–Mamá iré a jugar afuera –Grito el pequeño niño de apenas 7 años mientras tomaba su balón y subía su bandana.

–Está bien Kai, sólo no te vayas a ensuciar mucho –Grito su madre desde la cocina.

Huening salto feliz y salió de su cuarto para dirigirse a las escaleras y bajarlas rápidamente.

Salió de su casa corriendo para encontrarse con un lugar totalmente solitario. Ya estaba acostumbrado de que en su vecindario no vivieran niños sino, puros adultos con trabajos notablemente aburridos.

Suspiro y tiro su pelota lejos para empezar a seguirla y jugar solo.

Pateó su pelota una vez más tratando de darle a un punto inexacto. Dio una patada leve y la pelota rápidamente giro hasta topar con algo, o mejor dicho alguien. Kai levantó su vista encontrándose con la de un niño, más alto que él.

Él niño aquel se agachó sonriendo y se acercó hacia él menor corriendo –Hey, tú pelota llegó hasta mi casa –

Kai juraba que era un sueño. Había niños en su vecindario ¿por qué nunca lo había notado?

–E-eh perdón, creo que te asuste –Contestó rápidamente apenado –Mi nombre es YeonJun, Choi YeonJun y soy nuevo en este vecindario. ¿Tú eres...?

Kamal abrió sus labios sorprendido tratando de decir alguna palabra, pero le era difícil ya que estaba muy sorprendido.

Al final su lado racional ganó y puso una mano sobre su cabeza –M-me llamó Huening Kai –Respondió el niño –Tengo 7 años –Mostró sus pequeñitos dedos y el mayor soltó una pequeña risa. Huening juraba que era hermosa.

–Tengo 12–Contestó de igual manera.

–¡YeonJun, ven acá! –Grito la madre del castaño y Choi se volteo mirando a su madre enojada sobre la puerta.

–B-bueno, me tengo que ir a casa, mi madre me está llamando –Soltó un poco nervioso y se acercó para darle la pelota en las manos. Se dio media vuelta y se marchó de ahí.

YeonJun...