Capítulo trece.

Advertencias: Ninguna.

Mi dulce amor ¿No me ayudarás a seguir?
Dónde quiera que miro, te veo a tí.
-Trouble, Cage the elephant

~•~

Chuuya se puso los audífonos inalámbricos al salir de clases, le gustaba imaginar que todo el mundo se silenciaba cada que reproducía su música favorita. Era de las cosas que gozaba tanto hasta el punto de tener un póster en su habitación de "la mejor banda del mundo" -según él-. Al salir sintió que de verdad el mundo se había parado totalmente.

Dazai estaba de pie en la jardinera enfrente de su facultad. Se veía hermoso, usaba un abrigo negro y pantalones claros. También su sonrisa era perfecta.

Lo vió mover los labios, pues no lo escuchaba bien, pero pudo imaginar que saludaba a alguien. Sus expectativas bajaron al recordar que compartía clase con Oda Sakunosuke que era el mejor amigo del castaño. Le dió una pequeña sonrisa con la esperanza de que fuera bien recibida y siguió su camino.

“¿Por qué no usa una maleta?” pensó al ver a Akutagawa batallar con todo su material. No dudó en acercarse—. Dame esto y listo —dijo al sostener gran parte de las cosas dejándole dos bolsas plásticas con pequeñas vallas hechas por él—. Tengo una maleta que no uso, te la traeré y no puedes negarte.

—Gracias, Chuuya-san —el menor acomodó su mochila con un jadeo de cansancio. Sus ojos parpadearon más de una vez cuando le fue estirado un auricular, lo tomó y -nada- discretamente lo limpió en su manga antes de ponerlo en su oreja—. ¿Te gusta cage the elephant?

—Son geniales, fuí a su concierto el año pasado.

Ryunosuke sonrió—. Yo también, estaba en la zona izquierda del escenario principal…

—¡Yo también! —buscó su celular con la mano libre y se detuvo un momento para hacerlo más fácil—. Mira, yo les arrojé este muñeco al escenario.

El de ojos grises estaba sorprendido, imitó su acción mostrándole el video que tomó de él y su hermana—. Fue fantástico, me encantaron todas las canciones de la gira.

Chuuya parecía contento de al fin tener algo en común con el tipo más antisocial de su grupo—. Por eso me parecías tan familiar, seguramente te ví ahí.

Akutagawa asintió en silencio y siguió avanzando. Dudaba si hablar o no, pero el deseo de tener un amigo fue mayor—. ¿Quieres ir por algo a la cafetería? tenemos una hora libre.

—Claro, yo invito —sin dudas sería un buen día—. Corre, me muero de hambre —soltó una carcajada al ver que el otro sí comenzó a correr. A lo lejos pudo ver qué Dazai era acariciado por Oda y sintió que su reacción fue acertada.

"Si quiero seguir a su lado, entonces le daré exactamente lo que me pidió: una relación solo física, es mejor a cortar contacto con Dazai"

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Dazai llegó a la facultad de Nakahara con la intención de verlo y de paso pedirle ir juntos a comer. Era algo así como su “excusa” para conversar más acerca de lo sucedido el día anterior y aclarar el motivo de su retraso en su cita.

Tal vez después volverían a casa entre jadeos porque no dudaría en estamparlo contra un callejón y besarlo hasta que el oxígeno le faltará.

Verlo a los ojos lo hizo sonreír. Chuuya era uno de los pocos privilegiados que podía verse hermoso sin esfuerzo alguno.

—Hola Chuuya, que bueno que sales temprano —sus palabras cesaron cuando Chuuya le sonrió ligeramente, pero tan rápido como lo hizo se dió la vuelta y siguió con su camino. Escuchó que hablaba con Akutagawa tan pacíficamente que se obligó a girar para verlos platicar; Nakahara le sonreía y de un momento a otro sacó su celular y se lo estiró, Akutagawa hizo lo mismo y después se fueron.

Su mueca era débil en sus labios que se apretaron debido a la humillación.

—Dazai, ¿Qué haces aquí? —Oda se acercó sin percatarse de lo sucedido—. Tengo una hora libre, ¿Quieres ir a comer?

El castaño negó frenéticamente—. Solo venía a saludarte —cubrió su mentira eficazmente—. Debo ir a servicios escolares para que sellen mi credencial.

—¿Quieres que te acompañe? —preguntó el mayor.

—No, así estoy bien. Pero deberías ir a comer algo, últimamente te ves más delgado —su cabello fue sacudido como cuando eran niños—. ¡Ya soy un adulto!

—No lo pareces —Oda se dió la vuelta y unos pasos más lejos le hizo una seña—. Nos vemos, asegúrate de cuidarte.

Dazai se quedó quieto unos segundos, no tenía nada que hacer un viernes a las cinco de la tarde. “Es una mentira eso de ser exclusivos, es un idiota” pensó “Pero yo mismo le dije que podía salir con otras personas, solo que debía avisarme si tenían sexo, y realmente no quiero saberlo, entonces el idiota soy yo”  Su enojo se vió frustrado cuando Fyodor se acercó a él pasando su mano sobre su nuca—. Mi día se pone peor.

—¿No te alegra ver a tu ex novio? que malo eres Dazai, hasta me haces creer que me odias —dijo el de ojos amatistas.

—Te recuerdo que eso fue en preparatoria y ni siquiera duró mucho —soltó un ruido de desagrado—. ¿Qué quieres?

—Pareces desanimado, y pensé en invitarte a un bar cercano…

—Tú no vas a bares, ni siquiera socializas —replicó el mayor.

Fyodor le dió la razón asintiendo—. Pero mi novio si lo hace, la verdad es que te veías tan miserable que quise extenderte la oferta de alargarla con alcohol —explicó detalladamente su motivo—. Vamos, será entretenido si el mejor puntaje del examen nacional está conmigo criticando el ambiente.

—Tú también fuiste el mejor puntaje del examen de admisión —agregó Dazai—. De acuerdo, iré pero solo porque quiero saber qué hay detrás de esta extraña amabilidad.

El ruido era alto, la gente en su mayoría era

n universitarios en horario escolar que preferían saltarse algunas clases para ir con sus amigos a beber.

Dazai se acomodó en la única mesa libre y revisó el menú de bebidas—. Quiero una cerveza.

Fyodor dejó su mochila a un lado y se puso de pie para acercarse a la barra y pedir ambas bebidas. Era distinto a cuando Dazai salió con él, no era tan frío, o eso aparentaba.

—Fyodor es hermoso ¿o no? —la masculina voz hizo saltar a Dazai—. Soy Nikolai Gogol, novio de Fyodor —le estiró la mano delicadamente—. El placer es tuyo.

El castaño le dió un suave apretón de manos—. Sí, te ves como el único tipo capaz de soportarlo. Soy Dazai Osamu.

—Lo sé, Dos me habló de tí —se sentó a su lado sin importar el espacio personal del castaño—. ¿Entonces aceptas?

—Todavía no lo digo —dijo Fyodor acercándose con dos vasos de cerveza en las manos—. Pensé hacerlo cuando estuviera más relajado.

El albino sonrió y se inclinó para susurrarle a Dazai—. Yo creo que esperaba a que aceptarás después de tres cervezas, no bebas mucho frente a Dos, se aprovecha de tu desinhibición.

—¿Qué quieres de mí, demonio Fyodor? —cuestionó el menor de todos.

El de ojos amatista soltó un suspiro mientras tomaba asiento dejando las bebidas enfrente de sus acompañantes—. Nikolai te vió en la universidad, y dijo que eras bonito, así que me pidió solicitarte un trío. Vaya, gracias a Kolya parezco un pervertido.

El más alto de todos soltó una carcajada—. Está bien si nos rechazas, a Dos le gustó un chico de arquitectura, dice que es ardiente y podríamos invitarlo, pero me gustaría que dijeras sí, sería entretenido saber que tan buen chico puedes ser.

El castaño sintió una punzada de curiosidad, no en el sexo con su ex novio y su amante, era más bien curiosidad en su relación—. No estoy interesado, pero ¿Ustedes hacen esto regularmente?

—Nikolai es como un payaso, le gusta incomodar a la gente —al darse cuenta que hablaba de los tríos sonrió—. Es placentero, ambos estamos de acuerdo y nos da un respiro, es bueno intentar cosas nuevas en pareja.

El albino se recargó en su hombro fingiendo un quejido por el comentario de su novio—. No soy un payaso, soy sexy. Dazai, díselo por favor.

—Tú novio no es un payaso, es un idiota —afirmó Osamu.

—Se lo digo a diario —agregó Dostoyevski.

Gogol murmuró algún insulto antes de tomar el vaso frente a ellos y beberlo de fondo. Casi se termina la cerveza, y con la espuma en el labio superior se inclinó hacía Dazai—. Bueno, si conoces a ese chico de arquitectura nos avisas.

“No hablarán de Chuuya”—. ¿Cómo es?

—Pelirrojo, de ojos azules y bajito —Fyodor sonrió al ver el ceño fruncido del menor—. Lo conoces, ¿Es tu amigo?

"Si supieras" no sé atrevió a contar que tenían sexo regularmente gracias a su trabajo como camboy—. Un amigo estudia ahí, lo conozco hace poco —no le habría dado vergüenza, pero no tenía una relación que presumir para su pesar.

—No me estás diciendo la verdad, te conozco —dijo el de acento extranjero.

—¡Dos conoce tan bien a Dazai, que envidia! —Nikolai jugueteaba con sus manos como un niño pequeño lo haría.

—Así me di cuenta que me estaba engañando —Fyodor le hizo una seña para que no gritará nuevamente.

Osamu estaba indignado—. No te engañé, solo no te soportaba.

—Es casi lo mismo —Nikolai sacó su teléfono y tomó una foto de ambos, aunque Dazai no parecía muy feliz—. Lamento si te incomodamos, solo estabas ilusionados —no parecía una disculpa, pues estaba mirando su celular subiendo su historia a instagram.

—No aceptaré después, Fyodor me parece repugnante, al igual que tú —señaló al albino de ojos distintos—. Ya que vine hasta aquí me tomaré esto y después me iré.

El albino se puso de pie y avanzó en dirección a una joven pelinegra sentada a unos metros. De inmediato entrabalaron una conversación y aprovechaba cada insinuación de la mujer para seguirle el juego. Así en un par de minutos ya tenía sus manos en la cadera de la mujer que sonreía coquetamente a escasos centímetros de sus labios.

—Al parecer no quería volver solo contigo —se burló Dazai.

—Si él es feliz, yo soy feliz —Dostoyevski alzó los hombros restándole importancia—. Ahora podemos hablar a gusto. No te veo desde hace un año ¿Tienes pareja?

—Ya sabes, nunca me gustó atarme a algo serio, esa fue una de las principales razones para terminar contigo. Pero creo que hay una buena posibilidad de estar con alguien —su sonrisa genuina causó el mismo efecto en el contrario.

—Pues me alegro, lo digo enserio, no te mereces una relación estable, pero si la consigues felicidades —aplaudió.

Cumpliendo su promesa, Dazai terminó su cerveza y salió del bar llendo directo a casa. Tenía mucho en que pensar, y una transmisión que hacer.

"Cosas nuevas con tu pareja, Chuuya es muy cercano a ser mi pareja".


Feliz San Valentín. La autora no sé arrepiente de hacer un capítulo tan triste, prometo que tendrá un final feliz, confíen en el proceso.
-Honey

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