—¡Felix! —Gritó Chan, queriendo que Felix le haga caso.

Felix no dijo nada y lo ignoró mientras subía las escaleras.

—¡Oh, vamos! No es para tanto —Dijo Chan siguiendo a Felix.

Nuevamente Felix lo ignoró.

Abrió la puerta de su habitación y entró sin cerrar la puerta ya que Chan venía tras él.

—Liiiiiiiiiiiiiix —Alargó Chan, sentándose en el borde de la cama.

Felix se recostó en la otra punta de la cama, y le dio la espalda.

—No era mí intención romper tu racha de asesinatos... —Dijo Chan en un tono bajo.

—¡Ya tenía las cuatro kills! ¡Una más y me marcaba la penta! —Dijo Felix exaltado, sentándose de frente a Chan.

—Lix es solo un juego —Dijo Chan.

Felix volvió a recostarse dándole la espalda a Chan.

La puerta se abrió dejando ver al pelinegro con una expresión extrañada.

—¿Por qué estás gritando Felix? —Preguntó el padre con cierta confusión.

—Estaba jugando al League of legends con Chan... ¡Y me robó una Kill! Por su culpa no pude hacer la penta kill —Dijo Felix deprimido sin moverse, y sin abandonar su posición.

Chan miró al padre de Felix, suplicándole que le ayude.

El pelinegro sonrió.

—¿Y tú por qué te metes en su racha de asesinatos? Lix está en todo su derecho de enojarse, yo también lo habría hecho —Dijo divertido el pelinegro.

Chann hizo una mueca.

—Bueno, ya váyanse a dormir, es la una de la madrugada —Dijo el pelinegro, acercándose al interruptor y sin avisar apagó la luz— Ya duérmanse.

Sin mas el pelinegro salió del cuarto cerrando la puerta.

Chan suspiró y volvió a mirar a Felix.

Luego se recostó junto a él.

—Lamento romper tu racha...—Dijo Chan, abrazando la cintura de Felix.

—Te vuelves a meter con mí racha de asesinatos, y te juro que me marcaré la penta, pero tu muerte será la quinta —Dijo Felix con seriedad.

—Que violento... —Dijo Chan con algo de sorpresa.

Felix sonrió, y se acomodó mejor en los brazos de Chan.

Buenas noches.