Adelaide Schröder siempre fue un tanto extrovertida, por una parte creía conocer a las personas o su forma de pensar, siempre supo y siempre se remarcaba a si misma con la frase "Nada es para siempre", se tacho cómo una persona realista pero no pesimista, para ella no había personas buenas o mala, perfectas o imperfectas, todas se encontraban en un punto intermedio.

Entonces llegó el, alguien sin tanta relevancia en su vida, llego cómo si nada y apareció como si nada, poco a poco se metió en la vida de la chiquilla, y ella sin darse cuenta se enamoró. Un amor jodidamente tóxico, ella haría todo por el, el haría todo para que la chiquilla estuviera bien, incluso si eso implicaba alejarla.

Ella tomó de agarre a alguien que también se estaba hundiendo. Desgraciadamente el lo sabía y lo permitió

El llego cómo una gran ola de problemas, ambos terminaron por ahogarse en los problemas de él.

Con el siempre fueron mentiras, y con ella errores.