas en su pelirrojo cabello.

No tenían señales de Hanmin y eso les preocupaba más, y no sabían precisamente que hacer más que cuidar a Minyeong y ver su estado. Es por ello que todos estaban en la sala con los ánimos por el suelo.

— ¿Ahora qué haremos? Los tres líderes no están, no sabemos que hacer con Minyeong, ni donde buscar a Eunwoo y Sora, y tampoco tenemos idea de donde está Hanmin — Comentó Haneul con la voz entrecortada. Estaba demasiado sensible en ese momento, y precisamente por el hecho de ver a Minyeong tan tranquila en la camilla, sin saber que era probable que nunca más volviera a despertar.

— Si algo le pasaba a Minyeong, Eunwoo estaría a cargo, pero Eunwoo tampoco está, y si algo le pasaba a él, Sora quedaba a cargo, y ¡oh sorpresa! ¡Sora tampoco está! — Ese era Wooyoung y su momento de pánico, donde no sabía que hacer más que quejarse y llorar.

— Pero también dijeron que si algo les pasaba a los tres... — Los tres miraron al pelirosa rápidamente, mientras Jaehyun comprendía esas miradas y negaba mientras se levantaba alterado.

— ¡No! ¡Claro que no! ¡Dejen de verme!

— Eres el que sigue, Jae. No sabemos que hacer — Comentó Sunhee preocupada. El ojiverde la miró incrédulo y rió con gracia.

— ¿Y me ves cara de que yo sé que hacer, Sunhee? ¡No sé qué mierdas hacer ahora! — Gritó alterado.

— No es motivo para gritar — Soltó Eunbin harta de tanto parloteo. — Lo que ellos quieren decir es que te necesitamos como líder ahora, Jae. Pero no te vamos a dejar solo, porque para eso somos un grupo, ¿no? — Los cuatro la miraron y los tres asintieron, y Jaehyun simplemente la miró. — Necesitamos una persona que nos guíe y nos de órdenes, pero eso no significa que todo lo tendrás que hacer tú. Ni siquiera con Minyeong al mando le dejábamos todo el trabajo.

— Entre todos podemos crear un plan y una estrategia que seguir para recuperar a Eunwoo hyung y Sora noona y encontrar la manera de despertar a Minyeong noona — Todos miraron a Jungwon, y pasaron su vista a Sunoo cuando habló.

— Jungwon tiene razón. Primero tenemos que rescatar a los secuestrados y luego buscar una solución para despertar a Minyeong noona. Si nos quedamos aquí a quejarnos no llegaremos a nada y no sabemos que pasará con los tres — Las palabras del menor resonaron en las cabezas de los mayores, sabiendo que el pelinegro tenía razón.

— Primero esperemos las órdenes de las noonas para proteger el cuerpo de Minyeong noona y luego iremos a crear un plan — Todos asintieron a las palabras de Riki y se quedaron un poco más tranquilos.

Pero esa tranquilidad no duró mucho, pues las tres mujeres cruzaron la puerta con una cápsula de cristal enorme.

— ¿Qué demonios es eso? — Preguntó Sunhee al ver a las tres conectar la cápsula y que esta se encendiera. Al abrirla, sintieron un aire helado que los hizo temblar, y notaron como las Shierin y Mijin desconectaban las máquinas del cuerpo de Minyeong.

— ¿Han visto Miraculous Ladybug? — Los cuatro alzaron una ceja. — ¿Blancanieves?

— Sí — Yoona sonrió divertida al ver la cara de indignación de Mijin ante la afirmación de los cuatro proyectos.

— Pues es algo parecido al ataúd que hicieron los siete enanos para Blancanieves.

— Solo que Mijin preguntó por Miraculous Ladybug ya que la cápsula que se usa en ese programa para guardar el cuerpo de Émilie Agreste es parecida a esta cápsula.

— Nosotros sí entendimos — Las tres científicas miraron a los otros cuatro y sonrieron, pero los cuatro proyectos no.

— Es un programa animado muy famoso desde 2015 — Comentó Riki alzando los hombros.

— Esta cápsula mantendrá el cuerpo de Minyeong por así decirlo, "congelado", aunque no está muerta. Descansará aquí en lo que averiguamos como despertarla — Explicó la mayor de las tres con una mueca.

— ¿Pueden ayudarnos a moverla, chicos? — Preguntó Shierin a Wooyoung y Jaehyun, que se acercaron para tomar el cuerpo de Minyeong y colocarla con suavidad en la cápsula. Al cerrarla, se enderezó para tenerla ni acostada pero tampoco de pie. Es decir, inclinada. — Es para que la sangre no se acumule y el oxígeno pase mejor — Explicó ante los demás, que asintieron aunque no entendían bien como funcionaba eso.

— Bien, ahora iremos a hacer un plan para recuperar a Eunwoo y Sora — Expresó Sunhee hacia las mayores, que asintieron con pequeñas sonrisas tristes y agotadas. Trabajaron en esa cápsula toda la noche y no tenían fuerzas para seguir trabajando, pero debían hacerlo.

— Enviaremos a varios soldados a cuidar la cápsula y la habitación por si ocurre algo, así que vayan tranquilos. Minyeong estará bien — Pese a no estar tan seguros, asintieron y con pesar se fueron.

— ¡Chicos! — Un grito los hizo voltear, encontrándose con Hanmin.

Bañada en sangre.

— ¡Hanmin! — Eunbin fue la primerar en correr y sostener el débil cuerpo de su hermana, que se desvaneció apenas sintió los brazos de la mayor. — ¿Qué fue lo que te pasó? — Preguntó en un sollozo, acariciando el herido rostro de la menor.

La pelinegra sollozó con su hermana y esperó a que los demás las rodearan para poder hablar. — Ya lo saben... Lo saben todo...

— ¿Saber qué, Hanmin? ¿Qué saben? — Preguntó Sunhee arrodillándose frente a las hermanas.

— Saben sobre la base, sobre ustedes, sobre mí, lo saben todo — Murmuró con la voz ahogada. Sunhee miró a Eunbin, y se giró a ver al resto.

Estaban jodidos.

Muy jodidos.

Después de horas de llanto, se despertó temprano debido a los golpes y gritos que escuchaba salir del sótano, donde precisamente estaban los dos miembros de Stigma rodeados por Beomgyu y Jaewon.

Al entrar al sótano, sus ojos se salieron de órbita al presenciar lo destrozados que estaban Eunwoo y Sora mientras eran golpeados brutalmente por los soldados de Manifesto.

Sora estaba desnuda, y eso solo le hizo saber una cosa. Una cosa que le dio total asco y ganas de matar a Beomgyu y Jaewon, y a los soldados presentes.

— ¿Dejaste que la violaran, Beomgyu? — Preguntó cabreada acercándose a su novio, que la miró indiferente y asintió.

— Me retó. Se lo merecía — Fue lo único que dijo el pelirrojo, ganándose una bofetada de la pelinegra.

— ¿No tienes una maldita pizca de humanidad en tu cuerpo? ¡Fuiste producto de una violación! ¡Tu propia madre fue violada durante años! ¡Y yo morí por violación! — A medida que soltaba una palabra, su tono de voz se elevaba. Jaewon la empujó lejos de Beomgyu y la miró enojado.

— No te metas, Hanmin. Si no te llamamos fue por la misma razón. No queríamos que vieras como violaban a Sorita — Comentó con burla, viendo a la pelimorada temblar mientras lloraba y se protegía de los golpes de los hombres sobre ella, que aprovechaban para tocarla y abusar de ella.

Los gritos y sollozos de Eunwoo ya no se escuchaban porque estaba desmayado después de tantos golpes, así que solo se escuchaban los gritos de Sora.

La sangre de Hanmin hirvió en maneras descomunales, y sus ojos morados con negro hicieron acto de presencia.

De su espalda salieron dos alas moradas con llamas rojas, que apuntó hacia los soldados y los mató en cuestión de segundos al dejar que salieran cristales morados de sus alas, claro, evitando lastimar a Eunwoo y Sora.

Jaewon y Beomgyu tuvieron que apartarse para no se atravesados por los cristales de Hanmin, y el castaño la miró enojado a punto de reclamarle, pero Beomgyu lo detuvo.

— ¿Qué se supone que haces, Hanmin? — Preguntó con frialdad hacia su novia, la cual sonrió con inocencia.

— Solo probaba los cristales de mi kagune, ¿algún problema, cariño? — Su voz era fría igual que la de él, haciendo que ambos se miraran con odio.

Maldita perra traidora.

Maldito idiota que amo.

Diferentes pensamientos en dos personas completamente diferentes unidas por un destino.

— Déjalos ya, Beomgyu. Ya tuvieron suficiente — Espetó con molestia. Beomgyu rió divertido y la miró con burla.

— No estás en derecho de hablar, Hanmin. Yo no recibo órdenes de nadie, y mucho menos de traidores — La pelinegra abrió los ojos con miedo, haciendo que su novio volviera a reír. — ¿Qué? ¿Acaso crees que soy tan imbécil? ¿Crees que no sé lo que has estado haciendo con Stigma? — Se acercó a la pelinegra y comenzó a dar vueltas a su alrededor, desconcentrando a la chica.

— No sé de que hablas — Soltó, pero su voz temblorosa la traicionó en el peor momento, haciendo que ambos chicos rieran y Sora mirara preocupada a la chica.

— Sé dónde está Stigma, ¿por qué crees que me traje a Eunwoo y Sora?

— Dijiste que los habías encontrado en París, no en la base — Dijo con miedo. Ya no tenía escapatoria. Estaba muerta.

— Lo hice, pero ya sabía donde estaban ocultos. Resulta que puse un rastreador en tu cuello mientras dormíamos — La pelinegra lo miró alterada y llevó sus manos hacia su cuello, sintiendo dentro de su piel un pequeño bulto que comenzó a emitir un sonido cuando vio la mano de Beomgyu apretar un botón verde con una sonrisa de victoria.

— Tú...

— Te diré algo, Hanmin. No soy tan malo, así que te diré algo importante y quiero que me escuches y se lo informes a tus amiguitos — Hanmin palideció y sintió como dejaba de respirar de la nada. — Sé que esto es algo estúpido, ridículo y cliché, y a mi parecer no existe, pero fueron las palabras de Chaerin... El veneno dentro del cuerpo de Minyeong lleva 24 horas en su sistema. Dicho veneno tardará en llegar a su corazón 100 horas debido a la lentitud normal, por lo que solo tienen 76 horas para extraer el veneno de su sangre. Tienen tres días y cuatro horas para lograrlo, pero claro, al hacerlo tendrán que limpiar la sangre de Minyeong, y con ello, sus poderes — Su sonrisa se ensanchó y la miró con diversión ante la mueca de Hanmin. — Y la única manera de sacarla del hechizo de Chaerin, dicho por ella misma, es con un beso de amor verdadero — Tanto Jaewon como Sora y Hanmin parpadearon varias veces debido a tales palabras, haciendo que Beomgyu los mirara irritados. — ¡Eso fue lo que dijo Chaerin!

— ¿Es en serio? ¿Desde cuándo esto es un cuento de hadas? — Preguntó Jaewon con burla.

— ¿Te callas, imbécil? — Dijo el líder con frialdad, haciendo que el castaño cerrara la boca. — Dudo mucho que el tal Minho quiera siquiera acercarse a Minyeong debido a los últimos acontecimientos, y por últimos acontecimientos me refiero a que mató a sus padres — Comentó con sadismo. — Pero es cosa de ustedes, pero antes, querida... No creas que saldrás impune de esto. Conoces cada fortaleza y debilidad de nosotros, así como nuestros poderes y todo lo importante — En ese momento, aparecieron Chaerin y Kyosun detrás de Hanmin, dejándola rodeada entre los cuatro. — Y ya sabes lo que hacemos con los traidores, mi amor.

Sora trató de soltarse de las cadenas que la retenían al ver como Hanmin era brutalmente golpeada por los cuatro chicos, mientras la pelinegra gritaba del dolor y el llanto que salía de su garganta.

En un momento de debilidad de Beomgyu, vio los ojos morados de su novia y sintió un miedo recorrerlo de pies a cabeza. Hanmin aprovechó el momento que Beomgyu la soltó y sacó su precioso kagune para defenderse de aquellos cuatro monstruos con los que había vivido por años.

Cuando logró alejarlos, con sus alas abrió su nuca un poco para poder meter sus dedos en la piel y sacar aquel rastreador que Beomgyu había incrustado en su cuerpo, y lo lanzó al suelo antes de desaparecer ante todos.

Los cuatro bufaron y dejaron que se fuera sin siquiera buscarla, así que se giraron a ver a los dos rehenes con diversión, mientras Sora trataba de despertar a Eunwoo.

— Y eso fue lo que pasó — Habló antes de quejarse por el algodón lleno de alcohol que Yoona había pasado por su mejilla.

Hanmin fue curada por Yoona mientras les contaba lo que había sucedido con Manifesto, mientras Eunbin trataba de mantener la calma al igual que el resto.

— Así que...

— Violaron a...

— Sora — Sollozó Haneul entre lágrimas. Los demás bajaron la mirada con dolor y tristeza, sin poder creerse las palabras de Hanmin.

— Cuando Minyeong despierte los matará a todos — Murmuró Wooyoung con la voz perdida.

— ¿Podemos creer en las palabras de Beomgyu? — Preguntó Sunhee luego de tranquilizarse. Hanmin asintió.

— Conozco el poder de Chaerin y los tipos de veneno que Jaewon hace, así que estoy segura de que no mentía, pero ahora el problema es-

— Extraer el veneno sin quitarle los poderes — Murmuró Mijin.

— Y convencer a Minho — Dijo Jaehyun con aflicción.

Todo el plan se basaba en eso: convencer a Minho.

— Fue suficiente por hoy — Los soldados se detuvieron al escuchar la monótona voz de Beomgyu. — Ya tuvieron suficiente, déjenlos y mañana siguen.

Ambos hombres obedecieron y se retiraron cuando el pelirrojo se los ordenó, quedando solo los tres en la sala.

Eunwoo y Sora respiraban con dificultad debido a los golpes, el dolor y la pérdida significativa de sangre, y miraron con rabia al menor.

— Eres un monstruo — Escupió el rubio con asco, haciendo reír al chico.

— Ya lo sé, Eunwoo. No tienes que decírmelo.

— No puedo creer como es que eres aquel mismo niño que criamos con amor y cariño — Su voz era de total decepción, algo que dejó consternado al pelirrojo al sentir un piquete en su interior tras esas palabras, pero lo ignoró y miró atentamente a los mayores.

— Las personas cambian.

— No, se dejan manipular — Beomgyu miró con desdén a la pelimorada y rodó los ojos. — Minyeong siempre veló por ti. Hizo millones de cosas para poder criarte bien y darte lo poco que tenía. Dejaba de comer por darte su comida, se peleaba con miles de soldados que trataban de herirte cuando cometías una travesura, era violada y golpeada múltiples veces para poder obtener las cosas que Kang le ofrecía a cambio de golpes y sufrimiento... Minyeong fue una madre que prefirió tu bienestar que el suyo propio, y es horrible ver como le pagas de esta manera — Sollozó la mujer con lágrimas cayendo por sus ojos azules.

— No necesité nunca lo que Minyeong me dio, así que-

— Estarías muerto si ella no te hubiera dado todo, Beomgyu. No seas mal agradecido. Sin ella no estarías aquí — El rubio lo calló molesto.

— Tengo todo lo que quiero justo ahora, y eso es lo que importa. Tengo un grupo que me sigue a donde vaya, una novia que obedece todo-

— Tenías, porque ahora sabes que Hanmin siempre estuvo de nuestro lado — Comentó Sora con diversión, haciendo que Beomgyu apretara los puños con rabia. — Ella quería recuperar al Beomgyu del pasado. Aquel chico que estuvo en contra de los deseos macabros de Kang Sunoo y no a favor. Ella no quiere al Beomgyu sádico, asesino, malo y controlador, quiere al bueno, al amable, al que se preocupa por todos, y por ella también. Sé que la amas, Beomgyu, porque se nota en tu mirada, solo que no en esta, sino en la otra que tenías hace días. Pese a esa frialdad, se notaba un pequeño brillo en tus ojos al escuchar hablar o siquiera mirarla, pero tus deseos de venganza están cegando el único sentimiento que te hace humano — El pelirrojo los miró con rabia, pero bajó la guardia al sentir como su corazón comenzaba a latir con fuerza ante tales palabra.

A veces el amor puede ser una mierda, pero es bonito si lo sabes cuidar. Qué lástima que tú la cagaste con Hanmin. Entiéndelo, Beomgyu. Estás bajo el control del hechizo de Chaerin, y la única manera de detener esto y ser feliz de una vez por todas es entrando en razón. Tienes que luchar contra el poder de sirena y recordar tu vida antes de ser un asesino.

Trataban de usar los puntos débiles de Beomgyu para hacerlo entrar en razón, pero veían que era muy complicado cuando el chico se tomaba la cabeza con fuerza y los miraba con odio.

— Ella te abandonó.

— ¿Ahora qué harás?

— Fuiste un error para ella.

—¿Por qué no vienes conmigo?

— Te prometo que yo te haré poderoso.

— Cuando seas tan poderoso como ella, podrás matarla.

— Matarás a todos y cada uno de ellos, siempre y cuando me protejas a mí.

— Vive por mí, Beomgyu.

— Tienes que vengarme si algún día llego a morir.

— Recuerda que por eso eres quién eres.

— Eres parte de nosotros, tanto mía como de Minyeong.

Por un momento, Eunwoo y Sora vieron un color verde aparecer en los ojos de Beomgyu, notando como estos brillaron exactamente igual que la vez en la que Minyeong y ellos ganaron contra AIO.

Minyeong ese día fue feliz.

Y la mirada de Beomgyu era de felicidad en ese momento.

Chaerin llegó justo a tiempo al ver como su aura celeste se desvanecía del cuerpo de Beomgyu, y rápidamente entró a la sala cantando una canción.

Eunwoo y Sora suspiraron al ver el aura celeste nuevamente rodear al pelirrojo, y como este retomaba su postura y alejó de su cabeza esos murmuros que resonaban constantemente.

Beomgyu los miró con desinterés y se fue con Chaerin de la sala, dejando a los dos mayores con aflicción de ver que no habían conseguido recuperar el control de Beomgyu.

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