🌸2🌸
+
-
∘˚˳° Capitulo 2: "Ranpo, por favor" °˳˚∘
-
+
"Hola a todos." El rubio había ingresado a la oficina llamado la atención de casi todos los presentes.
Tres de los seis que estaban ahí sabían que el rubio tuvo un caso de emergencia antes de poder subir a su tren, así que el que estuviera en la agencia no se les hacía tan extraño; los otros dos chicos miraron con mucha curiosidad al rubio cuestionando el por qué estaba ahí.
"Dejen de mirarme así." Esas palabras fueron dirigidas a Atsuhi y a Tanizaki. Ambos eran los más perdidos.
"Disculpa Kunikida-san. ¿Pero podría saber la razón por la que volvió tan pronto?" El albino fue el primero en tomar una conversación con el de lentes.
"Me han ocurrido unos cuantos problemas en el camino, solo me iré en el siguiente tren." El pelirrojo y el albino asintieron lentamente sin comprender bien todo.
Cuando el rubio estaba por mostrar a la pequeña niña, una mujer de pelo negro corto se abrió paso al lado de Kunikida.
Está vez solo dos chicos entendieron la razón de que la mujer llegara tan temprano.
"¿Yosano-san? ¿qué hace acá tan pronto? Pensé que duraría mucho más en sus compras.." Cuestionó el pelirrojo.
"Y eso planeaba hacer, pero cuando llegue note que la tienda principal estaba cerrada." La expresión de la joven dama cambio a una de fastidio al recordar el aviso que tenían pegado.
"¡Lo lamentamos! La tienda estará cerrada hasta mañana por un problema que tuvimos." Y claro que la pelinegra sabía la razón. Dos estúpidos empezaron a pelear, porque uno de ellos acosaba a una chica, y el novio al darse cuenta de ello se enojó por los comentarios del tipo, al final todo termino en una pelea arruinando varías cosas en su proceso.
"Unos idiotas casi se matan ayer, así que cerraron hoy para arreglar todo lo dañado." Volvió a hablar retomando la razón por la que habían cerrado el local. Unos segundos después continúo hablando. "Aunque igualmente pase a comprar cosas para el pelo, cara y obviamente ropa." Con orgullo mostró dos bolsas bastantes grandes que ninguno había notado.
"Las mujeres dan miedo.." Se dijo a si mismo el albino en un susurro, que claramente fue escuchado por la mujer; recibió una mirada sería.
"Oh cierto. Kunikida, ¿No tenías que ir a otro estado a arreglar algo?" Volviendo al tema original la mujer le pregunto mirándolo, solo que nunca noto la presencia que se asomaba entre su pierna izquierda.
"Sí. Pero tuve que dejar el tren para ir por el caso de la bomba."
Los dos chicos miraron a Kunikida curiosos.
"Es una larga historia, luego la contaré para los niños perdidos. Ahora necesito concentrarme en mi nuevo caso." Estaba por dar un paso y presentar a la niña cuando nuevamente Yosano habló.
"Creo que no lo notaste, pero había alguien más."
"¿Qué? ¿Cómo va a haber alguien más y no lo notaría?" Cuestionó.
"Luego de salvarlos, camine para salir a la superficie nuevamente, pero logré ver a una persona no muy grande en el techo de un túnel viéndonos fijamente, al verme regreso a la oscuridad con pasos suaves y lentos."
Casi todos quedaron sorprendidos por lo que decía la mujer, aunque dos chicos ni siquiera sabían que había sucedido, el hecho de que alguien vigilara una escena del crimen era bastante problemático.
Dejaron el tema ahí por un momento para que cada uno pensará. La mujer intentaba recordar la cara de la persona, pero solo recordaba una silueta negra.
En medio de sus pensamientos una chica logro ver algo moverse rápido por la pierna del rubio. Por reflejó agarro un lápiz en el escritorio con la punta recién cortada, nadie se había dado cuenta de su movimiento, pues este era suave y lento, haciendo que fuera como si siempre tuviera la mano así. Aún intentando agarrar el lápiz para enviarlo, y que con suerte no le pegará al rubio por moverse justo en ese momento, noto como se trataba de una pequeña niña con el cabello rojo oscuro haciendo que también pareciera castaño. Kyouka dejo de acercar su mano al lápiz y volvió a su postura normal.
La niña también había notado eso, por eso mismo se escondió aún más de lo que ya estaba, pero intentando ver algo asomó su cabeza intentando ver algo, fue cuando su mirada se topo con la otra chica, vió como está bajaba su mano y volvía a estar relajada al verla; suspiro aliviada al notar aquello.
Los agentes habían terminado su momento pensando y volvieron a retomar el tema.
"Podría haber sido un niño, pero teniendo una habilidad que le permite pegarse al techo dudo que hubiera aceptado estar con el tipo." A los oídos de cualquier otra persona era bastante obvio el que un niño no escapara teniendo una habilidad así, más que todo por ser un niño, pero a los oídos de los agentes les pareció aceptable.
A lo que investigaron, ningún niño quería estar ahí realmente, y con la oportunidad perfecta podrían escapar un poco, o al menos uno, además tomaban en cuenta que una niña antes de morir les dijo una razón del porque no escapaban de ese loco, y que, ningún niño tenía alguna habilidad.
"Además, el cuerpo era muy grande para ser un niño, aunque tampoco era taaaan alto. " Dijo Yosano nuevamente.
Atsuhi había pronunciado en voz alta: "Chuuya-san."
Ni siquiera tiempo de escuchar bien lo dicho por Yosano pudieron.
"¿Chuuya-san?" Pronunció Kenji alegre por la mención del hombre.
"¿Eh? ¡A-ah!"
<Exelente Atsuhi. ¡¿Ahora como les explicas todo si que te tachen de traidor o loco?!> Pensó mientras sus mejillas se iban poniendo rojas poco a poco.
"Ve-veran. Últimamente le he encontrado con Akutagawa muy seguido y en una de esas me dijo: "Ahora no tengo tiempo, estúpido Jinko. Necesito ir a ver a Chuuya-san, así que, ¡hazte a un lado!" Me empujó y se fue, luego de eso Kyouka-chan me dijo que era un gran ejecutivo de la Port Mafia con la habilidad de manipular la gravedad, en otros objetos o personas, incluso en él. Por eso lo pensé..."
La versión real, fue que Atsuhi salió a dar un "paseo" casi a media noche para encontrarse con Akutagawa en donde siempre, luego de un rato de silencio el albino intento sacar conversación, haciendo que este le dijiera que estaba trabajando con Chuuya.
Igualmente nadie le creía lo que había dicho y se hacían una vaga idea de lo que realmente paso. Atsuhi era malísimo para mentir.
"Habría una posibilidad de que fuera él, ¿Pero que estaba haciendo alguien de la Port Mafia ahí?" Pregunto Yosano. Pronto todas las mentes de la agencia estaban ocupadas haciendo sus teorías.
"¿Entonces puede volar?"
Una nueva voz que nadie reconoció habló.
La mayoría se puso alerta. Yosano había sacado un bisturí, y realmente nadie le iba a preguntar de donde había sacado uno si casi no había pasado tiempo en su clínica. Tanizaki estaba a la nada de activar nieve tenue. Atsushi había activado su mano derecha en su habilidad convirtiéndola en una pata de un tigre, y Kunikida saco una hoja de su cuaderno, venía escrito "pistola".
"¿No es la voz de..." Dijo Kunikida cuando había terminado de apuntar al posible enemigo.
"¡Vaya! No sabía que Kunikida también era agresivo~." Dijo la "amenaza".
Kyouka había visto como la niña salía repetidas veces de su "escondite" para escuchar mejor, y obviamente había visto cuando salió por completo en medio de las piernas del rubio, este ni se había dado cuenta, eso le había causado algo se risa.
Kenji era otro que también había notado la presencia de la niña. Este la había visto un poco después de que Kyouka la encontrará, saludo pero nadie lo noto, así que bajo la mirada, pero nuevamente subió con una gran sonrisa al escuchar el nombre de cierto pelirrojo.
"Ah...es solo Aya." Dijo tosiendo un poco y guardando la hoja.
"¡¿Solo?! ¡Es la grande Aya Kouda la que tienes al frente tuyo, recuérdalo bien, Kunikida!" Su pone consistía en las manos en su cadera y el pecho algo inflado demostrando superioridad.
"Cierto...la razón principal por la cuál volví a la agencia fue por ella..." Todos miraron a los dos analizando. Solo la doctora y la ex-mafiosa pudieron hacerse una idea de que era.
"Nunca dijieron si ese tal Chuuya vuela o no."
"¡Sí lo hace! Cuando lo vuelva a ver le diré para que nos haga volar." Ahora el más sospechoso era Kenji.
"¡Increíble! Yo también quiero tener la habilidad de volar"
El de lente tosió interrumpiendo la animada conversación entre los dos chicos.
"Vinimos acá para resolver un caso, no para hablar sobre un mafioso."
Tomo a la niña de la mano y la jalo hasta donde se encontraba Ranpo desde hace un buen rato leyendo un libro, por curiosidad desvió su mirada al título y al leer el nombre del autor supuso porque no se había metido en la conversación a joder o alardear sobre si mismo.
"¿Nuevamente lees un libro de ese tal Edgar Allan Poe?" Habló el rubio llamando la atención del castaño por primera vez en todo en día.
"¿Qué puedo decir? Es un buen libro.."
"A lo que noto, está dirijido hacia alguien especial para ese Poe."
"Y ese soy yo, por eso mismo es interesante....nunca pensé que pudiera publicar algo de...amor." y la niña sin ni siquiera saber quién era empezó a soñar una vida de ese tal Edgar con el chico que tenía al frente.
"Se que escribe terror, ¿Pero amor?"
"Quedé igual al verlo en la librería cuando fui con él, creo que quería que lo leyera..."
"Están verdaderamente enamorados~." Dijo la niña con toda la confianza del mundo.
El detective asintió y luego envío su cara sonrojada en medio de las páginas.
"¿Aún no son nada?" Pregunto Kunikida ignorando el baile de Aya representando a los dos enamorados.
"Aún no, pero pienso decirle todo hoy...hoy....hoy...¡¡AAAH!"
"Te ayudaré con tu confesión, pero primero ayúdame con algo." Le propuso el rubio, el contrario saco su cara aún sonrojada de aquellas páginas y miro a la niña y luego a el. Vió la sonrisa del rubio asomarse, era obvio que Ranpo ya lo sabía.
"Me niego." Fue lo que dijo antes de que alguien más pudiera decir algo.
"Bien, eso me lo esperaba...al menos di el por qué."
"Sería aburrido descifrar todo en menos de cinco segundos."
"Lo sé, pero es lo mejor que me puedes dar a cambio de que te ayude con tu enamorado."
Pronto una alarma sonó asustando a unos pocos. El reloj de Kunikida era el responsable de aquel tono tan alto.
"Tú tren llegará pronto...será mejor que vayas por el o lo perderás nuevamente."
"Bien, haz ganado esta vez. Pero créeme que cuando vuelva haré lo posible~" Su voz se vió interrumpida por Ranpo.
"Dudo que sea necesario."
La niña sabiendo que hablaban de ella presto atención a todo, y podía decir libremente que no entendía nada de lo que decían ambos detectives.
"¡Ve con cuidado! Para cuándo llegues habrá sorpresas."
"Espero que una sea tu nuevo novio, Ranpo."
Este miro el nuevo libro que acababa de comprar y luego hacia la ventana.
"Verás que así será." Termino por decir antes de darse la vuelta y seguir en su lectura muriendo de vergüenza y amor cada que decía algo lindo el libro.
"Mocosa. Necesito salir a otro estado por unos días, cuando vuelva continuamos el caso, ¿si? "
"¡¿Unos días?! ¡Seguro mis padres habrán muerto!"
El albino que pasaba cerca de Kunikida fue jalado hacia el nombrado anteriormente.
"¡¿Ee-eh?!" Casi se cae, pero al estar al frente de la niña hizo que le diera vergüenza caerse por eso, así que intento mantener todo el equilibrio que pudo.
"Él es Atsuhi Nakajima, y te cuidara por mientras, ¿Okay?"
El rubio era conciente de que sus madres la dejarían tirada en la casa sin preocuparse nada por la niña, y prefería confiar en uno de sus compañeros, a dejarla sola en la calle durante días hasta encontrar a sus verdaderos padres, aún arriesgándose de que estos no la quisieran ni cerca.
"¿Me encargo del caso?" Dijo el albino, demasiado perdió a su parecer.
"Decía de cuidarla para que no estubiera sola... aunque no es mala idea."
Nuevamente el sonido había vuelto aún más molesto. El rubio apagó todo y salió corriendo gritando un "te lo encargo todo Ranpo". Pues sí, el rubio tenía la suficiente confianza en el castaño como para dejarle todo el problema que había causado el mencionar unas simples palabras, y estaba conciente de que incluso podría llegar después de un mes y encontrar todo tal y como lo dejo, hasta a Aya, solo que en ves de estar bajo un techo estaría en la calle buscando peligro. Y, claro que entendía todo lo que podría pasar al aceptar la petición de la niña, pero ya era muy tarde como para decirle un "no" a la pequeña, y es que había estado más animada y tranquila desde que llegaron, y de alguna manera se vió aún más obligado de cumplir con su caso.
Atsuhi que ahora era el encargado de la niña miro a Ranpo en busca de que hacer, este apartó su mirada del libro y luego volvió a el, ya había leído mil veces las palabras escritas en ese verso, y cada que lo leía otra vez sentía como se moría.
La niña se acercó y le dijo al albino:. "¿Este es el famoso "mejor detective del mundo"? Parece una colegiala encontrando su amor", y varios en la agencia rieron por el comentario de la niña.
"¡Oye! ¡Sí soy el mejor detective del mundo! Pero no hago casos de encontrar a padres de niñas."
"Pues un detective tendría que aceptar todo tipo de misterios si en verdad quiere ser el mejor." Ranpo abrió los ojos sorprendido, miro a la niña y luego a la pila de documentos que tenía en frente, hizo ese patrón unas tres veces, para luego cerrar los ojos y con una expresión de molestia aceptar. Habían dañado su orgullo con un poco de palabras, y era algo que no todos los días lograban ver los miembros de la agencia.
"¡Bien! Ayudaré, pero solo porque Poe-kun vendrá en diez minutos." Mintió con lo último, aunque en realidad el nombrado si llegaría en ese tiempo.
Ranpo llamo a Atsuhi a la niña, ambos se sentaron y prestaron atención.
"Dazai y Atsuhi quedarán cargo del caso." Y nadie podía creer lo que escucho, menos el castaño, que en verdad no lo podía escuchar; este se había retirado desde hace ya, bastante rato para ir a comprar vendas.
"¿Dazai-san? No es por ofender, pero ni siquiera puede con unos simples informes, me dejara todo a mí.." Hablo Atsuhi sabiendo que era verdad lo que decía.
"Lo sé, y por eso mismo quiero que ambos trabajen en este caso, será divertido y especial.," Atsuhi miraba la sonrisa de Ranpo, y un mal presentimiento le llegó.
"Bien...¿Y luego qué? ¿Cómo encuentro los padres de la pequeña?"
Ranpo era difícil de leer, pero se notaba que estaba haciendo todo a lo loco para poder tener tiempo de arreglarse antes de que llegará su futura pareja.
"Es pelirroja con algo de castaño, sus ojos celeste, solo busca gente así y ya." ¿Solución rápida? No lo era, hasta la niña sabía que no lo era y Ranpo solo lo había dicho porque sí.
"¡Bien! Ahora sí les ayudaré, pero me deben un gran queque de fresa." El albino asintió, al mismo tiempo sintió como su cartera fue lastimada por un gran precio, y temió quedarse sin dinero para su salida con Akutagawa, aunque esté último pagaría todo como siempre.
"El trabajo quedará en manos de Dazai y de tí, solo les daré dos pistas, luego tendrás que verte las solas." Y dos pistas era mucho según Ranpo, pero para Atsuhi eran tan pocas...
La niña se había percatado del nuevo intruso en la agencia, un chico alto de cabello castaño con mucho cabello, y un mapache en su hombro. Salió corriendo a jugar con el pequeño.
Ranpo también se había percatado, y apenas dejo de escribir las dos pistas salió corriendo a darle un fuerte abrazo al más alto, por suerte de todos al mapache no le pasó nada gracias a la pequeña que había conseguido su atención.
"Creo que tienes algo en el cabello, ¡Vamos al baño!" Sin ni un "adiós" ambos se fueron corriendo, o bueno, Ranpo intentaba correr y jalar al más alto que llamaba a su mascota, este pronto le hizo caso y perezoso lo siguió; quería recibir más caricias por parte de la niña.
Atsuhi lo había leído todo y no entendió lo primero.
Yosano lo leyó y no entendió lo primero.
Kyouka lo leyó y no entendió lo primero.
Incluso Tanizaki lo había leído y no lo entendió.
Mucho menos la niña lo entendió.
"¿Mi madre es hombre..?" Dijo la niña al leer el papel con dos pistas muy detalladas para su caso.
。:゚゚:。
Aveces no es tan malo meter relleno de mis otros ships favs, ¿No?
¡Gracias por el apoyo y discúlpeme las faltas de ortografía al igual que la tardanza para sacar este bello cap! (?
Se supone que mañana lo publicaría, pero hoy lo arregle así que se publica hoy o nunca lo haré por pereza.
~terminado: 14 de agos 22~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top