Capitulo seis

Advertencias: CONTENIDO NSFW DESTINADO PARA UN PÚBLICO MAYOR (+18). LEÉ BAJO TU RESPONSABILIDAD.

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El de ojos azules salía con miedo de su departamento, y lo hacía a casi una hora antes de lo necesario, solo para evitar ver a su vecino. Después de su impulsiva intrusión en las transmisiones del castaño decidió dejar de verlo algunos días.

Estaba frustrado, en más de un sentido. Dios, el hombre ni siquiera podía evitar sentir bochorno cada que se acercaba a su habitación sabiendo que Dazai vivía al otro lado. ¿Qué diría si él le proponía tener sexo? O mejor aún, ¿Si lo invitaba a salir? Probablemente se burlaría en su cara, le azotaría la puerta en la cara y lo orillaría a mudarse.

El pelinaranja agitó la cabeza justo antes de entrar a su salón. No debía tener esa clase de ideas durante la escuela, pero era lo único que podía hacer, al final de sus clases fue el único minuto que su mente tuvo descanso de Dazai.

—¿Eres Chuuya Nakahara? —preguntó un joven de ojos grises y cabello negro—. Es que se supone que debo hacer la maqueta del puente contigo.

El de ojos azules parpadeó—. Sí, ¿Eres Akutagawa Ryunosuke? —lo vió asentir repetidamente—. ¿Quieres hacer los planos en mi casa, o prefieres que sea en la tuya?

El más alto negó—. Prefiero que lo hagamos en la escuela, no te conozco lo suficiente como para ir a tu casa.

"¿Qué mierda dijo?" Pensó Chuuya—. C-claro. Bueno, entonces piensa en una idea de lo que quieras hacer y mañana lo discutiremos.

Ese muchacho paliducho le recordaba a alguien, aunque no podía recordarlo con exactitud, conocía a bastantes personas, y ninguna llenaba su curiosidad. Se levantó de su banca y caminó hasta la salida chocando con un hombre alto—. Lo siento —dijeron ambos al unisono. Pelirrojo al igual que él, con ojos azules similares a los suyos—. Lo lamento, Chuuya-san.

—No te preocupes, Sakunosuke —claro que recordaba su nombre porque fue el único que le plantó cara a su profesor y ni siquiera eran de la misma carrera, solo estaba ahí por los créditos de la materia.

—¿Quieres ir por un café? Irán varios chicos y un amigo de otra carrera —dijo el más alto.

El muchacho sonrió—. Me encantaría, pero debo volver temprano —"a encerrarme todo el día" no se atrevió a decir toda su idea completa, pero era la verdad—. Diviértanse, hasta luego.

Su trayectoria a casa fue más rápida que de costumbre, necesitaba hundirse en las sábanas e ignorar el hecho de que estaría encantado de tener al castaño entre sus piernas. Cuando al fin llegó, cerró la puerta y se propuso a distraerse.

—Solo es un tipo guapo, he lidiado con ellos casi toda mi vida —se dijo a sí mismo—. Debo concentrarme en mi tarea, ese tipo de cara pálida es demasiado estricto, se enojará conmigo si no llevó un avance.

Tomó sus lápices y escalímetro para hacer los planos de su puente, cada trazó era perfecto y exacto. Chuuya era así, le gustaba el orden, la belleza y tranquilidad. Y todo eso se vino abajo por la ansiedad, sus uñas eran un reflejo de eso.

"No sé por qué me preocupo tanto, a ese chico ni siquiera le intereso".

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—Debe ser una broma —el castaño mordió su labio con fuerza, llevaba rato haciendo lo mismo y simplemente no se sentía bien—. Masturbarse no debería parecer una tortura.

Después de su encuentro con Oda Sakunosuke, regresó a casa y pasó el rato viendo contenido del cuál podría inspirarse para su página. Y claro que le gustó, pues se excitó, aunque ahora mismo ya no lo parecía.

Tomó su celular y revisó la hora, eran casi las nueve y media. Aún semidesnudo tomó su gabardina café y pantuflas—. Es natural, no tiene nada de malo tener necesidades —temeroso abrió la puerta de su departamento y la cerró una vez estaba del otro lado—. Solo algo casual, sin compromisos, ni citas o esas cosas…sin sentimientos —Tocó varias veces la puerta de Nakahara, alertando al joven que estaba solo en pijama.

Los golpes hicieron que Chuuya se acercará a la puerta, vió por el picaporte encontrando al castaño frente a su entrada "¿Qué mierda?" Pensó, pero de igual forma abrió lentamente—. Buenas noches.

El más alto recargó su mano en el marcó de la puerta—. Hola, Chuuya ¿Puedo pasar? Quiero hablar contigo—su sonrisa cínica ya le daba mala espina al mayor.

Nakahara le dió el espacio para que pasará a su costado—. ¿Qué ocurre?

—No puedo terminar a gusto —mencionó como si eso no fuera una larga plática sexual—. Me emociona que me veas y me digas que hacer.

El más bajo carraspeó su garganta de forma forzada—. Bueno…no sé qué decir.

—Nada, solo déjame chupartela —pidió el más alto—. Quizás estoy frustrado, hace meses que no tengo sexo.

Nakahara soltó una risa nerviosa—. Buena broma. Ahora dime ¿De qué querías hablar?

Dazai se estiró para azotar la puerta junto a Chuuya de un golpe—. ¿No fuí claro? Quiero tener sexo contigo —comenzó a desatar la cinta de su abrigo dejando ver qué usaba solo ropa interior—. Follame hasta que te canses —se acercó lo suficiente para rozar su rostro con el de su vecino.

Era como la neblina que cubre todo y se extiende de forma volátil. Chuuya estaba cegado por la lujuria, el olor del más alto y sus carnosos labios.

Chuuya no dudó en tomar el rostro del castaño para besarlo desesperado, su lengua rápidamente se coló entre sus labios para chocar con la de Dazai. La estrella porno no tardó en bajar sus manos hasta el resorte de la pijama ajena para meter su mano palmeando el miembro que cada segundo se ponía más erecto. Sin darse cuenta, ambos ya estaban camino a la habitación de Nakahara. Osamu ya había perdido completamente su abrigo en la entrada de su alcoba dejando al desnudo su pecho.

—¿Entonces si aceptas? —cuestionó con un puchero en su rostro apenas tuvo la oportunidad de respirar.

—Joder sí, pero antes dime tú nombre, el real —pidió el mayor—. Mi nombre es Chuuya Nakahara.

—Si me llamo Dazai, bueno, ese es mi apellido, mi nombre es Osamu —Con una sonrisa buscó su saco con la mirada, para después ponerse acercarse y sacar de alguna bolsa lubricante y varios condones—. Vine preparado.

"Es jodidamente arrogante" pensó Chuuya pero lejos de estar molesto estaba feliz—. ¿Entonces qué quieres hacer? —se puso de pie junto a la cama.

Dazai bajó su pijama junto a la ropa interior mientras se hincaba frente a él—. Ahogarme con esto, es tan grande —susurró pasando su mano por toda la longitud de Chuuya. Se detuvo para ponerle un condón y lentamente darle una felación —. Dime si no te gusta —dijo entre jadeos.

Chuuya asintió permitiéndole jugar con su cuerpo—. No puedo creer que esté haciendo esto —acarició su cabello y el agarre le permitió manipular su cabeza.

Dazai tarareó abriendo la boca para llevar la mitad dentro de su boca, estaba tan feliz de al fin tener lo deseaba y ese lado dominante de Chuuya le derretía el cerebro. Dió unos cuantos golpes antes de salir por completo para tomar aire al mismo tiempo que apretaba la base—. Follame la garganta, Chuuya.

Nakahara empujó su cabeza para que lo tomará, y una vez dentro lo detuvo para dejar quieta su boca—. Si te duele, aprieta mi muslo —y comenzó con un ritmo suave—. Así te ves jodidamente bien, sin tener que preocuparte de nada…eres una maldita fantasía.

Dazai puso los ojos en blanco por la falta de oxígeno, y gimió alrededor del eje. Dejó que Chuuya golpeará la parte posterior de su garganta. Podía ver con deleite el placer de usarlo en los hermosos ojos azules que lo miraba con adoración.

Una vez Chuuya estuvo cerca del orgasmo se detuvo dejándolo respirar adecuadamente—. Sube a la cama.

—¿Eres tan mandón siempre? —su voz estaba jodida.

—Vamos, sube a la cama —lo ayudó a ponerse de pie y acostarse boca arriba, incluso levantó su trasero para colocar una almohada debajo de él—. Dame el lubricante, te voy a preparar.

Dazai no dudo en darle lo que quería, y mientras Chuuya comenzó a lubricar sus dedos, sin previo aviso, Nakahara metió dos dedos de golpe logrando aturdido por varios segundos—. ¡Chuuya!

—¿Te duele? —preguntó deteniendo sus movimientos—. ¿Quieres hacer otra cosa? —El castaño se puso derecho para poder besar sus labios con ferocidad, lo guío para que estuviera acostado debajo de él—. ¿Quieres estar arriba?

El más alto se acomodó en su cadera suavemente—. ¿Qué te gustaría hacerme? Apuesto que tuviste muchas ideas sobre qué hacer conmigo…dime cada una de ellas —su dedo índice apretó la nariz del mayor—. Dios, eres una belleza, si te soy sincero esperaba que me rechazadas cuando te propuse esto, pero me alegra saber que te gusto…eres tan erótico —se alineó para tomar a Chuuya.

Nakahara perdió la noción del tiempo en cuanto Dazai entró a su departamento, así que realmente no tenía muchos pensamientos, salvó complacer al castaño—. Sigue así —apoyó sus manos en su cintura para ayudarlo a bajar y subir—. Maldición, Osamu.

Ojalá les guste el capítulo de hoy, Akutagawa es 100% necesario solo porque lo amo. Por cierto el link a mi cuenta de AO3 está en mi perfil por sí wattpad me funa.
-Honey

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