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Palabras: 6280
— Oh, que lindo collar — Dijo Momo viendo el collar que ahora colgaba del cuello de la peliblanca. — ¿Te lo dieron los chicos? Que lindo.
— Oh, en realidad fue...
Piensa rápido o no lo va a creer.
Pero no hay necesidad de mentir, ¿no?
— Yeonjun — Dijo con una sonrisa forzada.
Maldita estúpida.
Se golpeó mentalmente, pero ignoró ese hecho y vio a la mayor sonreír.
— Ya veo. Es que cuando viniste no lo tenías.
— Le pedí a Minho antes de irse que me ayudara a ponerlo — Mintió con una mueca. Momo no se inmutó ante ello porque conocía a la chica y sabía que era bueno en todo, menos para socializar, así que la dejó estar y se despidió para irse con las demás a acabar las decoraciones.
Youngmin suspiró y miró el collar en su cuello, preguntándose si había estado bien el negar que había sido el pelimorado quien le había hecho ese bonito detalle.
Sacudió su cabeza y se acercó a Jeonyeon y Nayeon para ayudarlas a terminar de colgar el cartel en el techo.
Al cabo de una hora, todas miraron satisfechas la sala donde serían las actividades dentro de unas dos horas, viendo que había quedado todo perfecto y ordenado para cuando los chicos llegaran.
— Está listo. Buen trabajo chicas — Dijo la mayor de todo el grupo, Nayeon.
— ¿Quiénes vendrán, unnie? — Preguntó Yuna viendo muchas sillas en la parte del fondo de la enorme sala.
— NiziU, Boy Story, Xdinary Heroes, Nmixx, Yaochen, Bernard Park, el jefe y el CEO, y obviamente nosotras, ITZY, Twice y Stray Kids — Dijo Jihyo viendo finalmente a Youngmin para referirse al grupo por tenerla a ella ahí.
— ¿Nmixx estará aquí? — Preguntó Yeji confundida. — Creí que estaban ocupadas terminando de arreglar todo para su debut la próxima semana.
— Y lo están — Confirmó Nayeon. — Pero van a venir porque decidieron hacer un espacio en su agenda para no perderse esto, ya que es la primera vez que lo hacemos y están emocionadas — Explicó la mayor con una sonrisa, viendo los asentimientos de todas.
— Pueden ir a descansar, chicas. En dos horas estaremos de vuelta — Avisó Jihyo hacia todas. — Recuerden que Nayeon unnie irá a traer a Nmixx, Lia a Yaochen, Chaeryoung a NiziU, Chaeyoung a Xdinary Heroes, Sana a Bernard Park, Youngmin a sus chicos y yo Boy Story. Faltan dos personas que vayan por el jefe y por el CEO — Dijo mirándolas a todas.
— Yo puedo ir por el jefe — Dijo Yuna mirándolas. Todas asintieron.
— ¿Por qué Youngmin no va a traer al CEO? Digo, ya que la sala de Stray Kids está cerca de la oficina del CEO — Dijo Jeongyeon sin mala intención, pero Youngmin se tensó ante ello.
— Yo iré por el CEO — Dijo Tzuyu levantando la mano. Youngmin la miró, y la chica le guiñó el ojo con una sonrisa.
Tzuyu fue la única que notó la incomodidad de la peliblanca con tan solo escuchar a la rubia soltar esas palabras, por lo que se ofreció al ver que la menor no quería ir.
Ella sabía el motivo, y del grupo solo eran ella y Jihyo las que conocían la historia de Youngmin, ya que el resto nunca estuvo pendiente a la vida de la chica en la empresa, en cambio Tzuyu y Jihyo sí ya que ellas siempre rondaban por la empresa y veían al CEO siendo muy duro con su hija.
Youngmin articuló un "gracias" con su boca, y Tzuyu le sonrió con suavidad.
Finalmente las responsables de traer a cada persona recibieron vendas de diferentes colores para colocárselas a los demás y sorprenderlos con todo lo que tenían preparado.
Las de Stray Kids eran negras y rojas debido a su logo, así que las metió en su bolso y comenzó a caminar hacia la sala de los chicos.
En el camino abrió la cajita que Yeonjun le dio antes de irse y sonrió con suavidad ante la bonita pulsera blanca con su nombre en dorado, y se la colocó en su muñeca junto a su reloj morado.
— ¡Youngmin! — Escuchó el grito de dos chicas, por lo que se giró a ver a ambas.
— ¿Olvidé algo en la sala? — Preguntó al verlas acercarse con rapidez. Jihyo negó con una sonrisa, y al mismo tiempo que Tzuyu le extendió una bolsa de regalo, dejando sorprendida a la menor.
— ¡Feliz cumpleaños! — Dijeron ambas con suavidad para no ser escuchadas. Conocían a Youngmin, y sabían que nadie sabía de su cumpleaños.
Ellas lo sabían por los mismos motivos de antes.
Youngmin recibió ambas bolsas de regalo y vio de reojo sus contenidos, hasta que ellas hablaron nuevamente.
— Míralos mejor cuando llegues a la sala y te sientes. Pero mi regalo son dos camisas y una sudadera. Sé que te gustan ese tipo de prendas, así que espero que te gusten — Dijo Jihyo con una sonrisa.
— Y mi regalo es una caja de chocolates, unos aretes y una diadema blanca con pequeñas flores alrededor y unos broches de cabello — Dijo Tzuyu con una tierna sonrisa, haciendo que Youngmin sonriera con suavidad y asintiera.
— Muchas gracias, chicas. No tenían que molestarse.
— Para nada. Todos los años te damos algo, y este no sería la excepción, Min-min — Sí, ellas también le decían el mismo apodo que Yeonjun.
Finalmente las tres se despidieron y Youngmin por fin llegó a la sala con el resto, encontrándolos a todos riendo mientras imitaban un baile que a simple parecía ser del jefe.
Minho rió con fuerza cuando Jisung cayó encima de Chan, y no se percató de la presencia de su amante hasta que la vio pasar a su lado con las bolsas de regalo y la miró confundido.
— ¿Qué traes ahí, Young-young? — Preguntó Felix con curiosidad. Todos vieron a la menor sentarse y abrir las bolsas de regalo y se acercaron a ver.
— Regalos de Jihyo y Tzuyu — Contestó sacando la primera camisa.
Era un crop top blanco con su nombre bordado en negro con detalles morados, e hizo una pequeñísima sonrisa ante ello. La otra camisa era grande, holgada y de color negro con diseño de gatitos en frente. Y finalmente la sudadera era morada con detalles blancos en las mangas y el centro.
— Que lindas — Dijo Changbin acercándose a verlas.
Luego la chica sacó la caja de chocolates, los aretes y la diadema.
Se quitó los aretes blancos que llevaba y se colocó los bonitos aretes en forma de cereza que la tierna de Tzuyu le regaló. Y luego se quitó la aureola en su cabeza y se colocó la diadema para ver como le quedaba.
— Te ves linda, Min — Le dijo Chan con una sonrisa.
— ¿Por qué no te las pruebas? — Preguntó Jeongin refiriéndose a las prendas, pero la menor negó.
— Llevo el corset, no se verá bien el crop top. Y no tengo quien me ayude a ponérmelo si me lo quito.
Sí que tenía, pero los demás no podían saber.
— Minho hyung podría hacerlo.
Las palabras de Jisung hicieron que Minho escupiera el jugo que tenía en su boca y comenzara a toser con fuerza, asustando a Chan.
— ¿Minho por qué? — Preguntó Chan ayudando al mencionado. Jisung sonrió con nervios y alzó los hombros.
— Ella se cambiaba frente a Seungmin y Minho hyung, y como sé que Seungmin jamás aceptarían porque se odian-
— No nos odiamos — Dijeron ambos al unísono, y Seungmin sonrió divertido al notar la coordinación entre ambos.
— Raro — Dijo Hyunjin viéndolos.
— Decía, entonces puede hacerlo Minho hyung.
— Minho hyung es el que menos acep-
— Está bien — Dijo estando mejor de su casi muerte por ahogamiento. Los demás lo miraron sorprendidos, y Minho le sonrió a Jisung en forma de agradecimiento por darle ese momento.
Los demás no pusieron objeción y comenzaron a salir de la sala, dejando a la pareja de amantes adentro.
Youngmin se giró y comenzó a aflojar el corset, sintiendo las manos de Minho rozar su espalda al ayudarla a aflojar las cuerdas con suavidad. Cuando finalmente todo estaba flojo, la menor se quitó el corset y lo dejó en la mesa a su lado, pero no pudo seguir ya que Minho la abrazó por detrás y deliberadamente apretó sus senos, provocándole un jadeo que evitó mordiendo sus labios.
— Pueden entrar — Dijo mirando la puerta, pero Minho negó y comenzó a amasar los pechos de la chica, pellizcando sus pezones y escuchando sus jadeos al echar la cabeza en el hombro del mayor. — Te odio.
Minho rió y besó su hombro desnudo antes de hablar. — No van a entrar hasta que tú des la orden.
— Van a pensar mal si nos tardamos mucho.
— Bien — Bufó resignado, escuchando la pequeña risa de Youngmin, haciéndolo sonreír.
Minho la soltó y le pasó el top, ayudándola a bajarlo y acomodarlo por detrás, y cuando estuvo bien pues, Youngmin controló su respiración y sus hormonas para hacer que sus duros pezones -por culpa de Minho- bajaran para que los chicos no lo notaran, y entonces los llamó.
— Pueden entrar.
Todos se asomaron por la puerta y sonrieron con un asentimiento.
— Te queda perfecta — Dijeron los siete al unísono, asustando a Minho y Youngmin ante la coordinación, pero luego todos se rieron, menos ella que ocultó su pequeña sonrisa con su mano.
Youngmin les dijo que no se fueran, y simplemente se colocó la camisa negra encima, recibiendo la misma respuesta de antes, y entonces se quitó la camisa negra y se puso la sudadera.
— Definitivamente te la voy a robar — Dijo Felix con diversión, mirando la mirada divertida de la menor, haciéndolo reír y salir de la sala junto al resto.
Y nuevamente se quitó todas las prendas, quedando desnuda de la parte de adelante, y como Minho ya la había tocado pues tampoco le importó girarse para que él la ayudara a doblar la ropa, sin pensar en que el pelimorado la iba a ignorar olímpicamente por mirar sus pechos.
— Mis ojos están arriba, Romeo — Minho parpadeó varias veces y subió la mirada, viendo la sonrisa divertida de la chica, haciéndolo rodar los ojos.
— ¿Puedo?
— Lo hiciste antes sin mi permiso y no te dije nada. ¿Ahora por qué preguntas? — Preguntó incrédula, pero él no le respondió y simplemente bajó su cabeza para atrapar su seno izquierdo con su boca, haciendo que la menor abriera los ojos y la boca con sorpresa, sintiendo sus piernas temblar.
Minho pasó de un pecho a otro lamiendo y succionando sus pezones con deseo, escuchando los intentos de Youngmin por no soltar un gemido y que los chicos la escucharan, haciendo que Minho sonriera.
Finalmente soltó sus pechos, viendo los duros y rojos pezones de la menor, que tenía su rostro igual de rojo y su respiración era irregular.
Luego la besó y tomó el corset con su mano libre, y al separarse se lo colocó y lo acomodó por adelante. La giró y apretó las cuerdas de atrás hasta donde ella le dijo, y finalmente dejó un casto beso en sus labios antes de llamar a los chicos.
Youngmin excusó su rostro sonrojado con el calor que hacia en la sala, así que nadie notó nada raro ya que era verdad que hacia algo de calor adentro.
Pero Minho y Youngmin sabían que no había sido el calor, pero no era algo que necesitaban explicarle a nadie.
— ¿Por qué tenemos que ir vendados? — Preguntó Changbin en una queja. — ¡Esos no son mis hombros, Minho hyung! — Chilló cuando el pelimorado apretó el trasero del pelinegro, escuchando las carcajadas del mayor.
— Ups, me confundí.
— Ips, mi cinfindí — Dijo Changbin indignado. Youngmin rodó los ojos con diversión y siguió caminando con Jisung tomando sus hombros.
Iban en fila tomando los hombros de cada uno para evitar que los simios de atrás se chocaran con las paredes al ir vendados.
Youngmin encabezaba la fila, siendo seguida por Jisung, Chan, Changbin, Minho, Seungmin, Felix, Jeongin y finalmente Hyunjin.
Al llegar, las chicas rieron cuando Youngmin se separó de todos ellos y cayeron uno encima del otro sobre el pobre de Jisung, porque Hyunjin los empujó a todos por accidente.
— ¡Quítense que los quokkas somos amigos, no cama! — Chilló en menor con poco aire en sus pulmones al tenerlos a todos sobre él aplastándolo.
Youngmin corrió a ayudar a Hyunjin para que los demás pudieran quitarse, pero cuando ayudó a Seungmin, nuevamente el tonto de Hyunjin los empujó, haciendo que Youngmin cayera sobre Minho, y al estar todos desequilibrados, la menor iba a caer del lado derecho, pero Minho lo notó y se giró para caer al izquierdo y tomó la mano de Youngmin, haciendo que ella cayera sobre él y Chan cayera al lado de derecho de Jisung, dejándolo respirar.
— Ustedes siempre son un caso especial — Dijo Jihyo acercándose para ayudarlos mientras reía.
— ¿Estás bien? — Preguntó Minho en su oído. La menor asintió y se levantó con ayuda de Jihyo, y luego se giró para darle la mano a Minho y ayudarlo.
Cuando ya todos estuvieron de pie y tranquilos, se terminaron de quitar las vendas y miraron asombrados la decoración de la sala, y también miraron las sonrisas divertidas de todos los presentes, avergonzando a los nueve.
Se fueron a sentar a sus lugares asignados y entonces las chicas asignadas para hacer las actividades comenzaron a hablar.
— ¡Sean todos bienvenidos al Día de San Valentín en JYP Entertainment! — Dijo Jihyo con emoción, escuchando los aplausos del público. — Esto se llevó a cabo con el apoyo de las integrantes de Twice, ITZY, y Winter de Stray Kids. Hoy haremos diferentes actividades para pasarla bien en este día.
— No solo serán actividades para los hombres, sino también para las mujeres — Comenzó Yeji tomando el micrófono. — Tendremos actividades como Batalla de Besos, Globos del Amor, el Baile de los Abrazos y por último el Beso Colgado.
— Por cada juego se irá explicando lo que se hará y que significa cada uno — Dijo Nayeon con una sonrisa. — En las mesas de atrás hay postres, galletas, dulces y una fuente de chocolate donde pueden ir a comer algo mientras la pasan bien.
— Y no se preocupen por nada — Empezó Sana con una sonrisa divertida. — Lo que pase en esta sala no saldrá de aquí. Pueden besarse con quien quieran, bailar, hacer cualquier cosa y sobre todo pasarla bien. Es un día para disfrutar solamente nosotros y pasarla bien, así que dejen salir el amor que sienten en sus corazones y sean libres de hacer cualquier cosa.
— Tenemos el permiso del jefe, así siéntase tranquilos en hacer cualquier cosa cuestionable o funable porque de aquí no saldrá nada — Todos soltaron una risa ante las palabras de Youngmin, haciendo que instintivamente mirara a Minho, que le guiñó el ojo con diversión.
— Comenzaremos con el primer juego entonces — Dijo Tzuyu con el micrófono en mano. — Nuestra ángel Winter se encargará de explicar dicho juego.
La menor se colocó en medio y asintió. — El juego se llama Batalla de Besos. El juego consiste en pintarse los labios con labial rojo y estampar besos en el cuerpo de su pareja durante 30 segundos en total oscuridad. En una segunda ronda se hará lo mismo, pero será la otra persona quien estampe los besos sobre su pareja. Al finalizar las dos rondas tendrán que contar las marcas de besos que hayan dejado en el cuerpo de su pareja y que estos les han dejado a los otros, y compararlas con las del resto de parejas. Gana la pareja que más marcas de besos tenga entre los dos. ¿Entendieron? — Todos asintieron. — Bien, pueden participar quienes quieran, así que elijan a sus parejas.
Todos comenzaron a formar parejas y los ángeles pasaban entregando los labiales a cada pareja, hasta que Youngmin llegó a la pareja de Jisung y Hyunjin y los miró con diversión.
— Me voy a reír si veo una marca en los labios, que les quede claro — Jisung miró divertido a Hyunjin y le mencionado soltó una mueca.
— Ni lo intentes que te voy a matar.
— ¡Quiero verla reírse! — Chilló el chico exaltado. Hyunjin sonrió divertido y negó.
— ¡Minho hyung, dice Youngmin que quiere jugar contigo! — La menor abrió los ojos como platos y lo miró molesta, viendo la sonrisa traviesa de Han.
Definitivamente era malo que él supiera de su amorío con Minho, y el susodicho llegó a su lado con una sonrisa divertida.
— Igual te lo iba a pedir — Le susurró con diversión. Youngmin bufó y le entregó el labial antes de alejarse a entregar los demás.
Cuando todas las parejas tuvieron sus labiales, Youngmin volvió con Minho y le arrebató la tinta, colocándosela en los labios.
Sintió la penetrante mirada fría de su progenitor en una esquina, pero lo ignoró completamente y se colocó frente al pelimorado.
Las chicas dieron la señal de empezar y entonces apagaron las luces.
— En los labios no, Lee — Advirtió la menor, pero vio la sonrisa divertida del mayor con la poca luz que le llegó, y temió por su existencia.
El tiempo comenzó y lo primero que hizo fue llenar todo el rostro del chico con besos, menos su labios, y entonces tomó sus manos y las beso varias veces hasta llenarlo por completo. Era rápida, y Minho lo notó.
El chico se sonrojó con fuerza cuando Youngmin besó su cuello una sola vez, pero fue suficiente para alterarlo por completo. Sus besos no era duros ni feroces aunque fuera un juego, sino que eran tiernos y suaves, como si ella no tuviera la intención de lastimarlo o hacerlo meramente por el juego.
Cuando el tiempo se acabó y antes de que las luces se encendieran, Youngmin dejó un suave besito en los labios de Minho que no se notó porque ya no tenía labial en sus labios, pero que dejó sorprendido al chico.
Nadie dijo nada, pues todos se quedaron callados escuchando las palabras de Nayeon, y entonces la chica le pasó el labial a Minho. El chico le sonrió y cuando volvieron a dar la orden, Minho se acercó más a ella.
Las luces se volvieron a apagar y Minho fue incluso más rápido que ella, llenando primero sus manos y brazos, subiendo a su rostro y llenándolo de besos, y lo que la destruyó emocionalmente fue cuando Minho en los últimos diez segundos besó su cuello varias veces y finalmente sus labios, dejando una gran marca ya que a la velocidad de la luz se colocó labial para dejarle la marca en los labios.
— ¡Tiempo!
Y las luces se encendieron, escuchando los jadeos de los restantes que no habían jugado, viendo los rostros y cuerpo de las parejas.
Los Kids vieron con asombro los rostros de Minho y Youngmin, notando como Minho tenía una marca en su cuello, pero la chica tenía como ocho solo en esa zona.
Y como no, ganaron ellos por 36 besos entre los dos. 20 de Minho y 16 de Youngmin.
Y se logró.
Los chicos vieron con asombro como Youngmin soltó una carcajada al ver una marca roja en los labios de Jisung y Hyunjin, mientras este último lloraba en el piso por haber sido besado repentinamente por el menor, y Jisung reía con Youngmin a carcajadas.
Él cumplió y ella también, así que fue un ganar-ganar para los dos.
Luego pasaron los demás juegos hasta llegar al otro donde Youngmin fue obligada por Minho a participar.
— Los globos del Amor — Dijo Yeji con emoción. — Para empezar a jugar tendrán que escribir en papelitos diferentes actividades que se les ocurran y que estén relacionadas con el amor. Pueden escribir tantas actividades que se les ocurran. Algunos ejemplos que les proponemos son: Dibujar un corazón flechado, dar un beso de esquimal a la persona que elijas, dar un abrazo a la persona que elijas, taparte los ojos y adivinar quien te besa, etc. A continuación, doblarán cada uno de los papelitos y los pondrán en globos para luego inflarlos. Luego les pedirán un arco con flechas a las ángeles y explotarán cualquiera de los globos pegados a la pared. Una vez explotado, toman el papelito que estaba en su interior y hacen el reto que les ha tocado. ¿Preguntas? — Todos negaron. — Elijan a sus parejas entonces.
Minho fue con Youngmin y le sonrió divertido, viendo a la menor bufar, pero deliberadamente tomó su mano y lo llevó hacia los globos, donde ambos comenzaron a poner papelitos en los globos y los colocaron en la pared.
Las ángeles igual que con los labiales, pasaron entregando los arcos con las flechas, menos Youngmin que ya tenía el suyo y lo usaría con Minho.
Todos comenzaron a pasar y reventar los globos a como podían, hasta que llegó el turno de Minho y Youngmin.
Minho con su perfecta puntería, logró reventar dos globos a la vez, y Youngmin también reventó dos, dándoles cuatro retos en total.
— Ay no — Susurró al leerlos.
¿Quién carajos había escrito esos retos y por qué tenía tanta mala suerte?
Beso francés a tu pareja y adivinar mediante besos lo que que tengo en los labios.
Los de Minho eran peores.
Escribir el nombre de tu pareja en tu pecho y hacerle un chupetón en el cuello.
Ambos se miraron y se sonrojaron con fuerza, viendo a las ángeles tras ellos.
— ¿Como desveo algo? — Dijo Youngmin asustada, haciendo reír a las chicas.
— Si no quieres no los hagan — Dijo Jihyo con suavidad. La pareja se miró con unos segundos y asintieron.
— Los haremos — Dijeron al unísono.
— Si tu padre no me cuelga del techo estamos bien — Le susurró al oído, viendo ambos de reojo al CEO sentando al lado del jefe, que los miraban con emoción y expectante.
— Por eso preferiría al jefe como padre y no al que tengo — Dijo viendo la mirada sombría del hombre puesta en ellos.
Ambos quedaron frente a frente, y entonces Ryujin y Mina llevaron diferentes tipos de líquidos como chocolate derretido, jugos, pudín, entre otras cosas que Youngmin tendría que ponerse en los labios para que Minho los adivinara. Eran tres en total y Minho tenía dos oportunidades de adivinar por cada uno.
Le colocaron la venda a Minho y entonces Youngmin se colocó primeramente el chocolate derretido, sabiendo que era lo más fácil y que Minho lo adivinaría a la primera.
Al estar lista, el chico se acercó y le sonrió antes de besarla y probar lo que tenía en sus labios, al separarse lo saboreó y ladeó la cabeza.
— Chocolate derretido.
— Correcto. ¡Siguiente! — Avisó Mina.
Youngmin esta vez tomó el limón y sonrió con maldad, pasándolo por sus labios y viendo las miradas divertidas de las chicas y el público.
— Adelante, Minho — Le dijo Ryujin riendo.
El pelimorado la besó nuevamente, pero se separó rápidamente al sentir lo ácido en sus labios y sacó la lengua con asco.
— Que asco, limón — Dijo bufando, escuchando las risas de los demás.
— Correcto. ¡Último!
Youngmin esta vez se pasó los dedos por los labios y llenó estos con jugo de uva, y Minho se acercó a ella y la besó, pero no logró saber que era y ladeó la cabeza.
— Vuelve a probar si no sabes aún — Avisó Mina. Minho hizo caso y volvió a besar a Youngmin al estar ponerse nuevamente el líquido.
— No sé. ¿Jugo de fresa?
— Última oportunidad — Canturrearon ambas chicas. Minho hizo un puchero y se mentalizó.
Al acercarse a los labios de la menor ella le susurró con suavidad.
— Piensa bien tu respuesta, uvita — Minho sonrió y la besó, pero aprovechó para cumplir el primer reto de Youngmin, el besó francés.
Metió su lengua a su boca, sintiendo como la menor se tensó y los gritos de emoción de los demás. La chica salió de su trance y le siguió el beso, y al separarse Minho sonrió satisfecho y decidido.
— Jugo de uva.
— ¡Correcto!
El chico se quitó la venda, viendo a la peliblanca totalmente roja y avergonzada, haciéndolo sonreír con ternura.
Gracias a ella adivinó, pues si le había dicho "uvita", fue por algo.
— Bien Winter, ahora tocan los de Lee Know. Toma el marcador y siéntete libre de escribir tu nombre en grande en su pecho — Dijo Momo dándole el marcador con una sonrisa.
Youngmin lo miró dudosa, y entonces Minho bufó y desabotonó su camisa, escuchando los gritos emocionados del público ante tal acto.
La chica deliberadamente se apoyó en su pecho y escribió su nombre en grande, y al lado puso un pequeño corazón que nadie vio, sonriendo para sí misma.
Minho miró con una sonrisa el nombre y se abrochó la camisa nuevamente.
— Bueno, el último — Dijo Jihyo con nervios. — Pero están en derecho de no hacerlo.
— El que tenga miedo a morir que no nazca — Y seguido de sus palabras besó el cuello de Youngmin, sintiendo su cuerpo temblar por tal acto y por ver la mirada furiosa de su padre por todo lo que había hecho con el pelimorado.
Minho sabía lo delicada que era la piel de Youngmin, así que simplemente succionó su cuello con bastante suavidad, sabiendo que de la marca quedaría como roja por su tono pálido de piel.
Al separarse, le sonrió y chocó los cinco con ella, viéndola sonreír solo para él.
— ¡Felicidades a la pareja por cumplir con honor cada uno de los retos asignados! — Dijo Jihyo aplaudiendo junto al resto.
El resto de la tarde pasó entre juegos y más juegos, y Youngmin pegada a Minho para evitar acercarse a su padre en todo momento.
Y por primera vez en su vida, pasó un cumpleaños diferente al resto.
Tal vez no celebraban su cumpleaños como tal porque nadie lo sabía, pero el simple hecho de estar ahí y participar en toda esa actividad ya era emocionante para ella, y finalmente salió de su monótona vida de cumpleaños.
Estaba feliz, y no solo por estar jugando con los ocho chicos y los demás, sino por precisamente su compañia, ya que Minho nunca la dejó sola en toda la tarde.
— Quiero que por favor recuerdes que soy virgen — Comentó apenas entraron en la habitación de Minho y este cerró la puerta con seguro luego de haber corrido a todos los chicos diciéndole que quería dormir y ellos solo llegaban gritando.
— Lo sé. Pero si no quieres hacerlo no te voy a obligar, Min — Dijo acercándose a ella con lentitud. Ella negó.
— Te dije que sí estando en la empresa, y yo cumplo con mi palabra — Minho hizo una mueca y bufó.
— Eso suena como si estuvieras haciéndolo a la fuerza.
— Okey, sé que es repentino para ambos, pero quiero hacerlo — Dijo con la voz firme viéndolo de frente. Minho la miró dudoso y asintió, acercándose hasta tenerla pegada a su pecho.
— Creí que te gustaría perder la virginidad con alguien a quien amaras — Susurró contra sus labios, sintiéndose deseoso por besarla.
— Tengo un miedo, Minho — Dijo de la nada, confundiéndolo y haciendo que él ladeara la cabeza, dándole la oportunidad a la peliblanca de tomar su cuello y besarlo, sintiendo las manos de Minho rodear su cintura con posesión. Al separarse, ella volvió a hablar. — Mi hermana era virgen, y le quitaron la virginidad violándola.
Minho tragó en seco y asintió lentamente, sintiendo nuevamente los labios de la menor sobre los suyos, y esta vez se sentó la cama con ella a horcajadas en sus piernas.
— Llámame loca, pero no quiero perder mi virginidad por una violación.
— Jamás podría llamarte loca por eso. A ninguna mujer le gustaría — Dijo acariciando su rostro con suavidad, viéndola cerrar los ojos y restregar su mejilla contra la mano ajena, haciéndolo sonreír.
— Prefiero perder mi virginidad contigo y con mi consentimiento que perderla con un bastardo asqueroso que podría joderme la vida.
— Nadie nunca te hará daño, Youngmin. ¿Por qué piensas así? — Dijo con preocupación.
— Mi madre y mi gemela también pensaban eso, y mira como terminaron. Solo quiero prevenirme ese trauma, Minho. Además, tú lo ofreciste.
— Y no me quejo, pero no quiero que vuelvas a pensar en que alguien va a violarte, porque ni los chicos ni yo vamos a permitir que te pase algo, ¿de acuerdo?
La sinceridad y la protección en los ojos del chico le transmitieron unas sensaciones indescriptibles en su interior, y sintió un revoloteo en su estómago y su corazón, y solo pudo asentir sacando una linda sonrisa que Minho le devolvió.
— Gracias — El mayor negó y tomó su mano con suavidad.
— ¿Me esperas aquí? Tengo que ir a la cocina por los condones — Youngmin ladeó la cabeza y sonrió con diversión.
— ¿Por qué tienen condones en la cocina? — Minho alzó los hombros.
— Chan es raro en esos aspectos, no me preguntes a mi porque yo ni siquiera los compré.
— Con razón nadie me deja abrir el cajón al lado del horno — Dijo con diversión, escuchando la risa de Minho. — Pero no te preocupes por eso, no los necesitamos.
— ¿Por qué no? — Preguntó confundido.
— Mamá nos hizo la DIU a Yeongmin y a mi hace dos años en caso de emergencia por si llegaba a ocurrir algo. Precisamente por esa razón mi gemela no quedó embarazada después de eso.
— ¿La qué? — Preguntó sin entender. Youngmin rodó los ojos y negó.
— Confórmate con saber que no puedo quedar embarazada por más que me la metas hasta el fondo.
Minho soltó una carcajada al aire y la miró con diversión.
— ¿Segura?
— Mucho. Cuando quiera tener hijos solamente iré a quitármelo y ya.
Minho asintió y sin mucho apuro volvió a besarla, recostándose en la cama con Youngmin encima.
El beso se volvió más caliente con ese objetivo y entonces Minho cambió de posición y la dejó debajo de él, comenzando a besar su cuello y hombros mientras la menor se quitaba la aureola y la tiraba lejos, acercando el rostro de Minho al tomar su cuello y meter su lengua a su boca, escuchando un jadeo del mayor.
Minho la levantó a Youngmin para jalar las cuerdas el corset, quitándolo de un golpe, dejando sus pechos al aire, donde Minho los lamió y comenzó a chuparlos y amasarlos con sus manos, escuchando los jadeos de la chica bajo su cuerpo.
Youngmin quitó la camisa de Minho y la tiró, viendo con una sonrisa su nombre escrito en el pecho del mayor, que se percató de ello y alejó su boca de sus pezones para bajar su mirada a su pecho.
— Lo disfrutas, ¿no?
— Ni te lo imaginas — Minho rió y volvió a besarla, sintiendo la saliva que él había dejado en los senos de Youngmin tocar su pecho, sintiendo lo duros que estaban estos por la excitación de la menor.
Minho bajó de la cama para retirar la falda de la chica junto a sus medias y plataformas blancas, dejándola con solo las bragas puestas, viendo el rostro sonrojado de la chica desde arriba.
Sin decir nada, alejó la tela que cubría su intimidad y acarició su clítoris con suavidad, escuchándola gemir su nombre, y Minho sintió como su miembros se levantó ante ello y comenzó a dolerle provocándole una mueca en el rostro, pero lo ignoró y abrió las piernas de la menor y retiró las bragas con rapidez, dejándola desnuda a su merced.
Y como la sentía temblar, simplemente fue rápido y acercó su rostro a la feminidad de la menor, lamiendo su clítoris mientras metía un dedo a su entrada, viéndola retorcerse en la cama mientras soltaba jadeos excitantes que solo elevaban la erección de Minho.
Mientras succionaba su punto débil, metió dos dedos y comenzó a bombear con rapidez, robándole suspiros, jadeos y gemidos sonoros a su amante, que estaba roja a más no poder y apretaba sus pechos envuelta en el placer que el mayor le daba.
Estaba tan mojada para ser su primera vez, y Minho lo tomó como algo bueno y lamió su vagina con lentitud mientras movía sus dedos y los sacaba cada cierto tiempo para torturarla, y los volvía a meter con fuerza y rapidez.
Era música para sus oídos escucharla gemir su nombre y soltar sonidos calientes que provocaban más al pelimorado.
Y finalmente la menor se corrió, soltando un fuerte gemido que hizo que Minho jadeara y masajeara su miembros sobre el pantalón, doliéndole como el mismo infierno.
Youngmin abrió los ojos abrumada por el placer y miró el bulto en los pantalones del mayor.
Ella no era idiota, conocía el porno y sabía de sexo, por más que fuera virgen. Así que pensó en algo que podía hacer y se colocó de rodillas sobre la cama y gateó hasta el final donde Minho la miró confundido.
— ¿Qué harás?
No hubo necesidad de responderle porque ella quitó la mano de Minho de su miembro y desabrochó su pantalón con lentitud, viendo el rostro de Minho impactado e impaciente.
Lo bajó de un golpe junto a los bóxers, viendo saltar la erección del pelimorado y escuchándolo jadear de la sorpresa.
— Nena, ¿qué demonios piensas ha-
Bajó su cabeza hacia el miembro de Minho, y sin dejarlo alterarse con aviso, comenzó a lamerlo como si de una paleta se tratase. Minho soltó un sexy gemido que provocó que Youngmin se mojara otra vez.
Con su mano libre, Minho tomó el cabello de su amante para que no le estorbara, ya que esta parecía muy sumida en su papel de lamer su miembro. Pero su uso de razón se fue a la mierda cuando Youngmin lo metió a su boca sin previo aviso.
— ¡Youngmin! — Gimió alto cuando su miembro palpitó ante el placer que se le daba, y la menor siguió chupándolo y sacándolo para lamerlo y masturbarlo con su mano, escuchando los jadeos roncos de Minho endurecer nuevamente sus pezones.
Chupó con fuerza la glande, haciendo que Minho se corriera en parte de su boca y sus pechos, viéndola como sin importarle ese acto, tragó la parte que había quedado en su boca, y seguidamente masajeó el miembro del mayor contra sus pechos llenos de semen. Golpeando y pasando con suavidad su miembro húmedo contra sus pezones erectos, y volvió a meterlo a su boca, haciendo que Minho echara la cabeza hacia atrás y disfrutara del increíble sexo oral que le daba su caliente amante.
— Para ser virgen, eres una maldita diosa chupándolo — Dijo con la voz cargada de excitación. Youngmin sonrió ante el cumplido y sintió como Minho se colocaba sobre ella y la tiraba de espaldas a la cama, sintiendo el miembro del mayor chocar con su entrada.
Jadeó, pero fue callada por los labios de Minho sobre los suyos mientras con su mano alineaba su miembro con la entrada de Youngmin, sintiendo sus gemidos callados por sus labios.
Minho se separó y la miró, pidiéndole permiso para entrar, a lo que ella asintió con nervios y miró la sonrisa tierna de Minho.
— No te voy a lastimar, Younnie — Dijo con suavidad, dejando un besito en sus labios para tranquilizarla. La menor asintió más segura y lo miró a los ojos, dándole la señal que necesitaba.
Minho acarició su rostro con suavidad y la besó, entrando suavemente dentro de ella, sintiendo su cuerpo temblar y escucharla sollozar contra sus labios.
El mayor se separó y la vio como sus ojos grises soltaban lágrimas debido al dolor, y retiró cada una de ellas mientras dejaba besitos por su rostros para calmarla.
— Relájate y respira con tranquilidad, ¿sí? Me moveré cuando te sientas listas — La menor asintió y besó sus labios con ternura, sintiendo las manos de Minho recorrer su figura con lentitud, hasta volver a sus mejillas y acariciarlas con suavidad.
La peliblanca lo miró y asintió, diciéndole que podía moverse. El mayor obedeció y comenzó a entrar y salir con lentitud, escuchando los gemidos de Youngmin bajo su cuerpo.
Sacó su miembro y volvió a meterlo pero con más rapidez, escuchando como ella gemía con más fuerza y se aferraba a sus brazos.
Ambos tenían sus respiraciones agitadas y se escuchaban solamente los chasquidos de cada beso, el choque de sus pieles desnudas envueltas en sudor, y los gemidos y jadeos que ambos soltaban sin control alguno, siendo llevados al cielo y al infierno al mismo tiempo.
Minho la penetraba con fuerza, recordando precisamente que eso había querido hacer desde que la vio con el traje esa misma mañana, y bombeó con más fuerza y rapidez, escuchando los gemidos fuertes de la chica, que le pedía más y más cada vez, volviéndose la mayor sumisa del planeta bajo su cuerpo.
— ¿Te gusta, nena? — Susurró en su oído, penetrándola hasta el fondo, arrancándole un sonoro gemido y sintiendo como asentía con la loca cordura que le quedaba. — ¿Quieres que sea más rápido?
— ¡Sí! — Jadeó al aire sintiendo como el mayor subía la velocidad y la dejaba al borde de la muerte más placentera del mundo.
Y luego de correrse y volver a cogerla con fuerza y rapidez, terminaron la noche llena de placer con un beso y un "feliz cumpleaños" de parte de Minho.
Le quitó la virginidad, la dignidad y le subió el amor y el deseo.
¿Se podía pedir más?
Tener a Lee Minho en su vida era lo mejor que había pedido, y definitivamente no se arrepentía en lo más mínimo haber dejado su cuerpo en manos del pelimorado que le había enseñado lo que era el placer y el deseo en una sola noche.
Y ahora todo estaba bien.
Comencé a las 12:30 de la madrugada y terminé a las 4:00 de la maldita mañana sin descanso.
El capítulo más largo que había escrito fue el especial de Minho y Minyeong en God's Menu con 5019 palabras, pero este se pasó de verga, lo admito.
En fin, espero que les haya gustado el especial del cumpleaños de la nena de Youngmin.
Los tkm <3
Besitos 💋
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