❲ ¿estás insinuado que estoy gordo? ꕥ❳

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Oí que las felicitaciones están al orden del día, Su Majestad.

—Oh, pasa WonWoo—dijo JungKook abrazando a su hermano—. Las noticias corren rápido.

—Son noticias espléndidas y no ha sucedido en años —sonrió WonWoo—. Así que, felicidades de nuevo, hermano. Siempre te gustó hacer las cosas a tu propio modo.

—Sí, pero el médico nos advirtió de las complicaciones que podrían ocurrir durante el parto.

—Creo que deberías preocuparte desde ahora. ¿No fuimos advertidos por nuestro padre? —Por primera vez, WonWoo estaba serio.

Recuerdo muy bien sus advertencias, WonWoo.

El fallecido Rey Supremo tuvo sólo dos hijos. JungKook creció sin su madre, quien murió dándolo a luz. La madre de WonWoo era la concubina favorita de su padre y murió de causas misteriosas. Se realizaron investigaciones, pero nunca se conocieron las causas de su muerte. Su padre sospechaba que alguien dentro del Harén era el culpable pero sin pruebas poco podía hacerse.

La comida de SeokJin siempre es probada antes de ser servida y ahora tiene a ChanYeol como su guardaespaldas.

—¿ChanYeol? ¿Tu propio guardaespaldas?

—Él merece lo mejor. —Dijo con sencillez JungKook.

Ten cuidado, JungKook. La traición está en todas partes.

—Lo sé.

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¿HoSeok?

—Su Majestad. Ha pasado mucho tiempo.

—Me disculpo por ello.

—Está bien. Oí decir que SeokJin está embarazado. Felicidades, Su Majestad, ahora tiene a su heredero.

—Gracias, HoSeok. Siempre puedo contar con tu gentileza.

—Si me permite el atrevimiento, Su Majestad, ¿por qué está aquí hoy?

—¿No puedo visitarte?

—Su corazón no ha estado conmigo desde que SeokJin llegó.

—Parece que la honestidad de SeokJin está alcanzando a todos a mi alrededor —dijo irónicamente JungKook.

—Así que esa es la verdad —murmuró HoSeok tristemente.

JungKook se acercó y tomó al hombre más pequeño entre sus brazos —Lo siento, HoSeok.

—He extrañado su contacto —HoSeok inhaló el perfume de JungKook, mientras lo apretaba con fuerza. Unos momentos después, se alejó—. Dígame Su Majestad, ¿por qué está realmente aquí?

—Gracias, HoSeok —dijo JungKook.

—¿No va a quedarse a pasar la noche? —preguntó
melancólicamente.

Yo… —JungKook se quedó sin palabras.

HoSeok suspiró —Está bien, Su Majestad. Comprendo.

—De nuevo gracias... por todo —JungKook hizo una pausa—. Si no fueses parte de mi Harén, ¿dónde estarías?

HoSeok pareció sorprendido antes de responder —No sé, Su Majestad, nunca he pensado en ello.

—Ya veo. Bien, te doy las buenas noches, mi hermoso HoSeok —JungKook lo abrazó mientras besaba su mejilla antes de dirigirse hacia la puerta.

—¡Majestad! —llamó HoSeok.

JungKook se volvió —¿Sí?

—No he oído nada, pero eso no significa que todo esté bien. Por favor, dígale a SeokJin que sea cuidadoso. No me cuentan todo.

—¿Por qué no se lo dices tú mismo?

—Hay un límite para mi gentileza, Su Majestad —dijo HoSeok con una sonrisa irónica.

Entiendo. Gracias, HoSeok.

—Esta es la tercera vez que me agradece hoy —dijo con amargura.

Quiero decirlo a cada momento.

—Sé que es así —respondió HoSeok en voz baja.

JungKook oyó cerrarse la puerta, mientras caminaba por el pasillo.La seguridad de que HoSeok no sabía nada, no lo alivió, no podía bajar la guardia. La vida de SeokJin y su hijo estaban en juego y él los protegería con todo lo que tenía.

Entró en la habitación que ambos compartían y lo vioacostado de lado. No quería más que rodear con sus brazos a SeokJin y abrazarlo. Aproximándose a la cama se arrodilló para observar su rostro relajado por el sueño.

—¿Estás mirándome otra vez?

La risa de JungKook aumentó su volumen —¿Estás despierto?

SeokJin abrió los ojos, su sonrisa se reflejaba en su mirada desmintiendo su tono de reproche —Es difícil dormir con alguien observándote. Asusta.

—¿Sí? —JungKook se levantó para sentarse en la cama, su mano acarició la mejilla del otro hombre— ¿Por qué no estás dormido, bebé?

—Porque no estabas aquí —respondió SeokJin.

Podía ver la tristeza en los ojos de SeokJin antes que intentara esconderla, dejando su rostro en blanco.

Vengo de la habitación de HoSeok —dijo JungKook abruptamente.

Oh —los ojos de SeokJin se abrieron antes de que los cerrara. Incluso en la oscuridad, JungKook podía ver las lágrimas en sus pestañas.

No dormí con él, SeokJin.

—¿Qué? —SeokJin abrió los ojos.

Sé que quieres que sea justo con los demás. De manera tal que pueda asegurarme un heredero si tú embarazo no llega a término. Sí, MinSeok me dijo, porque tú no lo harías.

—Yo...

—No he terminado, déjame hablar —JungKook hizo una pausa y al ver el asentimiento de SeokJin continuó—. Lo intenté… intenté dormir con mis concubinos, pero después de la última vez cuando casi grité tu nombre mientras me aliviaba en otros brazos, me di cuenta que no podía continuar. Entendí entonces, que no deseo un heredero, SeokJin. Yo sólo te quiero a ti y a nadie más. La última vez que me acosté con otro fue hace dos meses. Pídeme cualquier cosa, SeokJin, pero no me empujes hacia otra persona. Tú estás esperando a mi hijo y no tengo necesidad de nadie más —JungKook acarició el vientre redondeado de SeokJin amorosamente.

Yo… te amo JungKook.

—Lo sé, SeokJin. Lo sé. Yo también te amo, pero ya lo sabes.

—Sí, lo sé.

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Ya no puedo abotonarme los pantalones. Estoy sólo de tres meses, ¿MinSeok?

—¿Tal vez debamos llamar al sastre en breve para tomarle nuevas medidas?

—Probablemente. Mi vientre crece día a día.

—Tengo que confesar que, para estar de tres meses, su vientre es más grande que lo habitual.

—Hmmm, ¿podría ser porque soy un hombre?

—O porque está comiendo más ahora —bromeó MinSeok.

—¿Estás insinuando que estoy gordo? —rió SeokJin.

Claro que no, Mi Señor. No me atrevería.

—Hablando sobre eso, mi comida está tardando más de lo normal hoy.

¿Quizás porque pidió tarta de cereza por la mañana?.

—No soy yo quién quiere —SeokJin apuntó hacia su estómago.

Echándole la culpa a nuestro hijo, ¿SeokJin? —JungKook se deslizó detrás de él y lo abrazó, descansando sus manos sobre el vientre ligeramente distendido.

—¡JungKook! —gritó alegre, cruzando sus manos sobre las más grandes de JungKook.

Me retiro con su permiso, Majestad, Mi Señor —MinSeok les sonrió a ambos hombres antes de salir, quienes habían olvidado que aún estaba en la habitación con ellos, su partida pasó inadvertida.

Así que dime, ¿cómo te fue en la Corte hoy? —preguntó SeokJin—. Ya que no me permites acompañarte a las sesiones.

—¿Todavía te quejas por eso?

—Estoy aburrido hasta la muerte, JungKook. Me prohibiste un montón de cosas.

—Eso es porque me preocupo.

—Lo sé. Y por eso te escucho —dijo SeokJin antes de sonreír—, casi siempre. Cuéntame cómo están los reinos y si mis sugerencias fueron consideradas.

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se viene dramita jeje, namás pa advertir y grax x leer. (≧▽≦)

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