01 - LOVER
LOVER – TAYLOR SWIFT
Pov: tienes una cita a escondidas con Draco y ciertas personas se dan cuenta de su relación.
Nombre: _____ "y/n" Whistledown
Casa: Slytherin.
Edad: 18 años.
Séptimo año de Hogwarts (Post guerra).
Desde que la guerra mágica terminó, mantenías una relación amorosa con nada más y nada menos que con Draco Malfoy, sí, él chico inalcanzable de Hogwarts y el sueño de muchas.
Provenías de una familia mestiza, y al principio de tu relación con Draco, ese hecho te causaba mucha inseguridad, por evidentes razones, pero con el paso del tiempo pudiste ver en tu novio algo que los demás no pueden ver; El cambio que tuvo luego de la guerra. En su gran mayoría de alumnos en Hogwarts, seguían pensando que era el típico Malfoy extremadamente egocéntrico, narcisista y arrogante que solo pensaba en el dinero, el poder y el estatus de sangre. Y para ser sensatos... él no demostraba que había un cambio, seguía siendo el mismo arrogante de siempre, pero con la excepción de que no va por los pasillos con sus dos gorillas insultando a cada persona que no compartía sus ideales.
Tú estabas ahí, en su habitación, contemplando su perfecto rostro mientras leía, que parecía esculpido por el mismo Merlín o los mismos Dioses del Olimpo, solo sabías que te era casi imposible quitar tus ojos de él.
—¿Qué me miras, amor? —Preguntó Draco aun manteniendo su vista en el libro.
Apoyaste tus codos en la cama y batiste tus pestañas viéndolo.
—Tu belleza sobrenatural.
—¿Qué? —Contesta desconcertado volteando a verte riendo.
—¿Lo dije o lo pensé? —Preguntas cerrando tus ojos con una mueca.
—Lo dijiste.
—¡Ay no! que tonta, ahora tendré que aguantar tu egocentrismo. —Reprochas tirandote a la cama quejándote.
Draco cierra su libro con una sonrisa por tu actuar y se acomodó para abrazarte por la cintura.
—¿Y si es así? ¿Qué? Siempre me sigues el juego... mentalmente, pero lo haces. —Bromeó Draco.
—Sí, pero a veces eres tan molesto que tengo que callarte con un beso.
—Adoro cuando lo haces. —Susurra besando tu mejilla.
Iniciaron una sección de besos románticos y tiernos, que se alargó por unos cuántos minutos.
Tu cabeza llevaba días vagando una idea que se te había ocurrido mientras caminabas por el Lago Negro, pero no estás del todo segura que el rubio fuera a aceptar.
—Amor... —Llamas su atención.
—¿Si?
—Ammm, últimamente he tenido ganas de que tuviéramos una cita, así como las que teníamos cuando empezamos a salir. —Sugieres mordiendo tu labio inferior nerviosa.
—Cariño, ya hemos hablado de esto.—Recordó Draco colocando su libro en la mesita de noche mientras se acomodaba.
—Lo sé pero... quiero pasar tiempo contigo más allá de la Torre de Astronomía y tú habitación, no és que no me guste, solo quiero... algo diferente.
Draco, soltó una leve risilla negando con la cabeza levemente de un lado a otro, acercando tu cuerpo hacia su pecho.
—Si te digo que sí... ¿Qué me darás a cambio? — Interroga arqueando una ceja con fin de intimidarte.
Te acomodaste en su pecho, rodeando tus brazos alrededor de él y colocando una de tus piernas encima de sus caderas, esbozando un tarareo fingiendo pensar.
—¿Mí amor? —Indagas burlonamente.
—Ya lo tengo, niña bonita. —Responde en tono arrogante, guiñándote.
Pones tus ojos en blanco golpeando levemente su pecho.
—Idiota.
—Así te enamoraste de mí ¿O me equivoco? —Cuestiona mirandote.
—Si, si, pero ese no es el punto, el punto es que quiero tener una cita con mi novio después de tanto tiempo y él solo está evitando responder.
Separas sus cuerpos sentándote en la cama con los brazos cruzados haciendo un leve puchero. De verdad querías esa cita, querías algo de adrenalina en tu vida de nuevo, la rutina te estaba empezando a abrumar, a pesar de que todo lo que tenga que ver con Draco te encantaba y te llenaba, necesitabas un cambio.
Draco suspiró sentándose, mirándote en forma de reclamo.
—Bien. —Habló entre dientes.
—¿Bien?
—Bien, tendremos la dichosa cita. —Sentencia mirándote con una sonrisa de lado. —Simplemente no puedo negarme a esa cara de angel que tienes, bonita.
Miraste a tu novio son una sonrisa de oreja a oreja, chillando como si de una niña chiquita se tratase, dando saltitos en la cama de la emoción; No podías creer que lo habías convencido.
—¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! —Exclamaste con entusiasmo.
Te abalanzaste sobre él repartiendo besos por todo su rostro soltando risitas, haciendo que el rubio riera también y sostenga tu cintura con firmeza.
—Adoro cuando me das este tipo de afecto.
—Tal vez lo haga más seguido. —Sugieres inclinándote a besar sus labios.
—Entonces ¿Qué tienes pensado? —Pregunta acariciando tu cintura.
—Será una sorpresa. —Susurras sobre sus labios.
[...]
La sala común de Slytherin estaba casi desierta, con la excepción de unos cuantos alumnos que seguían despiertos charlando a altas horas de la noche: Pansy Parkinson, Theodore Nott, Blaise Zabini y Draco Malfoy. Los cuatro chicos, tenían la costumbre de a veces hacer una especie de reunión intima entre ellos, para charlar de sus vidas o simplemente de lo que vivieron en la semana.
—La profesora Mcgonall, el otro día nos cachó a Pans y a mi en plena sesión de besos. —Comentó el moreno soltando una carcajada.
—¡Por Merlín! ¡Fue tan vergonzoso! —Exclamó Pansy con su rostro undido en sus manos. —Nos bajo 5 puntos a cada uno por "afecto subido de tono en instalaciones públicas". —Ironizó negando divertida.
—Desde entonces, cuando la vemos es realmente incomodo. —Relató Blaise.
Draco y Theo soltaban carcajadas que les provocaba un dolor el estomago.
—Solo a ustedes se les ocurre darse ese tipo de besos en los pasillos de la escuela. —Bromeó Theo.
En ese momento, habías entrado a la sala común después de un largo día con tus mejores amigos, Harry Potter, Ron Weasley y Hermione Granger. Todos en Hogwarts los conocían como el cuarteto de oro desde su primer año en las instalaciones. A pesar de que eres Slytherin y no Gryffindor como ellos, lograron entablar una amistad muy linda y firme a través de los años.
Sabías de las charlas nocturnas semanales de Draco y sus amigos, pero jamás pensaste en encontrarlos en plena reunión.
—¡Whistledown! ¿Cómo estas? ¿Qué tal todo? —Saludo animadamente Pansy.
No te llevabas mal con el grupo de tu novio, pero jamás fuiste cercana a ellos. En el pasado solían molestarte por ser mestiza y por formar parte del cuarteto de oro, pero como todos, o bueno, la gran mayoría, cambiaron y se disculparon por sus actitudes inmaduras.
—Hola chicos. —Sonreiste moviendo tu mano. —Todo bien ¿Y ustedes?
—Bien, bien, aquí pasando el rato. —Alardeó la pelinegra.
Intentabas en la medida de lo posible evitar a toda costa mirar a Draco, no porque no quisieras verlo, habías añorado todo el día con sentir su calor y su amor, sino porque si lo mirabas ibas a caer rendida en sus profundos ojos azules grisaceos y se te iba a dificultar aguantar las ganas de besarlo y abrazarlo.
—¿Qué haces merodeando a estas horas? —Interrogó Theo con una ceja arqueada.
De inmediato, sentiste la mirada penetrante de Draco buscando la misma respuesta que Nott, pero con mucho más interes.
—Y-yo estaba con Harry en su habitación. —Tartamudeaste al hablar.
—Miren nada más la cazanova que te has convertido, Whistledown, no te recordaba así. —Bromeó picaron Blaise.
Sentiste como el calor subía a tus mejillas por el comentario de Blaise. En ese mismo instante miraste a tú novio, que permanecia con un semblante serio mirandote, causandote un escalofrio por la espalda.
—No, no, no es lo que piensan. —Reíste nerviosa. —Harry necesitaba ayuda para prepararle algo especial a Ginny por su aniversario, nada más.
—Awww. —Abucheo de desilución Theo. —Yo siempre los shipee, pensé que terminarian juntos.
—Pienso lo mismo. —Adquirió Blaise.—Pero dinos ¿Hay alguien con quién estes saliendo o algo por el estilo?
Te tensaste por completo, miraste a tu novio disimulando lo alarmada que estas, no es como que simplemente les dirías "si bueno, tengo una relación con Draco hace más de 1 año, pero no hemo smdicho nada por el que dirán", sería completamente incómodo.
—Ya dejenla chicos, pobrecita, la están bombardeando con sus tonterías sin sentido. —Reclamó Pansy. —Lamento que estos idiotas te molesten con este tipo de cosas, ______.
—No hay problema, se que están bromeando. —Tranquilisaste sonriendo. —Tengo que irme a la cama, mañana tengo cosas importantes que hacer, buenas noches.
—Buenas noches. —Despidieron al unisono.
Te fuiste yendo del campo de visión de los chicos mientras subias las escaleras, serciorandote de que no te vieran, entraste a la habitación de Draco, siendo él mismo el último en dejar de ver hacia donde segundos atrás habías estado.
—Estas muy cayado, Dray, ¿Todo en orden? —Preguntó Zabini palmenado la espada del rubio platinado.
—Si, todo esta en orden. —Contestó mientras sonreía levemente aun miradno las escaleras.
[...]
—Entonces, ¿Qué haremos el fin de semana? —Preguntó Hermione tomando un sorbo de su café.
—Podemos ir a dar un paseo en Hodsmeade. —Argumentó Harry buscando a Ginny con la mirada.
—Siempre vamos a Hodsmeade, que aburrido. —Bufó Ron.
Era una mañana de jueves en el castillo, estabas sentada en la mesa de Gryffindor del Gran Comedor, desayunando tranquilamente con tus amigos.
—Mmm, yo no puedo este fin. —Comentaste mirando a tus amigos.
—¿Por qué no? Siempre salimos los fines de semana o hacemos algo aquí en el castillo. —Reprocha Harry, fijando su viste en ti.
—Lo siento, enserio, pero tengo algo importante que hacer. —Te disculpaste encogiendote en tu haciento.
Y no era para menos, el sábado por fin tendrías tu cita con Draco y no lo pospondrías por nada del mundo.
—¿Qué harás? —Preguntó curioso Ron.
—¡Ronald! ¡No seas chismoso! —Reprochó Hermione.
—Tranquila, Herm. —Le diste una sonrisa. —No puedo ir porque... ¿Tengo que ayudar a los niños de primer año con pociones? Si, si, tengo que ayudarlos, ya saben, es cargado el trabajo de ser prefecta y la mejor en la clase. —Comentaste intentando sonar segura.
Tus tres amigos, se limitaron a darte una mirada extraña y seguir con su desayuno.
[...]
El día había llegado, finalmente sería la cita que tanto anhelabas, habías planificado todo a la perfección, desde que despertaran hasta que iban a comer.
Draco seguía dormido, tú recién habías salido de la ducha, estabas vestida y perfumada, terminando de anotar todo en tú libreta verificando que todo estuviera perfecto.
Te sentaste en la esquina de la cama al lado de tú novio, empezando a moverlo delicadamente.
—Amor, levántate, tenemos que ir a desayunar —Susurraste dando caricias en su rostro.
—Mmm quiero dormir —Gruñó Draco. —Mejor quedémonos, ¿si? —Pidió adormilado.
Algo que se te hacía imposible de negar, era que amabas y te parecía muy atractiva la voz mañanera de Draco. Era ronca y varonil, lo cuál hacía encender una llama dentro de ti.
—No, no, nada de flojeras, Dray —Te inclinaste para dar un rápido beso en su mejilla. —Hay que ir a desayunar.
Draco, jadeo en respuesta mirándote mal. Sin más que decir, se sentó en la cama, provocando que las sábanas que lo cubrían se cayeran y diera a verse el torso tonificado que había conseguido gracias a las prácticas de quidditch.
—Si me tomas una foto, duraría más, bonita —Vaciló mientras pasaba sus dedos en su desordenado cabello rubio.
—¿Quien dijo que ya no la tengo? —Mascullaste con una sonrisa divertida.
De inmediato, Draco te miro expectante con sus intensos ojos color plata.
—¿Dónde la tienes?
—¿Por qué debería decirte? —Preguntaste vacilando.
—Porque es mi foto —Replicó poniéndose de pie, provocando que tuvieras que alzar la cabeza debido a su gran altura
—Tú tienes fotos mías también y jamás te he reclamado por eso, cariño.—Murmuras mordiendo tu labio inferior.
Draco no pudo evitar pensar en lo jodidamente caliente que te veías así; Con tú labio entre tus dientes, mirándolo directamente a los ojos con una media sonrisa vacilante y sobre todo, que estabas muchos centímetros por debajo de él.
—No discutiré contigo —Musitó para tomar delicadamente tú mejilla y acariciarla. —Buenos días.
—Buenos días —Sonreíste.
Él se inclinó para besar tus labios, pero diste un pasó hacia atrás.
—Aliento mañanero.
—Ay, vamos ¿Que importa? —Reprochó Draco.
—Que huele mal y por ende sabe mal, estuviste toda la noche con la boca cerrada —Ironizaste. —Anda, a lavarte los dientes.
—Uhg, si eres molesta a veces —Murmuró yendo al baño.
—¡Tú pusiste esa regla, cariño! —Recordaste, para luego sentarte a leer en lo que él terminaba.
[...]
Luego de desayunar, tú en la mesa de Gryffindor y Draco en la mesa de Slytherin, quedaron de verse a las 3:00 pm, a las afueras del castillo. Todo ese tiempo que iban a estar separados del otro, lo aprovecharían para no levantar sospechas cuando estén en la cita.
Y así lo hicieron, pasaste la mañana con tus amigos y Draco con los suyos, ambos habían dicho que en la tarde estarían ocupados, pero no especificaron en qué.
Bajaste las escaleras para estar en tú sala común, tenías un lindo atuendo que habías planeado mucho antes de que la cita de concretará; Es de esos atuendos mentales qué haces de la nada para ponértelos en un futuro, y el día de usarlo ya había llegado.
—Wow _____, te ves increíble —Alabó Pansy.
Sonreíste en respuesta.
—Gracias Pansy, tú también te ves muy linda hoy.
—¿Y para dónde vas tan linda, eh? —Preguntó Blaise curioso —¿Vas a verte con alguien? Uhhh
Instantáneamente, te sonrojaste y tus ojos brillaron de emoción.
—Si, me veré con alguien especial hoy. —Comentaste mordiendo tú labio inferior.
—No te quitamos más tiempo, ¡suerte con tú persona especial! —Exclamó Pansy.
—¡Gracias!
Y sin más, saliste de la sala común.
—Me da curiosidad saber con quien va a ir —Comentó Blaise.
—A mi igual, pero no podemos meternos en su vida privada —Contestó Pansy.
—A veces eres tan aburrida —Bufó Blaise alargando "tan".
Unos minutos después, Draco bajo las escaleras a un paso apresurado. Por lo que Pansy y Blaise pudieron notar por su aspecto, él estaba arreglado, muy arreglado, más de lo normal.
—¿Y para dónde vas? —Preguntó Blaise confundido.
—Eso no les importa.
—No pero, es raro que estés tan... así de arreglado —Contesto Pansy.
—Me veré con alguien ¿bien? —Contestó de mala gana Draco. —Tengo que irme, ya voy tarde, adiós.
Y sin más, salió de la sala común.
La pareja se miró extrañada, era muy raro que Draco y tú salieran a la misma hora a verse con alguien.
—¿Estás pensando lo mismo que yo? —Preguntó Pansy.
—Si cariño —Afirmó Blaise.
La pareja se levantó del sofá con un objetivo: descubrir con quién salieron ustedes.
[...]
En el tercer año de Hogwarts, un día en clases con Hagrid, te habías desviador del camino por el cual estaban haciendo una excursión para descubrir las criaturas que se encontraban cerca al bosque prohibido, pero en vez de encontrar criaturas, encontraste un río, un río hermoso con una cascada enorme; Era el lugar más hermoso que habías visto jamás, las cristalinas aguas del río hacían ver las piedras y peces que rondaban por ahí, el reflejo del sol con el agua hacía verlo todo más majestuoso e iluminado, y los pajaritos cantando con el sonido de la cascada de fondo, te enamoro. Desde entonces, ese lugar maravilloso, se convirtió en tú lugar especial.
Nunca nadie supo de la existencia de ese lugar, porque nunca se lo dijiste a alguien, hasta ahora, que se lo ibas a presentar a tú novio.
Caminaron unos 20 minutos hasta llegar a su destino, y al estar ahí, Draco quedo fascinado.
—Esto es...
—Hermoso, lo sé —Completaste su frase.
—¿Como es que lo encontraste?
—Bueno, en tercer año me perdí y llegué accidentalmente aquí, desde entonces, vengo siempre que puedo —Relataste mientras ambos caminaban entre las ramas con cuidado de no caerse, para llegar a la orilla del río.
—¿Por qué nunca me trajiste?
—Nunca he traído a alguien, es un lugar muy mío, pero ahora que ya sabes de él tienes que guardar el secreto —Anunciaste parándote enfrente de él.
—¿Por qué? —Preguntó confundido.
—No me gusta la idea de que vengan los demás y hagan quien sabe que cosas aquí —Comentaste encogiéndote de hombros.
—En ese caso, prometo no decirle a nadie —Juro Draco alzando su mano derecha.
—¿Por el pinky promise?
—Por el pinky promise.
Ambos juntaron sus dedos meñiques, para luego darse un corto beso en forma de concretar la promesa.
Al llegar a la orilla del lago, Draco saco un refinado mantel y lo puso a un costado de un árbol. Juntos, empezaron a acomodar las cosas, sacar la comida, las bebidas y algunas cosas para estar cómodos.
Charlaron por horas, 2 horas aproximadamente, donde hablaban de lo que sea. Draco estaba recostado en el árbol y tú estabas entre sus piernas, sus manos estaban juntas y de vez en cuando, él besaba tú mejilla.
—Metamonos.
—¿Qué? —Dijo confundió Draco.
—Vamos a meternos al rió, hace calor y se ve fresco —Explicaste.
Draco hizo una leve mueca.
—Vamos amor, por favor —Suplicaste volteando tu torso para ver sus ojos —Será solo un rato.
Tú novio rodo los ojos divertido.
—De acuerdo, pero solo porque te veré...
—No, no lo digas —Lo interrumpiste, a lo que él rió.
Despojaron sus prendas poco a poco, hasta quedar en ropa interior. En el proceso, Draco admiro tú cuerpo con adoración, mirando cada parte de ti como si fueras una maravilla del mundo.
—Deja de mirarme así —Pediste apenada.
—No puedo, bonita, eres una obra de arte —Susurró en tú oído para luego darte un tierno beso.
Sin más, se metieron al río. Jugaron un rato, de dieron besos profundos y tiernos, dónde decían cuánto se amaban.
Eran solo dos amantes disfrutando el momento, su momento.
[...]
En la búsqueda de Pansy y Blaise, de encontraron a Harry, el cual también tenía curiosidad en saber dónde te habías metido, ya que un par de horas atrás de había visto salir del castillo.
—¿Dónde mierda están estos dos? Estoy harta de caminar, solo hay insectos y bichos aquí —Se quejó Pansy mirando a su alrededor con desprecio.
—Estás en un bosque ¿que esperas Parkinson? ¿un bosque con aire acondicionado? —Ironizó Harry.
—No le hables así, Potter —Amenazó el más moreno.
—Perdón pues, solo digo la verdad.
Caminaron un rato más, perdidos por el inmenso lugar por el que estaban rodeados, hasta que escucharon unas risas a lo lejos.
—¿_____?/¿Draco? —Preguntaron para si mismos.
Se acercaron más a las risas que escuchaban y se encontraron con un río a lo lejos.
—¡Por ahí! —Exclamó Harry.
Los tres empezaron a correr hacia el río, las risas y salpicaduras de oían cada vez más cerca y fuertes, hasta que llegaron al otro lado del río, dónde los tres jóvenes adultos los vieron a ustedes metidos en el río; Tú con tus piernas enrolladas en el torso de Draco, con tus manos acariciando su cabello rubio y él con sus manos firmes en tú cintura para no dejarte caer, mientras se daban un fogoso beso.
—Oh Merlín... —Murmuraron sorprendidos Harry, Pansy y Blaise.
Era algo que se imaginaban, las miradas que se hachaban ustedes eran muy evidentes, pero no podían creer que realmente estuviera pasando.
El príncipe de Slytherin, Draco Malfoy y la Slytherin del cuarteto de oro, eran novios.
¡Hola a todas! ¿Cómo están? Me presento, mi nombre es Soleil (sol en francés), pueden decirme Sol.
Esté es mi primer OS de Draco Malfoy y estoy muy feliz por al fin tenerlo completo, porque sin mentir, estuve meses escribiendo este capítulo.
Realmente espero que les guste mi libro, amo escribir y más si se trata del hombre que amo, espero y les guste, voten, comenten, follow me y recomiéndeme, ¡adiós hermosas!
©𝑆𝑜𝑙𝑒𝑖𝑙𝑃𝑜𝑡𝑡𝑒𝑟 2022
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