Capítulo diez
Advertencias: Contenido NSFW (explícito) +18.
×No recomiendo las prácticas de penetración sin protección.
~•~
No quiero este sentimiento,
no puedo apagar el amor.
-Die For You, The weekend
—
—¿Qué hay entre Chuuya-san y tú? —preguntó el pelirrojo después de pasar su bocado—. Parece que son más íntimos de lo que quisieras demostrar.
El castaño sonrió desvergonzado—. Claro, tenemos sexo todas las noches solo porque es mi vecino.
Oda bajó su mirada nuevamente al plato frente a él—. Vamos, no necesitas ser tan sarcástico, basta con decir que son buenos vecinos —y sin saber encendió algo en el menor—. Bueno, no me extraña si llegará a gustarte, él es muy popular, le gusta a todas las chicas de nuestra clase, y a muchos chicos de la universidad —al ver qué Dazai no consumía nada del curry que pidieron se estiró para picar un vegetal—. Ignora mis palabras, Chuuya-san es muy distinto a tí.
El más bajo de los dos apretó sus puños por debajo de la mesa—. ¿En qué somos distintos?
—Él es muy responsable y dedicado, todo lo contrario a tí —respondió distraído por la mesera a la que miraba constantemente para pedirle su número—. Yo pienso que tiene un buen físico y siempre es amable, hasta es amigable con el chico más amargado de toda la clase. Por cierto, mañana hay que vernos, te traeré el material que necesitabas.
Dazai soltó un sonido curioso—. ¡Odasaku, te conviertes en mi padre!
El mayor negó resignado—. ¿Cómo va el trabajo? ¿Ya decidiste hacer otra cosa?
Dazai recargó la cabeza entre sus manos—. Te sorprendería las situaciones que acarrea mi trabajo, conocí a alguien fascinante, creo que es una de las personas más interesantes —su boca formó una sonrisa genuina—. Aunque no es nada serio…
—Te gusta —dijo Oda—. ¿Esa persona lo sabe?
Dazai abrió los labios—. Es todo lo contrario a mí. Y no es como que esté enamorado, solo es una persona atractiva.
—
Nakahara se acercó al muchacho de cabellos negros para saludarlo, no era como si Akutagawa fuera un amigo, pero le agradaba pese a ser un tanto cortante.
—¿Anotaste los requisitos del ensayo? —preguntó Chuuya con una mueca parecida a una sonrisa.
Akutagawa le estiró su celular con la foto de la pizarra—. Puedes enviártela.
—Dame un segundo, debo agendar tu número —dijo rápidamente tecleando los dígitos—. Listo, muchas gracias, Akutagawa.
Avanzaron unos pasos en silencio hasta que Ryunosuke carraspeó débilmente—. Chuuya-san, ¿Podríamos ser equipo para la maqueta final?
Los ojos azules se abrieron por la sorpresa—. ¿Quieres ser mi pareja? Por mí está bien, podemos ir a mi departamento para que no sea complicado para tí llevarte el material y traerlo al día siguiente.
El de ojos grises asintió, era raro hasta para él aceptar así nada más—. Vives solo ¿Cierto?
—Algo así, la verdad es que intento no estar solo muchos días —la viva idea de Dazai pasando por su vivienda cada que tenía la oportunidad se vió nublada, de reojo pudo ver a un chico alto de ojos amatistas con la mirada fija en él. Un poco incómodo decidió avanzar más rápido—. Vayamos por un café, tenemos tiempo libre —sugirió cuando la mirada de ese tipo fue más intensa sobre su espalda. "Qué tipo tan raro".
Como un niño siguiendo a su padre, el menor aceleró el paso—. Sí, Chuuya-san.
.
.
.
Osamu apagó la cámara, solo había tomado unas cuantas fotografías para publicitar su colaboración con una marca de lubricante. La ropa interior blanca enmarcaba sus muslos perfectamente, y la presión contra su miembro lo ponía un poco frustrado, pero sabía que nada aliviaría esa sensación, lo intentó dos veces durante los cuatro días que Chuuya fingió no estar en casa.
"El enano se molestó conmigo sin razón, no le hablaré hasta que se disculpe" sus pensamientos de hace unos días ahora parecían difusos por su deseo de tener a Chuuya entre sus brazos y morder su cuello ligeramente.
El golpeteo en su puerta lo hizo sonreír, se acercó para mirar por el picaporte y al ver a la casera, sus labios borraron la hermosa expresión. Tomó el abrigo de su sofá y se lo puso tan rápido como pudo para abrir—. Señora Kimura, buenas noches.
—Hola querido, me regalaron unas manzanas y pensé en traerte algunas, hice bien porque estás muy delgado —le estiró una bolsa plástica con la fruta dentro.
—Muchas gracias, no se hubiera molestado —dijo con una pequeña sonrisa de admiración genuina—. ¿Cómo está su nieta?
—Muy bien, vendrá en las vacaciones —respondió posando sus manos detrás de su espalda—. Nos vemos luego, cuídate mucho hijo.
Espero a que la señora se alejara para cerrar su puerta, puso las manzanas sobre la pequeña mesa del comedor con un largo suspiro. El golpeteo llamó su atención casi dos minutos después. Soltó una risita burlona—. ¿Quiere presentarme a su nieta? Será interesante conocerla…oh, Chuuya, ¿Qué haces aquí?
El de ojos azules apretó los puños fuertemente—. ¿Puedo pasar?
—Adelante —murmuró haciéndose a un lado y cerrando detrás de él—. ¿Te fue bien en tu proyecto?
Nakahara asintió—. Tenías razón, el pegamento de tuberías es mejor —su mirada cayó al abrigo beige—. ¿Ibas de salida?
—No, es porque estaba ocupado con algo de mi página y la señora Kimura me visitó, no podía recibirla así —abrió los botones dejando ver su falta de ropa—. Cómo sea, solo me dejó algo y se fue, es una señora muy agradable.
Chuuya tragó grueso al ver su cuerpo. Cuatro días sin ver la piel de Dazai y ya estaba emocionado—. Tengo más tiempo libre.
—Que bueno, podrás clavar tus molestas repisas todo lo que quieras —comentó sarcástico—. Entonces estás aquí porque quieres tener sexo conmigo y piensas que yo aceptaré como un perro sediento, ¿No es así, Chuuya?
El más bajo se puso rojo como un tomate—. No me voy a disculpar por como te hablé ese día, ni por echarte de mi casa cuando eras un completo idiota pero no debí ignorarte así —estaba a punto de sacar las entradas para ese museo en el centro cuando e castaño se acercó a él y lo tomó por la nuca. Besó sus labios con fervor pegando sus cuerpos emanando ese calor que lo volvía loco.
Sin perder el contacto arrastró a Dazai hasta su habitación mientras el castaño apartaba la ropa a tirones—. Chuuya tardó mucho en darse cuenta… que me sentía un poco aburrido sin él.
El de ojos azules rompió el beso solo para respirar y permitirme al más alto estirar el cuello pues llevaba rato agachado. Al ver que Dazai esperaba más atenciones, hizo su cabello hacia atrás y se hincó retirando su ropa interior—. Sabes, solo estaba de mal humor, pero realmente no puedo enojarme contigo ni esa maldita cara preciosa —murmuró contra su miembro—. Mira la situación en la que estoy, no puedo estar cerca de tí aún querer follarte.
Dazai planeaba protestar pero la lengua juguetona del mayor lo hizo callarse y jadear ruidosamente—. Tan de repente —articuló con dificultad por los ruidos de succión que invadían el cuarto entero—. Chuuya, no quiero terminar en tu boca.
Los ojos azules se encontraron con los suyos dándole la perfecta vista de sus labios estirados sobre su eje, levemente rojos. Casi fue doloroso perder su hábil boca, pero tampoco se quejó cuando Nakahara se puso derecho solo para empujarlo al colchón para subir a su abdomen para besarlo. A ciegas señaló un cajón de su closet—. Condones —murmuró entre el beso.
Chuuya bajó de él para conseguir lo que necesitaba, encontró todo un repertorio de juguetes y accesorios para tener intimidad—. Oye, hace un mes me dieron los análisis de mis exámenes de sangre, te los enviaré —dijo con timidez—. ¿Tienes alguna condición que puedas contagiarme?
El castaño negó—. El cerebro de Chuuya realmente es pequeño, ni siquiera recuerda que se lo dije casi cuando comenzamos con esto.
Eso le bastó para tomar un vibrador y su control remoto—. Quisiera hacerlo sin condón.
Dazai vaciló un poco—. ¿Por qué? —tampoco se negaba, de hecho quería hacerlo así pero la seguridad de Chuuya estaba primero.
"Quiero pertenecerte totalmente, y que me pertenezcas también. Quiero sentirte" pensó el más bajo, pero no sé atrevió a decirlo—. Nunca lo he hecho antes así, solo es eso.
Osamu accedió fácilmente—. De acuerdo, solo asegúrate de ayudarme a limpiarme —se estiró para tomar el lubricante sobre la encimera que usó horas antes—. Pero apúrate porque te necesito dentro.
"Necesito" esa palabra volvió loco al mayor, prácticamente corrió a la cama para besarse de forma animal con Osamu, sus dientes chocaban pero no importaba, no cuando la palma de Dazai se deslizaba sobre el bulto formado en su entrepierna. Su mano arrebató el lubricante y se empapó tanto como pudo—. Voy a abrirte ¿Sí? —sus palabras cariñosas hicieron eco contra Dazai—. Dime si siente bien.
Un dedo se adentró en su agujero arrancando un jadeo se Dazai—. Extrañaba tu forma de hacer esto.
—¿Y cuál es esa forma? —a la par de cada sílaba, Chuuya embistió con su dedo y sumó otro.
—Linda, me tratas muy bien —gimió cuando la mano libre de Nakahara se deslizó sobre su eje rápidamente—. Con calma, quiero durar.
—Puedes terminar las veces que quieras, yo te haré sentir aún mejor —la espalda de Dazai se arqueó—. Te haré correr como te mereces. Me haré cargo de tí, te cuidaré, cosa bonita.
Dazai movió las caderas contra la mano de Chuuya—. Quiero que me folles ya, por favor —hizo un puchero cuando sus dedos fueron reemplazados por el vibrador—. ¡Ese no es tu pene!
Chuuya sonrió tontamente—. Shh, tranquilo bebé, te va a gustar, lo usaste muchas veces en cámara y podría jurar que te lo metiste cuando estabas solo o saltando sobre un dildo —lo prendió haciendo que la entrada de Dazai fuera alterada por el movimiento, pues él lo siguió empujando—. Mira, te lo tomas muy bien —no pasó mucho hasta que Dazai se tensó y el líquido blanco se escapó de su hendidura—. ¿Lo ves? Te gusta todo lo que hago contigo.
Dazai se aferró a sus hombros apretando su pecho contra el de. Chuuya evitando que siguiera molestando—. Te quiero dentro, te quiero, Chuuya.
Era innegable que ambos se habían encariñado del otro. Chuuya murmuró algo inaudible, y antes de que Dazai pudiera preguntar, ya está quitando el vibrador de su interior y reemplazandolo con su eje. Se siente bien, es diferente pero no solo por la ausencia de condón, se siente bien la forma en la que Dazai se aferra a su cuello, la manera tierna en la que gime y jadea. Se siente bien ser totalmente de Osamu.
Unos minutos de empujes constantes hicieron que Chuuya alcanzará el clímax dentro del castaño, y para ayudarlo a conseguir el propio envolvió sus manos en el eje del menor. Cuando Dazai estuvo totalmente relajado, sintió besos sobre su pecho, eran de Chuuya.
—Oye, en realidad quería invitarte a un museo, supuse que te gustaría porque estudias artes —murmuró Nakahara aún enterrado en el pecho de Dazai y a la par salía lentamente.
—¿Es tu forma de disculparte por hacerme creer que hice algo malo? —se rió el más alto—. Está bien, iré contigo.
Una sonrisa se pintó en los labios de Chuuya, alzó la cara encontrando a Dazai tan rojo como él mismo. El más alto cortó el contacto alejando sus brazos de la espalda de Chuuya. Definitivamente estar cerca de Dazai lo hacía más feliz—. Solo trata de no dejarme en vergüenza.
—Lo dice el que seguramente reciba una tarjeta para niños por su estatura —al recibir un pellizco en su pezón soltó un chillido—. ¡Tonta babosa! —otro apretón lo hizo soltar una lágrima de humillación y dolor.
Nakahara soltó una carcajada sombría—. Solo te lo digo porque seguramente harás un comentario ofensivo. En realidad pensé que no querrías ir conmigo, no sé mucho de lo que te gusta y lo que te desagrada —declaró apenado.
—¿Y quieres saberlo? —cuestionó el castaño. Y así pasaron horas y horas en las que Dazai formuló una lista de todo lo que odiaba y adoraba, fue tan aburrido que Chuuya bostezó un par de veces, pero lo escuchó hasta que terminó su lista "Los ojos de Chuuya".
Vivo con el miedo de que me tumben este libro, Marce.
En otras cosas, tuve un día libre y aproveché para escribir tanto como pude, así que volvió "Heaven" que trata temas que nada que ver con este fic, pero es igualmente entretenido.
Por cierto, el man que lo estaba viendo era Fyodor, ojalá se muera por el bien de mis papis.
-Honey
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top