↳ 𝙋𝙧𝙚𝙛𝙖𝙯𝙞𝙤𝙣𝙚 ↲
El tintineo de las copas chocar no se percibía por la elevada música y si Jungkook tuviera que decir que estaba haciendo justo en esos instantes no sabría como describirlo, las luces fluorescentes cegaba sus ojos y el persistente mareo de esas copas de más de aquel licor dorado que a esas alturas ya había olvidado el nombre tenía su mundo dando vueltas. Esa noche en Ego Club se estaría celebrando la fiesta de fin de semestre para la universidad "La Sapienza", ese día habían rentado ese club por toda la noche y solo estaba permitida la entrada únicamente a los estudiantes, mayores de edad, por supuesto.
Pero Jungkook necesitaba librarse de preocupaciones aunque sea por esa noche, por lo que había bebido si importarle nada, y no podía negar que aceptó gustoso las pastillitas que tomo directamente de los labios de aquel rubio del cual había olvidado su nombre ¿o es que acaso lo conocía?, no tenía idea, pero se estaba divirtiendo, quizás mañana se arrepentiría, o su padre se decepcionaría de él, pero ya no le quedaban neuronas suficientes para pensar y menos cuando estaba sonando a todo volumen Bam Bam de Camila Cabello y él necesitaba desplazarse al centro de la pista y mover sus caderas y que alguien juntara su pelvis contra su trasero para poderse ir a casa feliz, después de un buen polvo claro. Hacía más de un año que no tenía una buena cogida y ya necesitaba un poco de acción, aunque valió mucho la pena no descarrilarse y mantener su promedio como el mejor de su clase, pero en esos momentos estaba de vacaciones y ya podía dejar de ser el chico bueno que aparentaba ser siempre.
El centro de la pista se volvió su lugar y sus caderas eran deseadas por muchas manos, pero nadie se acercaba, quizás aún estaban un poco renuentes a salirse del closet como el pelinegro había hecho hace años, puff, lo que se perdían, o quizás era extraño ver al "nerd" moverse así o quizás era extraño ver a un coreano que vivía en Italia bailar una salsa tan bien como si fuera latino, tantas escusas que poner para explicar el hecho que nadie lo estaba tocando como para sentirse frustrado. Pero entonces sus caderas fueron tomadas con fuerza que sus movimientos se vieron detenidos por una décima de segundos para acoplarse a los más suaves y sexis del contrario. Así que Jungkook se volteó y sus ojos achispados captaron la sonrisa perezosa del contrario, y le gusto lo que sus ojos veían, pero más importante que el revoloteo de su estómago era aprovechar la buena música con alguien que prometía ser una buena pareja de baile, eso no se veía todos los días. Por lo que sus manos se juntaron y con él un, dos, tres básico de la salsa se adueñaron de la pista. Y fue divertidísimo para Jungkook que desde que tomaba clases de salsa no se había encontrado a nadie ajeno a las mismas con quien bailar, y aquel rubio se movía bien, más que bien, y con tres giros un poco descoordinados, el mareo que le entro al pelinegro lo tenía riéndose sin razón alguna y lanzándose a los brazos del desconocido que se veía igual o más ebrio que él.
Cuando la canción llego a su fin, las rizas de ambos no cesaban y solo se vieron interrumpidas por la voz del contrario.
— ¿Y si tomamos algo? - Le invito el desconocido, con una voz grabe y un tono bajo.
— Si invitas, ¿quieres decir que pagas tú? - La risa del contrario fue el sí a su pregunta, y meneando sus caderas se fue a sentar donde el contrario le había indicado que esperase hasta que él regresara y Jungkook sin pensarlo mucho se fue a sentar a la zona apartada donde había una mesa apenas visible.
Mientras esperaba, arreglo su cabello y su ropa, y una vocecita en su cabeza le recordaba que acababa de aceptar una copa con un desconocido que hasta ese momento no se había percatado que toda la conversación que habían tenido hasta el momento había sido en coreano, su idioma natal, el que solo usaba cuando iba a visitar a su mamá a Busan y se sintió bien, y eso solo aumentaba su curiosidad y sus deseos de llevárselo a la cama.
Luego de lo que pareció una eternidad - cinco minutos en realidad— regreso su acompañante con dos vasos vacíos, ambos en una mano, en la otra una botella, rellena de un líquido amarillo brillante que Jungkook creyó conocer.
— Solo pude conseguir esto, espero que sea de tu agrado - Fue lo que dijo el rubio cuando llego a la mesa. — Es un Limoncello un poco fuerte.
— Creo que puedo con ello - Respondió Jungkook - entonces, ¿bailas salsa?
— Viaje a Cuba hace unos años, fue inevitable no aprender.
— ¡Oh! Cuba es muy caliente, como tú.
— ¿Estás coqueteándome? - Cuestiono con una sonrisa de medio lado mientras llenaba los vasos del brillante líquido.
— Ups, me atrapaste.
Y entre palabras bobas y frases sin importancia vaciaron tres botellas de Limoncello, y se hicieron cercanos sin conocerse, sin haber intercambiado más que un misero apodo, tan cercanos como para que Jungkook tomara la iniciativa y le comiera la boca, mientras la música se hacía más lenta.
— No soy Gay - Aclaró V, separando al pelinegro que rio cómicamente, bajos los efectos del alcohol. — No te rías, es en serio.
— Vale, te creo, pero follarme, hoy no te hará gay, lo prometo. — Le dijo no rindiéndose a una buena cogida, esperaba que V, estuviera muy ebrio como para confiar en sus palabras.
Y su respuesta vino en un tirón de parte del contrario, una de sus manos agarraron su nuca y unos labios chocaron fuertemente con los suyos y Jungkook sonrió totalmente encendido, las mariposas en su vientre revoloteando un poco más abajo.
El baño de la planta alta fue testigo del encuentro de sus cuerpos, de sus salivas mezcladas y los suspiros compartidos, Jungkook disfruto que V fuera tan apasionado, apretándolo por todos lados bruscamente, y saboreando su cuello mientras iba desabrochando uno a uno los botones platados de su camisa.
— ¿Si los chupo se siente bien? - Cuestionó V cuando la camisa de Jungkook fue tirada al suelo, y sus pezones oscuros quedaron a la vista.
— Que tal si lo intentas y después te digo - Le ofreció descaradamente, con palabras entrecortadas y unos ojos desenfocados y a V le encanto lo atrevido que podría llegar a ser Nochu (Apodo que le dijo antes).
Con sus miradas conectadas V se deslizó desde su cuello hasta enredad sus labios en el pezón derecho de Jungkook, ganándose un gemido del mismo, gemido que pudo disfrutar, ya que donde se encontraban la música no era más que un tenue suspiro.
— Se siente muy bien - Suspiro, Jungkook y V sonrió mientras mantenía el pezón en su boca y apretaba entre sus dedos el otro.
Pero de repente Jungkook tomo el control, giro sus cuerpos y encaro a V de frente mientras la espalda del rubio estaba contra la pared, levanto la camisa del contrario y se la saco por la cabeza, después arrastro perezosamente sus manos por el abdomen contrario mientras se arrodillaba frente a sus ojos.
— Sabes, te haré algo que estoy seguro, disfrutaras, y no te hará gay, de eso puedes estar seguro. — Y burlándose bajo el cierre de los vaqueros del contrario y saco sin dudar su pene metiéndoselo en la boca de uno.
V, cerro los ojos y llevo sus manos a los negros cabellos de Jungkook, apretándolos cuando fue demasiado el placer que aquella boquita le estaba dando, algo nunca visto, ya que Taehyung odiaba el sexo oral o quizás nadie se lo había hecho tan bien, como para tener que evitar eyacular, aunque le encantaría acabar dentro de esa boca tan dulce. Y quizás el pensamiento le gusto demasiado como para emocionarse más de la cuenta y levantar a Jungkook y sentarlo en el lavamanos y arrancarle los pantalones, literalmente.
— ¿C... Como lo hago? - Cuestiono V con voz excitada y las manos en alto.
— ¿Tienes algún condón? - Cuestiono Jungkook, en cambio, y bufo cuando vio a V negar mirándolo culpable, casi parecía tierno, pero su pene erecto sobre su firme abdomen contradecía la expresión de su rostro. — Creo tener alguno en el bolsillo.
Y si, el momento se vio iluminado por dos condones que sabrían usar correctamente y así fue, follaron esa noche maravillosamente, Taehyung supo en ese instante lo magnífico que era estar dentro de semejante agujero, tan cálido y estrecho, y quizás ese joven, lo había hecho por esa noche olvidar los eventos desastrosos que había vivido esa misma semana, y se dejó llevar por la maravillosa melodía de gemidos que eran solo para él, y deseaba de todo corazón cuando llegara el mañana, olvidar lo que había sucedido hoy.
En cambio, Jungkook, sintió algo que jamás había sentido, o quizás lo sintió en aquel momento, durante su adolescencia, en aquel amor pasajero que no había significado mucho aquellos días, por lo que decidió que le gustaba V, le gustaba mucho y quería más de un simple polvo que estaba seguro no olvidaría jamás, y deseaba no hacerlo. Y cuando soltó el último hilo de semen, luego de un magnífico orgasmo, se decepcionó mucho cuando V salió huyendo, para nunca más regresar.
O eso creía él, ya que la vida se encargaría de volverlos a juntar, quizás no de la mejor manera.
╰►Sivemy
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